Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

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lunes, 28 de junio de 2021

Destacados de Fray Julián Bartolomé Rivera, O.F.M., en la charla de formación franciscana del pasado viernes



Foto: N.H.D. José Soto

 

Una Hermandad tiene que ser fundamentalmente una fraternidad (el término latino del que procede – frater- significa hermano).

San Francisco siempre consideró a sus hermanos como un don del Señor.

Él insiste en la Eucaristía como centro de la fraternidad. Francisco se hizo hermano porque en todas las criaturas descubrió al Altísimo.

La fraternidad es un lugar hecho para servir. Servir es una de las claves de la espiritualidad franciscana.

La hermandad a la que nos lleva San Francisco es abrirse a lo universal, ya que no se puede vivir el Evangelio en soledad.

Pero cuidado, porque la maledicencia mina la fraternidad.

Hay que creer en el hermano, porque su progreso y su conversión siempre es posible.

La alegría de Francisco consistió  en ayudar a cada uno a llegar a todas sus posibilidades.

Ser hermano es buscar la paz. Haber hecho de la paz una opción de vida. Dejamos todavía bastante que desear a nivel de paz.

La fraternidad ora y busca al Señor por encima de todas las cosas. Seguir las huellas de Cristo consiste en vivir siempre movidos por ese espíritu.

¿Qué implica ser franciscano? Es vivir el Evangelio; y eso no se lo puede apropiar nadie, porque es universal. Vivir el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo como anuncio gozoso del Señor para con todos nosotros. La llamada que escucharon Francisco y Clara continúa siendo actual.

Los puntos fuertes de la espiritualidad franciscana son la centralidad del misterio de Dios y la misión por la vida fraterna. El sacramento del hermano está en el corazón de la identidad franciscana. Todo hombre es para mí un hermano. Si vivimos nuestra fe profunda que de sentido a nuestra existencia , en comunidad de fiesta y de perdón, siendo distintos del mundo, nos presentaremos como hermanos y servidores, como menores.

La misión está en respetar todo lo que existe, aportando serenidad, paz y alegría franciscanas, la felicidad y el gozo de vivir. Y como decía San Francisco: “comencemos, hermanos, que hasta ahora poco o nada hemos hecho”.



sábado, 26 de junio de 2021

Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

XIII Domingo del Tiempo Ordinario (ciclo B)

La cercanía con el que sufre

 

En continuidad con el domingo pasado, tenemos ante nosotros una nueva muestra de dominio y poder sobre una realidad que pone en peligro la vida del hombre. Si en la tempestad calmada Jesús era capaz de dominar los fenómenos meteorológicos, de nuevo vamos a ver su fuerza ante una realidad que acecha al hombre, e incluso históricamente ha fomentado que se cuestione la misma existencia de Dios: la existencia de la enfermedad y de la muerte. No son pocos, de hecho, quienes ante el dolor y el sufrimiento se rebelan contra Dios o llegan a negar su presencia en el mundo. San Marcos nos coloca frente a dos momentos que manifiestan cómo actúa el Señor: la curación de una mujer que desde hacía mucho tiempo padecía hemorragias y la resurrección de la hija de Jairo, el jefe de la sinagoga. En estos versículos asistimos a una respuesta privilegiada: la que Jesús en persona da a quien vive afligido ante la amenaza de la enfermedad o la muerte, mostrándonos que el Reino de Dios está presente entre nosotros. De nuevo un domingo más vemos que su acción refleja el señorío y dominio de Jesucristo como Señor de la vida plena, en la que ha de ser eliminado cualquier atisbo de enfermedad y sufrimiento. Jesús nos dice que aunque estos sean una realidad humana no tienen, en cambio, la última palabra. Así lo presenta también el libro de la Sabiduría, uno de cuyos pasajes leemos este domingo como primera lectura: «Dios no ha hecho la muerte», sino que esta entró en el mundo a causa de la envidia del diablo. Igualmente hay una referencia a la creación, cuando se señala que Dios ha hecho al hombre a imagen de su propio ser, remitiéndonos, al mismo tiempo, a la bondad de la creación que manifiesta el libro del Génesis. En línea con el interés mostrado por Jesús en responder a los problemas reales de las personas con las que se encuentra, el pasaje de este domingo contempla dos planos de la salvación: en primer lugar, la salud física. Este es el sentido primero e inmediato que se descubre. El Señor suprime un mal que aqueja a alguien, provocando la admiración y el reconocimiento entre quienes son testigos de ello. En segundo lugar, lo sucedido remite a la identidad de su artífice, desencadenando la pregunta sobre quién es Jesús. En este sentido, junto a la revelación de su persona, los discípulos fueron descubriendo progresivamente que las acciones curativas del Señor eran signo de la salvación completa que Dios ha venido a traer al hombre mediante su Hijo. A través del encuentro con Jesucristo el hombre descubre que la salvación íntegra no puede circunscribirse a la mera salud física, a una ausencia de aflicción o a solucionar un determinado aspecto parcial de nuestra existencia; el hombre aspira a una salud total y definitiva, para lo cual Jesucristo aparece como la verdadera respuesta.

 

Los gestos concretos

No es indiferente el modo concreto a través del cual Jesús lleva a cabo la salvación. Aparte de las palabras del Señor, el Evangelio da cuenta de varios gestos, tales como la imposición de manos, el contacto con el manto o el hecho de coger de la mano a la niña. El encuentro de Jesús con la hemorroísa, ampliamente difundido en la iconografía cristiana, ha servido siempre como paradigma de comprensión de lo que sucede cuando la Iglesia celebra los sacramentos. Así, el Catecismo de la Iglesia católica se refiere a ellos como a fuerzas que brotan del Cuerpo de Cristo. Con todo, en ninguno de los dos episodios de este domingo podemos pasar por alto la enorme confianza tanto de Jairo como de la mujer que padecía flujos de sangre. La eficacia de la acción del Señor, pues, es real, pero ello no significa que Dios fuerce la voluntad. En definitiva, solo es posible acceder a la salvación que Dios prepara para nosotros si respondemos afirmativamente a lo que Él nos propone.

 

Daniel A. Escobar Portillo
 Delegado episcopal de Liturgia de Madrid

 

 

 

 

 

Evangelio

 

En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al mar. Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia: «Mi niña está en las últimas; ven, impón las manos sobre ella, para que se cure y viva». Se fue con él y lo seguía mucha gente. Llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle: «Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?». Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: «No temas; basta que tengas fe». No permitió que lo acompañara nadie más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encuentra el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos y después de entrar les dijo: «¿Qué estrépito y qué lloros son estos? La niña no está muerta, está dormida». Se reían de Él. Pero Él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo: «Talitha qumi» (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»). La niña se levantó inmediatamente y echó a andar; tenía 12 años. Y quedaron fuera de sí llenos de estupor. Les insistió en que nadie se enterase, y les dijo que dieran de comer a la niña.

 

 

Marcos 5, 21-24. 35b-43







miércoles, 23 de junio de 2021

El hermano Tesorero, don José Soto Rodríguez, representó a nuestra Hermandad en el último Pleno de Hermanos Mayores

 






Asímismo, la Unión de Hermandades de Jerez ha hecho pública en el día de hoy esta nota de prensa:

"El consejo local de esta Unión de Hermandades, hace partícipe a los Hermanos Mayores y medios de comunicación, de la  inauguración el próximo jueves 24 de Junio a las 21.00h y en la sede del Consejo en la calle Curtidores, de un azulejo conmemorativo obra de Cerámica Nazaret, para Memoria e Historia de nuestras Cofradías, donde quedará reflejado la concesión por parte de la Casa de su Majestad el Rey, del título de Real a la Unión de Hermandades de Jerez, aceptando S. M. el Rey Felipe VI la Presidencia de Honor de nuestra entidad."


lunes, 21 de junio de 2021

El próximo viernes día 25 tras los Rezos semanales, charla de FORMACIÓN FRANCISCANA

 




Como fue anunciado en su momento, de cara a la concesión para nuestra Hermandad del título de FRANCISCANA, y tras el paréntesis que para la formación ha supuesto el tiempo de pandemia, se van a retomar tan interesantes charlas formativas.

Nuestro Director Espiritual, Fray Julián Bartolomé Rivera, O.F.M., nos dirigirá la última de las sesiones de formación franciscana que tendrá lugar el próximo viernes 25 de junio en la Capilla del Voto tras los Rezos semanales.



sábado, 19 de junio de 2021

Evangelio y comentario


Fuente: ALFA Y OMEGA

XII Domingo del Tiempo Ordinario (ciclo B)

«¡Hasta el viento y el mar le obedecen!»

 

A menudo nos encontramos con situaciones en nuestra vida en las que podemos experimentar gran paz y tranquilidad; en otros momentos, en cambio, parece que todo se nos tambalea y podemos sentirnos confusos o preocupados ante determinadas circunstancias que nos cuestionan nuestro horizonte vital. Si la semana pasada san Marcos nos animaba a tener confianza ante la llegada del Reino de Dios como una realidad que, aunque visible y poco aparente, tiene gran fuerza por tratarse de una semilla plantada por el mismo Creador, este domingo el evangelista nos sitúa ya ante acciones concretas de Jesús. A través de una descripción que nos hace casi palpar y ver las imágenes de lugar, vemos, de una parte, una situación externa, dominada por la tormenta y el vaivén de la barca por las olas, al mismo tiempo que un miedo subjetivo ante los posibles efectos de este intenso fenómeno meteorológico. Sin duda, el punto de inflexión de la narración lo constituyen las contundentes palabras del Señor: «¡Silencio, enmudece!», tras las que de inmediato desaparece el peligro objetivo y, por consiguiente, el miedo entre los discípulos. Sin embargo, al igual que ocurre con otros ejemplos de portentos realizados por Jesús, sería parcial comprender este pasaje como una simple manifestación del poder del Cristo, Señor también de la creación. El milagro de la tempestad calmada va a ser la oportunidad para que quienes albergan alguna duda sobre la identidad del Señor, lo reconozcan como su Señor y su Dios. Si nos centramos en cómo actúa Jesús en la barca, lo primero que percibimos es que estaba durmiendo. De hecho, existe un contraste casi imposible entre la tormenta, las olas rompiendo y las probables expresiones de miedo de sus discípulos, por un lado, y el Señor plácidamente dormido sobre un cabezal. En esta circunstancia, sin embargo, hay algo interesante: cuando uno piensa en ese momento intuye ya que Jesús, incluso dormido, tenía dominada la tormenta y sabe que nada les iba a pasar. Esa intuición la tendremos igualmente dentro de dos domingos, cuando veamos al Señor siendo reclamado por Jairo, cuya hija estaba extremadamente grave: aunque no conociéramos el milagro, el lector sabe con anticipo que la niña no va morir de esta enfermedad.

 

Como el paso del mar Rojo

 Jesús brilla como verdadero y único artífice del milagro. Si a ello sumamos que para la cultura de la época el mar era sinónimo de lo incontrolable, de una fuerza desmesurada, imposible de contener, o de un lugar habitado por seres desconocidos y terribles, potencialmente amenazantes y, en cierto modo diabólicos, el Señor muestra ahora un poder superior frente a las potencias del mal. Job lo deja entrever también en la primera lectura de la Misa. Pero todavía existe un episodio aún más memorable y paradigmático en el Antiguo Testamento con respecto al señorío de Dios sobre las aguas: el paso del mar Rojo. Allí fueron liberados de la esclavitud, en un anticipo de la salvación definitiva que se realizaría siglos después por medio de Jesucristo. Desde antiguo se ha asumido la imagen de la barca para referirla a la Iglesia, metáfora que presenta a la misma en su faceta humana y de debilidad, susceptible de ser tambaleada y agitada, pero que también, a la luz del Evangelio de este domingo, podemos verla dirigida por el mismo Cristo. Nuestra propia vida de fe está, asimismo, marcada por momentos en los que se alternan la agitación y la incertidumbre, y por otros de mayor paz interior. Por eso los cristianos de todos los tiempos estamos llamados a vivir la confianza y la fe en la acción de Dios, aunque pensemos que, como en el Evangelio, está ausente, dormido o indiferente con respecto a lo que nos aflige. Por último, este episodio supone una llamada a la oración perseverante sin desanimarnos jamás y sin pensar que podemos incordiar a un Dios que, sin que lo percibamos, está siempre pendiente de nuestra vida.

 

Daniel A. Escobar Portillo
 Delegado episcopal de Liturgia de Madrid

 

 

 

 

 

Evangelio

 

Aquel día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Vamos a la otra orilla». Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó una fuerte tempestad y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba en la popa, dormido sobre su cabezal. Lo despertaron, diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?». Se puso en pie, increpó al viento y dijo al mar: «¡Silencio, enmudece!». El viento cesó y vino una gran calma. Él les dijo: «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». Se llenaron de miedo y se decían unos a otros: «¿Pero quién es este? ¡Hasta el viento y el mar le obedecen!».

 

Marcos 4, 35-40

 

 




viernes, 18 de junio de 2021

La crisis obliga a Cáritas Diocesana a elevar a 3 millones su inversión en 2020

 



Presentación de la Memoria de Cáritas 2020: el director Juan González, el administrador apostólico Federico Mantaras, la coordinadora Mila Díaz y el secretario general Manuel Pareja

Fuente: COPE Jerez

 

Que las cosas se han ido poniendo peor por lo que a la atención de personas desfavorecidas se refiere no era nuevo. Pero este miércoles en el que Cáritas Diocesana de Asidonia-Jerez ha presentado su memoria anual corresponiente a 2020 hay cifras que permiten ya evaluar en qué porcentajes ha sido preciso incrementar los recursos puestos a disposición de la causa: ha sido preciso subir a los 3 millones de euros la cantidad al servicio de sus labores asistenciales y programas específicos porque las cifras de personas atendidas ha llegado a las 24.447.

La emergencia social y sanitaria producida por la Covid-19 marca el balance presentado en un ejercicio de transparencia que ha contado con las intervenciones de Federico Mantaras, administrador diocesano, y Juan Pérez, director de Cáritas Diocesana, así como Manuel Pareja y Mila Díaz, secretario general y coordinadora general de esta organización eclesial respectivamente. Y el "año especial y doloroso en el que Cáritas ha multiplicado en la Diócesis sus esfuerzos para poder seguir cerca de las personas más vulnerables y soportar el incremento de peticiones de ayuda" ha presidido el contenido de la rueda de prensa.

 

3 DE CADA 10 HOGARES SIN INGRESO ALGUNO

Las familias que nunca habían acudido a la entidad son el santo y seña de las novedades que las cifras desvelan. "De hecho, tal y como indica el Observatorio de la Realidad Social realizado por Cáritas a nivel nacional, y centrado en la crisis de la Covid-19, el impacto de la pandemia en los ingresos de los hogares ha sido de tal envergadura, que ha provocado que tres de cada diez hogares, no dispongan ahora mismo de ningún ingreso. Además, la paralización de una parte importante de la economía por la pandemia ha Provocado una rápida subida del desempleo, así como un incremento de la precariedad e inestabilidad laboral.

De este modo, el incremento del desempleo para las familias más vulnerables (acompañadas por Cáritas) ha sido ocho veces superior al incremento medio. A ello se une que existen nuevos elementos de precariedad que la pandemia ha incorporado entre los que destacan la exposición al contagio y la fragilidad ante eventuales cuarentenas, que dificultaría considerablemente el trabajo y los ingresos para el 71% de las personas vulnerables que están trabajando.

 

INCREMENTADA LA POBREZA ENERGÉTICA

En 2020 también se pone de relieve la delicada situación de la vivienda, ya que se ha incrementado el número de personas que viven en hogares que no pueden hacer frente a los gastos de suministros de su vivienda, es decir, no pueden calentarse adecuadamente o no pueden encender la luz siempre que lo necesitan. Para casi el 45% de los hogares atendidos por Cáritas afrontar los gastos derivados de la vivienda supone una grave dificultad, tal y como indica el informe mencionado anteriormente. Otro de los fenómenos destacados de esta pandemia es el aumento de la brecha digital, ya que el confinamiento y la adaptación a las restricciones actuales ha acelerado la imparable digitalización de la sociedad y ha incrementado la desigualdad.

De hecho, muchas personas acompañadas por Cáritas han encontrado barreras para realizar gestiones telemáticas como la petición del Ingreso Mínimo Vital, ya que, en numerosas ocasiones, no tienen ni los conocimientos ni los medios como para realizar estas gestiones y se ven desbordadas. Otra de las consecuencias del estado de alarma y de las distintas intensidades de confinamiento han sido las dificultades y las necesidades relacionadas con la conciliación, que han vivido las familias con menores de edad, monoparentales o con personas mayores con una situación de dependencia o discapacidad. Unido al incremento de las situaciones de soledad por el aislamiento, que ha afectado especialmente a las personas mayores.

 

LA RESPUESTA DIOCESANA ANTE LA PANDEMIA

Durante el pasado año, Cáritas Diocesana incrementó sus esfuerzos para atender a 24.447 personas, un 23% más respecto al año anterior. Del total de personas beneficiarias, 10.757 pertenecen al término municipal de Jerez. En cuanto al perfil mayoritario de las personas acompañadas, se observa que son mujeres (72%), de nacionalidad española (85%), de entre 45 a 64 años (46%) y que forman parte de un hogar formado por una pareja con hijos (41%). En relación a las principales demandas recibidas, y por tanto las respuestas ofrecidas por la entidad, cabe destacar que el primer lugar lo ocupan las necesidades básicas (84,4%), seguidas por los gastos asociados a la vivienda y el pago de suministros (33,6%) y el empleo y la formación (27,5%).

Ante la situación de emergencia sanitaria, Cáritas Diocesana multiplicó durante el pasado año las acciones de acompañamiento y se reinventó para poder seguir cerca de las personas más vulnerables. De este modo, durante los meses de confinamiento domiciliario, la entidad recibió más de 7.350 llamadas de emergencia a través de los números de teléfono habilitados y puso en marcha un servicio de acompañamiento telefónico para paliar la soledad de personas que no contaban con redes de apoyo. También se activó una iniciativa de apoyo socioeducativo para menores de familias vulnerables que ponía el foco en la desigualdad educativa que viven los niños, niñas y adolescentes en situación de exclusión social.

El volumen de datos aportado por Cáritas Diocesana de Asidonia-Jerez es abrumador. Tanto como el sobreesfuerzo de técnicos y voluntarios permanentes o aquellos que no lo eran habitualmente pero que han entendido que la situación merecía arrimar el hombro a esta entidad eclesial. Por todo ello, los comparecientes en este presentaciín de la memoria 2020 han hecho gala de gratitud por cuanto afortunadamente se ha podido hacer. Preparados están para continuar en esta briega que promete mantener el nivel de exigencia detectado el pasado año y también en el primer semestre de 2021. Pero esto último ya formará parte de la siguiente memoria.



miércoles, 16 de junio de 2021

Pablo Baena Rodríguez queda ratificado como pregonero de la Semana Santa de Jerez para 2022



 

El Consejo directivo de la Unión de Hermandades de Jerez junto a los tres candidatos a la presidencia del Consejo: D. José Luis Sánchez, D. Antonio Yesa y D. José Manuel García, anunció ayer el nombramiento de D. Pablo Baena Rodríguez, como pregonero de la Semana Santa de 2022.


martes, 15 de junio de 2021

Monseñor José Ángel Saiz Meneses tomó posesión como Arzobispo de Sevilla



Saiz Meneses, junto a sus dos antecesores, Asenjo y Amigo Vallejo. - J. M. Serrano

 

Fuente: ABC - Javier Rubio

 

«El desafío de la desvinculación y la liquidez, porque hemos pasado de una sociedad moderna que buscaba la solidez en los grandes principios, a una sociedad posmoderna líquida y voluble. Como consecuencia, la fragmentación de las vidas, la desconfianza, la precariedad de los vínculos humanos. También el nuevo desafío del enjambre digital, en que cada uno se construye su propio mundo, y acaba originándose una suma de individualidades que nunca llegan a ser un’nosotros’».


Este párrafo de Saiz Meneses señala el principal desafío –la secularización, en suma– que se le plantea a la Iglesia de Sevilla al asumir el oficio el prelado número 130 de su episcopologio.


El nuevo prelado sevillano se encargó de definir el modelo que busca para la porción del pueblo de Dios que desde ayer pastorea: «Una Iglesia que se conmueve, que se compadece y se acerca, que afronta las situaciones y aplica los remedios adecuados, que cura las heridas y ofrece calidez al corazón, como Jesús». Frente al «enjambre digital» con sus celdas independientes de la colmena, «la amistad vivida en la comunidad cristiana».


Su mensaje fue profundamente cristológico, centrado en la persona de Jesucristo, pero en la misa de toma de posesión quiso sevillanizar este mensaje y para ello se valió de los mártires (las santas patronas Justa y Rufina o la beata Victoria Díez fusilada en Hornachuelos al inicio de la Guerra Civil), los evangelizadores (San Leandro y, sobre todo, San Isidoro de Sevilla) y otros santos hispalenses como San Fernando, el beato Marcelo Spínola (el obispo de los pobres), San Manuel González (el obispo de los sagrarios abandonados) o ese joyel que atesoran las hermanas de la Cruz en las dos santas de la compañía: sor Ángela y madre María de la Purísima.


Homilía directa y sin adornos

Fue una homilía directa y sin adornos. Sin apuntes teológicos ni citas de la Escritura ni de los santos en refuerzo de sus planteamientos, muy pegados a la actualidad que se vive en los núcleos urbanos de Tarrasa, de donde procede, como de Sevilla, a la que desde ahora va a servir.


Se echó en falta, eso sí, alguna referencia más detallada de las hermandades y cofradías que constituyen un hecho diferencial de la religiosidad popular sevillana, se mire por donde se mire. Tal vez porque ese jalón del discurso le correspondió a monseñor Asenjo, que en su breve alocución al resignar el cargo dejó esta recomendación que él mismo hubiera agradecido cuando inició su pontificado: «Te esperan cerca de 700 hermandades y cofradías, una auténtica riqueza en esta Iglesia particular. Quiérelas, valóralas y acompáñalas. Que sientan tu cercanía y tu calor. Son un dique formidable contra la secularización».


Monseñor Saiz Meneses estuvo acompañado en su toma de posesión por cerca de cuarenta prelados, entre cardenales, arzobispos y obispos, algunos de ellos ya eméritos. Estuvo la plana mayor del episcopado español con el presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, a la cabeza; también el cardenal Cañizares, arzobispo de Valencia y los eméritos Amigo y Rouco. Estuvieron presentes, casi al completo, los titulares de las provincias eclesiásticas de Sevilla (Cádiz, Córdoba, Huelva, Jerez a través de su administrador apostólico), Granada (con la excepción del dimisionario de Jaén) y todas las diócesis catalanas a excepción de Tarragona y Lérida.


Autoridades

En cuanto a las autoridades civiles y militares presentes, encabezaban la nutrida representación el alcalde de la ciudad, Juan Espadas, por el cabildo civil; el teniente general José Rodríguez como general jefe de la Fuerza Terrestre; y la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, por el gobierno regional.


Para la celebración eucarística en sí, se entronizó a la Virgen de los Reyes en el altar del jubileo de Laureano de Pina ante el que tuvo lugar la ceremonia, iniciada con el ingreso en la Catedral por la puerta de la Asunción o de los Reyes, acceso principal del templo metropolitano cuya apertura excepcional tiene en la entrada a la sede de un nuevo obispo uno de sus motivos.


En el introito de la ceremonia, el nuncio Bernardito Auza hizo aprecio de monseñor Asenjo como «pastor delicado solícito y cerca». Y presentó al nuevo ordinario como alguien cuyo lema episcopal ‘Duc un altum’ «es expresión de confianza en el Señor y ardor pastoral». Le exhortó a hacer de la unidad tarea de su episcopado.


La capilla musical, a cargo de Herminio González Barrionuevo y el organista Carlos Navascués, subrayó con solemnidad el acto litúrgico cantando la misa pontifical de Perosi.



sábado, 12 de junio de 2021

Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

XI Domingo del Tiempo Ordinario (ciclo B)

«¿Con qué podemos comparar el Reino de Dios?»

 

Retomamos los domingos del tiempo ordinario a través de una lectura semicontinua del Evangelio de san Marcos, que nos acompañará hasta el final del año litúrgico, con la excepción de varios domingos de verano en los que escucharemos el capítulo sexto de san Juan con el conocido discurso del Pan de Vida. A diferencia de otros evangelistas, el núcleo del Evangelio de Marcos no lo conforman ni las parábolas ni las enseñanzas del Señor. Para este autor, que nos ofrece una versión breve del Evangelio, es más importante dedicar sus páginas a mostrarnos acciones y gestos concretos mediante los cuales Jesucristo hace patente que el Reino de Dios está ya presente en medio del pueblo. Por esto tiene mayor relevancia, si cabe, escuchar por boca de san Marcos las parábolas de la semilla y del grano de mostaza, bastante cercanas para nosotros, puesto que aparecen también en Mateo y Lucas. Como es corriente en el modo de enseñar de Jesús, la base de la narración la conforma la comparación a modo de parábolas. El Señor utiliza aquí el recurso del símil para hacer comprender a sus discípulos qué es el Reino de Dios a través de dos elementos parecidos: la semilla y el grano de mostaza. Como sabemos, son muchas las ocasiones en las que acude a realidades concretas de la agricultura o de la ganadería, facilitando la claridad de su enseñanza. De hecho, Marcos destacará que Jesús «les exponía la Palabra, acomodándose a su entender». Con todo, la grandeza de la enseñanza del Señor estriba en que es capaz de compaginar un lenguaje accesible a personas de cualquier condición o cultura sin menoscabar la hondura de su mensaje. A la hora de acercarnos a los discursos del Señor a quienes lo siguen es bueno pensar en los destinatarios, y entre ellos no solo se encuentran los que oyeron estas palabras de viva voz de Jesús, sino también todos los que a lo largo de los siglos nos encontramos con estas parábolas. Pero si existe un grupo de destinatarios especialmente significativo lo son, sin duda, los oyentes del evangelista que escribe. En efecto, sabemos que el cristianismo no se fue extendiendo con la rapidez y el vigor que los apóstoles y los primeros cristianos quizá esperarían. Cuando Jesús consigna a los once la misión de anunciar el Evangelio hasta los confines del orbe y reciben la fuerza del Espíritu Santo, les ofrece una misión y la garantía de que la evangelización se llevará a cabo. Sin embargo, el Señor no les anuncia un plazo de cumplimiento, como si de una obra humana se tratase.

 

Una anécdota en el Imperio

El paso de los años fue haciéndoles ver que la tarea que tenían por delante exigía dos cualidades, entre otras: paciencia y confianza. Frente a la vida y costumbres romanas de la época, el cristianismo era prácticamente anecdótico en la configuración social del Imperio. Probablemente, al igual que nos puede suceder a los cristianos actuales, muchos seguidores del Señor de la primera época se desanimarían al no ver un éxito palpable de aquello a lo que tantos entregaban la vida. Por eso, pasajes como este buscan mostrar que a pesar de las dificultades, el Reino de Dios proclamado y cumplido en Jesucristo posee una fuerza interior que es imposible detener. Desde siempre la fe ha convivido con la tribulación, y el misionero ha sido enviado por el Señor para no solo perseverar sin desanimarse, sino para, ante todo, fomentar la esperanza. La alusión al grano de mostaza posee un matiz específico en el marco de la referencia a otras semillas. Así se nos descubre al acercarnos a la primera lectura de este domingo, en la que, a través del contraste entre humillar al elevado y exaltar al humilde, se confirma, por una parte, que es Dios el que actúa, sin tener en cuenta las apariencias ni los cálculos humanos, ya que, como canta el magnificat, «derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes». Por otro lado, no podemos olvidar que la unión de los términos semilla, humillar y enaltecer es una inequívoca referencia a Cristo, humillado en la cruz y enaltecido en la Resurrección, quien es también el grano que muere para dar mucho fruto.

 

Daniel A. Escobar Portillo
 Delegado episcopal de Liturgia de Madrid

 

 

 

 

 

Evangelio

 

En aquel tiempo Jesús decía al gentío: «El Reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo fruto sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega». Dijo también: «¿Con qué podemos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después de sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden anidar a su sombra». Con muchas parábolas parecidas les exponía la Palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.

 

 

Marcos 4, 26-34

 






jueves, 10 de junio de 2021

PRIMER SALUDO A LOS FIELES DEL OBISPO ELECTO DE ASIDONIA-JEREZ, D. JOSÉ RICO PAVÉS




 

¡Paz a vosotros!

El pasado 23 de mayo, Domingo de Pentecostés, día grande de las Fiestas en honor de Ntra. Sra. de los Ángeles, Patrona de la Diócesis de Getafe, el Nuncio Apostólico me comunicó en nombre del Papa Francisco el nombramiento como obispo de la diócesis de Asidonia-Jerez. Refiere el libro de los Hechos de los apóstoles que los discípulos y apóstoles perseveraban en oración junto a la Virgen María cuando, el día de Pentecostés, se llenaron del Espíritu Santo; Pedro entonces se puso en pie y levantó la voz: dio testimonio de Jesús el Nazareno anunciando su muerte y resurrección; traspasó con sus palabras el corazón de quienes le escuchaban y con santa audacia los llamó a la conversión. Nacía así la Iglesia, en misión. Como en aquel primer Pentecostés, en la voz del Sucesor de Pedro he reconocido el empuje del Espíritu Santo que me lleva a la Diócesis de Asidonia-Jerez para dar testimonio de Cristo Resucitado, llamar a la conversión y seguir impulsando con toda la Iglesia una nueva etapa evangelizadora.

 

Desde la joven diócesis de Getafe voy a la también joven diócesis de Jerez a tomar el testigo en la sucesión apostólica. Por eso, mi recuerdo se dirige agradecido, en primer lugar, al Sucesor de Pedro, el Papa Francisco, por confiarme esta nueva tarea. Con Pedro y bajo Pedro, en comunión con mis hermanos obispos, asumo esta misión con la confianza puesta en el Señor y en mi Madre la Iglesia. Mi agradecimiento se dirige, en segundo lugar, a quienes me han precedido en el ministerio apostólico: a don Rafael Bellido, primer obispo de la restaurada diócesis de Asidonia-Jerez, que hizo de su lema episcopal (“servir a Dios con alegría”) un estilo de ejercicio pastoral; al muy querido y recordado don Juan del Río, discípulo entusiasta de san Juan de Ávila, que ha dejado profunda huella con el testimonio siempre alegre de su vida y de su muerte; y a mi inmediato predecesor don José Mazuelos, tiempo atrás compañero romano de estudios, que ha hecho crecer lo que otros sembraron y ha seguido sembrando con dedicación ejemplar la semilla siempre viva del evangelio, puesta la mirada en Jesucristo Redentor de los hombres. Mi gratitud sincera también a don Federico Mantaras que ha cuidado con sabia prudencia, como Administrador diocesano, la diócesis en este último curso, especialmente complejo por la situación de pandemia que aún padecemos. Reconozco y valoro el buen trabajo de mis predecesores, consciente de incorporarme a un cauce de rica vida eclesial con la misión de recibir, custodiar y acrecentar con la Gracia de Dios lo que nuestros mayores nos han legado.

 

Dirijo mi saludo lleno de afecto a mis hermanos sacerdotes, colaboradores inmediatos del ministerio episcopal. Con ellos, saludo también a diáconos y seminaristas. Nada puede el obispo sin su presbiterio. Os pido que me recibáis con paciencia, que me ayudéis a ser vuestro obispo, de modo que, juntos, en la familia del presbiterio, seamos amor del Corazón de Cristo para nuestro pueblo.

 

Saludo de todo corazón a las personas consagradas que, en la diversidad de carismas, embellecen la Iglesia: las de vida activa y las contemplativas. Confío en unas y otras para que la Iglesia muestre toda su belleza y radicalidad: unas llevando el bálsamo de la misericordia divina a nuestros contemporáneos, especialmente a los más heridos por la adversidad; otras sosteniendo con su vida escondida en Cristo la evangelización; todas recordándonos con su consagración que hemos sido creados para el Cielo.

 

Recibid, en fin, mi afecto entrañable todos los fieles laicos, llamados a ser luz del mundo y sal de la tierra en el cumplimiento responsable de las tareas temporales. El mundo necesita el testimonio de vuestra vida santa para sanar las heridas de nuestro mundo y compartir con todos la alegría de creer. Cuento con todos vosotros, fieles laicos de las parroquias y hermandades, de movimientos y asociaciones de fieles, para hacer que nuestra diócesis sea cada día más sinodal, según la reiterada petición de nuestro Papa Francisco, es decir, para que todos caminemos juntos como verdadera familia diocesana, en la familia grande de la Iglesia Católica.

 

Mi saludo cordial se dirige también a las autoridades civiles, a quienes expreso mi deseo sincero de una colaboración respetuosa en la búsqueda conjunta del bien común y en la construcción de una sociedad más fraterna.

 

De los fieles de la Diócesis de Getafe, con el permiso de don Ginés, no me despido. No puedo. Me habéis arrebatado el corazón. Poniendo mi confianza en el Sagrado Corazón de Jesús, os pedí hace casi nueve años que me ayudarais a ser vuestro obispo auxiliar. Me habéis ayudado infinitamente más de lo que nunca podré y sabré agradecer. Ahora vuelvo a experimentar el desgarro que como sacerdote he vivido en otros traslados. Es el momento de hacer, de las lágrimas, oración. Sé que vuestro afecto me seguirá sosteniendo y seguiré contando con vuestra ayuda y plegaria. Contáis para siempre con la mía.

 

Pongo mi ministerio episcopal en manos de la Inmaculada Concepción, Patrona de la Diócesis de Jerez, a la vez que acudo a la intercesión de su Patrono, san Juan Grande, para que en el cumplimiento de la tarea que ahora la Iglesia me encomienda solo busque la mayor gloria de Dios y la santificación de los fieles que me son confiados. Pedid al Señor que me conceda ser vuestro obispo al estilo de san José: enamorado siervo de María Santísima, custodio del Redentor, trabajador servicial y padre en la sombra.

 

Con mi bendición y afecto, en Cristo y María,

En Getafe, a 9 de junio de 2021.

 

Nombramiento del obispo de Jerez de la Frontera (España)

 





Fuente: Boletín oficial de la SANTA SEDE del 9 de junio de 2021



 

Nombramiento del obispo de Jerez de la Frontera (España)

 

El Santo Padre ha nombrado obispo de Jerez de la Frontera (España) a S.E. Mons. José Rico Pavés, hasta ahora obispo titular de Mentesa y auxiliar de Getafe.

 

Currículum vitae

S. E. Mons. José Rico Pavés nació el 9 de octubre de 1966 en Granada. Completó sus estudios eclesiásticos en el Seminario Mayor San Ildefonso de Toledo (1985-1992). En la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma obtuvo la licenciatura en Teología Dogmática (1994) y la licenciatura en Teología Patrística (1998).

Fue ordenado sacerdote en Toledo el 11 de octubre de 1992, donde ocupó los siguientes cargos: coadjutor en la parroquia del Corpus Christi de Granada (1994-1995), profesor adjunto en la Pontificia Universidad Gregoriana (1996-1998), párroco de Nuestra Señora de la Purificación, Toledo (1998-2001), director del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Española (2001-2012), profesor ordinario del Instituto Teológico San Ildefonso (1998-2012) y director del mismo (2008-2012), profesor de la Facultad de Teología de la Universidad San Dámaso de Madrid (1999-2012), profesor ordinario del Instituto de Teología Espiritual de Barcelona (1996-2012), colaborador de la parroquia de Santo Tomé de Toledo (2001-2012) y director del Secretariado para la Doctrina de la Fe y el Ecumenismo de la archidiócesis metropolitana de Toledo (2005-2012).

Fue nombrado obispo titular de Mentesa y auxiliar de Getafe el 6 de julio de 2012 y recibió la consagración episcopal el 21 de septiembre siguiente. Dentro de la Conferencia Episcopal fue miembro de la Comisión de Enseñanza y Catequesis (2014-2020) y desde este año es miembro de la Comisión Episcopal de Evangelización, Catequesis y Enseñanza.


Monseñor José Rico, obispo de Jerez de la Frontera

 




Fuente: CONFERENCIA EPISCOPAL

 

El papa Francisco ha nombrado a Mons. José Rico Pavés obispo de Jerez de la Frontera. Mons. Rico Pavés es en la actualidad obispo auxiliar de Getafe. El nombramiento se hizo público a las 12.00 horas de ayer, miércoles 9 de junio de 2021, y así lo ha comunicado la Nunciatura Apostólica en España a la Conferencia Episcopal Española.

 

La sede de Jerez de la Frontera estaba vacante tras el traslado de Mons. José Mazuelos a Canarias, diócesis de la que tomó posesión el 2 de octubre de 2020. Desde entonces está al frente como administrador diocesano el sacerdote Federico Mantaras Ruiz-Berdejo.

 


Mons. Rico Pavés, obispo auxiliar de Getafe desde 2012


El obispo electo de Jerez de la Frontera nació el 9 de octubre de 1966 en Granada. Realizó sus estudios eclesiásticos en el seminario de Toledo entre 1985-1987 y 1989-1992. De 1987 a 1989 siguió un curso de espiritualidad y otro de lenguas eclesiásticas. Fue ordenado sacerdote el 11 de octubre de 1992. Es licenciado en Teología Dogmática (1994) y doctor en Teología Patrística (1998) por la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma.

 

Su ministerio sacerdotal lo desarrolló entre Granada y Toledo, compaginando la labor pastoral con la docencia. En el momento de su nombramiento episcopal era director del secretariado de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Española, cargo que desempeñó desde 2001 al 2013.

 

Fue nombrado obispo auxiliar de Getafe el 6 de julio de 2012 y recibió la consagración episcopal el 21 de septiembre del mismo año en el Santuario del Sagrado Corazón de Jesús, en el Cerro de los Ángeles.

 

En la CEE es el responsable del área de Catecumenado de la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado desde marzo de 2020.