Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

martes, 30 de agosto de 2016

El próximo sábado día 3 de septiembre a las 20,30 horas y en la Parroquia de San Francisco de El Puerto de Santa María (Jesuitas), misa conmemorativa del XLIII aniversario del fallecimiento del Siervo de Dios Pedro Guerrero González, S.I., primer Hermano Mayor de nuestra Hermandad y santo sacerdote jesuita






Recordatorio: el próximo viernes día 2 de septiembre, a las 20,30 y en la Capilla del Voto, se reanudan los rezos semanales






La XXVII Semana de Teología se celebrará entre los días 12 y 15 del próximo mes de septiembre

Fuente: DIÓCESIS DE ASIDONIA-JEREZ





La Imagen del Santísimo Cristo de la Expiración presidirá el Via Crucis de las Hermandades del año 2017

Fuente: UNIÓN DE HERMANDADES

En reunión celebrada en la noche del pasado 25 de agosto, el Consejo Directivo de la Unión de Hermandades de Jerez, aprobó designar a la imagen del Santísimo Cristo de la Expiración, titular de la Hermandad del mismo nombre, para presidir el tradicional Vía Crucis cuaresmal de las Hermandades de nuestra ciudad.


Antonio Díaz Arnido realizará el cartel de la Semana Santa de Jerez de 2017

Fuente: UNIÓN DE HERMANDADES DE JEREZ

El Consejo directivo de la Unión de Hermandades de Jerez, ha decidido, en el transcurso de la reunión celebrada en la segunda semana de agosto, encargar el Cartel de la Semana Santa de Jerez 2017 al artista sevillano Antonio Díaz Arnido.

Arnido, es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla y está especializado en restauración y artes pláticas. En su faceta como cartelista, cuenta con numerosas obras en la capital hispalense, además de en distintas poblaciones andaluzas tal y como se puede contemplar en su blog http://arnidoarteyrestauracion.blogspot.com.es/…/GALERIA%20…


Arnido, ha manifestado que se encuentra muy orgulloso por el encargo realizado por la Unión de Hermandades de Jerez, al considerar que esta será la obra mas importante que hasta la fecha, vaya a realizar en este campo artístico.




domingo, 28 de agosto de 2016

Evangelio y comentario

Fuente: ZENIT

XXII Domingo del tiempo ordinario (ciclo C)
Humildad

Idea principal: Todo seguidor de Jesús en el “banquete de la vida” debe ser humilde para ponerse en el último lugar y generoso, cuando invite a comer a los demás.
Síntesis del mensaje: No es fácil vivir los dos consejos que Cristo hoy nos invita a poner en práctica: primero, ponernos en el último lugar -¡qué locura!-, y después, invitar a comer, no a nuestros amigos y familiares, sino a los que no conocemos, -¡el colmo!- e incluso a quienes nos resultan antipáticos. Razones habrá tenido Jesús al darnos estos dos consejos que no son a primera vista naturales. Ya la 1ª lectura nos decía: “Hazte pequeño y alcanzarás el favor de Dios”.
Puntos de la idea principal:
En primer lugar, toda la liturgia de hoy es una invitación a vivir la virtud de la humildad. Virtud que antes de Cristo no era cotizada, al contrario, era infamia y defecto, porque los grecolatinos siempre buscaban la excelencia, el sobresalir, la “areté”. La palabra humildad proviene del latín humilitas, que significa “pegado a la tierra”. Es una virtud moral contraria a la soberbia, que posee el ser humano en reconocer sus debilidades, cualidades y capacidades, y aprovecharlas para obrar en bien de los demás, sin decirlo. De este modo mantiene los pies en la tierra, sin vanidosas evasiones a las quimeras del orgullo. Santo Tomás estudia la humildad en la 2-2, 161, y dice: “La humildad significa cierto laudable rebajamiento de sí mismo, por convencimiento interior“. La humildad es una virtud derivada de la templanza por la que el hombre tiene facilidad para moderar el apetito desordenado de la propia excelencia, porque recibe luces para entender su pequeñez y su miseria, principalmente con relación a Dios. Humildad es ponernos en nuestro sitio exacto: soy pecador, redimido por Cristo. ¿De qué puedo presumir? Y poner a Dios en su lugar, el primero. Por eso, también la humildad es virtud derivada de la justicia, por la que damos a Dios lo que es de Dios: nuestras cualidades y talentos. La humildad es el cimiento de todo el edificio, como escribió santa Teresa en las Moradas Séptimas 4, 9. Sin humildad todas las demás virtudes se derrumban o son postizas.
En segundo lugar¿por qué tenemos que ponernos en el último lugar? Metámonos en el corazón de Jesús. Para evitarnos humillaciones en la vida – “oye, amigo, cede ese lugar a otro más importante que tú”-, Cristo nos aconseja humillarnos a nosotros mismos. A nosotros nos resulta difícil seguir este consejo de Cristo. Nos gusta ocupar siempre, en la medida que podemos, los puestos principales, ¿a quién no?. Está en nuestra naturaleza humana. No aceptamos de buena gana ser tan modestos que nos pongamos en el último lugar. Lo que hay detrás de este consejo de Jesús es esto: primero, que sólo Dios nos dé honor y gloria, y no los hombres; segundo, que sólo al humilde Dios le da sus gracias y lo quiere (1ª lectura), y finalmente, Cristo nos dice que para entrar en el banquete del Reino tenemos que ser humildes. Tenemos hambre y sed de honor y gloria personales; pero si cedemos a esta inclinación caemos en egoísmo, soberbia y vanidad, y no andaremos en la verdad, pues como decía santa Teresa de Jesús: “La humildad es andar en verdad; que lo es muy grande no tener cosa buena de nosotros, sino la miseria y ser nada”. Buscar nuestra gloria nos rebaja. Los grandes santos tuvieron que luchar también contra esta tendencia: santa Teresa de Jesús, san Ignacio de Loyola, por poner unos ejemplos. La humildad es una virtud que vino Jesús a enseñárnosla en persona, porque solos no podríamos aprender esta lección. Pero es la humildad la que definitivamente abre el corazón de Dios y el corazón de los hombres. Una persona soberbia y vanidosa cae mal en todas partes. La búsqueda de honores y sillones demuestra una actitud posesiva. Quien busca directamente honores, no los merece. Otro motivo para ser humildes: es que nos hace bien sobre todo a nosotros mismos, pues nos hace conocernos y aceptarnos mejor a nosotros mismos. El que es humilde, se ahora muchos disgustos y goza de una mayor paz y armonía interior y psicológica.
Finalmente¿por qué tenemos que invitar a comer a quienes no conocemos o son pobres, y ser generosos y espléndidos en nuestros dones y regalos? Metámonos en el corazón de Jesús. Cristo nos dio todo: su Iglesia, sus sacramentos, su vicario, su Madre, sus vestiduras, su evangelio, su testamento. No se quedó ni se reservó nada para Él. Fue siempre generoso. Lo normal es que cuando hacemos un banquete invitemos a parientes y amigos. Es la ley de la “reciprocidad comercial”. Ellos nos retribuirán después. Y Jesús nos dice que ahí no hay mérito, y propone la ley de la “generosidad gratuita”. Tenemos que buscar la recompensa divina, distinta de la recompensa humana que vicia las relaciones, inoculando el interés personal en una relación que debería ser generosa y gratuita. Invitar a los pobres, sí. En el Salmo de hoy nos dice que Dios prepara casa a los desvalidos y pobres. Ellos, los pobres, serán los mejores guardianes de nuestra humildad. Su indigencia los tiene habituados a considerarse vacíos y despojados, experimentando cada día la necesidad del auxilio ajeno para poder vivir, y así pueden enseñarnos con su ejemplo a practicar esta virtud tan valiosa pero tan ardua. Y no olvidemos lo que nos dice san Pablo: “Hay más alegría en dar que en recibir” (Hech 20, 35).

Para reflexionar: Meditemos este párrafo de santa Teresa de Jesús: “Una vez estaba yo considerando por qué razón era nuestro Señor tan amigo de esta virtud de la humildad, y púsoseme delante ­a mi parecer sin considerarlo, sino de presto­ esto: que es porque Dios es suma Verdad, y la humildad es andar en verdad, que lo es muy grande no tener cosa buena de nosotros, sino la miseria y ser nada; y quien esto no entiende, anda en mentira. A quien más lo entienda agrada más a la suma Verdad, porque anda en ella. Plega a Dios, hermanas, nos haga merced de no salir jamás de este propio conocimiento, amén” (Moradas VI, 10, 7).


                                                                          P. Antonio Rivero Regidor, L.C.



Evangelio

En aquel tiempo, entró Jesús un sábado en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola: Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú, y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: "Deja el sitio a éste", y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto. Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba." Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado. Dijo también al que le había invitado: Cuando hagas una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a los parientes , ni a los vecinos ricos, no sea que ellos, a su vez, te inviten y tengas ya tu recompensa. Cuando hagas una comida llama a los pobres, a los tullidos, a los cojos y a los ciegos, y tendrás la dicha de que no puedan pagarte, porque recibirás la recompensa en la resurreción de los justos


Lucas 14, 1. 7-14






sábado, 20 de agosto de 2016

Evangelio y comentario

Fuente: PERIODISTA DIGITAL

XXI Domingo del tiempo ordinario (ciclo C)
La puerta estrecha

En el evangelio de hoy a la pregunta «Señor, ¿serán pocos los que se salven?», Jesús no responde ni que sí ni que no; al menos eso es lo que parece en una primera lectura. En un lectura más reposada nos daremos cuenta que son muchos –mejor, todos– los que estamos invitados al banquete del Reino: «vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentaran a la mesa en el reino de Dios».
Pero, hay más matices en la respuesta de Jesús. Jesús habla de esfuerzo: la salvación es un don gratuito, pero exige de nosotros una respuesta, una respuesta de amor, de amor de donación, de amor desinteresado... En mi tierra se dice, con frecuencia: «obras son amores y no buenas razones».
Y Jesús continúa, en un discurso que tiene mucho ver con el juicio final: «Entonces comenzaréis a decir: “Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas.” Pero él os replicará: “No sé quiénes sois. Alejaos de mí, malvados”». No es difícil descubrir que está hablando de muchos que han participado de la mesa del Pan de vida y de la mesa de la Palabra de Dios –hoy diríamos de la Eucaristía–, pero que no son reconocidos como dignos del Reino de Dios. No es suficiente una vida de oración y de sacramentos, si en nosotros no hay un cambio definitivo, radical... No nos está pidiendo ser ni superman nisuperwoman, sino algo más sencillo, pero más esencial: que toda nuestra vida y todos nuestros actos estén informados por el amor.


  Javier Velasco Arias



Evangelio

En aquel tiempo, Jesús pasaba por ciudades y aldeas enseñando y se encaminaba hacia Jerusalén.
Uno le preguntó:
«Señor, ¿son pocos los que se salvan?».
Él les dijo:
«Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta diciendo:
Señor, ábrenos;
pero él os dirá:
“No sé quiénes sois”.
Entonces comenzaréis a decir:
“Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas”.
Pero él os dirá:
“No sé de dónde sois. Alejaos de mí todos los que obráis la iniquidad”.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros os veáis arrojados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.
Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos».


Lucas 13, 22-30






lunes, 8 de agosto de 2016

Rogad a Dios en caridad por el alma de don Pablo Barrera Jiménez; hermano de nuestro Teniente Hermano Mayor


La misa por su eterno descanso -organizada y convocada por la propia familia y de la que nos hacemos eco- tendrá lugar el próximo viernes día 12 de agosto a las 20,30 horas en la iglesia de San Francisco.




Cofrademanía se hace eco del entrañable homenaje de la Hermandad a nuestro director espiritual




“Doy gracias a Dios por haberme escogido y por tener el honor de ser un cura cofrade”




El nuevo equipo de gobierno de la Hermandad de las Cinco Llagas, presidido por su Hermano Mayor Rafael Cordero Jaén, rindió un sencillo pero entrañable homenaje a su director espiritual, José Luis Salido, con motivo de su cincuenta aniversario sacerdotal quien, emocionado y agradecido, recibió el obsequio de un marca página en plata con inscripción de tan señalada efeméride y los escudos en relieve de la cofradía y de la Orden Franciscana.


El nuevo equipo de gobierno de la Hermandad de las Cinco Llagas –integrado por miembros oficiales, auxiliares y consultores- celebró el pasado viernes noche, en la Sala Capitular de su Casa de Hermandad, un encuentro íntimo y distendido y muy fraternal con el actual director espiritual de la corporación, el padre franciscano José Luis Salido, a quien se le rindió un sencillo y cercano homenaje personal con motivo de la efeméride de su cincuenta aniversario sacerdotal. Comenzó el acto con una oración in memoriam de Pablo Barrera, fallecido apenas unas horas antes y hermano del actual Teniente Hermano Mayor de esta Hermandad José Barrera Jiménez.

Seguidamente el Asesor Adjunto al Hermano Mayor José María Simón Granados Cordero dio lectura a una oración escrita por el Cardenal Eduardo Pironio – fallecido en el año 1998 y actualmente en proceso de Beatificación- titulada “Oración a Jesús en sus 50 años de sacerdote”. Reflexión que emocionó a los presentes en orden a su adecuación al sentido de la efeméride convocada. Acto seguido hizo uso de la palabra el Hermano Mayor, Rafael Cordero Jaén, quien leyó un discurso breve y cercano cuyo mensaje principal transmitía el agradecimiento y el ofrecimiento de la nueva Junta de Gobierno hacia la persona de su actual director espiritual –“él siempre nos atiende y nos aconseja dentro de sus posibilidades de desplazamiento desde Cádiz. Y lo hace de un modo atento y generoso, conociendo además muy bien qué es y qué significa una Hermandad y Cofradía. Queremos aprovechar ahora para ofrecernos como nueva Junta de Gobierno. Nos tiene a su entera disposición. Para todo cuanto necesite y para todo cuanto disponga de nosotros. Nuestra intención es llevar a la Hermandad por los senderos de la Iglesia, de la Iglesia con mayúsculas, y estamos convencidos que José Luis Salido será un consejero y un guía ejemplar en esta etapa de la vida de Hermandad que ahora comienza”- como también aprovechar la ocasión para rendirle un modesto tributo con motivo de su cincuenta aniversario sacerdotal.

En este sentido, Rafael Cordero, indicó que “hemos pensado en un regalo original. No ha sido fácil. Porque sabemos que José Luis tiene todo cuanto necesita. Entre todos los miembros de la Junta de Gobierno hemos puesto en común posibles ideas. La unión hace la fuerza. Y de la fuerza brotan las mejores ideas. Y hemos pensado en una muy original y además muy práctica. Sabemos a ciencia cierta que José Luis Salido es un gran lector. Un gran lector, en efecto. Siempre le acompaña un libro entre sus manos. Por esta razón hoy le regalamos un marca página en plata, con inscripción grabada de su efeméride y escudos en relieve tanto de la Hermandad como de la Orden Franciscana. Esta Hermandad quiere marcar el avance de cada lectura personal de nuestro hermano y padre José Luis. Siempre nos tendrá dentro de sus libros de lectura.”

José Luis Salido, visiblemente emocionado y agradecido, recalcó la originalidad y el acierto del obsequio y asimismo subrayó que “doy gracias a Dios por haberme escogido y por tener el honor de ser un cura cofrade. No sé si habrá muchos en la provincia. Yo he defendido a las cofradías pero también las he criticado porque quiero que se reformen, que se adapten a los tiempos (…) Para mí, como jerezano que soy, es una alegría haber comenzado mi vocación en Jerez y ahora, al final de mi vida, también permanecer de cierta manera aquí”.

El acto, íntimo, concluyó con un jerez de honor en agradable convivencia. 

Evangelio y comentario

Fuente: Catholic.net

XX Domingo del tiempo ordinario (ciclo C)
He venido a arrojar un fuego sobre la tierra

La caridad es el fuego que Cristo espera arder en los corazones de los que le amen. Cuando se ha entendido que la esencia del cristianismo se halla en la caridad, en el apasionado amor a Dios y sus cosas, estas palabras del Señor no deberían sonar extrañas o contradictorias. ¡Fuera de esto sino todo lo contrario! Es más, Cristo está empleando un lenguaje contradictorio en apariencia para dar a entender precisamente en qué consiste el verdadero amor a Él. Sí, porque el amor, realmente como lo ha de entender el cristiano está muy lejos de ser un diluido sentimiento de afecto, bonito y pasajero como una flor de primavera.

Más bien es como el fuego que a la vez lo enciende todo y va consumiendo una y otra cosa; es algo que se extiende, que tiende por su naturaleza a expandirse con calor, con pasión y que divide a los corazones fríos y mezquinos que nada más piensan en llenar sus pobres pretensiones. Así es la caridad. Ese es el fuego que Cristo espera arder en los corazones de los que le amen.

Están, por tanto, muy lejos de ser sus palabras interpretadas con la literalidad de la carne. Hay que haber experimentado el fuego de su amor para entenderlas correctamente.

Pidamos saber amar hasta ser incomprendidos por los egoístas de nuestro mundo. Pidamos vivir en estado de lucha, en la lucha del que cree en la fuerza del amor y consigue que el mayor número de seres humanos conozca a ese Dios que se entregó por ellos por puro amor. En esto conocerán los demás que somos de Cristo. Y a tener confianza en Él. Porque el amor siempre logrará la victoria definitiva sobre el pecado y la muerte.

Propósito
Todas las actividades y oraciones de este día, ofrecerlas por aumentar ese amor a Cristo en nuestros corazones y que ese fuego encendido ilumine a nuestra familia, compañeros y amigos.

Diálogo con Cristo 
Santísima Trinidad, gracias por esta oración y por el don de mi bautismo. Esa chispa de vida divina que recibí debe estar en continuo crecimiento. No quiero que las presiones externas o mi propia debilidad, me lleven a la mediocridad o la indiferencia que puede apagar esta luz. Te agradezco mi familia y te suplico que nunca permitas que yo sea piedra de tropiezo en su fe. Dame la sabiduría para saber cuándo hablar y cuándo quedarme callado.

  P. Luis Gralla



Evangelio

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera encendido! Con un bautismo tengo que ser bautizado y ¡qué angustiado estoy hasta que se cumpla! ¿Creéis que estoy aquí para dar paz a la tierra? No, os lo aseguro, sino división. Porque desde ahora habrá cinco en una casa y estarán divididos; tres contra dos, y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra. 


Lucas 12, 49-53





El próximo día 4 de septiembre será canonizada la Beata Madre Teresa de Calcuta

Fuente: ALFA Y OMEGA


1,52 metros de santa


La pequeña estatura de la madre Teresa albergaba a un gigante de la caridad, de la oración y de la fe. Desde todos los rincones del mundo, y muy especialmente en España, se prepara su canonización el 4 de septiembre.


Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo

«Yo antes formaba parte de la jet set de Marbella y salía en las páginas del
¡Hola!, pero madre Teresa le dio la vuelta a mi vida como si fuera un calcetín». Carmen Álvarez Lara es una voluntaria española que hoy forma parte de los misioneros laicos de la gran familia que fundó la madre Teresa, y que acudirá junto a miles de personas de todo el mundo a la canonización en Roma de la madre de los pobres, el 4 de septiembre. Con 69 años, acostumbrada a moverse con soltura entre duquesas y marquesas, en las fiestas de la Cruz Roja marbellí, entró en contacto con las Misioneras de la Caridad en un viaje a Calcuta que hizo en 2006, acompañando a unos misioneros que conocía de su trabajo como voluntaria en Manos Unidas. De allí volvió «completamente transformada», hasta el punto de que nada más aterrizar decidió ir a ayudar en la casa de las hermanas en Madrid. «¡Pero si Calcuta está en Madrid!», pensó, y allí pasó cuatro años, encargada de una tarea a la que no estaba acostumbrada: lavar la ropa de los hombres allí acogidos... a mano, como se hace en todas las casas de las misioneras en todo el mundo. Lo hizo desde 2006 hasta 2010, cuando tuvo que dejarlo por una enfermedad.

«Yo evangelizo hasta en la peluquería»
«Me enamoré del Tengo sed del que estaba enamorada la madre Teresa, y sentí la necesidad de darme. Vi claramente la llamada del Señor para estar ahí. Me convertí en una mujer completamente distinta», cuenta Álvarez Lara. Se asoció a las hermanas como misionera laica, con los mismos votos que ellas pero adaptados a sus circunstancias: «Vivo el voto de pobreza a mi nivel, no ambiciono nada, ayudo a todo el mundo, regalo todo lo que puedo. Renuncio a los caprichos y a lo superfluo en todo, y vivo el espíritu de la madre Teresa desde la vida contemplativa». Hoy Carmen da gracias a Dios «por esta oportunidad de ponerme en silencio interior. De haber tenido una vida de cinco estrellas y de viajar en VIP, he pasado a ser yo misma, porque no lo había sido nunca. Mi conversión se la debo a la madre Teresa. Yo antes no era muy religiosa, pero hoy cuatro horas en la capilla de adoración se me quedan cortas».
Pero Carmen va más allá: «Yo hoy evangelizo hasta en la peluquería. Lo hago en cuanto me dan pie, porque no voy imponiendo nada. Cuando la gente me pregunta por qué sonrío y estoy feliz, digo: “Porque tengo fe”. El Señor me ha llamado y he dicho “Sí”. Me he entregado por completo. Y hoy soy la persona más feliz del mundo».

1.500 pobres de fiesta en Roma
Carmen acudirá como peregrina al que será uno de los eventos centrales del Año de la Misericordia, pues la canonización de la madre Teresa será el broche de oro del Jubileo de los voluntarios y operarios de la misericordia que presidirá el Papa Francisco el día anterior. Como preparativos a la celebración, durante esos días tendrán lugar en Roma varias vigilias de oración y celebraciones de la Eucaristía presididas por varios cardenales, además de conciertos, musicales y una exposición sobre la fundadora de las Misioneras de la Caridad.
En todos estos eventos participarán las 200 hermanas de numerosos países que han recibido el permiso de la congregación para viajar a Roma. Ellas representarán a las 5.000 misioneras de la Caridad que trabajan hoy en 140 naciones. Pero la gran novedad será la presencia junto a las hermanas de 1.500 pobres procedentes de las casas que las Misioneras de la Caridad tienen por toda Italia, muchos de ellos de diversos países del mundo. Con ello, la congregación pretende que esta sea una fiesta entrañable para todas las personas que componen la familia de la madre Teresa: las misioneras y misioneros de la Caridad, los voluntarios laicos, los enfermos colaboradores..., y también los pobres y enfermos a los que atienden.

«Era suave y firme al mismo tiempo, como Cristo»
Desde España partirán numerosas peregrinaciones diocesanas, parroquiales y a título individual. Pero no todos los que lo desean podrán asistir; entre ellos, María López-Bueno, que aunque sí que fue a la beatificación, en esta ocasión no podrá viajar a Roma porque sale de cuentas... el mismo 4 de septiembre. María es una de las pocas personas en el mundo que llamaban a la madre Teresa «mi abuela», porque su primer año de vida lo pasó en el orfanato que dirigían las hermanas en Calcuta.
María fue adoptada por un matrimonio español muy vinculado a la madre Teresa, y por eso se muestra «muy agradecida por la vida que he tenido». Hoy tiene en su casa una pequeña escultura de la Madre y muchas tardes reza ante ella y le pone una vela. Hasta su misma vocación de enfermera se la debe a ella: «De pequeña iba con mis padres a la casa de las hermanas en Madrid, y desde siempre me ha gustado ayudar a los enfermos y curarles. Siempre lo tuve claro».
Su madre, María José Aroz, que se quedará también en Madrid estos días para ayudar a su hija antes del parto, tuvo ocasión de tratar con frecuencia a madre Teresa en sus 17 viajes a la India. «Era una auténtica madre», la define María José, que pasó muchas horas junto a su marido como voluntarios en lo que madre Teresa llamaba «mi primer amor»: Kalighat, la casa de los moribundos, donde los enfermos incurables y los muertos de hambre pasan sus últimos días antes de morir.
«Lo que aprendí de ella es que el amor es infinito. Siempre pensamos que al darnos corremos el riesgo de desgastarnos por el agotamiento, pero ella es la prueba de que el amor es infinito. Aunque no te conociera te recibía como a uno de sus hijos. Te cogía la cara con esas manos tan grandes que tenía para transmitirte su amor. Lo hacía contigo y con todos, ¡y no se desgastaba nunca!», dice «la españolita», como le llamaba la Madre.
También recuerda de ella que era «una persona muy firme, no era dulzona en absoluto. Como Cristo, que era muy suave pero al mismo tiempo muy firme». Hasta cuenta que llegó a rechazar regalos para sus pobres cuya única motivación era la pose: «No quería cosas sin amor».

«No pidáis nada. Os llegará»
De su primer viaje a Calcuta ella y su marido volvieron con una lista de cosas que les dio madre Teresa para enviar a Calcuta: jeringas, gasas y el material necesario para los cuidados médicos básicos, «pero no pidáis nada. Os llegará solo», les dijo la madre Teresa. Y así fue: a los pocos días de aterrizar empezaron a llamar a su casa ofreciendo todo aquello que la Madre había pedido para sus pobres. «Nos fue lloviendo todo y nosotros no habíamos pedido nada».
María José, que es escultora, tomaba bocetos de la madre Teresa mientras rezaba en la capilla de Calcuta, y al volver a España comenzó a realizar estatuas de ella orando, a tamaño natural. La primera está hoy en el mismo lugar de la capilla donde madre Teresa se solía poner a rezar, y hay ya más de 40 por las casas de las Misioneras de todo el mundo.
Para María José, lo mejor de la Madre es que «no solo ha salvado miles de vidas, sino que ha movido muchas conciencias. Y sigue con nosotros como lo que es, una madre».
Una madre pequeña, de 1,52 metros de estatura, que fue en vida lo más grande que alguien puede llegar a ser.


Nuestra Hermandad de las Cinco Llagas también estuvo presente en el Pregón del Santísimo Cristo de la Viga y entrega de la distinción ‘Cofrade Ejemplar’ otorgado a N.H.D. Francisco Barra Bohórquez





Discurso de don Pedro Pérez Rodríguez en su despedida como Presidente del Consejo




ACCIÓN DE GRACIAS DESPEDIDA CONSEJO PEDRO PÉREZ

          Trataré de ser breve, porque entiendo que el protagonismo, en tan brillante y magnífica celebración, la tiene el Consejo que, presidido por DON DIONISIO DÍAZ, acaba de comenzar a rodar formal y solemnemente.
        Durante cinco maravillosos e inolvidables años, este Consejo, que ahora se despide, ha cumplido, en la medida de sus posibilidades, con la tarea que nos encargaron de evangelizar y ser sembradores de la Palabra de Dios.
        Quisiera traer a colación, en esta noche, con sabor a despedida, la parábola del Sembrador, porque, dicha parábola, que, en su día proclamó Jesucristo, me servirá para esquematizar todo lo que mi corazón cofrade, quiere compartir con vosotros en estos momentos.
Parte de nuestra semilla, de nuestro trabajo, de nuestro esfuerzo, ha caído junto al camino. Ese camino que se encuentra, al margen y de forma paralela, del auténtico sendero que transitamos día a día todos los Cofrades Jerezanos. Ese camino que recorren muchos “simpatizantes de lo Cofrade”. Es por ello que, al igual que en la Parábola, han venido las aves y se comieron la semilla sin que la misma pudiese ni tan siquiera llegar a dar fruto.
Otra porción de la semilla que, con tanto cariño hemos esparcido, ha caído entre pedregales, donde no hay mucha tierra. Esos pedregales que forman parte de ese entramado  que tiene a las Cofradías, para aprovechamiento propio, sin que lleguen a apreciar su verdadero sentido. Es por ello que la semilla brota pronto, pero como no tiene profundidad, al salir el sol, se quema y, al no tener raíz, se seca.
Otra ración de nuestra semilla que, altruistamente y, a cambio de nada, hemos extendido en este lustro, se aposentó entre espinas. Las espinas de aquellos que anteponen sus intereses personales a los de las propias Cofradías, provocando que esas espinas crezcan y ahoguen el fruto que nace de élla.
Por último, la mayoritaria, la que nos ha dado mayores satisfacciones y por la que merece la pena seguir trabajando hasta derramar nuestra última gota de sangre,  ha sido esa tierra buena, bendita, Cofradiera hasta la médula, en la que la semilla de nuestra dedicación, de nuestra tarea, seguro que dará fruto el día de mañana, aunque sean otros los que recojan los mismos.
Es por esa tierra buena, fetén, de canela en rama, por la que venimos a darle gracias a Dios en el día de hoy. Para que nuestras Cofradías sigan creciendo y no abandonen nunca el sendero de la unidad que nos hará fuertes en los momentos difíciles que nos tocará vivir.
Yo he sido el manigero, para lo bueno y para lo malo, pero esta siembra que ha abarcado unos 1.800 días de nuestra vidas, no hubiese sido posible sin la entrega, sin la dedicación, ni la rendición de esta cuadrilla de labradores que han formado parte de esta fantástica aventura llamada Consejo.
Ahora me dirijo a vosotros. Me habéis entregado, sin condición, tanto a mí, como a nuestra Cofradías como a nuestra Ciudad, un trozo de vuestras vidas y créanme los presentes, porque he sido testigo fiel de ello, que lo han hecho de corazón, sin dobleces, con sufrimiento, pero con grandes alegrías.
Habéis escrito con letras de oro, un lugar en la historia de nuestras Cofradías, es por ello que, ahora que todo ha terminado, no me queda más que deciros que un millón de gracias porque sois el mejor equipo que jamás haya podido soñar, a pesar de que os embauqué con el ya famoso “esto no os va a quitar tiempo”…
Gracias a nuestro querido Obispo Don José y a nuestro Delegado Diocesano Joaquín. No olvide, Don José, que nuestras Cofradías son el principal pulmón espiritual de nuestra Diócesis, cuídelas, mímelas y quiéralas como ha hecho hasta ahora. Y, de camino, si Dioni es capaz de convencerle, cosa que yo no he sido capaz, de que pueda existir un Sábado Santo con Cofradías por las calles de nuestro Jerez, de forma compatible con la liturgia del Sábado, Santo, pues mejor que mejor. No ya por que haya que desatascar días de nuestra Semana Santa, sino por el convencimiento fiel de la importancia evangelizadora de las Cofradías ese día tan señalado.
A nuestro querido Ayuntamiento, quiero agradecerle igualmente su comprensión y ayuda para con nuestra Cofradías. Somos el colectivo más importante, cuantitativa y cualitativamente de nuestra Ciudad. Por historia y porque tenemos el honor de que, en el mismo, se halla representada toda la sociedad jerezana: los necesitados, los hacendados, los eruditos etc… Sigan apostando por nuestras Cofradías, al margen de intereses políticos.
Muchas gracias también a todos los Hermanos Mayores que han formado parte, en algún momento, del Pleno. Gracias por vuestra comprensión y vuestra colaboración. Desde aquí os pido perdón públicamente, si en algún momento no he estado a la altura que merecen nuestras Cofradías.
Y un agradecimiento general, por no hacer prolija la enumeración, a todas aquellas personas, particulares, empresas que han colaborado con este Consejo y, de forma muy especial, a los que han contribuido al buen desarrollo de nuestra Semana Santa y los que denodadamente han prestado su servicio en torno a los actos concernientes a la juventud.
        Ya me despido y lo hago con un mensaje que ha sido el buque insignia de este consejo en el proyecto que presentamos hace cinco años.
Hay un Villancico, del poeta gaditano, Martínez Ares, que define a la Navidad como “UN AÑO SIN AMOR, UN DÍA PARA AMAR”.
        Todos fuimos un día llamados por Jesús y enviados,  “DE DOS EN DOS” para que anunciemos el Evangelio.
        Pero el Evangelio se predica desde la fe: no desde el fanatismo, ni desde el poder, ni desde la crítica despiadada, ni desde la mentira, ni desde la ausencia de humildad. El Evangelio del que somos portadores es “como un tesoro que llevamos en un vaso de barro” y debiéramos ofrecerlo a los demás con la sencillez del que ofrece un vaso de agua. Dando gratis lo que gratis hemos recibido. Porque no tenemos nada que vender o imponer.

 Porque todo lo  que tenemos es la palabra de Dios, y ese es un tesoro inapreciable que no está en venta y  con el que no se negocia. Un tesoro que sólo se puede dar desde EL AMOR.

Y si DIOS ES AMOR y todos estamos aquí porque nos llamó un buen día  para que fuésemos  a proclamar su Evangelio, no tienen cabida en el orbe cofrade, al que no le duele hacerle daño a las Cofradías.

Es por ello que en esta inigualable oportunidad que me da la historia, de poder dirigir unas palabras a todos los que, de una u otra forma tenemos mucho que ver con este maravilloso mundo de las Hermandades y Cofradías, me gustaría mostrarle mis mejores deseos a Dionisio y a su Consejo. Que sepáis que  estamos  a vuestra disposición para todo aquello que fuere menester y proclamar que, como decía el Villancico,  ningún sentido tendría esta celebración si no arrancamos el compromiso de que no sea un solo día, el que exterioricemos nuestro amor y nuestra unidad, AL Consejo que sale y al Consejo que comienza su recorrido, sino una chicotá eterna apoyando y colaborando incondicionalmente con Dionisio y su gente, para compartir juntos un mismo mandamiento, QUE NOS AMEMOS LOS UNOS A LOS OTROS COMO ÉL NOS HA AMADO.

MUCHAS GRACIAS Y FELICIDADES A TODOS.

Nuestra Hermandad de las Cinco Llagas estuvo presente en la toma de posesión del nuevo Consejo Directivo de la Unión de Hermandades

Fuente: UNIÓN DE HERMANDADES

Dionisio Díaz Fernández tomó posesión el pasado día 1 como nuevo presidente de la Unión de Hermandades de Jerez

La Iglesia parroquial de Santiago el Real y del Refugio, fue escenario en la noche del lunes 1 de agosto, de la toma de posesión de Dionisio Díaz Fernández como nuevo presidente de la Unión de Hermandades de Jerez, en el transcurso de una Solemne Eucaristía, presidida por el Obispo de la Diócesis Monseñor José Mazuelos, contando con el acompañamiento musical de Ángel Hortas.

El acto contó con la presencia de distintas representaciones civiles y religiosas y la casi totalidad de los cuarenta y ocho hermanos mayores que conforman el pleno de la Unión de Hermandades jerezana.

La jura del presidente y los miembros de su equipo, tuvo lugar en el ofertorio y tras la comunión, tomaron la palabra los presidentes saliente y entrante Pedro Pérez y Dionisio Díaz.

El primero en hacerlo fue el hasta ayer presidente de la Unión de Hermandades de Jerez, quien agradeció a todos los cinco años que ha vivido como máximo dirigente de las cofradías jerezanas, valorando muy positivamente el trabajo realizado en este tiempo y destacando la labor llevada a cabo por todos los componentes de su equipo.


A continuación tomó la palabra Dionisio Díaz, quien prometió su máxima dedicación y la de los miembros de su equipo durante los próximos cinco años y agradeció a todos los que han hecho posible su llegada a la presidencia de la Unión de Hermandades, teniendo un recuerdo especial para todos.




viernes, 5 de agosto de 2016

Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

XIX Domingo del tiempo ordinario (ciclo C)
Estad preparados

En esta sección del Evangelio de Lucas encontramos una cierta sobrecarga de avisos y exhortaciones de Jesús a sus discípulos en los que trata de infundir confianza y esperanza, incluso en medio de las dificultades y sufrimientos inherentes a la condición apostólica. Sin embargo, en este múltiple contenido, de gran valor para la naciente Iglesia contemporánea de Lucas, acostumbrada a las persecuciones, podemos destacar dos ideas importantes, que no conviene olvidar.

La futura venida
En primer lugar, un dato evidente del Evangelio es que el mismo Jesús anuncia su retorno al final de los tiempos. La Iglesia de los primeros tiempos así lo creía y esperaba con cierta inmediatez. Lucas advierte que el retorno del Señor se retrasa y, por tanto, plantea a los cristianos el modo de vivir la expectativa de tal regreso. El Señor vendrá inesperadamente, de repente, sin avisar, «como ladrón en medio de la noche». De ahí la importancia de estar siempre preparados, para que la nueva venida del Señor no nos sorprenda.
Es más, la llegada del Señor en los últimos tiempos está asociada a la idea del «juicio» de todos y cada uno. Aquel día seremos juzgados. Por eso, el Evangelio invita a vivir sabiendo que el Señor vendrá y que rendiremos cuenta de nuestra vida en el día futuro. Somos responsables de lo que hemos vivido ante el Señor.
La segunda venida de Cristo y la idea del juicio no solo son datos inherentes al Evangelio, sino que son un elemento esencial de la fe cristiana. Así lo proclamamos en el símbolo de la fe o credo refiriéndonos a Jesucristo: «y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos». La sensibilidad posmoderna muestra cierto escepticismo y resistencia a estos temas trascendentes y poco humanos. Tal vez, por eso, se obvian estos temas en muchas de las homilías y predicaciones cristianas. Sin embargo, no podemos seleccionar parcialmente el contenido del Evangelio a nuestro antojo. Ambos temas forman parte del contenido de la fe cristiana, que, tal vez, pueden explicarse con diferentes lenguajes, pero no ignorar su contenido.

La presente espera
Con este discurso, Jesús quiere preparar a sus discípulos para su regreso. Ante su nueva venida caben dos posibilidades: mantenerse alerta o estar dormidos. Esta es la enseñanza de la parábola de los siervos que vigilan y mantienen ceñidos los vestidos para moverse cómodamente en una salida precipitada, o encendidas las lámparas, para que no se apaguen ni siquiera durante la noche. Jesús promete bendición a los siervos vigilantes, porque estarán preparados en el momento inesperado de su venida. Y esta es la gran enseñanza de este texto evangélico: vivir preparados en todo momento para la venida inesperada del Señor; sin miedo, confiando en Dios, mostrando caridad hacia los demás y, sobre todo, vivir con esperanza. El Señor vendrá. Y el discípulo de Cristo sabe esperar la venida del Señor, siempre preparado, viviendo con responsabilidad la vida y la misión que Dios le ha encomendado.


  Aurelio García Macías
Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos



Evangelio

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino. Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos bolsas que no se estropeen, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón».
Tened ceñida vuestra cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los hombres que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Bienaventurados aquellos criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; en verdad os digo que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y, acercándose, los irá sirviendo. Y, si llega a la segunda vigilia o a la tercera y los encuentra así, bienaventurados ellos. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le dejaría abrir un boquete en casa. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre». Pedro le dijo: «Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?». El Señor le respondió: «¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para que les reparta la ración de alimento a sus horas? Bienaventurado aquel criado a quien su señor, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad os digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si aquel criado dijese para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza a pegarles a los criados y criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles. El criado que, conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá menos. Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más aún se le pedirá».


Lucas 12, 32-48





Recordatorio: Como cada año, los rezos semanales de los viernes se suprimen durante el mes de agosto, retomándose de nuevo el próximo viernes día 2 de septiembre