Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

viernes, 31 de marzo de 2017

Recordatorio: Esta tarde, a partir de las 20,30 y en San Francisco, piadoso ejercicio del Via Crucis





Nuestra Hermandad de las Cinco Llagas asiste a la presentación oficial de los horarios e itinerarios de la Semana Santa de 2017 en El Corte Inglés



Nuestra Hermandad estuvo representada por nuestro hermano mayor,  D. Rafael Cordero Jaén y por N. H. D. Marco Antonio Velo García, oficial de la Junta de Gobierno.

Nuestro Hermano Mayor, don Rafael Cordero, asiste en el Ayuntamiento a una reunión con la Sra. Alcaldesa y algunos técnicos municipales




El portal Cofrademania se hace eco de la adquisición de nuestra Hermandad de la personal bendición de S.S. Pío XI al venerable Pedro Guerrero




La Diputación Mayor de Gobierno de nuestra querida Hermandad agradece el ejemplar comportamiento de los hermanos en el reparto y entrega de cédulas de sitio




El Grupo Infantil de las Cinco Llagas ya demuestra sus habilidades en la confección de nazarenos de papel








Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

V Domingo de Cuaresma -  de Pasión (ciclo A)
Llamados a la vida eterna

El Evangelio de este domingo relata las consecuencias de la resurrección de Cristo y su victoria sobre la muerte. Tras haber visto a Cristo como agua, prometiendo un agua que sacia para siempre la sed, y como luz, afirmando ser «la luz del mundo», hoy contemplamos a Jesús como «la resurrección y la vida». Estos tres aspectos han conformado durante siglos el núcleo del itinerario catequético de los que iban a ser bautizados en la noche de Pascua. Al igual que en las semanas anteriores se hablaba de dos tipos de agua y de luz, la física y la que trae Jesús, también hoy aparecen dos tipos de vida. Jesús devuelve la vida física a Lázaro. No obstante, a través de este signo, el último antes de que los sumos sacerdotes decidieran matarlo, nos muestra que posee una vida de índole superior a la meramente física. Ciertamente, el hombre huye de la muerte. Sin embargo, también somos conscientes de que una vida física sin fin no tendría sentido. Por una parte, comprendemos que no podemos esperar una prolongación infinita de la vida biológica y, por otra, deseamos una vida sin fin. Cuando el Señor afirma «yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá», alude a una vida de orden distinto y que supera la idea de una vida terrena interminable. El Evangelio de san Juan afirma: «Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia» (Jn 10,10). El Señor habla de la esencia de la vida, no de la duración ni de las condiciones físicas.
Jesús es la novedad absoluta, que irrumpe y derriba el muro de la muerte. Puesto que Cristo es vida eterna, la muerte no tiene dominio sobre él. La resurrección de Lázaro es signo de su señorío total sobre la muerte física. De hecho, Jesús considera la muerte como un sueño: «Lázaro, nuestro amigo, está dormido; voy a despertarlo». Del mismo modo que existe una vida física y la vida que nos trae el Señor, también existe otra muerte diversa de la física, la muerte espiritual. El pecado la provoca y para vencerla Cristo sufrió la cruz.

El reconocimiento como Señor
En el fragmento de este domingo es llamativa la fe de Marta. Cuando llega Jesús, le sale al encuentro y le dice: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá». Para entender esto, hemos de situarnos en el lugar de esta mujer. No es fácil conservar tal fe en circunstancias tan dolorosas, ya que el dolor y la tristeza son enormes. Marta es, pues, un ejemplo de confianza en Jesucristo. Al igual que la samaritana pedía el agua verdadera y el ciego de nacimiento confesaba su fe en el Señor, Marta también responde ante la pregunta que le plantea el Señor: «Yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios». Esta afirmación está reconociendo ya a Jesús como vencedor de la muerte. Y está en la línea de la aclamación Kyrie eleison del principio de la celebración eucarística. Para Marta, como para los cristianos, Jesús supera la imagen del maestro, del profeta o del ejemplo de moral. Es reconocido como Señor porque, con su pasión, muerte y resurrección, ha vencido a la muerte y, como Señor glorioso, es la vida y nos comunica esa vida verdadera a través de los sacramentos. Por eso, los primeros escritores cristianos llamaron a la Eucaristía medicina de inmortalidad. A través de ella se nos está dando la vida verdadera, que supera el tiempo y el espacio.



  Daniel A. Escobar Portillo
 Delegado episcopal de Liturgia Adjunto de Madrid




Evangelio

En aquel tiempo, las hermanas le mandaron recado a Jesús diciendo: «Señor, al que tú amas está enfermo». Jesús, al oírlo, dijo: «Esta enfermedad no es para la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella». Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo se quedó todavía dos días donde estaba. Solo entonces dijo a sus discípulos: «Vamos otra vez a Judea». Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado.
Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá». Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará». Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección en el último día». Jesús le dijo: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?». Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».
Jesús preguntó: «¿Dónde lo habéis enterrado?». Le contestaron: «Señor, ven a verlo». Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban: «¡Cómo lo quería!». Pero algunos dijeron: «Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que este muriera?». Jesús, conmovido de nuevo en su interior, llegó a la tumba. Era una cavidad cubierta con una losa. Dijo Jesús: «Quitad la losa». Marta, la hermana del muerto, le dijo: «Señor, ya huele mal porque lleva cuatro días». Jesús le replicó: «¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?». Entonces quitaron la losa. Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: «Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado». Y dicho esto, gritó con voz potente: «Lázaro, sal afuera». El muerto salió, los pies y las manos atadas con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: «Desatadlo y dejadlo andar».
Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.

Juan 11, 3-7, 17. 20-27. 34-45




lunes, 27 de marzo de 2017

La Hermandad de las Cinco Llagas suma a su patrimonio el valiosísimo documento de 1929 de la personal Bendición del Papa Pío XI a quien fuese primer Hermano Mayor de esta cofradía tras su reorganización Pedro Guerrero González



Fruto de la generosa donación de la familia Cuesta Romero, fue presentada, enmarcada, al cuerpo de hermanos durante el desarrollo del reciente Cabildo General Ordinario Informativo de Estación de Penitencia celebrado el pasado jueves día 23 de los corrientes

La Hermandad de las Sagradas Cinco Llagas ha rescatado y sumado para su inventario y patrimonio -fruto de una muy generosa donación de la familia Cuesta Romero- el valiosísimo documento original de la bendición personal y que de puño y letra concediera en el año de gracia del Señor de 1929 el Papa Pío XI a Pedro Guerrero González, primer hermano mayor, tras su reorganización en 1939, de esta Hermandad y Cofradía y quien desempeñase ejemplar y eficazmente tan digno cargo durante los años que precedieron a la fecha de su primer canto de Santa Misa como sacerdote jesuita. Este documento posee una profunda raigambre histórica y emocional para los cofrades de las Cinco Llagas -por cuanta admiración y seguimiento se profesa en el seno de la corporación a la vida y obra del Siervo de Dios padre Pedro Guerreo y asimismo por la larga y fructífera y leal vinculación y pertenencia de toda la familia Guerrero González a la nómina de hermanos excelsos de esta cofradía -no en balde Ramón y Manuel Guerrero González desempeñaron máximos cargos representativos de la Junta de Gobierno durante los años cuarenta y cincuenta así como la implicación del también familiar Carlos González Rivero-. La bendición de Pío XI fue presentada, debidamente enmarcada, al cuerpo de hermanos durante la celebración del reciente Cabildo General Ordinario Informativo de Estación Penitencial celebrado en su sala capitular el pasado jueves día 23 de los corrientes.






La Hermandad de las Cinco Llagas se hace presente en la Función Principal de la del Nazareno




Nuestra Hermandad estuvo representada por nuestro hermano mayor,  D. Rafael Cordero Jaén.

sábado, 25 de marzo de 2017

A la venta las entradas del documental "Pasión y Palabra, memorias cofrades jerezanas"




La Unión de Hermandades colabora con la Plataforma Pro-Restauración de la Basílica de la Merced en el acto de presentación y proyección del documental "Pasión y Palabra, memorias cofrades jerezanas", de Jesús Salido que tendrá lugar en la Sala Compañía el próximo viernes 31 de marzo a las 20.00 horas.
  
Las entradas están ya a la venta al precio de 3€ en el comercio Azul Stoque en la Calle Honda de nuestra ciudad, para todos aquellos interesados en asistir a la misma. Igualmente aquellas personas que quieran comprar el vídeo de esta película se pondrá a la venta conjuntamente con la entrada al acto a un precio de 10€.   

viernes, 24 de marzo de 2017

La mañana del próximo domingo día 26, Retiro de Cuaresma




Se llevará a cabo en el Convento de MM Clarisas (c/ Barja) desde las 11,00 horas y dirigido por el P. Ángel Angulo, O.F.M., terminando a las 12,30 con la Santa Misa del día.

Están todos invitados a aprovechar este momento único de meditación  en el ecuador de la Cuaresma.

jueves, 23 de marzo de 2017

Recordatorio: Mañana viernes a las 20,30 en San Francisco, Piadoso Ejercicio del Via Crucis




Recordatorio: el próximo sábado día 25 de los corrientes, reparto de cédulas de sitio





Hermanos de nueva incorporación para la próxima Madrugada Santa 2016: sábado 25 de marzo de 17,30  a 21,30 horas. Casa de Hermandad.

La estimación cuantitativa de la cédula de sitio comporta un valor meramente simbólico -siempre en honesta sujeción a las posibilidades económicas de cada hermano-, aunque no obstante la Junta de Señores Oficiales proponga la cantidad orientativa de 20 EUROS. Es importante constatar que las cédulas de sitio serán repartidas y despachadas de modo individual con el propósito además de que los hermanos puedan confiar y transmitir en la mayor privacidad posible aquellas circunstancias personales propias -y nunca ejerciendo de intermediario o de portavocía de terceros- que consideren de necesaria comunicación. 

Los hermanos que se encuentren en situación de desempleo y atraviesen estrecheces económicas estarán exentos de sufragar dicha cédula de sitio.

Ahora bien: instamos vivamente a los hermanos que –por determinadas circunstancias específicas- no realicen Estación de Penitencia, colaboren económicamente con los gastos que conlleva la salida procesional de la Madrugada del Viernes Santo retirando al efecto una simbólica Cédula de Sitio Solidaria que en muy mucho contribuirá a favor de los afrontes de tesorería ante tan crucial y tradicional testimonio de catequesis pública.

Asimismo, y para ejercitar la teologal virtud de la CARIDAD, todo hermano se impondrá el deber de acercarse a retirar dicha cédula /papeleta junto con algún litro de leche o leche infantil, o algún alimento no perecedero para poder paliar en alguna mínima medida los siempre tristes pormenores de los más desfavorecidos.

Respecto a la petición de cruces y promesas, de todos es bien conocido que la Cofradía estacionará con un número máximo de diez cruces de penitencia y que, bajo ningún concepto o motivo aparentemente justificado, se entregará una más. En este sentido, nuestros cofrades dilucidarán que sus promesas se pueden plasmar de muchos modos o formas. Una de ellas, edificantísima, no es sino continuar aquella consuetudinaria costumbre de nuestros primeros cortejos penitenciales, cuya práctica totalidad de nazarenos tenían a bien besar con sus pies descalzos el frío asfalto de la Madrugada. Ténganse no obstante muy en cuenta las palabras del Venerable Papa Pío XII en su carta encíclica Mystici Corporis Christi: “Misterio verdaderamente tremendo y que jamás se meditará bastante: Que la salvación de muchos dependa de las oraciones y voluntarias mortificaciones de los miembros del Cuerpo Místico de Cristo”.

Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

IV Domingo de Cuaresma -  de Laetare (ciclo A)
La luz del mundo

Según el pensamiento de la tradición religiosa de la época de Jesús, cuando una persona tenía alguna limitación física importante, se daba por supuesto que la causa era el pecado suyo o de sus padres. Por el contrario, el Señor, ante la limitación y el sufrimiento humano, no piensa en las culpas de quien padece la enfermedad, sino en que toda persona ha sido llamada por Dios a la vida y es una ocasión para que la misericordia, el amor y el poder de Dios se manifiesten. El propio gesto que realiza Jesús este domingo hace referencia a la creación del hombre. Él toma tierra y, con saliva, hace barro, para después untarlo en los ojos del ciego. También el hombre ha sido modelado con las manos de Dios, a quien le ha insuflado la vida. En definitiva, el pasaje que hoy tenemos ante nosotros quiere poner de manifiesto que cada acción concreta del Señor está cumpliendo una nueva creación; una obra que no se circunscribirá a la curación física, sino que propiciará por parte del ciego el reconocimiento hacia Cristo como Señor y como «luz del mundo», a través de un proceso que implica lo más profundo de la persona.

Un acontecimiento real
La narración de la escena es bastante realista y refleja el orden lógico de los acontecimientos. En primer lugar, encontramos un suceso real. El ciego «fue, se lavó y volvió con vista». El propio ciego, más adelante, afirmará: «Solo sé que yo era ciego y ahora veo». Simplemente se describe una realidad. La escena evangélica narra un hecho constatable. Prueba de ello es el siguiente paso del relato, que se resumiría en la sorpresa y la admiración ante el acontecimiento: «¿No es ese el que se sentaba a pedir?». Verdaderamente, se ha producido algo inaudito. Las valoraciones sobre lo ocurrido solo podrán hacerse partiendo del mismo suceso. Esta observación no es insignificante, por obvia que parezca. A menudo se presenta la fe como un conjunto de creencias, sin un fundamento en la realidad. Ello es peligroso, puesto que da pie a considerar la fe como algo irracional. Y esta es, en cierta medida, la causa de que no falten corrientes de pensamiento que consideran ridículo que el hombre actual crea. El Evangelio de hoy nos hace caer en la cuenta de que la realidad de los sucesos no puede quedar nunca en segundo plano.

El paso hacia la fe
A partir del hecho real –el paso de la ceguera a poder ver– el ciego de nacimiento experimentará una evolución que le llevará al reconocimiento de Jesús como Señor. Con ello se nos manifiesta que la fe es habitualmente un proceso gradual: en primer lugar, se produce un encuentro con Jesús, a quien el ciego reconoce como una persona entre las demás; después lo considera un profeta; por último, sus ojos son capaces de abrirse totalmente y proclamarlo «Señor». Este es el instante en el que este hombre percibe en el hecho de ser curado el signo que le lleva a descubrir a Jesús como la fuente de su salvación. La frase «solo sé que yo era ciego y ahora veo» adquiere un nuevo sentido tras la confesión: «Creo, Señor». A partir de ahora verá no solo físicamente, sino también espiritualmente. Ahora bien, ver espiritualmente no significa que estemos ante un visionario, ya que su nueva forma de observar, la de la fe, tiene causa real. Gracias al hecho de encontrarse con quien le ha dado la vista, su razón ha sido capaz de ensancharse y su libertad de adherirse a quien ha cambiado su vida por completo. La libertad juega un papel fundamental. Muestra de ello es que ni los fariseos, ni los vecinos, ni siquiera los padres del ciego han sido capaces de reconocer a Jesucristo como el autor de la salvación de este hombre. Para ellos prevalece el prejuicio de que Jesús no podía ser el Mesías sobre la realidad misma de lo que ha sucedido.



  Daniel A. Escobar Portillo
 Delegado episcopal de Liturgia Adjunto de Madrid




Evangelio

En aquel tiempo, al pasar, vio Jesús a un hombre ciego de nacimiento. Entonces escupió en la tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego y le dijo: «Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado)». Él fue, se lavó, y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban: « ¿No es ese el que se sentaba a pedir?». Unos decían: «El mismo». Otros decían: «No es él, pero se le parece». El respondía: «Soy yo». Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaban cómo había adquirido la vista. Él les contestó: «Me puso barro en los ojos, me lavé y veo». Algunos de los fariseos comentaban: «Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado». Otros replicaban: «¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?». Y estaban divididos. Y volvieron a preguntarle al ciego: «Y tú, ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?». Él contestó: «Que es un profeta». Le replicaron: «Has nacido completamente empecatado, ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?». Y lo expulsaron. Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo: « ¿Crees tú en el Hijo del hombre?». Él contestó: « ¿Y quién es, Señor, para que crea en él?» Jesús le dijo: «Lo estás viendo: el que te está hablando, ese es». Él dijo: «Creo, Señor». Y se postró ante él.

Juan 9, 1. 6-9. 13-17. 34-38





Recomendación libresca: DIOS O NADA ; 335.000 ejemplares vendidos en trece idiomas




Robert Sarah nació en Guinea en 1945. Sacerdote desde 1969, en 1979 fue nombrado Arzobispo de Conakri, con 34 años de edad. En 2001 Juan Pablo II lo llamó a la Curia romana, donde desempeñó sucesivamente dos altos cargos. Benedicto XVI lo creó Cardenal en 2010, y en 2014 Francisco lo nombró Prefecto de la Congregación para el Culto divino y la disciplina de los sacramentos.

Nicolas Diat es periodista y autor francés.

En esta entrevista amplia, variada (autobiográfica y doctrinal; experiencial y conceptual; africana, romana, universal...), sincera, briosa y en tantos momentos cautivadora, el cardenal Sarah aborda con altura y franqueza los grandes temas eclesiales de la actualidad: desde la misión de la Iglesia, la evangelización, la liturgia o la oración, al celibato sacerdotal, las vocaciones, la lucha contra la pobreza o las más candentes cuestiones en torno a la familia y al matrimonio.

“He leído Dios o nada con gran provecho espiritual, alegría y gratitud. Vuestro testimonio de la Iglesia en África, del sufrimiento durante la época del marxismo en Guinea y de una vida espiritual dinámica, tiene gran importancia para la Iglesia. Es singularmente relevante y profundo lo que afirma acerca de la centralidad de Dios, la celebración de la liturgia y la vida moral de los cristianos. Su valiente respuesta a los planteamientos de la "teoría de género" clarifica una cuestión antropológica fundamental”. (Benedicto XVI, Papa emérito).

“Hay un "momento de África" que se está desarrollando en el catolicismo, y el cardenal Robert Sarah es una de sus voces más importantes. Si quiere usted entender las fuerzas que configuran el futuro de la Iglesia, le recomiendo que lea este libro”. (John Allen, escritor y editor estadounidense).

“El cardenal Sarah muestra un profundo amor por el Evangelio, el corazón de un pastor para los pobres y una visión clara de los desafíos a los que se enfrenta la Iglesia en el mundo posmoderno. Es una guía importante para la misión de la nueva evangelización”. (José H. Gómez, Arzobispo de Los Ángeles –California).


lunes, 20 de marzo de 2017

Jornada por la Vida 2017 “La luz de la fe ilumina el atardecer de la Vida”






El 25 de marzo se celebra la Jornada por la Vida con el lema, “La luz de la fe ilumina el atardecer de la Vida”. Como cada año, los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida hacen público un mensaje. En esta ocasión hacen una llamada: “Por un mayor cuidado y amor a nuestros enfermos y ancianos”.

Ante la necesidad de reconocer el don precioso de la vida, este año volvemos a ser convocados por nuestros obispos en España para celebrar el próximo 25 de marzo la Jornada por la Vida, bajo el lema “La luz de la fe ilumina el atardecer de la Vida”.

Como viene siendo tradicional en la diócesis, nuestro obispo Don José Mazuelos Pérez nos anima a realizar una Jornada de Oración por la Vida. Animamos a celebrar en vuestras parroquias, colegios, comunidades, movimientos y asociaciones, esta jornada de oración y os invitamos a los actos que organizamos desde esta delegación el mismo día 25. El programa de la jornada se desarrollará D.m. de la siguiente forma:

Sábado 25 de Marzo de 2017 a las 20:30h, Celebración de la Santa Misa en la Parroquia de San Dionisio.
Tras la Eucaristía celebraremos una Hora Santa con Adoración al Santísimo Sacramento del Altar.


Delegación de Pastoral Familiar y Defensa de la Vida
Diócesis de Asidonia Jerez


La Hermandad de las Cinco Llagas se hace presente en la Función Principal de la de la Expiración




Nuestra Hermandad estuvo representada por N.H.D. José Andrade Borrego, vocal de la Junta de Señores Oficiales.

jueves, 16 de marzo de 2017

Recordatorio: el próximo sábado día 18 de los corrientes, reparto de cédulas de sitio





Los hermanos que realizaron estación de penitencia en la pasada Madrugada Santa de 2016 o aquellos que, no habiendo formado parte de la comitiva nazarena del pasado año, sí lo hayan hecho con anterioridad antaño podrán venir a retirar su cédula de sitio el sábado 18 de marzo en horario de 17,30 a 22,30 horas a la Casa de Hermandad.

La estimación cuantitativa de la cédula de sitio comporta un valor meramente simbólico -siempre en honesta sujeción a las posibilidades económicas de cada hermano-, aunque no obstante la Junta de Señores Oficiales proponga la cantidad orientativa de 20 EUROS. Es importante constatar que las cédulas de sitio serán repartidas y despachadas de modo individual con el propósito además de que los hermanos puedan confiar y transmitir en la mayor privacidad posible aquellas circunstancias personales propias -y nunca ejerciendo de intermediario o de portavocía de terceros- que consideren de necesaria comunicación. 

Los hermanos que se encuentren en situación de desempleo y atraviesen estrecheces económicas estarán exentos de sufragar dicha cédula de sitio.

Ahora bien: instamos vivamente a los hermanos que –por determinadas circunstancias específicas- no realicen Estación de Penitencia, colaboren económicamente con los gastos que conlleva la salida procesional de la Madrugada del Viernes Santo retirando al efecto una simbólica Cédula de Sitio Solidaria que en muy mucho contribuirá a favor de los afrontes de tesorería ante tan crucial y tradicional testimonio de catequesis pública.

Asimismo, y para ejercitar la teologal virtud de la CARIDAD, todo hermano se impondrá el deber de acercarse a retirar dicha cédula /papeleta junto con algún litro de leche o leche infantil, o algún alimento no perecedero para poder paliar en alguna mínima medida los siempre tristes pormenores de los más desfavorecidos. Para las personas que no retiren papeleta o incluso quieran colaborar aun no siendo hermanos, desde ayer día 15 y hasta mañana viernes 17 pueden dejar sus alimentos en San Francisco en horario de mañana de apertura de la iglesia.


Respecto a la petición de cruces y promesas, de todos es bien conocido que la Cofradía estacionará con un número máximo de diez cruces de penitencia y que, bajo ningún concepto o motivo aparentemente justificado, se entregará una más. En este sentido, nuestros cofrades dilucidarán que sus promesas se pueden plasmar de muchos modos o formas. Una de ellas, edificantísima, no es sino continuar aquella consuetudinaria costumbre de nuestros primeros cortejos penitenciales, cuya práctica totalidad de nazarenos tenían a bien besar con sus pies descalzos el frío asfalto de la Madrugada. Ténganse no obstante muy en cuenta las palabras del Venerable Papa Pío XII en su carta encíclica Mystici Corporis Christi: “Misterio verdaderamente tremendo y que jamás se meditará bastante: Que la salvación de muchos dependa de las oraciones y voluntarias mortificaciones de los miembros del Cuerpo Místico de Cristo”.

Aviso: mañana viernes no habrá Via Crucis cuaresmal por coincidencia horaria con el Quinario de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración




Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

III Domingo de Cuaresma (ciclo A)
En espíritu y verdad

Tras haber escuchado los dos primeros domingos de Cuaresma los relatos de las tentaciones del Señor en el desierto y la Transfiguración, la temática del Evangelio da un giro. Durante tres domingos, a partir de hoy, el texto evangélico propuesto por la liturgia vinculará a Jesús con tres realidades significativas: el agua, con el encuentro entre el Señor y la samaritana; la luz, mediante el episodio de la curación del ciego de nacimiento; la vida, a través del pasaje de la resurrección de Lázaro. Agua, luz y vida aparecen, por lo tanto, como temas centrales del itinerario cuaresmal, ya que apoyan la catequesis bautismal. En efecto, desde hace siglos, la Iglesia ha llevado a cabo durante este período la preparación próxima a la recepción de este sacramento. El detenernos en estos pasajes permite a quienes ya hemos recibido los sacramentos de la iniciación cristiana profundizar en la comprensión de los mismos.

El encuentro con la samaritana
La escena de hoy nos permite apreciar, en primer término, la relevancia del encuentro entre Jesús y la samaritana. No era sencillo entablar una conversación entre Jesús y esta mujer, dado que, como indica el mismo pasaje, «los judíos no se tratan con los samaritanos». Este pueblo es despreciado en la Escritura y, hasta cierto punto, es tenido como un grupo heterogéneo y poco organizado. Tampoco desde una óptica religiosa se les consideraba a la altura de la piedad de sus vecinos del sur, los judíos. De ahí se entiende la reacción de la samaritana, cuando dice: «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?». Sin embargo, a Jesús parece importarle poco la procedencia de esta persona. Tampoco dudó en poner en una parábola como ejemplo de misericordia a un samaritano, frente al sacerdote y al levita. Con ello el Señor ha querido mostrar no solo que a Jesús poco le importan los estereotipos sobre las personas, sino también que ninguna condición previa es un obstáculo definitivo para el diálogo entre Dios y el hombre. Siempre es posible esta comunión si nosotros no la impedimos, puesto que la iniciativa la lleva el mismo Señor.

«Dame de beber»
La conversación es iniciada por Jesús, quien a causa del cansancio físico le pide agua a la samaritana. Si en un primer momento esta mujer parece tener en su mano la capacidad de saciar la sed del Señor, enseguida Jesús se erige en la fuente del agua verdadera, del agua viva. Lo que al principio se plantea como Jesús, objeto de la misericordia de una persona que, por casualidad, se ha encontrado, se transformará en una ocasión del Señor para revelar su misión y cambiar la vida de la samaritana. Así se refleja en la frase: «Señor, dame de esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla». Evidentemente, la mujer ha comprendido que el Señor le ofrecía algo más profundo que el agua física. También muestra la situación anterior: una vida de rutina que solo producía sed y que, a pesar de acudir a este o a otros pozos, no daba respuesta a lo más profundo de su corazón.
La Iglesia ha visto siempre en este episodio una explicación y una catequesis al sacramento del Bautismo. Partiendo de una situación anterior de pecado, el neófito es introducido en una vida nueva, gracias al agua, que es la fuerza del Espíritu Santo. Quienes hemos probado esta agua viva, que sacia, no tenemos precisión de recurrir más a ningún pozo hecho por manos humanas. Ni siquiera hemos de inquietarnos sobre el lugar físico en el que adorar al Señor. Cristo es el que nos ha abierto la puerta a un culto en espíritu y verdad, es decir una relación profunda con Dios, posible en cualquier momento y lugar.



  Daniel A. Escobar Portillo
 Delegado episcopal de Liturgia Adjunto de Madrid




Evangelio

En aquel tiempo, llegó Jesús a una ciudad de Samaría llamada Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al pozo. Era hacia la hora sexta. Llega una mujer de Samaría a sacar agua, y Jesús le dice: «Dame de beber». Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida. La samaritana le dice: «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?» (porque los judíos no se tratan con los samaritanos). Jesús le contestó: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice “dame de beber”, le pedirías tú, y él te daría agua viva». La mujer le dice: «Señor, si no tienes cubo, y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas el agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?». Jesús le contestó: «El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna». La mujer le dice: «Señor, dame esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla». Veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén». Jesús le dice: «Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que lo adoren así. Dios es espíritu, y los que adoran deben hacerlo en espíritu y verdad». La mujer le dice: «Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga, él nos lo dirá todo». Jesús le dice: «Soy yo, el que habla contigo».
En aquel pueblo muchos samaritanos creyeron en él. Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. Todavía creyeron muchos más por su predicación, y decían a la mujer: «Ya no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo».


Juan 4, 5-15. 19-26. 39a. 40-42





lunes, 13 de marzo de 2017

La Hermandad de las Cinco Llagas se hace presente en la Función de la del Santo Crucifijo de la Salud





Nuestra Hermandad estuvo representada por nuestro hermano mayor,  D. Rafael Cordero Jaén.


La Hermandad de las Cinco Llagas se hace presente en la Función Principal de la de la Yedra




Nuestra Hermandad estuvo representada por N.H.D. José Soto Rodríguez, tesorero de la Junta de Señores Oficiales.


jueves, 9 de marzo de 2017

Recordatorio: mañana viernes 10 de marzo, Santa Misa de Hermandad a las 20,30 horas en la Capilla del Voto






Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

II Domingo de Cuaresma (ciclo A)
La unidad entre la cruz y la gloria

Con frecuencia se nos presenta la vida como un camino de lucha, en el que no está ausente la renuncia, el sufrimiento o el dolor. En el cristiano, esa dificultad puede encontrar sentido mirando a la cruz de Cristo. Sin embargo, no es este el mensaje predominante del Evangelio. Prueba de ello es el pasaje que hoy tenemos ante nosotros. Como si de repente la cruz desapareciera del horizonte, Jesús aparece transfigurado ante tres de sus discípulos: Pedro, Santiago y Juan. ¿Qué sentido tiene, pues, este episodio en la primera parte de la Cuaresma? ¿No sería más indicado omitir las referencias a la gloria durante este período de penitencia? La respuesta a estos interrogantes está en que, en primer lugar, el ritmo de la Cuaresma no nos está ocultando nada del camino del Señor hacia la cruz. Pero, con todo, trata de situarlo en el conjunto del Misterio Pascual que nos preparamos a conmemorar. Si en el primer domingo el Evangelio nos presentaba a Jesús sufriendo la lucha de las tentaciones en el desierto, ahora estamos ante la luz del cuerpo del Señor transfigurado. Si hace ocho días nos fijábamos en la cruz, ahora nuestra mirada se dirige hacia la Resurrección y la gloria del Señor. En dos domingos se nos presenta el acontecimiento pascual, el paso de la muerte a la vida, a modo de estructura de la vida cristiana. Dado que forma una unidad en la fe, ha de presentarse también como un conjunto coherente en la liturgia.

El monte, lugar de la presencia de Dios
Como ocurre con frecuencia en el Evangelio, al ser plenitud de la Antigua Alianza, detectamos algunos elementos que manifiestan cierta continuidad con el Antiguo Testamento. En primer lugar, el monte como lugar de la presencia de Dios. En la mayoría de las religiones este enclave es considerado como el punto en el que el cielo toca la tierra. En la Antigüedad cada país tenía su montaña santa y la Biblia no es ajena a este pensamiento. No cabe duda, por lo tanto, de que la montaña es un sitio privilegiado para percibir la cercanía con Dios. Las Escrituras hacen constar que allí Dios se revela o recibe el culto de los hombres. Asimismo, nos remite a la salvación al fin de los tiempos, cuando todas las naciones acudirán al monte Sión. Junto con los apóstoles, se aparecen Moisés y Elías. No es casualidad, ya que ellos gozaron también de la revelación de Dios en lo alto de una montaña.

La novedad de la manifestación de Jesús
No obstante, hay varias diferencias entre estas revelaciones y la de ahora. En primer lugar, Jesús no recibe ninguna revelación: son los apóstoles quienes la reciben en Jesús. Con ello queda patente que para conocer al Padre es necesario conocer a Cristo. Él es ahora el verdadero profeta. Esto se muestra en la voz que se oye desde la nube: «Este es mi Hijo, el amado, en quien me complazco». Y continúa: «Escuchadlo». El libro del Deuteronomio lo había vaticinado en este versículo: «El Señor tu Dios suscitará en medio de tus hermanos un profeta como yo; a él lo escucharéis» (Dt 18, 15). En segundo lugar, a diferencia de otras revelaciones, Jesús no recibe ninguna misión. Ahora son los apóstoles los que reciben el mandato de Dios de escuchar a Jesucristo. A través de esta palabra comprendemos que la voluntad de Dios es la escucha y profundización en las enseñanzas del Señor.
Tras la subida y la escena del monte, los discípulos han de volver a la realidad. Es una manera de comprender que aunque conozcamos el final triunfante del camino y hayamos visto el esplendor de su gloria, no existe otro medio para alcanzarla más que la pasión y la cruz. Jesús quiere enseñarnos la gloria, pero también que no podemos aceptar la gloria sin aceptar el camino que lleva a ella.



  Daniel A. Escobar Portillo
 Delegado episcopal de Liturgia Adjunto de Madrid




Evangelio

En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y subió con ellos aparte a un monte alto. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. De repente se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: «Este es mi Hijo, el amado, en quien me complazco. Escuchadlo».
Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto. Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: «Levantaos, no temáis». Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban del monte, Jesús les mandó: «No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos».

Mateo 17, 1-9






lunes, 6 de marzo de 2017

Nuestro Hermano Mayor y varios miembros de Junta de Gobierno representan corporativamente a la Hermandad en el Via Crucis de las Hermandades de Jerez presidido por el Santísimo Cristo de la Expiración









El besómetro de la devoción cristífera – De la columna semanal publicada por N.H.D. Marco A. Velo en Diario de Jerez


Extraemos y publicamos el bellísimo artículo publicado hoy que ha de llenar de orgullo a todo hermano de nuestra cofradía así como a los incontables devotos de nuestro Divino Nazareno.


En Cuaresma, como tras el biombo de la levedad del ser, se vuelve uno incógnito de sí mismo. Principia -non sine gloria- la cuenta atrás. In illo tempore nuestro despertar adolescente crecía al son de un disco de marchas procesionales comprado en Suinve por alguno de los hermanos mayores -los de sangre y no los de cofradías de la familia-. De entonces acá el tiempo de la ceniza era signo y viento de la hora, por expresarlo en términos tan de José María Pemán. Pronto leímos la 'Exégesis trina' de la obra 'La lámpara maravillosa' de Valle-Inclán: "El enigma bello de todas las cosas es su posibilidad para ser amadas infinitamente. El mortal que resolviese en amor todas sus acciones, volvería al estado primitivo de la naturaleza y vería el rostro de Dios". ¿Del Dios que Jerez reconoce en el entresijo de lo siempre entrevisto? Sí. Del Dios del arte en manos de Paco Pinto Berraquero. Del Dios de la nunca errátil esbeltez en el anagrama de una plegaria muda. Del Dios que baja a la ciudad para misturar y mixturar el magma germinativo de lo bello.
La Cuaresma es (dictante) antología de nostalgias y didascalia de clámides que arpegian costeros a costeros. La Cuaresma, como cantaba el blanquecino poeta pianista, "da al sueño lo que también es del sueño". Desmiente el enmascaramiento del timador. Ata de pies y manos al falso profeta. Desvincula la inocencia niña de la inveracidad. Afianza la virtud en la pureza cofradiera. La marcha 'Spes nostra', deLópez Farfán, llora pentagramas en el ojal de nuestra infantil chaqueta azul de escaparate de Rianal (Ricardo, Andrés y Alfredo). Circundábamos paisajes de égloga. Cumplíamos ideales a la par que preludios de primavera. Entonces no sentíamos pavor ante "la sombra acarbonada del atardecer". Cuaresma o sintomatología del tempus fugit. En polvo te convertirás. Santiguamiento y justipreciada soledad del hecho no compartido. Se alzan doseles. Se bajan túnicas. Se alinean cirios. Se igualan hombres. Se arrodillan devotos. Se muscula la Fe.
Miércoles de Ceniza y primer viernes de marzo coinciden en la férula de la devoción popular. Apenas han transcurrido unos días de miel y encanto quietista. Sobre el escabel de la tradición se asienta el incólume bis del año anterior. Y así -erre que erre- retrospectivamente. Retorno a la esencia. Flamígero regreso a la semilla. La inquebrantable fe del pueblo sencillo. Y del intelecto del corpus humano de la ciudad como sacabrocas de todo encorsetamiento.

En San Francisco y San Lucas el mismo Nazareno porta idéntica cruz. Se ofrecen en ceremonias de besamanos y besapié. Y cobra vigencia la frase de Henri de Lubac: "El sufrimiento es el hilo con el cual se ha tejido la tela de la alegría". Ríos de fieles guardan cola, custodian el turno, apaciguan la impaciencia con versicular tesón. No existen redenciones malheridas. Manifestación desprovista de pancartas y amnesia histérica. Tradición no atávica. Ningún asomo de revanchismo social. Creencia que se renueva en el diafragma de la fascinación espiritual. Transfiguración coetánea cuya génesis no halla prefacio. Un beso y otro a las plantas del Nazareno de Ramón Chaveli -uno ingrávido y aún resistente, el otro ya vencido por la molicie de los pecados ajenos-. Mas… ¿cuántos besos hacia Quien naciera en el pesebre de la plaza Mirabal? Si existiese un besómetro que midiese la cantidad de besos que reciben nuestros Cristos, los Nazarenos de Chaveli se llevarían la palma de los millares y millares de generaciones y generaciones de jerezanos de todas las edades, condiciones y épocas. La temperatura de la devoción cristífera se toma con el besómetro de los Nazarenos de Chaveli. Los más besados sin parangón por largo: el Señor de la Vía-Crucis y Jesús de las Tres Caídas. ¡Cuánto amor en la astilla del silencio!


Foto: N.H.D. Manuel Piñero Dueñas

La Hermandad de las Cinco Llagas se hace presente en la Función Principal de la de la Buena Muerte





Nuestra Hermandad estuvo representada por N.H.D. José Andrade Borrego, vocal de la Junta de Señores Oficiales.


La Hermandad de las Cinco Llagas se solidariza con la del Transporte ante el inesperado robo de sus enseres


Nuestra Hermandad de las Cinco Llagas presta su total apoyo a la Hermandad del Transporte y muestra su repulsa ante el robo de objetos de tan querida Cofradía.


Esperamos que los enseres sustraídos sean recuperados a la mayor brevedad y nos ponemos a la disposición de la Hermandad radicada en el templo de San Marcos en todo lo que les podamos ayudar.