Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

domingo, 27 de noviembre de 2016

El próximo viernes tras los rezos semanales tendrá lugar el segundo de los debates formativos con el tema VALORES CRISTIANOS




Presentación del Grupo Infantil (6-13 años) de la Hermandad


Con rotundo éxito se presentó a los padres el Grupo Infantil de nuestra Hermandad el pasado sábado. Nuestro Diputado de Juventud, don Raúl Pérez Carretero, pidió a los padres y madres presentes seriedad a la hora de participar, ya que no se trata de una ludoteca, y planteó como objetivos del grupo, respecto a la Hermandad: fomentar el espíritu de Hermandad, conocer el funcionamiento de la misma y ser partícipes de os actos. Respecto a la relación con Dios, apuntó: conocer los tiempos litúrgicos, distinguir  las partes de una Eucaristía, conocer la vida de Jesús y  ser partícipes de los actos cultuales organizados por nuestras Hermandad, UUHH u Obispado. Otros objetivos deseados son: participar de las actividades organizadas por la UUHH, Obispado u otras Hermandades., conocer nuestra ciudad y que los chicos sean capaces de proponer y organizar actividades propias.
Como otras posibles actividades se propusieron: visitar  los belenes de nuestra ciudad en Navidad, degustar y/o hacer dulces típicos de los tiempos litúrgicos y participar en la preparación de nuestra Salida Procesional.

Cabe reseñar que el horario habitual del grupo infantil será los viernes de 18 a 20 horas. Y que, excepcionalmente, tendrán lugar algunos sábados en lugar del viernes  cuando la actividad lo requiera.


Para más información se pueden dirigir directamente al Diputado de Juventud, Raúl Pérez en el teléfono 605026518. 



Interesante conferencia sobre LA SÁBANA SANTA JEREZANA organizada por la Asociación Católica de Propagandistas



La Asociación Católica de Propagandistas celebrará el próximo miércoles 30 de noviembre una conferencia que, a las 20:00 h. en el auditorio Juan Pablo II del Obispado de Jerez, pronunciará el Dr. Francisco Antonio García Romero,  académico de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras sobre La Sábana Santa jerezana’, tan desconocida por muchas personas.


El Papa cierra la Puerta Santa y clausura el Jubileo de la Misericordia el pasado fin de semana

Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

I Domingo de Adviento (ciclo A)
En vigilante espera

Vivimos en un mundo acostumbrado a programar y prever todo. Tanto desde el punto de vista personal como comunitario es necesario que para la correcta organización de la vida individual o colectiva nos anticipemos a los futuros acontecimientos, sean posibles o probables. La anticipación a las situaciones, pues, es importante y nada hay de censurable en ello. Sin embargo, la misma realidad nos muestra que no es posible dominar de una manera absoluta los hechos que sucederán. Aunque se quiera, no se pueden pronosticar completamente los fenómenos de la naturaleza ni, mucho menos, el comportamiento del ser humano. Muestra de ello es la ya habitual sorpresa ante la variación de resultados económicos o electorales en relación con las estimaciones previas. Por otra parte, ciertos acontecimientos dolorosos, tales como una enfermedad o la pérdida de un ser querido, confirman con mayor densidad y dramatismo que, en términos absolutos, el devenir de nuestra vida se nos escapa.

Llamada a estar en vela
La vigilancia, a la que nos exhorta el tiempo de Adviento y, en particular, el pasaje evangélico propuesto por la liturgia de este domingo, nos advierten de que no todo en la vida es programable o pronosticable. Este período, que comenzamos el próximo domingo, se nos presenta como un tiempo de vigilante espera. Aunque en nuestras calles se funciona como si la Navidad hubiera llegado desde hace unos días, el Evangelio no nos habla hoy de la primera venida del Señor. El sentido del Adviento no se detiene únicamente en una mera preparación de la conmemoración del nacimiento del Salvador. En sus primeras semanas, este tiempo se nos ofrece, ante todo, como una preparación para la llegada del Hijo del hombre, tanto en el día a día de nuestra vida, como al final de los tiempos, en su venida definitiva como Señor y juez. Por eso, Jesús nos pide mantener la atención invitándonos a estar en vela, ya que no conocemos cuándo será la aparición definitiva del Señor. De hecho, el Evangelio nos presenta su venida como algo repentino que nos exige estar completamente despiertos. El hecho de vigilar no se refiere a vivir con desasosiego interior, como si el Señor viniera a robarnos algo de la paz con la que debemos enfrentar la vida, sino a no dejarnos embaucar y atrapar por tantos asuntos irrelevantes (la comida o la bebida de la que nos habla el texto evangélico), que, de no estar vigilantes, pueden centrar toda nuestra atención, desviándola de lo verdaderamente importante en nuestra vida. Así es como podremos estar preparados para ese momento en el que habremos de dar cuentas a Dios: «uno será tomado y otro dejado […] una desaparecerá y otra quedará».

La preparación de un encuentro
No comenzamos este nuevo tiempo únicamente como quien se dispone a preparar una visita o un importante aniversario. No se trata solamente de revivir el nacimiento de nuestro Salvador. Se nos invita de nuevo a contemplar el misterio de Cristo, presente en la historia del hombre. Hemos de ser conscientes de que estamos ante un tiempo privilegiado para preparar ese encuentro con el Señor. Ahora bien, ¿cómo hemos de preparar ese encuentro? En primer lugar, pidiéndole a Dios, como lo hacemos al comienzo de esta celebración eucarística, que avive en nosotros el deseo de salir al encuentro de Cristo, acompañados por las buenas obras. El Evangelio nos asegura que el Hijo del hombre vendrá. No es una posibilidad, sino una realidad segura en un futuro más o menos lejano. Como consecuencia, debemos caer en la cuenta de que el único eterno es Dios; nuestro tiempo es, en cambio, limitado.


  Daniel A. Escobar Portillo
 Delegado episcopal de Liturgia Adjunto de Madrid




Evangelio

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé. En los días antes del diluvio, la gente comía y bebía y se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: dos hombres estarán en el campo, a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo, a una se la llevarán y a otra la dejarán. Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejarla abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».

Mateo 24, 37-44





jueves, 17 de noviembre de 2016

La Diputación de Juventud convoca a todos los niños y jóvenes de la Hermandad, así como a sus padres, a un primer encuentro el próximo sábado 26 de noviembre a las 11 de la mañana en nuestra Sala Capitular







Nuestra Casa de Hermandad permanecerá abierta con regularidad los martes y los viernes tras los cultos semanales o los debates formativos entre las 21,00 y las 22,30 horas


Como propiciación de la convivencia de los hermanos, animamos a todos a la asistencia a los cultos semanales. Y al rato de convivencia que fomentaremos a continuación. Como también tras las sesiones formativas. Y tras las que acto seguido mantendremos en la Casa de Hermandad al calor de un modesto bar que ubicaremos a módicos precios para así unirnos en fraternidad. 



 

Nuestra Hermandad de las Cinco Llagas asiste oficial y corporativamente al solemnísimo acto de recepción de N.H.D. Marco Antonio Velo García como nuevo Académico de Número de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras




Fuente: RASD

Marco A. Velo rinde homenaje al recordado escritor y periodista Joaquín Romero Murube en su recepción como nuevo Académico de Número de la Real Academia de San Dionisio 

La Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras celebró el pasado martes día 15 de los corrientes la solemne sesión pública de recepción del nuevo Académico de Número Marco A. Velo García, Director de Comunicación -Dircom- (Máster Universitario en Comunicación Corporativa e Institucional) y Gestor Cultural (Máster Universitario en Gestión y Dirección de Empresas e Industrias Culturales y Fundaciones). El acto, que contó con una numerosísima asistencia de público, estuvo presidido por el presidente titular de la Real Academia Joaquín Ortiz Tardío, el presidente de Honor Francisco Fernández García-Figueras y por el Secretario General Juan María Vaca Sánchez del Álamo. El ala reservada para el cuerpo de Académicos fue ocupada por los miembros de esta Real Corporación en sus calidades bien de Número bien de Correspondientes. Entre la concurrencia cabe destacar la presencia del Teniente de Alcaldesa, Tenencia de Alcaldía de Urbanismo, Dinamización Cultural, Patrimonio y Seguridad Francisco Camas Sánchez, el miembro de la Corporación Municipal Antonio Montero Suárez, empresarios y gerentes de grupos de empresa, representantes de instituciones culturales y varios Hermanos Mayores de Hermandades y Cofradías, tales como el de la Hermandad de las Sagradas Cinco Llagas y el de Nuestra Señora de Loreto en su Soledad (ambas instituciones éstas también ampliamente representadas).

Marco A. Velo presentó un trabajo realizado ex profeso en formato documental televisivo de cincuenta y siete minutos de duración cuyo título –‘Los cielos que perdimos: Andalucía o la mujer amada en la obra de Joaquín Romero Murube’- ya de antemano despertó la lógica expectación no sólo de los seguidores del legado del insigne escritor sevillano -no del todo revalorizado y reconocido a tiempo presente- sino también entre los amantes y cultivadores de la poesía como método de transcripción “de una realidad latente más allá de la puramente visible”. Con técnicas puramente cinematográficas, y adaptando el guión del trabajo de investigación al dinamismo del formato elegido, el documental aportaba datos y episodios inéditos de la biografía de Romero Murube cuyo desenlace desembocaría en la pulsión e incluso fijación del poeta y periodista por transmutar en mujer amada y en amor no siempre imposible su propia realidad circundante. A raíz de una trágica y aciaga vivencia experimentada en las postrimerías de la adolescencia, Joaquín Romero Murube concibió la literatura como un vínculo de comunicación con la novia figurada (Andalucía) y con la amante sagrada y oculta -siempre a través del método deductivo de la divagación (aprendido de las tesis intelectuales de su mentor José María Izquierdo muy singularmente constatadas en el tratado de estética por excelencia ‘Divagando por la ciudad de la Gracia’).

El vídeo documental proyectado por Marco A. Velo repasaba además la presencia de la mujer -como “transmutación de todo el entorno vivencial y pasional del poeta”- tanto en la obra poética y ensayística de Romero Murube como en buena parte de su fecunda producción periodística en distintos periódicos de la época aunque ABC de Sevilla constituyera su cabecera emblemática y paradigmática. En el metraje se intercalaban además entrevistas e intervenciones de personalidades muy relacionadas con la figura de Joaquín Romero Murube: el periodista de ABC y pregonero de la Semana Santa de Sevilla 2017 Alberto García Reyes, el historiador y archivero municipal de los Palacios Julio Mayo, el biógrafo oficial de Romero Murube Juan Lamillar o el amigo personal del recordado conservador del Alcázar Aquilino Duque, poeta y escritor y académico de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras.

El Académico de Número de la Real Academia de San Dionisio Ángel Hortas Rodríguez-Pascual tuvo a su cargo, a la finalización del trabajo expuesto, la contestación en nombre de esta docta institución cultural. Destacó Hortas el amplísimo currículo académico y profesional del ya incorporado Académico de Número. El presidente de la Academia Jerezana impuso a Marco A. Velo la medalla de la Real Corporación así como le hizo entrega del título acreditativo de su condición de miembro Numerario de la misma. 

Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo
Rex

El año litúrgico finaliza con la solemnidad de Cristo, Rey del Universo, que resalta la imagen de Jesucristo como clave interpretativa de toda la historia de la salvación. Es, en cierto sentido, anticipo sacramental de la meta a la que nos conduce el proceso histórico de la creación. El misterio de la historia se interpretará a la luz del misterio de Jesucristo, muerto y resucitado. Él es origen, guía y meta del universo (Romanos 11,36).
Concluye también la proclamación de los textos evangélicos dominicales del Evangelio de Lucas. Culmina el largo viaje de Jesús hacia Jerusalén con su muerte en cruz, signo evidente de la creciente oposición surgida en el pueblo judío hacia Jesús y del rechazo trágico hacia su misión. Los enemigos de Jesús demuestran su resistencia al Reino de Dios y terminan crucificando al Ungido de Dios.

El Rey crucificado
Decía san Pablo que predicamos a un Cristo muerto y resucitado (1 Corintios 1,23). El misterio pascual de Cristo es la referencia fundamental al proyecto de amor establecido por Dios desde el principio para toda la humanidad. En el momento central y culminante de la historia, la imagen de Jesús es la de un Crucificado. Aunque el letrero clavado sobre la cruz anuncia que ahí está «el rey de los judíos», nadie podía sospechar que en ese condenado se escondía un Rey o Señor. Por eso, los líderes presentes, los soldados romanos y hasta uno de los malhechores crucificados se burlan de él y niegan su condición de salvador: si no puede salvarse a sí mismo de la muerte en cruz es porque no es el Mesías ni rey de los judíos. ¿Cómo puede salvar a la gente si no se salva a sí mismo? Ironías que desafían y tientan a Jesús para demostrar espectacularmente que es el Mesías, Sin embargo, Jesús se mantiene firme en su misión, no baja de la cruz y manifiesta de este modo el poder y la misericordia de Dios en medio de la burla y la arrogancia, porque no se salvó a sí mismo.
Es curiosa y significativa la doble actitud de los malhechores crucificados. Ambos piden ser salvados por Jesús, pero en ellos se advierten dos reacciones contrarias ante el mismo espectáculo y la misma persona; dos actitudes diversas fruto del misterio de la libertad humana: uno blasfema contra Dios y el otro cree; uno se retuerce en su propia rebelión interna, el otro confía. Ellos no solo son ellos, son también nosotros. ¿Cuál fue la reacción de Jesús ante ellos?
Silencio ante la provocación de uno; aceptación de la súplica del otro; misericordia para ambos. Jesús no responde al desafío airado del mal ladrón que exigía la liberación milagrosa de los condenados y reta a Jesús como última posibilidad para librarse del suplicio mortal. Pero es inútil. Jesús no responde ni a sus insultos ni a su provocación.

El Rey glorificado
Sí responde a la súplica sentida del buen ladrón. Y sorprende la contundencia de su respuesta: «Hoy mismo estarás conmigo en el paraíso». Es evidente la inminencia de su muerte. El «hoy» expresa la inmediatez y la gratuidad de la salvación. Hoy, en tu último instante, estarás conmigo. Eso es el paraíso: estar con Dios, estar en Dios. Jesús promete un paraíso a quien pasa por la cruz, a quien asume con fe y humildad la fragilidad de la vida y la verdad de la propia existencia. Por eso, la cruz, instrumento de tortura y lugar de sufrimiento, es puerta del paraíso y promesa de salvación. La respuesta de Jesús al buen ladrón es aliento de vida en el momento último de la muerte. Es vida prometida al pecador arrepentido. Esto es lo que había enseñado a sus discípulos durante su vida pública: no he venido a condenar, sino a salvar lo que estaba perdido.
El Cristo crucificado es también el Cristo glorificado. Son dos imágenes de una misma realidad. La realeza de Cristo se comprende solamente desde el madero de la cruz, convertido en el trono desde el que reconcilia y reúne a todos los seres de la tierra. Porque para reinar, hay que pasar por el misterio de la cruz.
Efectivamente, Cristo es Rey, el Crucificado Resucitado convertido en Señor del mundo y de la historia, el
Kyrios exaltado a la derecha de Dios que vive y reina eternamente. A Él nuestra gloria, honor, alabanza y acción de gracias hoy y siempre. Amén.


  Aurelio García Macías
Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos




Evangelio

En aquel tiempo, el pueblo estaba mirando, pero los magistrados hacían muecas, diciendo: «A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido». Se burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo: «Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo». Había también por encima de él un letrero: «Este es el rey de los judíos».
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros.» Pero el otro, respondiéndole e increpándolo, le decía: «¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha hecho nada malo». Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino». Jesús le dijo: «En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso».



Lucas 23, 35-43




viernes, 11 de noviembre de 2016

Recordatorio: esta tarde, a partir de las 20,30 en la Capilla del Voto, Santa Misa de Hermandad






Clausura del Año Jubilar Extraordinario de la Misericordia



     Una semana antes de que lo haga en Roma el Papa Francisco, en nuestra Diócesis se va a clausurar el Año Jubilar de la Misericordia con la Solemne Misa Pontifical que, presidida por el Obispo diocesano, se celebrará en la Catedral el próximo domingo 13 a partir de las 17,30. Para esta ocasión será trasladada la Titular mariana de la Hermandad del Transporte, Madre de Dios de la Misericordia. Todos los hermanos de esta Santa Hermandad están invitados a participar en tan solemne celebración.



Foto: N.H.D. José Soto Rodríguez

El próximo domingo se celebra el Día de la Iglesia Diocesana

Fuente: DIÓCESIS DE ASIDONIA-JEREZ



El domingo 13 de noviembre se celebra esta jornada que recuerda que la Diócesis pone 102 sacerdotes y muchos laicos al servicio de una sociedad que busca en sus 91 parroquias sacramentos (4.392 bautismos, 4.798 primeras comuniones,1.364 confirmaciones y 994 matrimonios al año) y atención social para 32.746 familias

‘Somos una gran familia contigo’ es el lema que este año contempla el Día de la Iglesia Diocesana que se celebrará el próximo domingo 13 de noviembre y que se prepara en Asidonia-Jerez dando cuentas de la gestión económica, de los servicios que se presta a la sociedad y con un mensaje del obispo haciendo un llamamiento a la corresponsabilidad de los fieles en su sostenibilidad.

“Dios invita a las personas de todos los tiempos a salir del individualismo, de la tendencia a encerrarse en sí mismos y las llama a ser parte de su familia”, recuerda monseñor José Mazuelos. De modo que, “para construir y vivir la familia de Dios”, llega esta jornada con “la vivencia de la fe de los cristianos que caminamos preocupados en la edificación de la casa en la que se viva el servicio a Dios y a los hombres”.

Señala el pastor diocesano que “este día nos ayuda a tener presente la pertenencia al Cuerpo de Cristo en el que todos los miembros son necesarios para hacer presente el amor de Dios a la humanidad, y nos invita a vivir la experiencia de pertenecer a dicho cuerpo aportando nuestra oración, trabajo y dedicación en las distintas tareas parroquiales e institucionales, así como prestando nuestra ayuda económica”.

La labor de la Iglesia en la sociedad de nuestra tierra se testimonia a través de las 91 parroquias y 102 sacerdotes (85 residentes en la Diócesis) que, junto con numerosos laicos comprometidos, afrontan las catequesis a distintos niveles como educación permanente en la fe y para recibir algún sacramento (4.392 bautismos, 4.798 primeras comuniones, 1.364 confirmaciones y 994 matrimonios durante 2015).

32.746 familias han sido atendidas por Cáritas en nombre de las comunidades parroquiales o diocesana. La ayuda que presta es fundamental ante situaciones de pobreza. Asidonia-Jerez tiene 17 centros sociales y 73 cáritas parroquiales. Se han destinado a estos fines 2.823.151 euros durante al pasado año así como 99.897 para la labor misionera y 270.839 a proyectos de desarrollo de Manos Unidas.


La Iglesia está presente en los acontecimientos más importantes de la vida; brinda, como Pueblo de Dios, a la sociedad valores permanentes que ayudan al crecimiento como personas y ayuda a los más necesitados de la sociedad. Y este Día de la Iglesia Diocesana lo recuerda añadiendo una invitación especial ante esta jornada y de modo permanente por medio de la campaña de www.portantos.es

Nuestras camareras asisten al Encuentro de Camareras el pasado martes


Este martes, día 8 de noviembre tuvo lugar el 'XL Encuentro de Camareras' de las imágenes de la ciudad de Jerez, organizado en esta ocasión por la Hermandad de la Defensión. Durante el mismo el P. D. Juan Antonio Vital Santos ofreció una charla en la que destacó la importancia de las Hermandades a la hora de atraer cristianos a la Iglesia y el privilegio que supone ser camarera en una Hermandad -pues cuando sacamos nuestros Sagrados Titulares a la calle movemos a mucha gente a los que hacemos rezar y acordarse de los necesitados-.


Tras la misma, y en torno a un café, las camareras de las Hermandades jerezanas mantuvieron una amena convivencia, donde las nuestras, que acaban de estrenar el cargo, fueron muy bien acogidas.




Nuestro hermano mayor asistió junto al diputado de Caridad a la reunión convocada en el Consejo

Fuente: COFRADEMANIA

Presentada la Acción Social del Consejo, de la mano de la Sociedad 'San Vicente de Paúl'

La sede de la Unión de Hermandades de Jerez, acogió en la noche del pasado lunes 7 de noviembre, la presentación de la campaña de acción social, que las cofradías jerezanas tienen previsto poner en marcha en colaboración con la Sociedad 'San Vicente de Paúl', encaminada a colaborar en la ayuda directa a los más pobres, y que supondrá la apertura de nuevos horizontes, en los que la fuerza de las hermandades podrá realizar una gran labor ayudando a los más necesitados.


En dicho acto de presentación a los hermanos mayores y delegados de Caridad de las cofradías de nuestra ciudad, estuvieron presentes por parte de la Sociedad 'San Vicente de Paúl', su presidenta nacional, María Luísa Téllez, acompañada de su vicepresidente, Juan Manuel Buergo, de la responsable de Voluntariado y Responsabilidad Social Corporativa, Begoña González, del responsable de Comunicación, Carlos Lafarga, y el delegado provincial Francisco Holgado. Por la Unión de Hermandades de Jerez intervinieron su presidente Dionisio Díaz y el delegado de Acción Social, Sebastián Romero. También asistió el párroco de la de San Rafael, y asesor religioso del Consejo de la Zona de Cádiz de la Sociedad 'San Vicente de Paúl', don Ángel Arturo Vázquez Urízar.



jueves, 10 de noviembre de 2016

Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

XXXIII Domingo del tiempo ordinario (ciclo C)
Fin

Prosigue el tono final del año litúrgico en los textos y oraciones de la liturgia. Es inevitable que la Iglesia dirija su mirada al momento final de la historia y medite sobre la realidad de los últimos días a la luz de la enseñanza de Jesús. La Palabra de Dios habla del momento final del tiempo y del espacio: «No quedará piedra sobre piedra que no sea destruida», afirma el texto evangélico que comentamos. Igual que comprobamos la caducidad de las cosas, de la vida del hombre… llegará también el final de todo lo creado. Este mundo tiene fin. ¿Cómo vivir cristianamente todo esto?

Destrucción
Jesús anuncia la inminente destrucción del templo de Jerusalén y la gente aprovecha para preguntarle sobre el final de los tiempos.
El anuncio de la destrucción del magnífico templo reformado y agrandado por Herodes tiene una dimensión histórica, que hace referencia a su efectiva destrucción en el año 70, por el Ejército romano de Tito; y una dimensión religiosa, pues la desaparición del templo, signo de la presencia de Dios, era considerada en la literatura profética como consecuencia de una infidelidad del pueblo de Israel a la alianza. El rechazo a aceptar a Jesús como enviado de Dios que viene a establecer la nueva y definitiva alianza lleva a su máxima expresión esa infidelidad de Israel; por eso, el impresionante templo de Jerusalén será destruido; a pesar de su riqueza y magnificencia, desaparecerá.
La curiosidad de los oyentes por conocer cuándo se cumplirá este anuncio da pie a Jesús para advertir de que «el fin no vendrá enseguida». Sus palabras avisan de la aparición de falsos salvadores, que se presentarán como mesías anunciando la inminencia del fin del mundo, vinculado a la caída de Jerusalén; amén de otros signos cósmicos que anticiparán también al mencionado final.
Jesús advierte a sus discípulos sobre las persecuciones que tendrán que soportar («os echarán mano, os perseguirán, os entregarán por mi causa») y les invita a no tener miedo, a no alarmarse y convertir esta «desgracia» en una oportunidad de «gracia», porque pueden aprovechar el momento para dar testimonio de la fe en Jesucristo. Aun ante las amenazas de muerte, la fe nos exige que no devolvamos mal por mal; porque, incluso en medio de la tribulación, permanece la promesa de Dios, tal como recuerda el Deuteronomio 31, 6: «Tu Dios no te dejará ni te desamparará». Jesús asegura la protección permanente de Dios («yo os daré boca y sabiduría»), que garantiza su salvación, si perseveran fieles en su vida y testimonio de fe («con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas»).

El final de la historia
La Palabra de Dios profetiza la llegada del «día final». Sus palabras nos previenen frente a la actitud ingenua de los escépticos que niegan el final del mundo existente. Todo lo creado tiene su fin. Será entonces cuando conoceremos la verdad de la vida y de la historia. Dios, que aparecía al inicio del mundo como «el Creador», aparecerá finalmente como el Eterno y, por tanto, el dominador de las consecuencias devastadoras del tiempo, de la materia, del dolor y de la muerte. Comprenderemos, por fin, que Dios es el Señor de todo, el Kyrios. Y ante Él juzgaremos la propia vida en verdad y con justicia.

La espera perseverante
Mientras llega ese momento final, no podemos adoptar una actitud de espera pasiva. San Pablo previene a los cristianos de Tesalónica frente a este peligro. Apoyados en falsos profetas, esperaban ociosos la venida inminente de Cristo. La apatía y el miedo provienen de una mala interpretación de la literatura apocalíptica. Lo desconocido que nos espera al final de los tiempos es incontrolable; lo único que podemos controlar es nuestra respuesta a las circunstancias históricas actuales.
El Evangelio nos invita a combatir la ociosidad con el trabajo y la entrega comprometida; a vivir firmes y perseverantes en la promesa del Señor. Los cristianos no podemos desentendernos de la historia; hemos de ser –como decía la Carta a Diogneto– «el alma del mundo», fermento en medio del mundo, dinamismo en el corazón de la historia.


  Aurelio García Macías
Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos




Evangelio

En aquel tiempo, algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos. Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida». Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».
Él dijo: «Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida».
Entonces les decía: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo.
Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio. Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré boca y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».

Lucas 21, 5-19


Exterior de la iglesia del Sagrado Corazón, en Haití, después del terremoto de 2010

jueves, 3 de noviembre de 2016

Mañana viernes, tras los Rezos semanales y en la Capilla del Voto, primera sesión de los Debates Formativos con el tema "Hermandades y Cofradías"



     Foto: EL MUNDO

Galería fotográfica del Pregón del Costalero








Arranca la causa de canonización de 44 mártires de Alcalá de Henares

Fuente: ALFA Y OMEGA
(Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo)






  

El dramaturgo Pedro Muñoz Seca, el sacerdote diocesano Eduardo Torres, el tendero Julián Pérez, el padre agustino Eleuterio Turrado y el abogado Ricardo de la Cierva




El 28 de noviembre de 1936 las lomas de Paracuellos del Jarama vieron cómo moría fusilado la persona que a más generaciones de españoles ha hecho reír: el dramaturgo Pedro Muñoz Seca. El autor de La venganza de don
Mendo, casado y padre de nueve hijos, fue encerrado en la cárcel de San Antón, en Madrid, al poco de estallar la guerra. Durante cuatro meses infundió entre sus compañeros de prisión el buen humor y el buen ánimo que desprenden sus obras. Sin embargo, a finales de noviembre, tras entrevistarse con el director de la prisión salió exclamando: «¡Nos matan, nos matan! Búsqueme un sacerdote». Se ve que lo consiguió, y tras confesarse, pocas horas antes de morir, escribiría una carta apresurada a su mujer: «Cuando recibas esta carta estaré fuera de Madrid. Voy resignado y contento. Dios sobre todo. Voy muy tranquilo sabiendo que tú siempre serás el ángel bueno de todos. El mío lo has sido siempre, y si Dios tiene dispuesto que no volvamos a vernos mi último pensamiento será siempre para ti [...]. PD: Como comprenderás, voy muy bien preparado y limpio de culpas».
Muñoz Seca y otros 43 mártires figuran en la causa de beatificación que se va abrir el 12 de noviembre, a las 17:30 horas, en un acto presidido por el obispo de Alcalá de Henares, monseñor Juan Antonio Reig Pla, en la catedral Magistral. Son otros 44 nuevos mártires de la persecución religiosa de los años 30 en España: 14 sacerdotes diocesanos, 14 religiosos –ocho agustinos, cinco maristas y una clarisa– y 16 laicos.

Fortaleza y perdón
Durante los primeros meses de la Guerra Civil, prácticamente todo el clero diocesano de Alcalá de Henares fue martirizado. En esta Causa figura Pablo Herrero, canónigo de la Magistral que entró en el templo, incendiado por los milicianos, para salvar las Santas Formas, pero fue detenido y asesinado días después; o Rufo Orea, coadjutor de Villarejo de Salvanés, a quien fueron a detener su casa, pero su hermana y su sobrina se agarraron a sus brazos, cada una con un rosario en la mano, y dijeron que donde le llevaran a él les llevaran también a ellas, siendo asesinados todos al poco tiempo. Y no faltaron entre el clero testimonios de perdón, como el que dio Adrián de Luz, párroco de Torremocha del Jarama, acribillado a balazos mientras con un crucifijo en las manos perdonaba a sus asesinos.
Entre los laicos figura en esta lista Ricardo de la Cierva, abogado y padre del historiador del mismo nombre, que era conocido por su fe y por oponerse al incendio de la iglesia de los Jerónimos. Conducido a la cárcel Modelo, pudo escapar de la saca que lo llevó a la muerte, pero se negó porque no quería abandonar la galería en la que estaba encargado del botiquín con el que ayudaba a los enfermos.
La fe del agricultor Ramón Bermejo tampoco pasó desapercibida para los milicianos que lo llevaron al martirio; el padre del anterior vicario episcopal para el Clero de Madrid acercó a la Iglesia a su mujer, procedente de familia comunista, cuya hermana llegó incluso a jactarse de haber prendido fuego al templo de Buitrago.
Otros laicos de oficios humildes son el comerciante de ultramarinos Julián Pérez, denunciado por la Policía al encontrar en su casa un baúl lleno de objetos religiosos; o el fotógrafo Félix Muñoz, asesinado por haber realizado fotografías a la Virgen de la Victoria, patrona de Villarejo de Salvanés. A José Plaza, guardia civil jubilado, lo mataron solo por ser padre de un sacerdote, Marcial Plaza, a quien también acabaron matando.
Figuran también dos parejas de hermanos: Diego y Manuel Mac-Crohon, detenidos por ser miembros de Acción Católica, de las Conferencias de San Vicente de Paúl, de una congregación mariana y por visitar semanalmente a los pobres; y Paula y Juana Muñoz, conocidas en Villarejo por una fe que les llevaba a entregarse a numerosas obras de caridad: tras ser torturadas murieron acribilladas mientras musitaban trémulamente palabras de perdón.
El padre agustino Fernando Rojo, postulador de esta Causa de beatificación, desvela que ya está muy adelantado el trabajo para abrir dos nuevas causas en Alcalá: otros 95 mártires que se sumarían a los 44 cuya Causa se acaba de abrir, con una proporción equivalente de sacerdotes diocesanos, religiosos y religiosas, y laicos. Para él, «la muerte de quienes han dado su vida como testimonio de fe no es algo privado, sino una gracia para los creyentes de hoy para robustecer su fe».

La victoria sobre los ídolos en San Dámaso
El lunes 7 de noviembre se celebra en Madrid la Memoria de todos los santos y beatos mártires del siglo XX en España, trasladada de su fecha ordinaria, por caer este año en el domingo 6. Con este motivo, la Universidad San Dámaso organiza a partir de las 9 horas la jornada Mártires, la victoria sobre los ídolos, con intervenciones de los profesores José María Magaz, Andrés Martínez Esteban, José Antonio Calvo, Amparo García-Plaza y Ángel Cordovilla, y de monseñor Juan Antonio Martínez Camino.
El obispo auxiliar de Madrid presidirá por la tarde la Eucaristía de esta Memoria, en la iglesia de las Calatravas, junto al icono de los santos mártires del siglo XX en Madrid, a las 19:30 horas.


Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

XXXII Domingo del tiempo ordinario (ciclo C)
La esperanza última

Para comprender cuál es la esperanza última que tiene el creyente, hay que partir de textos veterotestamentarios y recorrer el lento y largo camino que, desde la oscuridad, lleva a la luminosa profesión de fe que leemos en el segundo libro de los Macabeos (primera lectura): «Tú, rey malvado, nos arrancas de la vida presente, pero cuando hayamos muerto por su ley, el rey del universo nos resucitará para la vida eterna […] Vale la pena morir a manos de los hombres cuando se espera que Dios mismo nos resucitará».
El Evangelio nos presenta una de las controversias de Jesús con las distintas clases teológicas. Los saduceos, partido aristocrático-conservador, enfrentados sobre todo con los fariseos en lo que respecta a la Resurrección, quieren poner a prueba a Jesús. Pero Jesús, contra el pavor de la muerte, contra la curiosidad morbosa sobre el futuro del hombre, manifiesta la esperanza pascual unida al Dios de la vida. Dios es vida y el que cree en Él vive con Él y para Él. Siempre que celebramos la Eucaristía debemos experimentar que Dios vence nuestra mortalidad y siembra en nosotros un germen de inmortalidad. «El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día».
La vida es un camino, lleno de etapas intermedias, hasta llegar a la definitiva. El presente florecerá en un futuro de gloria. Este es el gran consuelo y esperanza que Dios nos da.
Si Cristo no resucitó, es vana nuestra fe. En su Resurrección se basa la esperanza de nuestra propia resurrección. Esta esperanza relativiza a todos los cristianos los absolutos de su existencia. Le corrige sus ideas e ideales más inconmovibles. Le pone en cuestión la misma vida. La muerte y el martirio serán el paso a una vida nueva.
El cristiano, que en el Bautismo muere con Cristo para resucitar con Él, deberá pedir continuamente la esperanza y las fuerzas que necesita para vivir en consecuencia y hasta el fin ese Bautismo.
La esperanza relativiza el presente. El cristiano no puede establecer alianzas definitivas que lo distraigan de su camino. Su meta está siempre más lejos. Pero la esperanza sostiene el presente, lo hace fecundo e importante. La esperanza del futuro estimula y alimenta el empeño en el presente por encima de sus límites, heridas y tensiones. Los cristianos en el mundo son profetas de la vida y de la alegría.


  Andrés Pardo
 Delegado episcopal de Liturgia de Madrid
 y canónigo de la catedral




Evangelio

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús algunos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron: «Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y dé descendencia a su hermano”. Pues bien, había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hijos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y murieron todos sin dejar hijos. Por último también murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron como mujer». Jesús les dijo: «En este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo, pero los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre los muertos no se casarán ni ellas serán dadas en matrimonio. Pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección. Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor: “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”. No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos».

Lucas 20, 27-38