Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

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jueves, 27 de febrero de 2020

Recordatorio: mañana viernes a partir de las 20,30 en San Francisco, primer Via Crucis cuaresmal








Recomendación fílmica para esta fin de semana







Cartel de la Madrugá 2020







Galería del Besamanos del Señor y de la gozosa jornada del Miércoles de Ceniza

Fotos: N.H.D. José Soto, N.H.Dª Esperanza Soto, N.H.D. Ernesto Romero, N.H.D. Manuel Piñero y cedidas a N.H.D. José Soto















Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA


I Domingo de Cuaresma (ciclo A)
El anuncio de la Pascua

Desde el comienzo de la Cuaresma emprendemos un itinerario eclesial que tendrá como culminación el domingo de Pascua, cuya prolongación, además, se coronará con la solemnidad de Pentecostés. De hecho, la Cuaresma nació como un período de preparación a la Pascua, en el cual se insiste en el paralelismo de los 40 días de preparación con el tiempo que el Señor pasó en el desierto al inicio de su ministerio público.

«40 días con sus 40 noches»
El número 40 aparece a menudo en la Biblia. Es una cifra asociada en el Antiguo Testamento a un tiempo de preparación, de prueba y de sufrimiento; pero también ligada a una victoria final, en la que el mal no tiene la última palabra. Así lo vemos, por ejemplo, con los 40 días del diluvio, los 40 días y noches de Moisés en el Sinaí, o los días que Jonás predicó la penitencia en la ciudad de Nínive. Con todo, la imagen mejor asociada a este número es posiblemente la de los 40 años que los israelitas pasaron en el desierto antes de entrar en la tierra prometida. Todos los casos desembocan en una paz y un gozo final. Esta es la razón por la que la tradición cristiana ha considerado este tiempo litúrgico como un «sacramento» o momento especial de la gracia de Dios, un itinerario de conversión y de gracia en el que ya, en cierta medida, actúa la luz de la Pascua.

«Si eres Hijo de Dios…»
El pasaje que escuchamos este domingo se encuadra en los primeros capítulos del Evangelio de san Mateo, en los cuales se quiere poner de manifiesto quién es Jesús. La identidad del Señor queda reflejada de modo especial en su Bautismo, donde es proclamado Hijo de Dios. Por lo tanto, el relato de las tentaciones va a girar particularmente en torno a la filiación. Hay un detalle importante: ciertamente Jesús es tentado por el diablo, que es el «tentador», conforme lo designa el mismo narrador del Evangelio; pero quien conduce a Jesús al desierto es el Espíritu Santo. Este hecho muestra que el paso del Señor por la prueba no es un accidente, sino que corresponde con el plan de Dios para así hacer patente la verdad de su ministerio. Precisamente con la condición «si eres Hijo de Dios…» comienzan las dos primeras tentaciones. La intención del tentador es la de desviar el modo de comprender y de vivir la filiación divina, tratando de sustituir el cumplimiento de la voluntad de Dios por privilegios personales, representados por el alimento, la fama o el dominio político. Exactamente esto es lo que se había presentado al pueblo de Israel siglos atrás en el desierto, la no obediencia a los preceptos del Señor como hijos suyos. No obstante, aún hay una imagen más precisa de la tentación en la historia de la salvación: el texto que escuchamos en la primera lectura. El relato del pecado original manifiesta con gran dramatismo la ilusión y el atractivo del mal, frente al cumplimiento de la voluntad de Dios. Sin embargo, lo que aparece como «bueno de comer, atrayente a los ojos y deseable para lograr inteligencia» se convertirá poco después en la causa de la fragilidad, debilidad e indefensión que encierra la constatación de que «descubrieron que estaban desnudos».

El anuncio de la gracia
Puesto que en Cuaresma la segunda lectura del domingo guarda especial relación con las otras dos, san Pablo se sitúa en el polo opuesto del pasaje del pecado original del Génesis. Su mensaje se resume en la afirmación de que donde abundó el pecado sobreabundó la gracia. Y ello ha sido posible gracias a la victoria definitiva de Jesucristo sobre la muerte y el pecado. La victoria de Jesús sobre las tres tentaciones es, pues, una anticipación de su gloria definitiva e irrevocable sobre el mal que acecha al hombre. Por último, no podemos pasar por alto que el arma utilizada por Jesús para vencer la tentación es la Palabra de Dios, que se hace plenamente eficaz a través de su persona y no de la manipulación que de ella pretende hacer Satanás.


  Daniel A. Escobar Portillo
 Delegado episcopal de Liturgia de Madrid




Evangelio

En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar 40 días con sus 40 noches, al fin sintió hambre. El tentador se le acercó y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes». Pero él le contestó: «Está escrito: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”». Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras”». Jesús le dijo: «También está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”». De nuevo el diablo lo llevó a un monte altísimo y le mostró los reinos del mundo y su gloria, y le dijo: «Todo esto te daré si te postras y me adoras». Entonces le dijo Jesús: «Vete, Satanás, porque está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a Él solo darás culto”». Entonces lo dejó el diablo, y he aquí que se acercaron los ángeles y lo servían.


Mateo  4, 1-11







sábado, 22 de febrero de 2020

Carta de Cuaresma para todos los hermanos

Hermandad y Cofradía de Nazarenos de las Sagradas Cinco Llagas de Cristo, Nuestro Padre Jesús de la Vía-Crucis y María Santísima de la Esperanza

Establecida canónicamente en el Real Convento de San Francisco
Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera
Sala Capitular: C/ Diego Fernández Herrera 6 y 8, 11401 - Jerez de la Fra.
Blog oficial: http://cincollagasjerez.blogspot.com
Correo electrónico: cincollagasjerez@gmail.com


“Por eso, el que se acoge / al verde de tu Esperanza
sabe bien y está seguro /que contigo el Cielo alcanza”. 

N. H. D. JOSÉ LUIS ZARZANA PALMA
Pregón de la Semana Santa de Jerez de 1981



Querido hermano en el Señor de la Vía-Crucis: Pax et  Bonum.

Continuando con las convocatorias habituales propias de nuestra Hermandad de las Cinco Llagas, y gozosamente instalados en este anhelado tiempo de vísperas, ponemos en su conocimiento las siguientes informaciones:


1.- SOLEMNES CEREMONIAS DE BESAMANOS

Miércoles de Ceniza, 26 de febrero: Solemne Ceremonia de Besamanos a Nuestro Padre Jesús de la Vía-Crucis.

Primer Domingo de Cuaresma, 1 de marzo: Solemne Ceremonia de Besamanos a María Santísima de la Esperanza.


2.- MEDITACIÓN ANTE EL SEÑOR Y CARTEL

Organizado por nuestra Diputación de Juventud, un año más, y como clausura del Solemne Besamanos de nuestro Amantísimo Titular, el Miércoles de Ceniza tendrá lugar a las 20,30 horas la IV Meditación ante Ntro. P. Jesús de la Vía-Crucis. Este acto íntimo estará a cargo del conocido cofrade don Domingo Díaz Barberá, ExHermano Mayor de la Hermandad de la Piedad.

Seguidamente se llevará a cabo la presentación del cuarto Cartel de la Semana Santa editado asimismo por la Diputación de Juventud de nuestra Hermandad, que en esta edición recoge una instantánea del fotógrafo don Jorge Corral Ríos.
.
Estas convocatorias servirán de broche de oro a tan intensa jornada en honor del Divino Nazareno Franciscano.


3.- RECORDATORIO: VIA CRUCIS LOS VIERNES DE CUARESMA

Todos los viernes de Cuaresma -excepto cuando se convoque Santa Misa de Hermandad-, a las 20,30 horas y en la iglesia de San Francisco, celebramos Piadoso Ejercicio del Via Crucis. Subrayemos las palabras del Santo Papa Pablo VI: “Esta oración bien hecha nos lleva a crecer en el amor a Jesucristo contemplando lo que hizo por amor a cada uno de nosotros, por ti y por mí. Nos ayuda a recordar los sufrimientos de Cristo y a descubrir la profundidad y el misterio sumamente complejo, en el que el dolor humano en su más alto grado, el pecado en su más trágica repercusión, el amor en su expresión más generosa y heroica, y la muerte en su más cruel victoria y en su definitiva derrota, adquieren la evidencia más impresionante”.


4.- RETIRO DE CUARESMA

Nuestro Director Espiritual, Fray Julián Bartolomé Rivera, O.F.M., emplaza a los hermanos de esta Santa Hermandad junto a otros grupos franciscanos al Retiro Cuaresmal que tendrá lugar el próximo sábado día 14 de marzo a partir de las 17,00 horas en el Convento de San José (Clarisas de la calle Barja). La duración se estima en unas dos horas.


5.- REPARTO DE CÉDULAS DE SITIO

-        Hermanos que la retiraron para la estación de penitencia de la pasada Madrugada Santa de 2019 o aquellos que, no habiendo formado parte de la comitiva nazarena del pasado año, sí lo hayan hecho con anterioridad antaño–: sábado 14 de marzo en horario de 17,30 a 21,30 horas. Casa de Hermandad.

-       Hermanos de nueva incorporación para la próxima Madrugada Santa 2020sábado 21 de marzo de 17,30  a 21,30 horas. Casa de Hermandad.

-        P.S.: Todo hermano que desee participar en la estación de penitencia como monaguillo debe participarlo a esta secretaría  antes del 9 de marzo (teléfono móvil 699615525).

Es importante constatar que las cédulas de sitio serán repartidas y despachadas de modo individual con el propósito además de que los hermanos puedan confiar y transmitir en la mayor privacidad posible aquellas circunstancias personales propias -y nunca ejerciendo de intermediario o de portavocía de terceros- que consideren de necesaria comunicación. 

Cabe recordar asimismo que la expedición y entrega de cédulas de sitio no comporta precio económico ninguno del hermano que así la retire, habida cuenta su cuantía está incluida en la así llamada cuota única -cuyo pago bancario se efectúa en los meses de enero y junio-.

No obstante, y para ejercitar la teologal virtud de la CARIDAD, todo hermano se impondrá el deber de acercarse a retirar dicha cédula /papeleta junto con algún litro de leche o leche infantil para poder paliar en alguna mínima medida los siempre tristes pormenores de los más desfavorecidos.

Respecto a la petición de cruces y promesas, de todos es bien conocido que la Cofradía estacionará con un número máximo de diez cruces de penitencia y que, bajo ningún concepto o motivo aparentemente justificado, se entregará una más. En este sentido, nuestros cofrades dilucidarán que sus promesas se pueden plasmar de muchos modos o formas. Una de ellas, edificantísima, no es sino continuar aquella consuetudinaria costumbre de nuestros primeros cortejos penitenciales, cuya práctica totalidad de nazarenos tenían a bien besar con sus pies descalzos el frío asfalto de la Madrugada. Ténganse no obstante muy en cuenta las palabras del Venerable Papa Pío XII en su carta encíclica Mystici Corporis Christi: “Misterio verdaderamente tremendo y que jamás se meditará bastante: Que la salvación de muchos dependa de las oraciones y voluntarias mortificaciones de los miembros del Cuerpo Místico de Cristo”.


6.-CABILDO GENERAL ORDINARIO ‘INFORMATIVO DE SALIDA PROCESIONAL’  VIERNES 20 DE MARZO


En virtud de lo tipificado en la Normativa Diocesana de Hermandades y Cofradías (Capítulo 6, Apartado 6.2, artículo 43), esta señera corporación nazarena celebrará, en su Sala Capitular, Cabildo General Ordinario ‘Informativo de Salida Procesional’ el viernes 20 de marzo, a las 21,15 horas en primera convocatoria y media hora después en segunda, con arreglo al siguiente:

ORDEN DEL DÍA

1.    Invocación al Espíritu Santo.
2.    Lectura del borrador del acta del Cabildo General Ordinario anteriormente celebrado y su          aprobación si procediese.
3.    Información relativa a la Estación de Penitencia de la Madrugada Santa.
4.    Ruegos y preguntas.
5.    Acción de Gracias y oración por los hermanos cofrades difuntos.

Lo que comunicamos a efectos de citación y asistencia al mismo, rogándole la máxima puntualidad.


7.- CERA DE LA CANDELERÍA DEL PASO DE PALIO

Motivado por los cuantiosos gastos que la Estación de Penitencia conlleva, la Junta de Gobierno ruega encarecidamente a todos los hermanos –que así lo deseen- acepten sufragar el valor equivalente a uno o varios cirios de la candelería del paso de palio de nuestra Amantísima Titular María Santísima de la Esperanza, pues en muy mucho sanearán las arcas de la corporación ante la inminente Semana Santa.

8.- ASISTENCIA A LOS DIVINOS OFICIOS

Indudablemente todos los cristianos y, por ende, los cofrades de nuestra corporación nazarena deben considerar el día del Jueves Santo como jornada de verdadero retiro espiritual, encaminando a ello todos sus actos, redoblando su recogimiento y piedad con elevado sentimiento interno de oración y penitencia. En consecuencia, los hermanos de esta Santa Hermandad han de asumir el deber de asistir a los Santos Oficios del día, así como recibir el sacramento de la confesión y comulgar, para que se ratifique en cada uno la Institución del Santísimo Sacramento, a la vez que templen y preparen su espíritu para la mayor autenticidad de la Estación de Penitencia.


9.-NOTICIAS OFICIALES PUBLICADAS EN EL BLOG DE LA HERMANDAD

Invitamos a los hermanos a visitar con regularidad el blog oficial de la Hermandad que  se viene actualizando con gran asiduidad durante los últimos años en Internet. En el mismo -http://cincollagasjerez.blogspot.comse podrán encontrar todos los comunicados, crónicas, recordatorios y acuerdos oficiales de la Junta de Gobierno o comunicados institucionales publicados textualmente y remitidos por la Delegación Diocesanala Delegación de Medios o el Consejo Local de la Unión de Hermandades así como documentos eclesiales que se consideran de seguro interés general.

Sin otro particular por el momento y augurando que nuestro comportamiento será fiel reflejo de tan señera, señorial y seráfica corporación nazarena, nos despedimos de usted enviándole un fortísimo abrazo en Jesucristo Nuestro Señor, Redentor y Salvador del Mundo.

                                                       
 LA JUNTA DE SEÑORES OFICIALES
                                                                                  


Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera, mes de febrero del año de Gracia del Señor de 2020.



jueves, 20 de febrero de 2020

MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2020



 

«En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios» 

(2 Co 5,20)

 


Queridos hermanos y hermanas:

El Señor nos vuelve a conceder este año un tiempo propicio para prepararnos a celebrar con el corazón renovado el gran Misterio de la muerte y resurrección de Jesús, fundamento de la vida cristiana personal y comunitaria. Debemos volver continuamente a este Misterio, con la mente y con el corazón. De hecho, este Misterio no deja de crecer en nosotros en la medida en que nos dejamos involucrar por su dinamismo espiritual y lo abrazamos, respondiendo de modo libre y generoso.

El Misterio pascual, fundamento de la conversión

La alegría del cristiano brota de la escucha y de la aceptación de la Buena Noticia de la muerte y resurrección de Jesús: el kerygma. En este se resume el Misterio de un amor «tan real, tan verdadero, tan concreto, que nos ofrece una relación llena de diálogo sincero y fecundo» (Exhort. ap. Christus vivit, 117). Quien cree en este anuncio rechaza la mentira de pensar que somos nosotros quienes damos origen a nuestra vida, mientras que en realidad nace del amor de Dios Padre, de su voluntad de dar la vida en abundancia (cf. Jn 10,10). En cambio, si preferimos escuchar la voz persuasiva del «padre de la mentira» (cf. Jn 8,45) corremos el riesgo de hundirnos en el abismo del sinsentido, experimentando el infierno ya aquí en la tierra, como lamentablemente nos testimonian muchos hechos dramáticos de la experiencia humana personal y colectiva.

Por eso, en esta 
Cuaresma 2020 quisiera dirigir a todos y cada uno de los cristianos lo que ya escribí a los jóvenes en la Exhortación apostólica Christus vivit: «Mira los brazos abiertos de Cristo crucificado, déjate salvar una y otra vez. Y cuando te acerques a confesar tus pecados, cree firmemente en su misericordia que te libera de la culpa. Contempla su sangre derramada con tanto cariño y déjate purificar por ella. Así podrás renacer, una y otra vez» (n. 123). La Pascua de Jesús no es un acontecimiento del pasado: por el poder del Espíritu Santo es siempre actual y nos permite mirar y tocar con fe la carne de Cristo en tantas personas que sufren.

Urgencia de conversión

Es saludable contemplar más a fondo el Misterio pascual, por el que hemos recibido la misericordia de Dios. La experiencia de la misericordia, efectivamente, es posible sólo en un «cara a cara» con el Señor crucificado y resucitado «que me amó y se entregó por mí» (Ga 2,20). Un diálogo de corazón a corazón, de amigo a amigo. Por eso la oración es tan importante en el tiempo cuaresmal. Más que un deber, nos muestra la necesidad de corresponder al amor de Dios, que siempre nos precede y nos sostiene.

De hecho, el cristiano reza con la conciencia de ser amado sin merecerlo. La oración puede asumir formas distintas, pero lo que verdaderamente cuenta a los ojos de Dios es que penetre dentro de nosotros, hasta llegar a tocar la dureza de nuestro corazón, para convertirlo cada vez más al Señor y a su voluntad.
Así pues, en este tiempo favorable, dejémonos guiar como Israel en el desierto (cf. Os 2,16), a fin de poder escuchar finalmente la voz de nuestro Esposo, para que resuene en nosotros con mayor profundidad y disponibilidad. Cuanto más nos dejemos fascinar por su Palabra, más lograremos experimentar su misericordia gratuita hacia nosotros. No dejemos pasar en vano este tiempo de gracia, con la ilusión presuntuosa de que somos nosotros los que decidimos el tiempo y el modo de nuestra conversión a Él.

La apasionada voluntad de Dios de dialogar con sus hijos

El hecho de que el Señor nos ofrezca una vez más un tiempo favorable para nuestra conversión nunca debemos darlo por supuesto. Esta nueva oportunidad debería suscitar en nosotros un sentido de reconocimiento y sacudir nuestra modorra. A pesar de la presencia —a veces dramática— del mal en nuestra vida, al igual que en la vida de la Iglesia y del mundo, este espacio que se nos ofrece para un cambio de rumbo manifiesta la voluntad tenaz de Dios de no interrumpir el diálogo de salvación con nosotros. En Jesús crucificado, a quien «Dios hizo pecado en favor nuestro» (2 Co 5,21), ha llegado esta voluntad hasta el punto de hacer recaer sobre su Hijo todos nuestros pecados, hasta «poner a Dios contra Dios», como dijo el papa Benedicto XVI (Enc. Deus caritas est, 12). En efecto, Dios ama también a sus enemigos (cf. Mt 5,43-48).

El diálogo que Dios quiere entablar con todo hombre, mediante el Misterio pascual de su Hijo, no es como el que se atribuye a los atenienses, los cuales «no se ocupaban en otra cosa que en decir o en oír la última novedad» (Hch 17,21). Este tipo de charlatanería, dictado por una curiosidad vacía y superficial, caracteriza la mundanidad de todos los tiempos, y en nuestros días puede insinuarse también en un uso engañoso de los medios de comunicación.

Una riqueza para compartir, no para acumular sólo para sí mismo

Poner el Misterio pascual en el centro de la vida significa sentir compasión por las llagas de Cristo crucificado presentes en las numerosas víctimas inocentes de las guerras, de los abusos contra la vida tanto del no nacido como del anciano, de las múltiples formas de violencia, de los desastres medioambientales, de la distribución injusta de los bienes de la tierra, de la trata de personas en todas sus formas y de la sed desenfrenada de ganancias, que es una forma de idolatría.

Hoy sigue siendo importante recordar a los hombres y mujeres de buena voluntad que deben compartir sus bienes con los más necesitados mediante la limosna, como forma de participación personal en la construcción de un mundo más justo. Compartir con caridad hace al hombre más humano, mientras que acumular conlleva el riesgo de que se embrutezca, ya que se cierra en su propio egoísmo. Podemos y debemos ir incluso más allá, considerando las dimensiones estructurales de la economía. Por este motivo, en la Cuaresma de 2020, del 26 al 28 de marzo, he convocado en Asís a los jóvenes economistas, empresarios y change-makers, con el objetivo de contribuir a diseñar una economía más justa e inclusiva que la actual. Como ha repetido muchas veces el magisterio de la Iglesia, la política es una forma eminente de caridad (cf. PÍO XI, Discurso a la FUCI, 18 diciembre 1927). También lo será el ocuparse de la economía con este mismo espíritu evangélico, que es el espíritu de las Bienaventuranzas.

Invoco la intercesión de la Bienaventurada Virgen María sobre la próxima Cuaresma, para que escuchemos el llamado a dejarnos reconciliar con Dios, fijemos la mirada del corazón en el Misterio pascual y nos convirtamos a un diálogo abierto y sincero con el Señor. De este modo podremos ser lo que Cristo dice de sus discípulos: sal de la tierra y luz del mundo (cf. Mt 5,13-14). 

 

Francisco




Evangelio y comentario

Fuente. ALFA Y OMEGA

VII Domingo del Tiempo Ordinario (ciclo A)
La llamada a un amor radical

A medida que avanzamos en la escucha del sermón de la montaña, las propuestas del Señor concretan la novedad de la enseñanza de Jesús frente a la legislación judía, presente en el Antiguo Testamento. Continuamos, pues, con el análisis de los principales preceptos de la ley de Moisés, formulados en el esquema «se dijo […] pero yo os digo». Se trata de una al principio aparente oposición que a la postre supone el verdadero cumplimiento de la voluntad de Dios, asociado a la persona de Jesucristo, que es quien nos revela plenamente los designios divinos. El tema principal del próximo domingo será una llamada: «Sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto», una variante del veterotestamentario «sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo». Así pues, Dios Padre es la referencia por antonomasia de esa santidad y esa perfección. Y la voluntad de Jesucristo es hacernos a nosotros partícipes de la vida divina. Puesto que la santidad y perfección que la Palabra de Dios nos pide es imposible de alcanzar por nuestras propias fuerzas, la enseñanza del Señor va a ser una ayuda para vivir más en consonancia con cuanto Dios nos pide. Para ello se formula un precepto, el amor, que nos invita a vivir de modo radical, sin límites.

«Rezad por los que os persiguen»
Cuando escuchamos del Señor la prescripción «amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen», podemos pensar que, tomada esta orden al pie de la letra, estamos ante algo realmente imposible. Y es aquí, precisamente, donde vamos a descubrir la novedad que nos trae Jesús con respecto a la enseñanza del libro del Levítico, el texto que escuchamos este domingo como primera lectura y que nos presenta el mandato de «amarás a tu prójimo como a ti mismo». Aunque se trata de un precepto loable, en su propia formulación tiene un límite, que nos lo hace ver el Evangelio. No se habla de los enemigos. Es más, la interpretación corriente del mandato de Moisés era «amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo», conforme el mismo Jesús nos recuerda. Por el contrario, el Señor viene a levantar nuestras propias barreras e impulsarnos a superar nuestra propia finitud y limitación. El mandamiento del amor llevado hasta las últimas consecuencias no consiste simplemente en una lección más sobre cómo relacionarnos con los demás según la voluntad de Dios. Al presentar con toda claridad el amor a los enemigos es Jesús el que nos garantiza que esto es posible, en primer lugar, porque podemos mirar al Padre celestial «que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos». También el salmo responsorial de este domingo nos recuerda que «el Señor es compasivo y misericordioso» y que «no nos trata como merecen nuestros pecados», sino que, al contrario, «siente ternura por los que lo temen». En segundo término, Jesús mismo nos ha mostrado con su vida que esto es realizable. Así pues, la nueva ley de Cristo carece de límites, ya que propone la realidad de un amor infinito. Una de las formas de comprenderlo es a través del carácter universal de la salvación de Jesucristo. Cuando los israelitas hablaban de amor al prójimo, no pensaban en alguien extranjero o de otra religión. Ahora, la enseñanza de Jesucristo, continuada por la de los apóstoles, está marcada por una clara voluntad de salvación universal, que no es factible sin un amor universal y sin medida por parte de los cristianos. El mismo Evangelio señala esta originalidad con respecto al Antiguo Testamento como algo extraordinario, ya que lo corriente es lo que hace cualquier persona, «también los publicanos», quienes, como sabemos, eran pecadores públicos. Por lo tanto, si se cumple cuanto el Señor nos propone, no solo se supera el clásico «ojo por ojo», sino que se responde con la vida al amor inmenso que Dios ha tenido con nosotros, enviándonos a su Hijo y haciéndonos capaces de participar en la misma vida divina.


  Daniel A. Escobar Portillo
 Delegado episcopal de Liturgia de Madrid




Evangelio

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.
Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».



Mateo  5, 38-48






miércoles, 19 de febrero de 2020

El conocido cofrade don Domingo Díaz Barberá tendrá a su cargo la IV Meditación ante Ntro. P. Jesús de la Vía-Crucis y el fotógrafo don Jorge Corral Ríos firmará el IV cartel de la Semana Santa de nuestra Hermandad



Don Domingo Díaz Barberá (foto: Incienso cofrade)


Don Jorge Corral Ríos (foto: Adrián Padilla)


La Diputación de Juventud de la Hermandad de las Sagradas Cinco Llagas clausurará el Solemne Besamanos del Señor de la Vía-Crucis del próximo Miércoles de Ceniza - 26 de febrero - con la Meditación ante el Señor de la Vía-Crucis y la presentación del cartel de la Semana Santa a partir de las 20,30 horas y en la Capilla del Voto. 

En esta ocasión será don Domingo Díaz Barberá quien tendrá a su cargo la IV Meditación ante Ntro. P. Jesús de la Vía-Crucis. Don Domingo es un conocidísimo cofrade jerezano que ha ostentado el cargo de Hermano Mayor de la Hermandad de la Piedad y ha pertenecido muchos años al antiguo Secretariado Diocesano de Hermandades y Cofradías. Es hermano también de la Sacramental Sagrada Cena. Licenciado en Derecho, profesionalmente se dedica al mundo de los seguros con amplia experiencia en los mismos.


Don Jorge Corral Ríos nació en Jerez en 1982 y es cofrade de la Hermandad de las Angustias. Desde hace 10 años se aficionó a la fotografía llegando a firmar varios carteles como los dedicados a las Hermandades del Nazareno, Bondad y Misericordia y los Judíos de San Mateo.


jueves, 13 de febrero de 2020

Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

VI Domingo del Tiempo Ordinario (ciclo A)
«El cumplimiento de los mandatos del Señor»

Prosiguiendo con la lectura del sermón de la montaña, en los capítulos del 5 al 7 de san Mateo, tanto en este domingo como en el siguiente Jesucristo se sitúa en continuidad con la ley y los profetas. Es un punto de partida que no se puede pasar por alto. Jesús conocía bien la Sagrada Escritura, formulada en lo que hoy llamamos Antiguo Testamento. Para Él tiene una vital importancia, conforme revela su detallado manejo de la Palabra de Dios a través de abundantes referencias y comparaciones al hilo de sus enseñanzas. Pero ante todo, el Señor quiere presentarse a sí mismo como el que cumple y lleva a término cuanto había predicho la Escritura sobre el Mesías. A medida que vamos leyendo el Evangelio, descubrimos que la esperanza de Israel no se realiza únicamente porque en Jesús se lleven a término algunos oráculos mesiánicos. Todo el Antiguo Testamento nos dirige hacia Jesucristo. Según se fue desarrollando el cristianismo, iba apareciendo con más claridad que la primera alianza era, en realidad, una preparación y anticipo de cuanto luego se produjo en Cristo. Sin embargo, esta verdad no fue siempre admitida pacíficamente por los fieles, pues había quienes quisieron ver una oposición entre un «Dios del Antiguo Testamento» y el «Dios de Jesucristo», algo que llevaba incluso a desechar la lectura de textos del Antiguo Testamento en las asambleas litúrgicas. Esta posición, claramente negada por la Iglesia, tiene el riesgo todavía hoy de tomar cuerpo cuando se confunde la superación realizada por Jesucristo con una incompatibilidad entre ambos testamentos. Cada vez que se caricaturiza con rasgos negativos la imagen de Dios en el Antiguo Testamento se está dando alas a esta postura, claramente incompatible con el pasaje que escuchamos este domingo. En él, Jesús nos hace ver que la revelación de Dios a los hombres es progresiva y que el «se dijo […] pero yo os digo» expresa: primero, la autoconciencia divina de Jesús, que es capaz de colocarse por encima de la ley; segundo, la utilidad pedagógica de la ley para «dar plenitud» a la misma desde la propia enseñanza del Salvador. No es, por tanto, admisible defender, basándose en este capítulo, una contradicción entre ambas leyes, como si la primera fuese falsa y la segunda verdadera. Por eso el Señor afirma que «quien los cumpla y los enseñe (los preceptos de la ley) será grande en el reino de los cielos», al mismo tiempo que reprende severamente a quien «se salte uno solo de los preceptos menos importantes».

La plenitud de la ley en la justicia
A continuación Jesús se refiere a la justicia de los hombres, de la cual indica que ha de ser mayor que la de los escribas y fariseos. Desde luego, con la insistencia en el cumplimiento de «hasta la última letra o tilde de la ley», el Señor no aboga por el habitual modo externo y legalista según el cual los dirigentes jurídicos y religiosos de Israel ejecutaban el conjunto de los preceptos divinos. La justicia ha de ser entendida principalmente como la realización de la voluntad de Dios. Por eso Jesús dirige su atención no hacia una ley de mínimos, sino a lo que nace de lo profundo del hombre, al corazón, tal y como se destaca en la explicación del adulterio, al señalar que «el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón». Precisamente, para llevar a cabo lo que Dios quiere, el pasaje pide actuar con decisión, evitando cuanto es impedimento para la obediencia a los mandatos del Señor. Esto es lo que se precisa con la frase «más te vale perder un miembro», que no señala sino la relevancia que tiene tomarse en serio cuanto ha sido revelado por Dios. El pasaje de este domingo es, en definitiva, una llamada a descubrir y vivir con radicalidad, convicción y profundidad interior cuanto Dios ha sembrado en nuestro corazón y nosotros descubrimos a través de la escucha de su Palabra.


  Daniel A. Escobar Portillo
 Delegado episcopal de Liturgia de Madrid




Evangelio

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos. Porque os digo que si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será reo de juicio. Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “necio”, merece la condena de la gehenna del fuego. Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Habéis oído que se dijo: “No cometerás adulterio”. Pero yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la gehenna. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la gehenna.
Se dijo: “El que repudie a su mujer, que le dé acta de repudio”. Pero yo os digo que si uno repudia a su mujer –no hablo de unión ilegítima–  y se casa con otra, comete adulterio.
También habéis oído que se dijo a los antiguos: “No jurarás en falso” y “cumplirás tus juramentos al Señor”. Pero yo os digo que no juréis en absoluto. Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno».



Mateo  5, 17-37