La Hermandad de las Cinco Llagas participó en la Novena dedicada a Nuestra Señora de la Merced
Nuestra Hermandad de las Cinco Llagas asistió un año más a la jornada de la Novena que, dedicada a Nuestra Señora de la Merced, correspondía en su participación litúrgica a las Hermandades de la Madrugada.
La basílica mercedaria registró este pasado viernes un lleno absoluto, índice de asistencia que se ha mantenido invariable durante todos los días de tan solemnes cultos dedicados a la Patrona de Jerez. El Hermano Mayor de la nuestra de las Cinco Llagas, don Juan Lupión Villar, leyó la oración de los fieles corriendo a cargo de los hermanos Mayordomo don Rafael Cordero Jaén y Diputado de Acción Social don Genaro Benítez Gil la recogida de la colecta.
La predicación ha sido encomendada en esta ocasión al Rvdo. P. Fr. Enrique Mora González. De su prédica detallamos las siguientes palabras:
"Qué fácil es, Señora, aparentar creer en tiempos de bonanza. ¡Qué fácil es amar cuando el amor no lleva ningún compromiso!. Hoy nos encontramos en el Evangelio con una escena dura. Nos encontramos ante el paradigma de nuestra fe. Qué solitaria es siempre la derrota. Siempre sola. Como la Cruz del Viernes Santo. Como los juguetes rotos que antaño fueron gloria".
"Todos tenemos siempre miles de excusas para escabullirnos de la macabra escena. Cuánto miedo nos da amar y cuánto miedo nos da que nos amen. Somos, permítanme el símil taurino, toros reservones. El miedo a amar y a dejarnos amar porque significa entregarnos. La fe es la capacidad de soportar la duda. La fe es esperar sin desertar. Ser persona de fe es vivir a contracorriente y vivir a contracorriente es ser considerado un bicho raro. ¡Qué pocos tienen la personalidad de estar en el mundo por una convicción de sentirse distintos!. Pero no distintos para distinguirse".
"La persona coherente es la que llega a degustar la paz en su vida (sin tener que hacer grandes sacrificios). En María se dio la interiorización de los valores, de unos principios de vida, que la llevó a alcanzar la Paz. María no necesita de la significación pública para ser fiel. No es como esos cofrades que dejan de ir a los actos de su Hermandad porque ya no pertenecen -o no han logrado pertenecer- a la Junta. María no es así. No fue así".