Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

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miércoles, 29 de diciembre de 2021

Nueva colaboración navideña entre La Caixa y la Unión de Hermandades

 






Fuente: U de HH


La Unión de Hermandades de Jerez y la Fundación ‘La Caixa’, a través de CaixaBank, han vuelto a colaborar un año más en las fechas de Navidad con su programa de ayuda solidaria a familias vulnerables, beneficiando así a unas 200 familias jerezanas que reciben en estos días de fechas tan señaladas, una serie de productos tradicionales navideños.

 

Se trata de una iniciativa que vuelve a unir la acción social de la Fundación ‘La Caixa’ y CaixaBank con la propia obra social de la Unión de Hermandades de Jerez, presentada este pasado miércoles 22 de diciembre en la sede del Consejo, en un acto en el que estuvieron presentes Elena Gómez, vocal de Caridad de la Unión de Hermandades de Jerez, Javier Amador Azcutia, director de ‘Store Negocios Jerez’ de CaixaBank, Patricia Sánchez, vocal de Caridad de la Unión de Hermandades de Jerez, y Rafael Crespo, delegado del voluntariado de CaixaBank en la provincia de Cádiz.

 

A través de esta acción, en la que también participan las cofradías de Jerez, se pretende que los que más lo necesitan, puedan pasarlo lo mejor posible en estos días de la Navidad de 2021.




martes, 28 de diciembre de 2021

Cobro de lotería premiada




La Junta de Señores Oficiales de esta Santa Hermandad informa que el cobro de las participaciones de lotería de Navidad que ha sido agraciada con 100 euros el décimo se efectuará en la Administración nº 13, sita en la calle Medina 22 a partir del próximo jueves día 30 de los corrientes.





 

lunes, 27 de diciembre de 2021

Jubiloso natalicio

 





En del día de ayer -festividad de La Sagrada Familia- a las 13,24 horas vino al mundo el pequeño Mario Ramírez Pozo, pesando 3,700 Kgrs. La Hermandad de las Cinco Llagas felicita tanto a sus padres, N. H. D. Alfonso Ramírez Franco y Dña. Cristina Pozo Domínguez, como a sus hermanitos Lucía y Alejandro por tan feliz acontecimiento con el que todos nos congratulamos.




domingo, 26 de diciembre de 2021

Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

Festividad de la Sagrada Familia (ciclo C)

La Sagrada Familia de Nazaret

 

Desde la noche de Navidad hasta la fiesta de la Epifanía, celebramos acontecimientos y experiencias que pertenecen al nacimiento de Jesús. Se escucha el canto de los ángeles que alaban y anuncian, y resuenan la alegría y el bullicio de los pastores, los pobres de Israel (cf. Lc 2, 15-20), y la adoración de los Magos, «los sabios de las naciones» (cf. Mt 2, 1-12).

La liturgia del primer domingo después de Navidad centra la atención sobre la familia en la que nació y creció Jesús. Nos encontramos con una mujer, María, que se convierte en la madre de un niño, siendo virgen; con José, que es el padre de Jesús según la Ley; y con un niño, Jesús, ese Hijo que solo Dios, el Padre, podía dar a los hombres.

Contemplamos a esta familia siguiendo el texto del Evangelio de Lucas. María y José van a Jerusalén para la fiesta de Pascua, como todos los años, según la costumbre. Son peregrinos, y lo han sido toda su vida. Peregrinaron a Belén (cf. Lc 2,1-5), a Egipto (cf. Mt 2, 14-15)… Peregrinan anualmente al templo de Jerusalén. Es una familia que busca a Dios, que camina hacia el rostro de Dios. Llevan ahora a su hijo, que tiene 12 años. Es una peregrinación especial, porque Jesús cumplirá su mayoría de edad religiosa. Celebrará el rito del Bar Mitzwa, ese momento en que el niño adolescente canta el primer mandamiento de la Ley de Dios, convirtiéndose en el hijo del mandamiento.

En el viaje de ida todo ha transcurrido con normalidad, pero mientras regresan a Nazaret los padres se dan cuenta de que su hijo no está entre los otros niños de la caravana. Están angustiados y regresan a Jerusalén con la esperanza de encontrarlo. La búsqueda dura tres días. Finalmente «lo descubren en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que lo oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba». Jesús todavía es un niño. No enseña. Como todo discípulo, escucha a los que son doctores y explican cómo interpretar la Ley. Lucas señala que entre aquellos que oyen sus respuestas surge el asombro. Sus mismos padres se quedan sorprendidos cuando lo encuentran entre los doctores. Para Jesús, que ha recitado el mandamiento y es mayor de edad religiosamente, el penetrar hasta el fondo y expresar con claridad la historia de la salvación que se le revela es lo fundamental. Todo lo demás pasa a un plano secundario (hasta su propia familia).

 Y María, con el tono de reproche propio de toda madre, le dice: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? ¡Mira, tu padre y yo te buscábamos angustiados!». Jesús parece dar una respuesta de protesta: «¿No sabíais que tengo que estar en la casa de mi Padre?», dice señalando su misión. Se siente casi obligado a corregir las palabras más dulces y tiernas de su madre, y dice con firmeza que su padre es el «Padre que está en los cielos» y que debe ocuparse de los asuntos de Él. Esta es la voluntad divina. Y el sentido de su vida consiste en obedecer la voluntad de su Padre.

Pero los padres de Jesús, señala Lucas, «no entendieron lo que les había dicho». María y José apenas comienzan a darse cuenta de que en la vida de su hijo hay un misterio muy grande. Ellos aún no han recibido la orden o inspiración de que Jesús se quede en el templo, y como responsables de su hijo le piden que vuelva con ellos a Nazaret. Y Jesús, enamorado del templo, del análisis de la Palabra divina, prendado de la presencia de Dios, obedece y se marcha con sus padres, siguiendo bajo su autoridad. Vivió sometido a ellos, en el silencio y en el ocultamiento de Nazaret, en aquella aparente inutilidad de Nazaret. Cuando obedecemos en el silencio, y nos entregamos de verdad, dejándonos hacer, un día puede valer por muchos años, porque los resultados serán prometedores.

 El Evangelio señala que María «guardaba todo esto en su corazón». Ella, que es mujer de discernimiento, busca en la fe en Dios el sentido de los acontecimientos que suceden a su familia. Y en Nazaret Jesús «iba creciendo en sabiduría, en estatura y gracia ante Dios y los hombres» (cf. 1 Sam 2, 26). Como todos los niños, experimenta un crecimiento hacia la madurez. Más tarde sus padres, ante las decisiones de vida de Jesús, deberán aceptar la distancia y la separación de su hijo. Serán momentos difíciles de entender y asumir.

 Centremos nuestra mirada en la Sagrada Familia de Nazaret. ¡Dios tiene familia! El Hijo es el huésped que Dios envía, préstamo de amor, para que los padres lo eduquen. Meditando esta escena evangélica, revivamos el amor a la familia, y el sentido de la familia al servicio de la vida.

Contemplando el portal de Belén, escucharemos los gritos que vienen de los hogares de tantas familias rotas, llenas de problemas y dificultades. No hagamos oídos sordos. Acerquémonos a tantas familias que nos encontramos en el camino de la vida para curar y vendar sus heridas.

 Ante la Sagrada Familia también escucharemos el llanto de tantos inocentes que mueren, esclavizados sexualmente, muertos de hambre. Esta sociedad está enferma. ¡Cuántos abortos, fetos asesinados! Personas no nacidas que se matan en el seno materno. Muertes dolorosas, que claman justicia. Pero el problema es la muerte legalizada, convertida incluso en un derecho de la mujer que recibe esa vida.

 Pidamos fortaleza a Dios en este momento. En cada familia los hijos son un tesoro, pero son de Dios. Que el amor de Dios habite siempre en nuestras familias y las ayude a parecerse cada día más a la Sagrada Familia de Nazaret, siempre en búsqueda de la voluntad de Dios, con fe sencilla, con la profunda invocación al Espíritu que todo lo puede.

 

JUAN ANTONIO RUIZ RODRIGO

Director de la Casa de Santiago de Jerusalén

 

 

 

 

Evangelio

 

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua. Cuando cumplió 12 años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el Niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que se enteraran sus padres. Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo. Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados». Él les contestó: «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?». Pero ellos no comprendieron lo que les dijo. Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos. Su madre conservaba todo esto en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura, y en gracia ante Dios y ante los hombres.

 

Lucas 2, 41-52







sábado, 25 de diciembre de 2021

viernes, 24 de diciembre de 2021

Jornada de la Sagrada Familia 2021

 



La Jornada de la Sagrada Familia viene enmarcada este año con el lema: “Anunciar el evangelio de la familia hoy” Con este lema somos todos invitados y de forma especial las familias de nuestra diócesis, a celebrar el próximo:

 

DOMINGO 26 DE DICIEMBRE: SANTA EUCARISTÍA a las 11.00 horas en la SANTA IGLESIA CATEDRAL.  Preside: Mons. D. José Rico Pavés

 

Hacemos nuestras unas palabras del papa Francisco en el Ángelus del 31 de diciembre de 2017 para esta festividad: “Cada vez que las familias, incluso las heridas y marcadas por la fragilidad, el fracaso y la dificultad, vuelven a la fuente de la experiencia cristiana, se abren nuevos caminos y posibilidades inimaginables”. El papa recordó que, a partir del ejemplo y del testimonio de la Sagrada Familia de Nazaret, toda familia puede trazar preciosas indicaciones sobre el estilo y las opciones de vida, puede obtener la verdadera esperanza que no defrauda. De hecho, desde la casa de Nazaret se difunde una luz capaz de "contradecir las seguridades mundanas en las que decimos confiar", de "resucitarnos a un verdadero camino humano y cristiano, fundado en los valores del Evangelio".

 


jueves, 23 de diciembre de 2021

miércoles, 22 de diciembre de 2021

Esplendor de María Santísima de la Esperanza


Fotos: D. Jesús Tamayo














 

Nota sobre los rezos semanales




 


Ante la coincidencia de los dos próximos viernes con la Nochebuena y la Nochevieja, y como ya han anunciado varias Hermandades con cultos regulares los viernes, los rezos se retomarán de nuevo en el mes de enero, concretamente el día 7 con la Santa Misa de Hermandad.

 

¡Feliz Navidad a todos!


martes, 21 de diciembre de 2021

Galería del acto de Toma de Posesión


 Fotos: D. Ángel Mateos Solís


























lunes, 20 de diciembre de 2021

El nuevo hermano mayor y miembros de la Junta de Oficiales de la Hermandad de las Cinco Llagas tomaron posesión de sus cargos




Foto: N.H.D. José Soto




En el transcurso de la solemnidad del tercer día de triduo dedicado a su Sagrada Titular María Santísima de la Esperanza, que tuvo lugar este pasado sábado día 18 de los corrientes en la iglesia de San Francisco, tomaron posesión de sus cargos el nuevo hermano mayor y Junta de Oficiales de la Hermandad de las Sagradas Cinco Llagas, equipo dirigente que está formado por los siguientes cofrades y cargos: 

 

Hermano Mayor: D. Ernesto Romero del Castillo

Teniente Hno. Mayor: D. José Barrera Jiménez

Mayordoma: Dña. Carmen Mª Ruiz-Henestrosa Mateos

Secretario: D. Carlos Gustavo González Aguilar

Tesorera: Dña. Rosario Chica Bermúdez

 

Vocales: 

D. Rafael Cordero Jaén

D. Alfonso Ramírez Franco 

Dña. María Inmaculada Pérez García

D. Raúl Pérez Carretero

D. Antonio Jesús Gómez Salazar

D. Juan Manuel Rodríguez Martín

D. Peter de Trolio

D. Adrián Zarzuela Aparicio



 

domingo, 19 de diciembre de 2021

Evangelio y comentario


Fuente: ALFA Y OMEGA

IV Domingo de Adviento (ciclo C)

En la puerta de la Navidad

 

El cuarto domingo de Adviento nos pone ya en la puerta de la Navidad, anunciando a un Dios muy cercano que toma la iniciativa de compartir su misma vida con nosotros. Encendemos la cuarta vela de nuestra corona simbólica. Es la etapa final de nuestra peregrinación, la última semana de preparación para la celebración de la Natividad del Señor.

El Evangelio de este domingo muestra el encuentro gozoso de dos mujeres embarazadas: María e Isabel. Es el saludo de dos mujeres encintas, la alegría de ver la vida que crece en ellas. Contemplamos la visita apresurada, alegre, gozosa, de María a su pariente Isabel, que vive en la montaña de Judá, que está casada con un sacerdote, Zacarías, y que en la vejez ha concebido un hijo, habiendo sido estéril.

Dios es vida y es el origen de una existencia dinámica y creativa. De hecho, en el pasaje evangélico vemos a María en el momento que sigue al anuncio del ángel, recién fecundada por la Palabra, levantándose «apresuradamente» para correr hacia Isabel, a pesar del riesgo que conlleva un embarazo incipiente. Cuando la vida de Dios nos toca se pone en marcha nuestra iniciativa más profunda y toda nuestra creatividad.

El Evangelio dice que María «se levanta». Es el mismo verbo que se usa para la resurrección, porque Ella está llena de la vida de Dios. La palabra «prisa» es la traducción de una palabra griega que significa también diligenciaentusiasmoautenticidad. María va con entusiasmo a ver a su prima. Es la felicidad de una joven embarazada que quiere compartir una gran noticia con alguien que la pueda entender, la mujer de la que le habló el propio Gabriel. María se pone en pie con entusiasmo, portando algo que no puede guardarse para sí misma, una noticia que desea comunicar. La vida creyente también es una actividad que brota de la experiencia de una alegría especial, de un gran amor; tenemos algo maravilloso para compartir.

¡Qué impresionante escena la del Evangelio de este domingo! María, con su vientre ya habitado, va a visitar a Isabel, también embarazada. Son dos madres que se abrazan. Una representa lo mejor del Antiguo Testamento: Isabel, que nos recuerda a tantas mujeres que han acompañado al patriarca, al profeta o al sacerdote, a la espera de la bendición de Dios (Sara, Rebeca, Raquel, Ana, la madre de Sansón). Otra es el inicio del Nuevo Testamento: María. No es ya una mujer estéril, sino que es virgen. Se trata de una ruptura de la historia, hay una intervención real de Dios para que sea madre. De este modo, el Nuevo Testamento va a visitar al Antiguo Testamento. Sin embargo, María no es la simple evolución del Antiguo Testamento. Ciertamente, este está en el sustrato del Nuevo Testamento, ha sido el camino para llegar a Él. Pero María es un adelanto del futuro, de la eternidad. Aquí nos encontramos ante una especial intervención divina.

Por esto, el Nuevo Testamento es el mañana hecho hoy, el futuro convertido en presente. Es decir, el Nuevo Testamento va a asumir el Antiguo, y no al revés. De tal manera que toda la historia de la salvación contenida en el Antiguo Testamento no es más que un conjunto de intervenciones de Dios para llegar a este momento.

María visita a Isabel, y va a despertar al precursor, va a levantar en él el deseo de anunciar al Señor desde el mismo vientre de su madre. E Isabel, la esposa del sacerdote, va a bendecir a María, reconociendo que Ella está bendecida por Dios, y que es la más afortunada entre todas las mujeres. Bendecir es una acción de Dios: es que la Palabra divina no solo nos desea felicidad, sino que crea (cf. Gn 1). La Palabra del Señor es siempre creadora, y cuando nos llega nos sorprende y suscita en nosotros una novedad extraordinaria. Si nos bendice nos recrea. Así, María es la bendita entre las mujeres, la nueva criatura, la nueva Eva.

Este encuentro entre el pasado (Isabel) y un presente que contiene el futuro (María) es muy importante para nosotros. No miremos excesivamente al pasado. Abramos la mente y el corazón a la nueva intervención de Dios, a su novedad. Dejemos que Dios bendiga ese pasado, entregándoselo y poniéndolo en sus manos.

Acerquémonos a la Navidad, y celebremos este misterio de luz y de amor. Dios habita entre nosotros. Ya no hay vuelta atrás. El que se ha censado en nuestra vida no va a cambiar el padrón. Ha querido instalarse aquí, y esto es para siempre. No ha elegido una estructura grande ni un lugar suntuoso. Ha escogido algo frágil, débil, escondido, vulnerable. ¡Qué misterio nos envuelve en estos días! Por eso, no descuidemos la Navidad. Vayamos a Belén, que es un lugar de encuentro, de paz y de amor. Cantemos villancicos, rezándolos. Miremos la cuna, y adoremos al Niño Dios.

 

 

JUAN ANTONIO RUIZ RODRIGO

Director de la Casa de Santiago de Jerusalén

 

 

 

 

Evangelio

 

En aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y levantando la voz, exclamó: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».

 

Lucas 1, 39-45

 



 



Destacados del P. Santiago Gassín del tercer día del Triduo a Mª Stma. de la Esperanza





 


El IV Domingo de Adviento tiene un marcado carácter mariano. Ahora Isabel da fe de nuestra Madre Santísima.

Desde niños hemos aprendido a saludar a nuestra Madre con la Salve: “Dios te salve, Reina y Madre…” . Contemplarla como Reina de Cielos y tierra.

 

En Santa María in Trastevere (en Roma) hay un cuadro de Cristo como Rey y Señor y una Señora al lado sentada con corona regia al mismo nivel que Cristo. Y curiosamente Cristo está abrazando a esta figura de mujer. Algunos estudiosos dicen que esta figura representa a la Iglesia, otros, a la Virgen.

 

Y es que el arte y la belleza nos educan y nos transmiten las verdades de la fe. Nosotros representamos a la Virgen con corona porque fue coronada en el cielo, y por eso la coronamos en la tierra. Cristo, por ser Dios, es Rey del universo, y la Virgen participa de esta realeza: María es Madre del Hijo unida íntimamente a su gloria.

 

Y María también es esposa del Espíritu Santo, de tal manera que María es desde el cielo, en palabras de San Bernardo, el acueducto por el que nos vienen las gracias del Cielo.

 

¿Os habéis imaginado alguna vez cómo sería la entrada de María en el Cielo y su coronación gloriosa? Ahora le quiero dedicar a Ella mis últimas palabras y quiero que os unáis a mi oración.



sábado, 18 de diciembre de 2021

Destacados del P. Santiago Gassín del segundo día del Triduo a Mª Stma. de la Esperanza






 

Este pasaje del Evangelio nos parece un poco extraño, pero es muy interesante porque San Mateo nos está hablando de la encarnación de Jesús. La genealogía llega hasta Adán para significar que nuestro nuevo Adán es Cristo.

Nos está hablando también de la maternidad divina de María. Yo quisiera proponeros una meditación de María como Madre de la Iglesia y Esposa de Cristo.

 

En 1854 se proclamó el dogma de la Inmaculada. Hasta ese momento se vio como una destrucción de la sociedad civil: los hombres habían sido más egoístas, más violentos.

 

El Cardenal italiano Gaetano Alimonda fue un gran orador y predicador, y hablaba con mucho gusto de los privilegios de María Santísima, llagando a decir que María mostró en sí misma la figura de la Iglesia, como ya apuntó San Agustín. Tanto María como la Iglesia han sido engendradas de Dios, las dos Vírgenes, las dos Esposas… de modo que en María podemos contemplar la Madre de la Iglesia y la Esposa de Cristo. María y la Iglesia están unidad las dos en las humillaciones y en los triunfos: en la cruz, en Belén, en Caná, en el cenáculo…

 

Del mismo modo , la Iglesia sufre las persecuciones de sus adversarios, y hoy no sólo desde fuera, sino desde dentro…por el pecado de las almas consagradas, incluso sacerdotes y obispos, muchos han perdido la fe. Ojalá no estemos nosotros entre ellos.

Y sin embargo, la Iglesia triunfa en la santidad de sus miembros en la pureza de la doctrina de su Tradición cuando es fiel a ella.

 

Todo esto tiene sus consecuencias para nuestras vidas: en primer lugar el amor a la Iglesia y a María, nuestra Madre.

¿Cómo es nuestro amor a la Iglesia? ¿la amáis? ¿la defendéis? ¿en sus sacerdotes y en sus religiosos? ¿en vuestros responsables como hermanos de la cofradía?

Jesucristo nos dijo: “Vosotros estáis en el mundo, pero no sois del mundo”. Por eso nuestra misión no es adaptarnos al mundo.

¿Amáis a la Iglesia con espíritu de reparación por tanta protestantización?

 

María Madre de la Iglesia y Esposa de Cristo nos recuerda este empeño que se nos encargó el día de nuestro bautismo: ser santos.

María es el modelo perfecto; la Iglesia es la copia imperfecta. María es la liuz y la Iglesia es el reflejo. No nos cansemos de imitar a María porque estarermos caminando en el sendero de la santidad.

Benedicto XVI nos dijo: “Sólo los santos son los verdaderos reformadores de la Iglesia”. Y Dios los suscita en momentos de dificultad de la Iglesia: San Juan de la Cruz, Santa Teresa, San Ignacio, San Francisco Javier, San Francisco, Santo Domingo…

 

Cardenal Alimonda: “Qué tierno y excelso es servir a María… inclinarse ante Ella es también reinar”.




viernes, 17 de diciembre de 2021

Destacados del P. Santiago Gassín del primer día del Triduo a Mª Stma. de la Esperanza



Foto: N.H.D. Ernesto Romero




En Adviento la Iglesia nos invita a meditar sobre la Esperanza y sobre María. Vamos a profundizar en este Triduo en los dogmas marianos. Y hoy comenzaremos con el de la Asunción de la Virgen Santísima en cuerpo y alma a los cielos.


Este dogma nos propone algunas preguntas interesantes para nuestra fe:


1-     ¿De qué manera concluyó la Virgen santa su vida terrena?

Los apóstoles se juntaban en el cenáculo. La misión de Nuestra Señora estaba pronta a acabarse. Pero la Virgen no murió como nosotros morimos. Fue un dulce sueño; no fue de pena ni castigo por el pecado (como puede ser nuestro caso).

 

2-     ¿Qué final tuvo el cuerpo santísimo de la Madre de Dios?

La corrupción de nuestro cuerpo en el sepulcro es consecuencia del pecado original. Por lo tanto, también fue preservada de la corrupción del sepulcro. El cuerpo de María, como el de Jesús, no fue pasto de los gusanos, sino que está vivo en el Cielo. Pues Jesús, que había querido que fuera toda semejante a Él, no habría podido disponer en el momento de su final que el de su Madre no fuera igual al suyo.


3-     ¿En qué se basa nuestra certeza?

La Asunción es un dogma revelado por el propio Dios y definido por el Papa Pío XII el 1 de noviembre de 1950. Los fieles siempre creían en esta verdad desde siglos antes; ya el 15 de agosto se celebraba la Asunción de Nuestra Señora mucho antes de la proclamación del dogma.


4-     ¿Por qué a la Iglesia le pareció bien en 1950 (veinte siglos después) definir esta verdad que todos creían y celebraban?

Dios es quien guía a la Iglesia. En medio de los errores que han surgido a través de los tiempos, la Divina Providencia ha ido guiando a su Iglesia.

Cada siglo tiene sus herejías, sus desviaciones de la fe. Y la herejía del siglo XX y XXI apareció con el materialismo ateo, que reduce todo a la materia, y que a través del marxismo social y cultural se ha ido imponiendo, hoy a través de otros rasgos como la ideología de género o el globalismo exacerbado. Así, tenemos hoy la negación de la vida futura: idea que nos han ido inoculando en los dos últimos años como consecuencia de la pandemia… si nos dejamos vencer por el miedo que nos están inculcando.


Tenemos que tener claro que estamos aquí de paso, y no podemos vivir con el miedo en el cuerpo, atemorizados… María en su misterio glorioso de la Asunción nos está alentando a vivir con esta esperanza de Cielo.


 

jueves, 16 de diciembre de 2021

Así luce María Santísima de la Esperanza en su altar de Triduo

 Fotos: D. Jesús Tamayo









Campaña de Navidad 2021




 


 

Un año más, desde la Diputación de Caridad se solicita la entrega de alimentos para los más necesitados o juguetes para los niños.

Se pueden llevar a San Francisco en horario de apertura de la iglesia entregándolo personalmente a N.H.D. José Andrade Borrego hasta el día 21 de diciembre.

Si algún hermano deseara entregar una cantidad económica a esta Campaña puede hacerlo con una transferencia a la cuenta de la Hermandad (ES40 0081 7411 4300 0130 5736) con el concepto “Campaña de Navidad”.

Muchas gracias por la colaboración.