Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

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domingo, 25 de marzo de 2012

La Hermandad de las Cinco Llagas con el pregonero



Hace unos días, el pregonero de la Semana Santa de Jerez, don Ignacio García Pomar visitó nuestra Hermandad. Tras excusar a nuestro Hermano Mayor, don Juan Lupión Villar el cual se encontraba en otro acto, le transmitimos todo nuestro apoyo y suerte para su pregón.

Lectura del Santo Evangelio según San Juan 12, 20-33

5º Domingo de Cuaresma

Entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos gentiles; éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: «Señor, quisiéramos ver a Jesús». Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.

Jesús les contestó: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. Os aseguro, que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece así mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará. Ahora mi alma está agitada y, ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre, glorifica tu nombre».

Entonces vino una voz del cielo: «Lo he glorificado y volveré a glorificarlo». La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel. Jesús tomó la palabra y dijo: «Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí». Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.

Comentario: Rvdo. P. D. Ferrán Jarabo y Carbonell

Hoy, la Iglesia, en el último tramo de la Cuaresma, nos propone este Evangelio para ayudarnos a llegar al Domingo de Ramos bien preparados en vista a vivir estos misterios tan centrales en la vida cristiana. El Via Crucis es para el cristiano un "via lucis", el morir es un volver a nacer, y, más aún, es necesario morir para vivir de verdad.

En la primera parte del Evangelio, Jesús dice a los Apóstoles: «Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto» (Jn 12,24). San Agustín comenta al respecto: «Jesús se dice a Sí mismo "grano", que había de ser mortificado, para después multiplicarse; que tenía que ser mortificado por la infidelidad de los judíos y ser multiplicado para la fe de todos los pueblos». El pan de la Eucaristía, hecho de grano de trigo, se multiplica y se parte para ser alimento de todos los cristianos. La muerte del martirio es siempre fecunda; por esto, «quienes aman la vida», paradójicamente, la «pierden».

Cristo muere para dar, con su sangre, fruto: nosotros le hemos de imitar para resucitar con Él y dar fruto con Él. ¿Cuántos dan en silencio su vida por el bien de los hermanos? Desde el silencio y la humildad hemos de aprender a ser grano que muere para volver a la Vida.

El Evangelio de este domingo acaba con una exhortación a caminar a la luz del Hijo exaltado en lo alto de la tierra: «Y yo cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí» (Jn 12,32). Tenemos que pedir al buen Dios que en nosotros sólo haya luz y que Él nos ayude a disipar toda sombra. Ahora es el momento de Dios, ¡no lo dejemos perder! «¿Dormís?, ¡el tiempo que se os ha concedido pasa!» (San Ambrosio de Milán). No podemos dejar de ser luz en nuestro mundo. Como la luna recibe su luz del sol, en nosotros han de ver la luz de Dios.

domingo, 18 de marzo de 2012

REFLEXIONES PARA LA CUARESMA

Hemos seleccionado varias reflexiones que entendemos son oportunas para su lectura en este tiempo cuaresmal. Aunque no todas abundan en la Cuaresma propiamente dicha, sí están ligadas al pensamiento cristiano. Pertenecen a varios autores y de la mayor parte de ellas publicamos algunos fragmentos. Esperamos que sirvan para provecho de los hermanos.

Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la Cuaresma 2012 (Fragmento)

«Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras» (Hb 10, 24)

Queridos hermanos y hermanas:

La Cuaresma nos ofrece una vez más la oportunidad de reflexionar sobre el corazón de la vida cristiana: la caridad. En efecto, este es un tiempo propicio para que, con la ayuda de la Palabra de Dios y de los Sacramentos, renovemos nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario. Se trata de un itinerario marcado por la oración y el compartir, por el silencio y el ayuno, en espera de vivir la alegría pascual.

Este año deseo proponer algunas reflexiones a la luz de un breve texto bíblico tomado de la Carta a los Hebreos: «Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras» (10,24). Esta frase forma parte de una perícopa en la que el escritor sagrado exhorta a confiar en Jesucristo como sumo sacerdote, que nos obtuvo el perdón y el acceso a Dios. El fruto de acoger a Cristo es una vida que se despliega según las tres virtudes teologales: se trata de acercarse al Señor «con corazón sincero y llenos de fe» (v. 22), de mantenernos firmes «en la esperanza que profesamos» (v. 23), con una atención constante para realizar junto con los hermanos «la caridad y las buenas obras» (v. 24).

Asimismo, se afirma que para sostener esta conducta evangélica es importante participar en los encuentros litúrgicos y de oración de la comunidad, mirando a la meta escatológica: la comunión plena en Dios (v. 25). Me detengo en el versículo 24, que, en pocas palabras, ofrece una enseñanza preciosa y siempre actual sobre tres aspectos de la vida cristiana: la atención al otro, la reciprocidad y la santidad personal.

1. “Fijémonos”: la responsabilidad para con el hermano.

El primer elemento es la invitación a «fijarse»: el verbo griego usado es katanoein, que significa observar bien, estar atentos, mirar conscientemente, darse cuenta de una realidad. Lo encontramos en el Evangelio, cuando Jesús invita a los discípulos a «fijarse» en los pájaros del cielo, que no se afanan y son objeto de la solícita y atenta providencia divina (cf. Lc 12,24), y a «reparar» en la viga que hay en nuestro propio ojo antes de mirar la brizna en el ojo del hermano (cf. Lc 6,41). Lo encontramos también en otro pasaje de la misma Carta a los Hebreos, como invitación a «fijarse en Jesús» (cf. 3,1), el Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe. Por tanto, el verbo que abre nuestra exhortación invita a fijar la mirada en el otro, ante todo en Jesús, y a estar atentos los unos a los otros, a no mostrarse extraños, indiferentes a la suerte de los hermanos. Sin embargo, con frecuencia prevalece la actitud contraria: la indiferencia o el desinterés, que nacen del egoísmo, encubierto bajo la apariencia del respeto por la «esfera privada».

También hoy resuena con fuerza la voz del Señor que nos llama a cada uno de nosotros a hacernos cargo del otro. Hoy Dios nos sigue pidiendo que seamos «guardianes» de nuestros hermanos (cf. Gn 4,9), que entablemos relaciones caracterizadas por el cuidado reciproco, por la atención al bien del otro y a todo su bien. El gran mandamiento del amor al prójimo exige y urge a tomar conciencia de que tenemos una responsabilidad respecto a quien, como yo, es criatura e hijo de Dios: el hecho de ser hermanos en humanidad y, en muchos casos, también en la fe, debe llevarnos a ver en el otro a un verdadero alter ego, a quien el Señor ama infinitamente. Si cultivamos esta mirada de fraternidad, la solidaridad, la justicia, así como la misericordia y la compasión, brotarán naturalmente de nuestro corazón. El Siervo de Dios Pablo VI afirmaba que el mundo actual sufre especialmente de una falta de fraternidad: «El mundo está enfermo. Su mal está menos en la dilapidación de los recursos y en el acaparamiento por parte de algunos que en la falta de fraternidad entre los hombres y entre los pueblos» (Carta. enc. Populorum progressio [26 de marzo de 1967], n. 66).

La atención al otro conlleva desear el bien para él o para ella en todos los aspectos: físico, moral y espiritual. La cultura contemporánea parece haber perdido el sentido del bien y del mal, por lo que es necesario reafirmar con fuerza que el bien existe y vence, porque Dios es «bueno y hace el bien» (Sal 119,68). El bien es lo que suscita, protege y promueve la vida, la fraternidad y la comunión. La responsabilidad para con el prójimo significa, por tanto, querer y hacer el bien del otro, deseando que también él se abra a la lógica del bien; interesarse por el hermano significa abrir los ojos a sus necesidades. La Sagrada Escritura nos pone en guardia ante el peligro de tener el corazón endurecido por una especie de «anestesia espiritual» que nos deja ciegos ante los sufrimientos de los demás. El evangelista Lucas refiere dos parábolas de Jesús, en las cuales se indican dos ejemplos de esta situación que puede crearse en el corazón del hombre.

En la parábola del buen Samaritano, el sacerdote y el levita «dieron un rodeo», con indiferencia, delante del hombre al cual los salteadores habían despojado y dado una paliza (cf. Lc 10,30-32), y en la del rico epulón, ese hombre saturado de bienes no se percata de la condición del pobre Lázaro, que muere de hambre delante de su puerta (cf. Lc 16,19). En ambos casos se trata de lo contrario de «fijarse», de mirar con amor y compasión.

¿Qué es lo que impide esta mirada humana y amorosa hacia el hermano? Con frecuencia son la riqueza material y la saciedad, pero también el anteponer los propios intereses y las propias preocupaciones a todo lo demás. Nunca debemos ser incapaces de «tener misericordia» para con quien sufre; nuestras cosas y nuestros problemas nunca deben absorber nuestro corazón hasta el punto de hacernos sordos al grito del pobre. En cambio, precisamente la humildad de corazón y la experiencia personal del sufrimiento pueden ser la fuente de un despertar interior a la compasión y a la empatía: «El justo reconoce los derechos del pobre, el malvado es incapaz de conocerlos» (Pr 29,7). Se comprende así la bienaventuranza de «los que lloran» (Mt 5,4), es decir, de quienes son capaces de salir de sí mismos para conmoverse por el dolor de los demás. El encuentro con el otro y el hecho de abrir el corazón a su necesidad son ocasión de salvación y de bienaventuranza.

Ante las Elecciones al Parlamento Andaluz. Nota de los Obispos de las diócesis de Andalucía

1. Con motivo de las elecciones convocadas en la Comunidad autónoma de Andalucía para el próximo día 25 de marzo, los Obispos de las diócesis de Andalucía queremos llamar la atención sobre la importancia de participar responsablemente en ellas. Con esa participación se cumple el deber moral que todo ciudadano tiene en la búsqueda y afianzamiento del bien común de la sociedad en todo momento, pero particularmente en las situaciones de especial dificultad como ahora sucede. La delicada situación en la que vivimos, a causa de la crisis, que es de significado y de sentido de la vida, además de ser una crisis económica y financiera, exige de todos, electores y elegidos, una gran altura de miras más allá de los intereses de partido, sin escatimar esfuerzos que abran un camino de progreso y esperanza para las nuevas generaciones.

2. Al ofrecer estas orientaciones, en cumplimiento de nuestro deber como pastores del pueblo de Dios, deseamos prestar un servicio a los católicos y a cuantos quieran escucharnos, sin otra pretensión que ofrecer elementos morales de juicio a la hora de decidir el voto, del cual depende la consecución del bien común de la sociedad, fundado en los derechos fundamentales de las personas y grupos sociales. El ejercicio del voto es un derecho y un deber de cada ciudadano en una sociedad democrática. A este respecto, el Vaticano II afirma: “Todos los ciudadanos tienen el derecho y al mismo tiempo el deber de votar con libertad para promover el bien común” (GS 75). Por ser un acto del cual depende el modelo de gobierno que ha de dirigir y orientar la vida personal, familiar y social de los ciudadanos, pedimos a todos la participación responsable, eligiendo a los candidatos que, a su juicio, puedan afrontar y resolver mejor los problemas actuales de nuestra sociedad.

3. La importancia de la acción política, que debe estar orientada al establecimiento posible del progreso moral y del bienestar de la sociedad, permite esperar de los elegidos la competencia que requieren las actuales circunstancias; así como un alto sentido del deber en el ejercicio del poder político, que sólo puede desempeñarse con responsabilidad ética. Competencia y responsabilidad moral son factores que generan la necesaria confianza de los ciudadanos en quienes han de desempeñar las funciones de gobierno. Consideramos necesario tener presente algunos principios de la doctrina social de la Iglesia.

4. El derecho inviolable a la vida humana. Es necesario discernir en los programas de los partidos la garantía del derecho a la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural. Esto significa el rechazo al aborto, a la eutanasia, y al abandono de los ancianos, sin olvidar el apoyo a las mujeres que viven la espera de un hijo en situaciones difíciles.

5. La necesaria protección legal y económica del matrimonio como institución social, fundado en la unión estable de un varón y una mujer, y de la familia como ámbito natural de la crianza y educación de los hijos. Esto supone la promoción del trabajo y de la vivienda, así como la puesta en práctica de un programa de inserción laboral de los jóvenes en la sociedad, de especial urgencia en la situación social actual de crisis económica.

6. La tutela del derecho general a la educación, realizada al amparo legal de la libertad de enseñanza; y del derecho a la educación religiosa según las propias convicciones morales y religiosas de los padres, prevista en la Constitución. Hoy es particularmente necesario promover una educación que valore el aprendizaje y la formación humana mediante el esfuerzo y la disciplina, que promueva la búsqueda y el conocimiento de la verdad, así como los valores morales en los que se funda una vida honrada y la convivencia pacífica, y las virtudes que la hacen posible.

7. La defensa y la ayuda a los sectores más débiles de nuestra sociedad, entre los que se encuentran quienes carecen de trabajo, los jóvenes y los emigrantes. Urge promover las condiciones que hagan posible la productividad, la creación de nuevos puestos de trabajo sin soslayar el sentido de la justicia y de la solidaridad en la contratación laboral. Del mismo modo, es urgente la promoción de una opinión pública y una legislación respetuosa con la dignidad de los emigrantes.

8. El momento histórico nos pide a todos construir una vida social más justa y pacífica. Frente a la mentalidad tan extendida del derecho a la dádiva y de la subvención, se hace necesario promover la estima del trabajo y del sacrificio como medio justo de crecimiento personal y colectivo para el logro del bienestar. Frente a la corrupción y la mentira, urge promover la honradez, el respeto a la ley y la fidelidad a la palabra dada. Frente al consumismo desmedido, es preciso potenciar el sentido de la realidad y de la austeridad. Frente a la fragmentación y confrontación social, se ha de promover el valor humano y social de la reconciliación, el diálogo y la amistad entre las personas, aun cuando no compartan la misma concepción del ordenamiento social.

9. Finalmente, no podemos olvidar que a la hora de emitir el voto, sólo se hace posible la edificación de una sociedad más justa y pacífica actuando con inteligencia, libertad y responsabilidad.

En nuestra oración a Dios, nuestro Señor, encomendamos a todas nuestras familias y comunidades eclesiales que eleven preces al Señor, para que las próximas elecciones contribuyan al bien de nuestra sociedad, fundado en la verdad, la justicia, la libertad y la paz. Así lo pedimos cada día invocando a la Virgen María, Reina de la Paz.

Reflexión para la Cuaresma (Fragmento). Texto del Rvdo. P. José Pedro Manglano Castellary

Se trata de que hagas oración cada día. Todos los días puedes empezar el rato de oración con la "oración inicial para cada día"; después, leyendo con atención el "texto de cada día", charlas con Dios y con María; por último, terminar rezando la "oración final".

Dos ideas previas:

1. PROHIBIDO CORRER: Es corto; no tengas prisa en acabar. No es leer y ya está.

2. LO QUE NO ESTÁ ESCRITO: ¿Sabes qué es lo mejor de este texto? Lo que no está escrito y tú le digas; la conversación que tú, personalmente, tengas con Él.

Oración inicial para cada día

Señor mío, Jesucristo, creo firmemente que estás aquí; en estos pocos minutos de oración que empiezo ahora quiero pedirte y agradecerte.

PEDIRTE la gracia de darme más cuenta de que Tú vives, me escuchas y me amas; tanto, que has querido morir libremente por mí en la cruz y renovar cada día en la Misa ese sacrificio.

Y AGRADECERTE con obras lo mucho que me amas: ¡Tuyo soy, para ti nací! ¿qué quieres, Señor, de mí?

Oración final

No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor; muéveme el verte
clavado en la Cruz y escarnecido.
Muéveme ver tu cuerpo tan herido
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, de tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera;
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

Tesoro incalculable (Fragmento). Texto de Ernesto Romero

A todos nos gusta tener amigos: personas con las que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación...

Queremos tenerlos para no estar solos- aunque a veces sintamos la soledad incluso estando rodeados de gente- y vivir la vida más plenamente. Ya dejó escrito Aristóteles que "sin amigos nadie querría vivir aun cuando poseyera todos los demás bienes". El Diccionario de la RAE define la amistad como “afecto personal, puro y desinteresado, ordinariamente recíproco, que nace y se fortalece con el trato”. En ese afecto generoso y recíproco, que caracteriza la verdadera amistad, encontramos refugio y apoyo en nuestros infortunios, pues enriquece, fortalece y ensancha el corazón del hombre y le hace fuerte ante la adversidad.

Como es algo que valoramos mucho, le dedicamos tiempo y esfuerzo suficientemente aunque la amistad, de por sí, no se puede forzar. Por eso puede decirse que la amistad aparece siempre como un regalo, como un don que se recibe, ya que en cierto modo, llega cuando quiere y como quiere; no es programable; simplemente, surge.

La amistad es vivir otra vida además de la propia: vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque el verdadero amigo la quiere así, incondicionalmente, pues en él encontramos aceptación plena. Esa comunión espiritual que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin tener que dar explicaciones porque éstas no son necesarias para el mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti por ser tú... es un tesoro de un valor incalculable. Por lo mismo Cicerón dijo que “nada mejor ni más deleitoso hemos recibido de los dioses inmortales”. Y Martín Descalzo escribió en esta misma línea que “la verdad es que no se exagera cuando se dice que un buen amigo es un gran tesoro.

Pero ¡qué difícil encontrarlo y, sobre todo, qué difícil mantenerlo en la adversidad!”. Porque la prueba de fuego de una verdadera amistad pasa necesariamente por la tribulación, la soledad y el infortunio. “Las buenas fuentes -dice un proverbio chino- se conocen en las grandes sequías; los buenos amigos, en las épocas desgraciadas”. Y los serbios dicen que “no es en los banquetes, sino en las cárceles, donde se puede saber si un amigo es un buen amigo”.

Además, la amistad sincera, necesariamente ha de ser recíproca. Entre otros motivos, la razón por la cual muchas personas no tienen verdaderos amigos es porque se muestran tan parcas en dar como diligentes en recibir. Por otro lado, hay personas que con su actitud, su lenguaje y sus gestos repelen. Su personalidad orgullosa, quisquillosa y altanera les incapacita para la reflexión serena sobre sí mismos. El intolerante despiadado, mezquino y egoísta no saboreará nunca las delicias de una verdadera amistad.

Carta a Dios (Fragmento). Texto de José Luis Martín Descalzo

Porque eso es todo lo que tengo que decirte: gracias, gracias. Sí, desde la altura de mis cincuenta y cinco años, vuelvo mi vista atrás, ¿qué encuentro sino la interminable cordillera de tu amor? No hay rincón en mi historia en el que no fulgiera tu misericordia sobre mí. No ha existido una hora en que no haya experimentado tu presencia amorosa y paternal acariciando mi alma.

Ayer mismo recibía la carta de una amiga que acaba de enterarse de mis problemas de salud, y me escribe furiosa: «Una gran carga de rabia invade todo mi ser y me rebelo una vez y otra vez contra ese Dios que permite que personas como tú sufran.» ¡Pobrecita! Su cariño no le deja ver la verdad. Porque -aparte de que yo no soy más importante que nadie- toda mi vida es testimonio de dos cosas: en mis cincuenta años he sufrido no pocas veces de manos de los hombres. De ellos he recibido arañazos y desagradecimientos, soledad e incomprensiones. Pero de ti nada he recibido sino una interminable siembra de gestos de cariño. Mi última enfermedad es uno de ellos.

Me diste primero el ser. Esta maravilla de ser hombre. El gozo de respirar la belleza del mundo. El de encontrarme a gusto en la familia humana. El de saber que, a fin de cuentas, si pongo en una balanza todos esos arañazos y zancadillas recibidos serán siempre muchísimo menores que el gran amor que esos mismos hombres pusieron en el otro platino de la balanza de mi vida. ¿He sido acaso un hombre afortunado y fuera de lo normal? Probablemente. Pero ¿en nombre de qué podría yo ahora fingirme un mártir de la condición humana si sé que, en definitiva, he tenido más ayudas y comprensión que dificultades?

Y, además, tú acompañaste el don de ser con el de la fe. En mi infancia yo palpé tu presencia a todas horas. Para mí, tu imagen fue la de un Dios sencillo. Jamás me aterrorizaron con tu nombre. Y me sembraron en el alma esa fabulosa capacidad: la de saberme amado, la de experimentar tu presencia cotidiana en el correr de las horas. Hay entre los hombres -lo sé- quienes maldicen el día de su nacimiento, quienes te gritan que ellos no pidieron nacer. Tampoco yo lo pedí, porque antes no existía. Pero de haber sabido lo que sería mi vida, con qué gritos te habría implorado la existencia, y ésta, precisamente, que de hecho me diste.

Peregrino Mayor (Fragmento). Texto de Sebastián Núñez

Un año más y la santa Cuaresma llega. Y con ella empiezan a sucederse los Cultos en nuestras Cofradías de Jerez en honor de nuestro Señor Jesucristo y su santísima Madre; cuajada de Quinarios, Triduos y Septenarios, al igual que el azahar impregnará los naranjos de las calles de nuestra ciudad en la próxima primavera.

Y no es que la Hermandad nos convoca a los hermanos a dichos cultos a través de sus cartas con membretes, o correos electrónicos junto a la firma del Hermano Mayor y el Secretario, sino que es el mismo Jesús de Nazaret el que nos convoca a todos y cada uno de nosotros a participar de la mesa de la Palabra y de la Eucaristía; debiendo servirnos estas celebraciones como auténticos retiros espirituales que nos sirva para vivir el resto de la Cuaresma y la posterior Semana Santa en la cual celebramos la pasión, muerte y resurrección del Señor.

Sin embargo, creo que no somos conscientes del todo de esta llamada a la oración y a la reflexión, porque el número de hermanos que acuden a dichos actos litúrgicos es infinitamente menor al que debería de ser. Me refiero a que si una hermandad tiene unos 700 hermanos, por ejemplo; cuántos pueden acudir, ¿unos 70? La falta de tiempo, la disponibilidad de horario en el trabajo, el desdén, la pereza, el tiempo climatológico u otros compromisos se convierten en obstáculos para una asistencia mayoritaria de los mismos a dichas convocatorias. Esto se complica aún más, teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad cada vez más laica; unas veces impulsada por el propio Gobierno de turno; y otras veces por la actitud de nosotros los cofrades, que nos da igual ocho que ochenta. Pero ¡ojo!, no olvidemos que estamos bautizados y que esto nos compromete con el mensaje evangélico.

Cuaresma: Reflexión. Texto de Amín Cruz, Director General / Editorial del Periódico EL CAMINO, Arquidiócesis de New York.

En este momento de angustia y de guerra en que muchos hemos pensado en el fin del mundo o de la vida, Dios nos dice en su palabra que Él es el principio y el fin...

El fin de la vida cristiana es vivir intensamente el misterio Pascual, ministerio que celebramos en el acto central de nuestra liturgia, la Santa Misa. La cuaresma no es un tiempo sombrío y triste propia de una espiritualidad evasiva. La Cuaresma es la oportunidad de mirar a nuestras vidas, encontrar las zonas desérticas y crecer en la esperanzas de que el desierto puede florecer.

La Cuaresma es tu tiempo con Dios. Tiempo para desnudarte de tus afanes, de revisar tu vida, de adquirir el equilibrio cristiano, de rehabilitarte con fuerza y el optimismo de Dios. Es el camino a la Pascua de liberación con Cristo. La Cuaresma es tu tiempo con tu Dios. Aprovecha en estos momentos en que el fuerte llama a la guerra, tu rezar por la paz.

La vida del materialismo consumista nos ha llevado a menospreciar los valores del Reino, a disociar la fe de la vida, a olvidar que el hombre no vive solo de pan sino también de la palabra de Dios. En el fondo es la lucha del "ser" SOBRE EL "TENER".

EL "tener" nos lleva a la insolidaridad que se niega a compartir, nos convierte en limosneros en lugar de ser promotores del reparto de bienes y desarrolladores de dones y carisma. Nos lleva a la frustración existencial ante las nuevas necesidades creadas artificialmente. El "tener" subordina los bienes al hombre. Nos lleva a la desintegración total de nuestra existencia.

El "ser" es fundamentarse en la acción de Dios que nos crió. Básicamente es vivir en amor. Acercarse al hermano para extenderle una mano en su necesidad. Es considerar al otro, no como objeto de exploración sino como parte del proyecto de Dios y ese proyecto será incompleto si no uno mi "ser" al "ser" de mi hermano como realidad inseparable de mi existencia.

La cuaresma es tu tiempo para conocer el proyecto de Dios Padre quien en Cristo "trasforma nuestra condición humilde según el modelo de su condición divina" por eso la cuaresma es tiempo de gracia para hacer un alta en el camino y preguntarse a donde voy y con quien camino.

La oración es tu fuerza liberadora. Ahí escucharás las palabras del Señor, "si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y que me siga… Quien pierde su vida por mi, la salvará' (lc.9, 23) Los apóstoles, antes de la pasión del señor, seguían a Jesús pero era con sus criterios impregnado de un triunfalismo político. tu oración ha de ser un encuentro Pascual con tu Padre. Orar no es hablar de Dios sino hablar con Dios. Alábalo y glorifícalo y pídele que sepamos recibir sus bendiciones. Tu oración principal será el participar en la santa misa. Escucha la palabra y luego comulga con la palabra.

Para poder orar con confianza, confiesa tus pecados en el sacramento de la Reconciliación o confesión. Si reconoces tu pecado y pides perdón, habrás abierto la puerta de la sanación interior y, por ende, sanación física. Tras tu confesión vive reconciliado con tu hermano. Purificado de tu pecado crecerán en ti los sentimientos de fraternidad, paz, amor, alegría y generosidad.

Todos buscamos una sociedad más justa pero esperamos que el otro cambie. La realidad es que el mal está dentro de mí. Si yo no reconozco esto, nada cambiará dentro ni fuera de mí. Pero si tú cambias, habremos encontrado la llave que abrirá muchas puertas por las que podrán caminar innumerables hermanos…

Oremos y recemos por todos nuestros hermanos que se encuentran en situaciones difíciles, en guerra, depresión, angustia etc. Recemos por esos inocentes que mueren sin conocer el precio de la guerra y el hambre, oremos por nuestros soldados y héroes… Que Dios le bendiga y proteja.

Lectura del Santo Evangelio según San Juan 3, 14-21

4º Domingo de Cuaresma

En aquel tiempo dijo Jesús a Nicodemo: «Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del Hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.

Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que no se perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. Ésta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios»

Comentario del Rvdo. P. D. Juan A. Mateo

Hoy, la liturgia nos ofrece un aroma anticipado de la alegría pascual. Los ornamentos del celebrante son rosados. Es el domingo "laetare" que nos invita a una serena alegría. «Festejad a Jerusalén, gozad con ella todos los que la amáis...», canta la antífona de entrada.

Dios quiere que estemos contentos. La psicología más elemental nos dice que una persona que no vive contenta acaba enferma, de cuerpo y de espíritu. Ahora bien, nuestra alegría ha de estar bien fundamentada, ha de ser la expresión de la serenidad de vivir una vida con sentido pleno. De otro modo, la alegría degeneraría en superficialidad y majadería. Santa Teresa distinguía con acierto entre la "santa alegría" y la "loca alegría". Esta última es sólo exterior, dura poco y deja un regusto amargo.

Podemos vivir siempre contentos porque Dios nos ama locamente, tanto que nos «dio a su Hijo único» (Jn 3,16). Pronto acompañaremos a este Hijo único en su camino de muerte y resurrección. Contemplaremos el amor de Aquel que tanto ama que se ha entregado por nosotros, por ti y por mí. Y nos llenaremos de amor y miraremos a Aquel que han traspasado (Jn 19,37), y crecerá en nosotros una alegría que nadie nos podrá quitar.

La verdadera alegría que ilumina nuestra vida no proviene de nuestro esfuerzo. San Pablo nos lo recuerda: no viene de vosotros, es un don de Dios, somos obra suya (Col 1,11). Dejémonos amar por Dios y amémosle, y la alegría será grande en la próxima Pascua y en la vida. Y no olvidemos dejarnos acariciar y regenerar por Dios con una buena confesión antes de Pascua.

viernes, 16 de marzo de 2012

Reparto de Cédulas de Sitio

La distribución de fechas para el reparto de cédulas de sitio será la siguiente:

- Sábado 17 de marzo de 16:30 a 21:30 h: Hermanos que hicieron estación de penitencia el pasado año.

- Sábado 24 de marzo de 17:00 a 21:00 h: Hermanos de nueva incorporación.

Aquellos cofrades que, sólo por circunstancias de residencia, no les sea factible retirar su cédula de sitio durante el período anteriormente mencionado, deberán contactar con el hermano Secretario siempre antes del día 17 de Marzo.

NOTA IMPORTANTE: Recordamos que las cédulas de sitio serán repartidas de modo individual / personalizado. Asimismo, y para ejercitar la teologal virtud de la CARIDAD, todo hermano se impondrá el deber de acercarse a retirar la susodicha cédula / papeleta junto con algún litro de leche o aceite para poder paliar en alguna mínima medida las siempre tristes circunstancias de los necesitados.

Recordemos que gracias a la generosidad y deber para con la Iglesia del cuerpo de hermanos, ya logramos en la pasada Campaña de Navidad recoger 1.800 Kg que entregamos a Cáritas Parroquial de San Miguel y al Comedor El Salvador. De este modo, seguiremos honrando a nuestra Santa Madre Iglesia en las tan aconsejables prácticas cuaresmales de la mortificación, el ayuno y mayormente la virtud reina y única – de entre las teologales- que traspasa los límites escatológicos.

Viernes 16 de marzo: Cabildo General Ordinario Informativo de Salida Procesional

En virtud de lo tipificado en la Normativa Diocesana de Hermandades y Cofradías (Capítulo 6, Apartado 6.2, artículo 42), nuestra corporación celebrará, en su Sala Capitular en C/ Diego Fernández Herrera, 6 y 8, Cabildo General Ordinario ‘Informativo de Salida Procesional’ el viernes 16 de marzo, a las 21,00 horas en primera convocatoria y media hora después en segunda, con arreglo al siguiente:

ORDEN DEL DÍA

1. Invocación al Espíritu Santo.
2. Lectura del borrador del acta del Cabildo General Ordinario anteriormente celebrado y su aprobación si procediese.
3. Información relativa a la Estación de Penitencia de la Madrugada Santa.
4. Ruegos y preguntas.
5. Mensaje del Hermano Mayor, Acción de Gracias y oración por los hermanos cofrades difuntos.

Lo que tenemos el inigualable honor de comunicarle para su conocimiento y asistencia al mismo, rogándole la máxima puntualidad.

LA JUNTA DE GOBIERNO

domingo, 11 de marzo de 2012

Cinco Llagas y Yedra unidas por la Coronación de la Esperanza

Un precioso acto dedicado a la advocación de la Esperanza, en general, y a la Esperanza de la Yedra en particular.


La Hermandad de las Cinco Llagas celebró este pasado sábado, en la última sesión del Ciclo Memorial Manuel Martínez Arce una sentida convocatoria de homenaje y de adhesión a todas las vivencias y a los contenidos del proceso de la Coronación Canónica de la Esperanza de la Yedra. Manuel Martínez Arce fue un auténtico defensor de las advocaciones de la Esperanza desde sus más amplios prismas (de hecho no sólo propuso dicha advocación –propagando su devoción- para la Amantísima Titular de la entonces reorganizada Hermandad de las Cinco Llagas sino que además era bien conocida su particular “debilidad por otras Esperanzas” como la referida de la Yedra o la sevillanísima Esperanza Macarena).



Los cofrades de las Cinco Llagas ofrecieron el atril este pasado sábado a Ildefonso Roldán Martín y César Augusto Díaz Narváez –Hermano Mayor y Teniente Hermano Mayor respectivamente de la Junta de la Gobierno de la Hermandad de la Esperanza de la Yedra- para que trasmitiesen, participasen, contagiasen todos los mágicos preludios que han desembocado –o vienen desembocando- en la histórica noticia de esta Coronación Canónica tan esperada por la ciudad de Jerez. Tanto Ildefonso como César –quien además este último ha ejercido de instructor del expediente de la Coronación- explicaron con serenidad, con júbilo no escondido, con un muy agradable tono comunicativo, con implícito y explícito cariño incondicional hacia la Madre de Dios, cómo “la Coronación era un anhelo de la Hermandad desde tiempo inmemorial” pero que, oficialmente, “todo comenzó a fraguarse de un modo serio hace nueve años”. Detallaron la explicación de una Coronación Canónica desde un punto de vista histórico y teológico, y asimismo –apoyados en la proyección de un didáctico PowerPoint- el rito de la Coronación propiamente dicho.

Capítulo más emocionante cupo al reservado para la Coronación Canónica de Esperanza de la Yedra. Desglosaron los apartados más reseñables de los 13 volúmenes de los que consta el expediente de la Coronación –“de unas 480 páginas cada uno de ellos”- como las solicitudes y aprobaciones de los Cabildos de Oficiales y Generales, la Historia de la Hermandad, el patrimonio material mariano de la corporación, los favores (“o gracias derramadas o cuanto a muchos gustan de llamar milagros”), la acreditación de la devoción popular de la Imagen, marchas y calles y negocios con su nombre, vinculaciones y títulos, así como la cantidad inimaginable de adhesiones (incluida la propia de la ciudad a través de un Pleno Municipal).

Al término de la intervención, y de manos del Hermano Mayor de las Cinco Llagas Juan Lupión Villar, los dirigentes de la cofradía de La Plazuela recibieron una fotografía en blanco y negro, enmarcada, de María Santísima de la Esperanza. Posteriormente los cofrades de ambas Hermandades brindaron con un jerez de honor prosiguiendo en animada tertulia los afectos recíprocos que ambas instituciones se profesan y el anunciado deseo de continuar celebrando conjuntamente encuentros de confraternización.

Lectura del Santo Evangelio según San Juan 2, 13-25

3er Domingo de Cuaresma

Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, les echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: «Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre».

Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora». Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras para obrar así?». Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré». Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?». Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.

Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.

Comentario del Rvdo. P. D. Luis Raventós

Hoy, cercana ya la Pascua, ha sucedido un hecho insólito en el templo. Jesús ha echado del templo el ganado de los mercaderes, ha volcado las mesas de los cambistas y ha dicho a los vendedores de palomas: «Quitad esto de aquí. No hagáis de la Casa de mi Padre una casa de mercado» (Jn 2,16). Y mientras los becerros y los carneros corrían por la explanada, los discípulos han descubierto una nueva faceta del alma de Jesús: el celo por la casa de su Padre, el celo por el templo de Dios.

¡El templo de Dios convertido en un mercado!, ¡qué barbaridad! Debió comenzar por poca cosa. Algún rabadán que subía a vender un cordero, una ancianita que quería ganar algunos durillos vendiendo pichones..., y la bola fue creciendo. Tanto que el autor del Cantar de los cantares clamaba: «Cazadnos las raposas, las pequeñas raposas que devastan las viñas» (Cant 2,15). Pero, ¿quién hacía caso de ello? La explanada del templo era como un mercado en día de feria.

-También yo soy templo de Dios. Si no vigilo las pequeñas raposas, el orgullo, la pereza, la gula, la envidia, la tacañería, tantos disfraces del egoísmo, se escurren por dentro y lo estropean todo. Por esto, el Señor nos pone en alerta: «Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!» (Mc 13,37).

¡Velemos!, para que la desidia no invada la conciencia: «La incapacidad de reconocer la culpa es la forma más peligrosa imaginable de embotamiento espiritual, porque hace a las personas incapaces de mejorar» (Benedicto XVI).

¿Velar? -Intento hacerlo cada noche- ¿He ofendido a alguien?, ¿son rectas mis intenciones?, ¿estoy dispuesto a cumplir siempre y en todo la voluntad de Dios?, ¿he admitido algún tipo de hábito que desagrade al Señor? Pero, a estas horas, estoy cansado y me vence el sueño.

-Jesús, tú que me conoces a fondo, tú que sabes muy bien qué hay en el interior de cada hombre, hazme conocer las faltas, dame fortaleza y un poco de este celo tuyo para que eche fuera del templo todo aquello que me aparte de ti.

sábado, 10 de marzo de 2012

Los catequistas de la diócesis de Asidonia-Jerez iniciarán mañana sábado en Sanlúcar de Barrameda una serie de encuentros para preparar la Cuaresma

El calendario preparado por la Delegación Diocesana de Catequesis para la preparación del presente tiempo litúrgico se pone en marcha este sábado día 10 de marzo en la sanluqueña parroquia de Nuestra Señora del Carmen. Otros tendrán lugar el jueves día 14 en El Puerto de Santa María y el 24 de marzo en Jerez.

La Delegación Diocesana de Catequesis brinda a todos los catequistas de Asidonia-Jerez la oportunidad de prepararse durante esta Cuaresma para la próxima llegada de la Pascua por medio de una serie de encuentros que se repartirán por tres puntos. Pese a que se contempla esa presencia en diversos arciprestazgos, todos pueden acudir a cualquiera de ellos.
El programa previsto por el responsable de la Delegación, el sacerdote Antonio Manuel Durán Borrego, es el siguiente:

- Sábado 10 de Marzo , RETIRO DE CUARESMA DE CATEQUISTAS, DEL ARCIPRESTAZGO PERTENECIENTE A SANLÚCAR DE BARRAMEDA. (LUGAR: Parroquia del Carmen de Sanlúcar. HORARIO: 10.30-13.00. la reflexión-meditación a cargo de D. José Palomas).ABIERTO A TODOS LOS CATEQUISTAS DE LA DIÓCESIS.

- Jueves 14 de Marzo, ENCUENTRO FORMATIVO DE CATEQUISTAS DE INICIACIÓN CRISTIANA. ( LUGAR: Parroquia de San José Obrero del Puerto de Santa María. HORARIO: 17.00-19.00 , Tema: “liturgia y celebración en la catequesis”. A cargo de María Luisa García y Angelita Gómez (Coautoras del libro “Pedagogía de la Fe” ). ABIERTO A TODOS LOS CATEQUISTAS DE LA DIÓCESIS.

- Sábado 24 de Marzo, Retiro de LOS CATEQUISTAS DE TODA LA DIÓCESIS, (LUGAR: Colegio de la Compañía de María, compartido con los seminaristas de la diócesis: HORARIO: 10.30-13.30, terminaremos con la celebración de la Eucaristía, y a continuación llevamos algo de comer y beber para compartir juntos el almuerzo, la reflexión-meditación a cargo de D. Ignacio Gaztelu).

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Fuente: Delegación de Medios de Comunicación Social. Redacta: Gabriel Álvarez Leiva

viernes, 9 de marzo de 2012

“Las Hermandades de Jerez, a día de hoy, están faltas de cofrades como Manuel Martínez Arce”







La segunda sesión del Ciclo Memorial Manuel Martínez Arce reunió en una antológica mesa redonda moderada por el periodista Francisco Abuín a Francisco Fernández García Figueras, Francisco Garrido Arcas y Ramón Anguita Frías

Este próximo sábado a las 20,30 horas finalizará el mencionado ciclo con una exposición explicativa de la Hermandad de la Yedra del proceso y las vivencias que preceden a la Coronación Canónica de Nuestra Señora de la Esperanza

La Hermandad de las Cinco Llagas sigue profundizando en la trayectoria personal, religiosa, intelectual y cofradiera de uno de sus cofrades más preclaros: Manuel Martínez Arce. El ciclo, de periodicidad anual, que viene desarrollándose en su memoria alcanza en la presente edición un alto grado de homenaje corporativo, de reconocimiento público, de conservación de un legado con nombre propio. A la sentida charla que su único hijo –y cofrade veteranísimo de las Llagas- Manuel Martínez Cano pronunciase en la sesión inaugural de estas jornadas de conferencias cofradieras, se unió el pasado viernes una mesa redonda cuyo contenido satisfizo a todas las personas concurrentes. Bajo la atinada moderación del periodista y también cofrade de las Cinco Llagas y de la Vera-Cruz Francisco Abuín Valle, intervinieron el fundador de la Defensión y académico Francisco Fernández García-Figueras, el ex presidente del Consejo de la Unión de Hermandades y antiguo Hermano Mayor de la Amargura y también académico Francisco Garrido Arcas y el veterano cofrade de las Cinco Llagas Ramón Anguita Frías.

Cabe destacar que al acto asistió una representación de la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Coronación (corporación a la que también perteneció muy entregadamente durante décadas “don Manuel”), con su Hermano Mayor Javier Lucena Ortega al frente, así como antiguos conocidos y entrañables amigos de Martínez Arce tales como Francisco Troncoso o José Pacheco. El desarrollo de la mesa redonda –pese a prolongarse hora y media aproximadamente- se hizo corta a tenor de las brillantísimas intervenciones de cada contertulio y de la pronta compenetración existente con el auditorio. Hubo descripción personal, análisis histórico de la época, guiños de excelente humor y todo un anecdotario que emocionó con hondura de sentimientos a flor de piel a cuantos escuchaban las distintas vivencias de quienes ocupaban la mesa presidencial.

En una puntual y antológica intervención de Francisco Fernández García-Figueras quedó retratada -con mano maestra y al amparo de una prodigiosa memoria analítica de la intrahistoria jerezana- la influencia y la ejecutoria de Manuel Martínez Arce en un tiempo y en un espacio muy definido. Desde aquella bendita casualidad de encarnar al primer nazareno de firmara en el oficial control de la recién constituida Carrera Oficial como diputado de Cruz de Guía de la Hermandad de la Coronación hasta el predicamento del mensaje visionario que ya esbozara en la presentación del Pregón de la Semana Santa de Jerez del año 1968. Fernández García-Figueras dictó un inteligentísimo paralelismo entre la andadura y la trayectoria de Martínez Arce y cómo sus logros y sus éxitos fueron alimentando a la misma vez no pocos capítulos muy destacables de la vida social y religiosa de Jerez. Mención aparte merece el calificativo que dedicó a la cofradía de las Llagas como “la más urbana de la ciudad” porque “asombrosamente habéis sabido implantar la seriedad y el silencio en un instante de estallido de luz y de bullicio como es la Plaza Esteve –que huele a churros, que intensifica su electricidad- allá cuando a las tres menos cuarto de la Madrugada acoge a una multitud totalmente agolpada. Ese contraste, esa mentalización con la que toda la muchedumbre responde, esa convivencia que la cofradía propone… es algo ciertamente maravilloso”.

Fue quizá Francisco Garrido Arcas, amigo íntimo y leal de Manuel Martínez Arce, quien más ahondara en su personalidad, en los acaecimientos de mayor o menor trascendencia biográfica y en la enorme categoría cristiana y semanasantera de una impronta sin parangón, “cercano a todos y maestro de cofrades”. Para Garrido “la primera felicitación de esta noche debe dirigirse a la actual Junta de Gobierno de esta Hermandad de las Cinco Llagas por rescatar y conservar y mantener la memoria de uno de sus más destacados predecesores. Sobre todo en un mundo como el actual, donde el relativismo impone sus leyes, donde el pasado y la historia poco importan, donde la falta de respeto y consideración hacia nuestros orígenes están a la orden del día, donde el olvido a veces parece premeditado. Esta postura de las Cinco Llagas merece todos los elogios”.

Francisco Garrido indicó que, “pese a su primera apariencia de hombre rígido, austero, solemne, sin embargo Martínez Arce era una persona muy entrañable y muy tierna en el tú a tú, todo un señor en el más amplio sentido de la palabra, educado y respetuoso y además muy entregado a compartir su sabiduría cofradiera con todos aquellos jóvenes que le solicitaran consejo y respuesta. Era un cofrade de una formación sorprendente. Tanto litúrgica como en lo referente al canon de las cofradías. Fue un adelantado, además, en muchos aspectos. Escribía de maravilla, con una prosa rítmica que encandilaba, a la par que manejaba bien los versos. En la Hermandad de las Cinco Llagas lo fue todo, admirado y respetado por los hermanos. Ahora bien, y haciendo honor a la verdad, debo deciros que en los años setenta esta hermandad, la hermandad de sus amores, cometió una tremenda injusticia con él, tremendísima, hasta el punto que tuvo que retirarse de su seno interno después de décadas de entrega incondicional. Puedo decir que, entonces, y en su despacho de Publixerez, yo vi llorar a Martínez Arce con el corazón encogido como un niño chico”.

Ramón Anguita recordó cómo conoció a Martínez Arce en la Hermandad de la Coronación, aunque luego coincidieran de lleno en la Hermandad de las Cinco Llagas, y cómo además también trabajó mucho por otras cofradías y por la Semana Santa en general. Por ejemplo en los inicios de la Hermandad de la Cena o, a través del también cofrade de las Cinco Llagas José Soto Ruiz, en los inicios de la Hermandad de la Defensión. En el transcurso del debate salieron a flote nombres de destacados cofrades como el primer Hermano Mayor de las Cinco Llagas después de la reorganización –“un nombre hoy importantísimo para la Iglesia- Pedro Guerrero González u otros tales Pepe Gómez, Gonzalo Baquero, el mencionado José Soto Ruiz e incluso Ramón Chaveli –“el autor de las imágenes más besadas de Jerez”-. Con motivo de esta mesa redonda, y como dedicatoria a la memoria de Manuel Martínez Arce, Francisco Garrido Arcas entregó dos obsequios a la Hermandad de las Cinco Llagas: una carta personal que el propio Martínez Arce cursara a Garrido Arcas después del Pregón de la Semana Santa de este último y un original enmarcado del cartel oficial de la Semana Santa de Jerez de 1963 que recoge el silente momento de la salida del palio de María Santísima de la Esperanza desde el interior de San Francisco en la intimidad de la Madrugada Santa.

domingo, 4 de marzo de 2012

Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 9, 2-10

2º Domingo de Cuaresma

Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo.

Se les aparecieron Elías y Moisés conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres chozas, una para ti otra para Moisés y otra para Elías». Estaban asustados y no sabía lo que decía.

Se formó una nube que los cubrió y salió una voz de la nube: «Éste es mi Hijo amado; escuchadlo». De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie lo que habéis visto hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos». Esto se les quedó grabado y discutían qué querría decir aquello de resucitar de entre los muertos.

Comentario del Rvdo. P. D. Jaime González

Hoy contemplamos la escena «en la que los tres apóstoles Pedro, Santiago y Juan aparecen como extasiados por la belleza del Redentor» (Juan Pablo II): «Se transfiguró delante de ellos y sus vestidos se volvieron resplandecientes» (Mc 9,2-3). Por lo que a nosotros respecta, podemos entresacar un mensaje: «Destruyó la muerte e irradió la vida incorruptible con el Evangelio» (2Tim 1, 10), asegura san Pablo a su discípulo Timoteo. Es lo que contemplamos llenos de estupor, como entonces los tres Apóstoles predilectos, en este episodio propio del segundo domingo de Cuaresma: la Transfiguración.

Es bueno que en nuestro ejercicio cuaresmal acojamos este estallido de sol y de luz en el rostro y en los vestidos de Jesús. Son un maravilloso icono de la humanidad redimida, que ya no se presenta en la fealdad del pecado, sino en toda la belleza que la divinidad comunica a nuestra carne. El bienestar de Pedro es expresión de lo que uno siente cuando se deja invadir por la gracia divina.

El Espíritu Santo transfigura también los sentidos de los Apóstoles, y gracias a esto pueden ver la gloria divina del Hombre Jesús. Ojos transfigurados para ver lo que resplandece más; oídos transfigurados para escuchar la voz más sublime y verdadera: la del Padre que se complace en el Hijo. Todo en conjunto resulta demasiado sorprendente para nosotros, avezados como estamos al grisáceo de la mediocridad. Sólo si nos dejamos tocar por el Señor, nuestros sentidos serán capaces de ver y de escuchar lo que hay de más bello y gozoso, en Dios, y en los hombres divinizados por Aquel que resucitó entre los muertos.

«La espiritualidad cristiana -ha escrito Juan Pablo II- tiene como característica el deber del discípulo de configurarse cada vez más plenamente con su Maestro», de tal manera que -a través de una asiduidad que podríamos llamar "amistosa"- lleguemos hasta el punto de «respirar sus sentimientos». Pongamos en manos de Santa María la meta de nuestra verdadera "trans-figuración" en su Hijo Jesucristo.

jueves, 1 de marzo de 2012

Eucaristía en memoria de NHD Ramón Guerrero González

Mañana viernes 2 de marzo a las 20:00 h en la Iglesia Conventual de San Francisco se celebrará Eucaristía en memoria de NHD Ramón Guerrero González, número 1 de nuestra Hermandad, recientemente fallecido.

Tras la Eucaristía, y como viene siendo tradicional cada viernes de Cuaresma, se realizará piadoso ejercicio del Via Crucis organizado por nuestra Hermandad de las Cinco Llagas.

La Junta de Gobierno ruega a todos los hermanos su asistencia.

Viernes 2 de marzo a las 21:30 h: Ciclo Memorial Martínez Arce con Mesa Redonda

Recordemos que el VII Ciclo Memorial Martínez Arce continúa el próximo viernes 2 de marzo a las 21:30 h en nuestra Sala Capitular (C/ Diego Fernández Herrera, 6 y 8) con la Mesa Redonda ‘A la luz de un cofrade ejemplar: tributo a don Manuel Martínez Arce’ en la que intervendrán:

- Don Francisco Fernández García-Figueras (Cofrade fundador de la Defensión, Presidente de Honor de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras, Medalla de Honor del Instituto de Reales Academias de Andalucía y amigo personal que fue de don Manuel Martínez Arce).

- Don Francisco Garrido Arcas (Cofrade de la Amargura de Jerez y del Gran Poder de Sevilla –ha desempeñado, entre otros, los cargos de Presidente del Consejo de la Unión de Hermandades de Jerez y Hermano Mayor de la Amargura-, publicista, Académico de Número de la de San Dionisio y amigo personal que fue de don Manuel Martínez Arce).

- Don Andrés Luis Cañadas Machado (Académico de número de la de San Dionisio siendo secretario de la misma, periodista y amigo personal que fue de don Manuel Martínez Arce).

- Modera e interviene: Don Francisco Abuín Valle (Periodista y cofrade veterano de las Cinco Llagas quien, además, ocupó cargo de Hermano Mayor en su Hermandad de la Vera-Cruz).

Nota importante: Por un reajuste en las fechas, la tercera sesión del Ciclo Memorial Martínez Arce se traslada del sábado 3 de marzo al sábado 10 de marzo donde a las 21’00 horas en nuestra Sala Capitular (C/ Diego Fernández Herrera, 6 y 8), Don Ildefonso Roldán Martín, Hermano Mayor de la Hermandad de Yedra hablará sobre El proceso de Coronación de Nra. Sra. de la Esperanza.