Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

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domingo, 28 de noviembre de 2021

Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

I Domingo de Adviento (ciclo C)

La esperanza del Adviento

 

Comienza un nuevo año litúrgico, en el que iremos contemplando domingo a domingo los misterios de la vida de Jesús. Iniciamos ahora el tiempo de Adviento, el tiempo de la espera ante la venida del Señor. Profesamos nuestra fe en el credo diciendo: «Vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin». Así, el tiempo de Adviento es sobre todo el deseo más vivo de este acontecimiento, una esperanza que habita siempre en el corazón del creyente, pero que en las últimas semanas se vuelve más ardiente, más orante. «Maranatha (1 Cor 16, 22), ven, Señor Jesús (Ap 22, 20)», es el grito de toda la Iglesia.

 

En este nuevo ciclo el Evangelio que se proclamará es el de Lucas, que nos presenta a Jesús principalmente como un profeta que anuncia la llegada de Dios entre nosotros en la humildad, en la debilidad, en la misericordia sin límites infundida por su Padre, un Padre con entrañas de amor infinito.

 

Así, el Evangelio de este primer domingo de Adviento recoge parte del discurso escatológico (Lc 21, 25-28). Jesús en la última etapa de su vida anunciará el final de esta historia, y el comienzo de la historia desde su presencia glorificada. Utiliza el lenguaje apocalíptico, propio de una corriente espiritual que buscaba reavivar la esperanza en los creyentes, especialmente en tiempos de prueba y persecución.

 

De este modo, para hablarnos del final de la historia usa imágenes sorprendentes. El sol, la luna y las estrellas (cf. Is 65, 8) eran dioses para los pueblos, ídolos adorados como poderes divinos. Sin embargo, en ese día de la venida del Hijo del hombre estas criaturas celestiales serán destronadas para siempre, porque solo el Señor será

Dios y Rey del universo. A través de estas imágenes normales, pero llenas de imaginación (señales en el sol, en la luna, en las estrellas…), Jesús quiere comunicar algo que es real y se debe tomar muy en serio: el final de la historia será una gran conmoción en el interior del alma y en el exterior, es decir, en toda la creación. Sabemos que eso sucederá y, conforme más cerca esté esa venida del Señor, con más dureza percibiremos ese hundimiento.

 

¿Cómo redundará esto en el interior del ser humano? Se acaba y tiembla todo, y el individuo (incluso la comunidad, o incluso la humanidad) ve que no puede hacer nada por evitarlo. Y ante eso, el sentimiento del hombre, inteligente y frágil a la vez, será de angustia, miedo y ansiedad.

 

Así, la página de este Evangelio recoge la manifestación de Dios al final de la historia y de los tiempos, un final que vendrá de repente. De pronto, sin que ninguno de nosotros pueda preverlo, veremos «al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y majestad» (cf. Dn 7, 13); su presencia se impondrá sobre todo el universo. Nadie podrá escapar de esta visión que desvelará la identidad plena de Jesús. Ese hombre, Jesús de Nazaret, que fue condenado a una muerte de cruz (cf. Lc. 23, 34), que es Dios en plenitud y gloria, se presentará como Salvador de la humanidad y Juez de todo el mal cometido en la historia.

 

¿Y qué hacer, por tanto, mientras esperamos aquel día? Jesús termina su discurso invitando a la vigilancia y a la oración ante la venida del Señor (Lc. 21, 34-36). Los discípulos de Jesús, los creyentes en Él, no deben amilanarse, sino «levantar la cabeza», asumir la postura de un hombre en el camino, en posición erguida, sostenidos por la esperanza. ¡Qué imagen tan significativa! El hombre en pie, con la cabeza alzada como signo de valentía, convencido de que lo que pasa es por su salvación; el hombre que no teme y, por lo tanto, camina con seguridad hacia el Señor que viene. Es la actitud de la persona que se pone en oración ante Dios, deseando un encuentro con Quien ama profundamente; es la postura del centinela que, de pie, despierto, atento, escudriña el horizonte para estar listo y gritar al pueblo que el Señor viene, que llegará de repente y se manifestará en la gloria.

 

¿Pero le veremos, con alegría y gozo? Dependerá de que nuestra vida esté abierta a Él, que no estemos embotados por el vicio y por tantas urgencias que nos envuelven. Es preciso estar viviendo en otra dimensión: en la esperanza del Adviento. Entonces, la ansiedad cambiará, y se convertirá en espera ardiente –¡qué sentimientos tan diferentes!–. La angustia se transformará en tensión –positiva–, y el miedo será valor y fortaleza en una situación difícil.

 

Vivamos el Adviento de la mano de la Palabra, en oración y en la Eucaristía. Entreguemos nuestro pasado con gratitud a la misericordia de Dios; vivamos el presente como un regalo, abiertos a su voluntad, agradeciendo tantas presencias que nos rodean, sobre todo la presencia del Señor; y aguardemos el futuro, rezando para que ese futuro llegue pronto. Es tiempo de Adviento, tiempo de espera, para servir y aguardar al Esposo, a nuestro Dios. Que Él nos conceda valor para confiar y esperar, creatividad para hacer productiva la espera, fortaleza para aguantar el desánimo, y alegría para sostener a los que ya no pueden más en el camino de la vida.

 

 

JUAN ANTONIO RUIZ RODRIGO

Director de la Casa de Santiago de Jerusalén

 

 

 

 

Evangelio

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación. Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».

 

Lucas 21, 25-28.34-36






sábado, 27 de noviembre de 2021

Aprobadas por unanimidad las cuentas de los cursos 2019-2020 y 2020-2021

 



Ayer viernes fueron aprobadas por unanimidad en cabildo general ordinario las cuentas de los dos últimos ejercicios de la Hermandad de las Cinco Llagas.


Julio Rodríguez, cartelista de la Semana Santa de Jerez 2022






Fuente: UUHH


Julio Ángel González Rodríguez, conocido artísticamente como Julio Rodríguez, será el encargado de realizar el cartel de la Semana Santa de Jerez 2022, tras su designación como tal por parte del Consejo Directivo de la Unión de Hermandades de Jerez.

Nacido en Jerez en 1967, cursó estudios en la jerezana Escuela de Artes y Oficios, obteniendo el título de Técnico Superior en Artes Plásticas y Diseño, y actualmente dirige su propia academia, en la que imparte clases de dibujo y pintura.

Consolidado en la técnica del retrato, se define como un artista completo que basa su obra principalmente en la creatividad. No en vano, el crítico de Arte Bernardo Palomo definió su pintura como "sabia y divertida, encaminada a hacer feliz al espectador".

Entre sus obras vinculadas al ámbito cofrade, destacan varias participaciones en la muestra 'Jerez, Paleta de Colores' de la Hermandad del Desconsuelo, así como la realización pictórica del techo de palio de la Virgen del Amor Hermoso de Cádiz, o la colaboración habitual con las técnicas pictóricas del jerezano taller de bordados de Ildefonso Jiménez.

Actualmente es responsable de las pinturas murales con las que se está exornando interiormente la Ermita de San Telmo, tras la profunda remodelación de la sede canónica de la Hermandad del Cristo, cofradía con la que se siente especialmente vinculado.

 


 

jueves, 25 de noviembre de 2021

Recordatorio: mañana viernes, CABILDOS GENERALES ORDINARIOS en San Francisco tras los rezos semanales

 


Hermandad y Cofradía de Nazarenos de las Sagradas Cinco Llagas de Cristo, Nuestro Padre Jesús de la Vía-Crucis y María Santísima de la Esperanza

Establecida canónicamente en el Real Convento de San Francisco

Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

Sala Capitular: C/ Diego Fernández Herrera 6 y 8, 11401 - Jerez de la Fra.

Blog oficial: http://cincollagasjerez.blogspot.com

Correo electrónico: cincollagasjerez@gmail.com

 

 

Estimado/a hermano/a en el Señor: Paz y Bien.

 

Mediante la presente misiva tenemos a bien participarle que, en virtud de lo tipificado en la Normativa Diocesana de Hermandades y Cofradías, tras el tiempo de restricciones por la pandemia, y con el visto bueno tanto del Director Espiritual como de la Delegación Diocesana de Hermandades, esta señera corporación nazarena vuelve a convocar, en la Iglesia Conventual de San Francisco y tras los rezos semanales, Cabildo General Ordinario de Cuentas el viernes 26 de noviembre, a las 21,00 horas en primera convocatoria y media hora después en segunda con arreglo al siguiente: 

 

ORDEN DEL DÍA

 

1.      Invocación al Espíritu Santo.

2.      Lectura del borrador del acta del Cabildo General Ordinario anteriormente  celebrado y su aprobación si procediese.

3.      Aprobación de las Cuentas del Curso 2019-2020 y del 2020-2021.

 

Seguidamente se celebrará, en orden asimismo a lo establecido en la Normativa Diocesana, Cabildo General Ordinario de Apertura de Curso con arreglo al siguiente: 

 

ORDEN DEL DÍA


1.      Lectura del borrador del acta del Cabildo General anteriormente celebrado.

2.      Proyecto de actividades del Curso 2021-2022.

3.      Presupuesto Económico Curso 2021-2022.

4.      Mensaje de despedida de nuestro Hermano Mayor

5.      Ruegos y preguntas.

6.      Padrenuestro por nuestros cofrades difuntos.

 

Lo que tenemos el inigualable honor de comunicarle para su conocimiento y  asistencia al mismo, rogándole la máxima puntualidad posible.  

 

Sin otro particular, reciba un fortísimo abrazo en Nuestro Señor Jesucristo.  

 

 

 

VºBº Rafael Cordero Jaén                               Fdo.: Ernesto Romero del Castillo

Hermano Mayor                                              Secretario   

 

Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera, a seis días del mes de noviembre del año de Gracia del Señor de 2021



martes, 23 de noviembre de 2021

CARTA DIRIGIDA A LOS HERMANOS DE LAS CINCO LLAGAS DE VUESTRO HERMANO MAYOR ELECTO ERNESTO ROMERO DEL CASTILLO

 





Estimados hermanos y hermanas: hoy, más que nunca, ¡PAZ Y BIEN!


Quiero transmitiros en primer lugar mi felicitación por la gran participación en un Cabildo tan importante como el de elecciones. Por haber ejercido el derecho de voto libre y responsable. Un fortísimo aplauso para todos vosotros.

 

Agradezco también el haber confiado en mi persona y haber apostado por el proyecto que ya todos conocéis. Estoy muy contento, lleno de felicidad y al mismo tiempo de responsabilidad. Pondré toda mi voluntad en el empeño. Quiero ser un Hermano Mayor según el Corazón de Cristo. Os lo merecéis.

 

Me habéis encargado una misión, el desarrollo de un proyecto, que pondremos en marcha con fuerza y con motivación porque pensamos beneficiará mucho a la Hermandad. Y lo haremos sin dudas, sin descanso y sin complejos. El cuerpo de hermanos, que es la soberanía de la Hermandad, ha hablado y nos ha traslado el mensaje implícito del fuerte respaldo a unos objetivos muy definidos.

 

Estoy convencido que ha llegado el momento de la regeneración del cuerpo de hermanos en la apuesta decidida por los niños y por los jóvenes. Y por centrar la atención en el hermano desfavorecido. O desanimado. O desorientado. Escucharemos las inquietudes y las necesidades. E igualmente las ilusiones. Dedicaremos un tiempo semanal a reunirnos con hermanos, en cercana cordialidad, con empatía, para conocer en qué podemos ayudarles. La comunicación debe ser recíproca. Y también nos dedicaremos a los devotos: a ellos nos acercaremos decididamente. Queremos saber de ellos.

 

Se va a poner en marcha Veritas, eje principal del proyecto social que deseamos para la Hermandad y por el que los hermanos han apostado con amplio apoyo. Veritas inculcará en nuestra Hermandad una dimensión humana muy novedosa.


Ha llegado el momento de los jóvenes. De las relaciones institucionales. Ha llegado el momento de una formación permanente. De escuchar y hacer partícipes a todos los hermanos y no hermanos que deseen cooperar y trabajar por la Hermandad y de ayudar a aquellas personas que precisen cualquier tipo de ayuda que esté a nuestro alcance. Fortaleceremos muchísimo el contacto humano y los lazos fraternales. Tanto de manera interna como externa.

 

Como Hermandad franciscana que somos en el espíritu, y con el título a punto de concedérsenos, toca aplicar con celo la riqueza tan inmensa del carisma del seguidor más fiel a Cristo que pisó nuestro mundo.

 

El saludo de «Paz y Bien» es una invitación a abrir el corazón a la paz, fuerza interior y principio de renovación y de bien moral y social. Por eso, San Francisco de Asís pedía a sus hermanos que no quería que se mostrasen tristes ni enojados, sino, más bien, gozosos en el Señor, alegres y con un trato dulce y agradable.

 

Los primeros franciscanos basaban su pedagogía de pacificación en la verdadera paz con uno mismo y con la fraternidad, con el grupo, transmitiendo serenidad y alegría contagiosa. Decía San Francisco: «La paz que proclamáis con la boca, debéis tenerla desbordante en vuestros corazones, de tal manera que por vuestra paz y mansedumbre invitéis a todos a la paz y a la benignidad».        

 

La paz, fruto de la justicia, abre el camino a la bondad, lluvia fecunda del Dios que es bien, todo bien, sumo bien, y que se concreta entre los hombres en la concordia y la reconciliación.

 

Como Hermano Mayor electo, una vez concluido el Cabildo de Elecciones, transmití al otro candidato, tras su felicitación, mi intención de tener la Hermandad siempre abierta para todo el que desee construir, sumar, trabajar por nuestra corporación y mantener la unidad. Puesto que el mismo San Pablo en el Nuevo Testamento apelaba también  a la misma “esforzándoos por preservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” (Ef. 4, 3); y que hasta el primer Papa en su primera carta instaba a ello concluyendo “sed todos de un mismo sentir, compasivos, fraternales, misericordiosos y de espíritu humilde” (1Pe. 3, 8).

 

Para poder edificar y crecer en el tesoro que hemos recibido de nuestros mayores, creo necesario que nadie desentone, que todos rememos juntos, que todos aportemos, evitando la habladuría y la crítica indirecta. Evitando a su vez la acusación y el fomento la desconfianza.

 

Ha llegado el momento además de aparcar las diferencias personales o de criterio. La armonía ambiental depende de todos y cada uno de los hermanos. Evitar la murmuración es esencial. Si alguien tiene algún problema personal con otro hermano, debe acudir a él en actitud cristiana para procurar conciliar posturas. Y hacerlo directamente, frente a frente, para dialogar, para aclarar malentendidos, para nunca incentivar la distancia y así erradicar la intoxicación en terceros, o en grupos de terceros, actitud tan perjudicial para la fraternidad. La crítica negativa no tiene sentido, es un absurdo, un grave pecado y una pérdida de tiempo y una contradicción inútil en una institución cristiana como la nuestra.

 

Somos muchos los hermanos que vamos a trabajar duro por nuestra Hermandad. Pero en la línea que nos marca el Evangelio. Quiero ser el Hermano Mayor de todos, sin excepción ninguna. Tras las elecciones, ya se cierran los meses de dos candidaturas y, tras el resultado del escrutinio, se abre una nueva etapa donde ya no existen vencedores ni vencidos. Ha ganado la Hermandad, que ha hablado. Nada ni nadie ha perdido. Todos somos hermanos con unos mismos fines y una misma meta: la que nos marca a mayor gloria de Dios nuestras reglas.

 

Ningún hermano debe sentirse abatido o defraudado por no haber salido elegido de los comicios celebrados. Voy a crear una comisión de trabajo para procurar la unidad que a veces se rompe por temas muy personalistas, por un erróneo concepto del poder (o de un cargo) y  por el establecimiento de una o más candidaturas de cara a las elecciones. Todos debemos negarnos a nosotros mismos para que el único protagonista de la vida de Hermandad y de nuestras conversaciones sea el Señor. Y el júbilo por trabajar juntos y lograr éxitos para nuestra corporación.

 

Nadie es más que nadie, todos somos iguales, nadie tiene potestad para hablar mal de nadie, todos estamos capacitados para la suprema grandeza de la fraternidad. Nuestra Hermandad es grande en la calidad humana de los hermanos que la integran. De ello puedo dar fe con conocimiento de causa.

Una Hermandad como la nuestra, crecerá además en hermanos. Lo hará con total seguridad. En ello redoblaremos nuestros esfuerzos. Que todos los que el Señor llame puedan disfrutar de nuestra espiritualidad sin provocar escándalos, sino desde una auténtica fraternidad en la que la caridad no sea solamente el nombre de una Diputación concreta, sino la virtud reina que nos abrirá a todos las puertas del Cielo.

 

Un abrazo enorme a todos en el Señor de la Vía Crucis y María Santísima de la Esperanza.

 

Vuestro hermano Ernesto

 

22 de noviembre de 2021



domingo, 21 de noviembre de 2021

N. H. D. Ernesto Romero del Castillo, Hermano Mayor Electo




 




Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

Solemnidad de Cristo Rey (ciclo B)

Un Reino de amor y de verdad

 

Con la finalidad de que los cristianos fuéramos conscientes de que el reinado del Señor no se queda solo en un deseo, sino que es real, el Papa Pío XI instituyó hace casi un siglo la fiesta que celebramos este domingo. Aunque en un primer momento la conmemoración se tenía el último domingo de octubre, desde la reforma litúrgica se colocó el último domingo del tiempo ordinario, como colofón del ciclo litúrgico. El sentido de la actual ubicación es vincular el reinado de Cristo con su segunda venida, logrando así una gran afinidad con la predominante temática referente al final de los tiempos, que la liturgia nos ofrece de modo especial durante estos últimos días del año litúrgico y el inicio del Adviento. En este horizonte, el pasaje evangélico va a buscar destacar el carácter interior y espiritual de este reinado, incidiendo en la superioridad de un trono que «no es de este mundo». En sentido estricto sería inexacto considerar la fiesta de Cristo Rey como una novedad introducida en el periodo de entreguerras, ya que desde hacía siglos se conmemoraba al Señor como Rey el Domingo de Ramos, en una celebración en la que se unen de modo singular la aclamación entre palmas con el dramatismo del anuncio de la muerte de Cristo. De hecho, el domingo escucharemos parte del texto evangélico de san Juan, proclamado cada Viernes Santo en la celebración de la Pasión del Señor. Acusado de querer proclamarse rey, Jesús es conducido al pretorio para que Pilato lo interrogue sobre esta cuestión. Es ahí cuando el Señor pronuncia la célebre frase: «Mi Reino no es de este mundo». La escena ante la autoridad romana da ya sobrada muestra de ello, pues resultaría incomprensible el ejercicio de una realeza, la manifestación máxima de poder, en un contexto de humillación como el que describe Juan. Por segunda vez insiste el Señor en que «mi Reino no es de aquí». Con todo, debemos notar que este evangelista escoge el final de la vida del Señor para revelar su realeza y la cruz como el trono desde el que reinará. La realidad es que el Señor no ha usurpado una realeza terrena y, como vemos en otras páginas evangélicas, Jesús huye siempre de cualquier intento de ser aclamado como mesías político. La misión que el Señor se asigna al referirse a su realeza es la de dar testimonio de la verdad, manifestando que Dios ha venido al encuentro del hombre por amor, revelando, en definitiva, que Dios es amor.

 

Designio de Dios

Esta visión contrasta significativamente con los esquemas habituales del ejercicio del poder por dos motivos. El primero es que el poder está normalmente unido a una posición de superioridad y, a causa de la debilidad de la condición humana, con frecuencia se ejerce mediante un dominio violento; por el contrario, la verdad y el amor jamás se imponen por la fuerza, sino que interpelan el corazón del hombre, proporcionando paz y alegría cuando permitimos que entren en nuestra vida. La segunda razón estriba en que este Reino se presenta como un misterio, en su sentido teológico: un designio de Dios que se revela pausada y progresivamente en la historia. Por el contrario, el paso de los siglos nos ha permitido ver la contingencia de reinos e imperios sólidamente arraigados. Solo ha bastado que se impusiera alguien más fuerte para que se esfumara lo que se creía eterno. Sobre el cirio pascual, expresión característica del Señor como luz y vida, se dice al principio de la Vigilia Pascual: «Cristo, ayer y hoy, principio y fin, alfa y omega. Suyo es el tiempo y la eternidad». Estas palabras, recogidas en el libro del Apocalipsis, son la plasmación celebrativa de cómo la Iglesia ha comprendido que estamos ante un Reino sin ocaso y que, gracias al misterio pascual, los bautizados somos asociados a la gloria y al poder que anuncia el último libro de la Biblia.

 

Daniel A. Escobar Portillo
 Delegado episcopal de Liturgia de Madrid

 

 

 

 

 

Evangelio

 

En aquel tiempo, Pilato dijo a Jesús: «¿Eres tú el rey de los judíos?». Jesús le contestó: «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?». Pilato replicó: «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?». Jesús le contestó: «Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi Reino no es de aquí». Pilato le dijo: «Entonces, ¿tú eres rey?». Jesús le contestó: «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz».

 

Juan 18, 33b-37




miércoles, 17 de noviembre de 2021

Manuel Martínez Cano, Medalla de Oro de la Hermandad de las Cinco Llagas

 





El actual número 1 de la Hermandad, hijo del fundador de la misma Manuel Martínez Arce, cumple 75 años de antigüedad en el seno de la corporación

 

 

La Hermandad de las Cinco Llagas entregará a su hermano número 1 Manuel Martínez Cano la alta distinción de la Medalla de Oro al cumplir tan destacado cofrade 75 años de antigüedad en el seno de esta corporación nazarena de la Madrugada Santa jerezana. Una decisión que fue tomada hace unos meses aunque mantenida aún en la mayor reserva al encontrarse entonces en cierre perimetral la localidad donde, desde hace décadas, reside quien ahora se siente muy gratificado y emocionado con tan “emocionante noticia”.

 

Manuel Martínez Cano pertenece desde su nacimiento a la Hermandad que refundara, a finales de los años treinta del pasado siglo, su padre, el recordado ejemplar cofrade de las Cinco Llagas -quien también fuese hasta su fallecimiento número 1 de la nómina de hermanos- Manuel Martínez Arce, considerado con todos los merecimientos uno de los máximos valedores de la Semana Santa de Jerez, fundador por ejemplo de la Unión de Hermandades de la ciudad -junto con el recordado Juan de Mata López de Meneses y Cala- e impulsor del secretario diocesano de Hermandades y Cofradías, así como del Pregón de pregones el Domingo de Pasión.

 

Manuel Martínez Cano enseguida fue considerado el niño de la Hermandad para empaparse de la sapiencia cofradiera, en la década de los 40, 50 y 60, de cofrades tan destacados como Enrique Fernández de Bobadilla y González-Abreu, Sebastián Santolalla y Romero-Valdespino, José Soto Ruiz, Manuel Atalaya García, Manuel Tamayo Merino, Francisco Morales, Pedro y Ramón y Manuel Guerrero González, Gonzalo Baquero,  Rafael Cano Fernández, Pepe Gómez o Manuel Guerrero Ramos, entre otros muchos.

 

Martínez Cano defiende a ultranza el espíritu de la cofradía, de la que a temprana edad ya fue nazareno: “Cuando apenas cumplí los catorce años ya pude vestir la blanca túnica de mi cofradía. Mi padre, que entonces ocupaba uno de los puestos más relevantes de la Junta de Gobierno y que además era uno de los responsables de la organización de la cofradía y de la formación del cortejo, quiso aquel año portar un cirio para figurar de pareja de su hijo. Quiso estar conmigo, a mi lado, en mi primera estación de penitencia”.

 

Manuel Martínez Cano ha ocupado cargos en distintas Juntas de Gobierno y conoció a fondo el crecimiento de una Hermandad que, con el andar de los años, y gracias al esfuerzo de muchos cofrades que ya disfrutan de la presencia del Señor de la Vía-Crucis y María Santísima de la Esperanza, lograron estrenar un patrimonio artístico digno de los mejores elogios. Para Martínez Cano, en este sentido, fue fundamental “el sacrificio y el compromiso de los hermanos en la aportación económica, cada cual dentro de sus posibilidades, y la honradez y el buen hacer intachable de los tesoreros, quienes administraban con celo y puntualidad la contabilidad de la Hermandad”.

 

Manuel Martínez dedicará esta entrega de la Medalla de Oro a la memoria de su padre “quien durante su vida siempre se levantaba pensando en su Hermandad de las Cinco Llagas, almorzaba comentando la actualidad de su Hermandad de las Cinco Llagas y se acostaba feliz o preocupado según le fuesen las cosas a su Hermandad de las Cinco Llagas”.




domingo, 14 de noviembre de 2021

Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario (ciclo B)

«Con gran poder y gloria»

 

Con el Evangelio de este domingo se termina el ciclo del Evangelio de san Marcos, leído durante todo el año litúrgico que concluirá dentro de unos días. El episodio que se nos presenta refleja bien una de las características típicas de estos días en los tres ciclos: las alusiones al final de los tiempos y a la segunda venida de Cristo en poder y gloria. Las últimas realidades de nuestra historia y la esperanza de este encuentro definitivo con el Señor centrarán, por lo tanto, la atención en la celebración litúrgica, en la conclusión del tiempo ordinario y en el inicio del ya cercano Adviento. Si para la sociedad la muerte personal o el final de los tiempos son vistos generalmente como tabúes, para el cristiano deben constituir certezas que podemos enfocar desde la virtud teologal de la esperanza. Esta es, de hecho, la clave desde la que los primeros cristianos afrontaban su propia muerte, al mismo tiempo que anhelaban el retorno glorioso de nuestro Salvador. Desde esta perspectiva, el discurso que Jesús dirige a sus discípulos es de gran ayuda para que valoremos el ocaso de nuestra historia individual y colectiva con paz, confianza y consuelo, sabiendo que Dios no se retira de nuestro lado, a pesar de que, a menudo, parezca que no está presente o dé la impresión de que –con palabras del Evangelio– los astros se tambalean. No es la primera vez que en la Biblia hallamos un lenguaje como el que adopta Jesús para presagiar el final de los tiempos. Así, ya en los profetas encontramos alusiones al oscurecimiento del sol, de la luna y de los astros para ilustrar cómo serán aquellos días. Al mismo tiempo, como si se tratara de cerrar un círculo, la escena remite al primer capítulo del libro del Génesis, cuando Dios creó la luz y colocó las estrellas en el firmamento. Si allí se nos narraba el comienzo de la creación, ahora asistimos al término de la misma, lo cual de un modo velado remite a Dios como dueño de todo lo creado, quien con su voluntad establece su comienzo y su conclusión. Sin embargo, siempre estamos ante un mensaje alegre y de esperanza, porque, a diferencia del momento de la creación en el que previamente solo existía la nada, cuando este mundo llegue a su fin no tendremos como horizonte la nada, sino que pasaremos a un cielo nuevo y a una tierra nueva. No obstante, este trance no se presenta libre de dificultades; la misma página indica que tendrá lugar solo «después de la gran angustia». En esta línea, san Marcos asume el esquema presentado en la primera lectura por el profeta Daniel, quien presagiaba que «serán tiempos difíciles como no los ha habido desde que hubo naciones hasta ahora». Con todo, el modelo más característico de este género estará representado, años más tarde, por el Apocalipsis de san Juan, libro que dibuja a través de imágenes llenas de gran dramatismo el final de la historia.

 

Inquietud por el día y la hora

 Desde antiguo ha inquietado al hombre conocer el futuro y, de entre los acontecimientos por llegar, nada ha despertado tanto interés como el conocimiento de los detalles del fin del mundo, cuándo será ese día y cómo se llevará a cabo la consumación definitiva. Ante esto, hemos de saber que las palabras del Señor no pretenden desvelar datos que respondan a la curiosidad de quien quisiera disponer de una descripción física o de una fecha concreta. El anuncio de la aparición gloriosa del Hijo del hombre sobre las nubes del cielo con gran poder ha de ser comprendida por nosotros, más bien, como la constatación de que no estamos abandonados ante las dificultades, incertidumbres y angustias del futuro. La segunda venida de Jesucristo solo culminará la primera venida, que se dio en la humildad de la carne. Así pues, debemos pensar y reflexionar sobre estos acontecimientos sin miedo y con esperanza, como quienes caminan hacia aquel que ha vencido el mal de una vez para siempre.

 

 

Daniel A. Escobar Portillo
 Delegado episcopal de Liturgia de Madrid

 

 

 

 

 

Evangelio

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y gloria; enviará a los ángeles y reunirá a sus elegidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo el cielo. Aprended de esta parábola de la higuera: cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros que esto sucede, sabed que Él está cerca, a la puerta. En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. En cuanto al día y la hora, nadie lo conoce, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, solo el Padre».

 

Marcos 13, 24-32







viernes, 12 de noviembre de 2021

Proyecto Candidatura Ernesto Romero del Castillo

 

 

“Si permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente discípulos míos, y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Jn. 8, 31-32)

 

“Defender la verdad, proponerla con humildad y convicción y testimoniarla en la vida son formas exigentes e insustituibles de caridad” (Caritas in veritate, n. 1, Benedicto XVI)

 

“¿Qué significa ser sincero? ¿Tal vez exacto? En realidad, eso no basta, porque se puede estar de forma sincera en el error, o quizás se puede ser preciso en el detalle, pero no captar el significado del conjunto” (Papa Francisco)

 

 

Mis queridos hermanos en el Señor y en el amor a nuestra Hermandad: un fortísimo abrazo para todos.


Soy vuestro hermano Ernesto, conocido por todos vosotros. Me llena de emoción dirigirme a mis hermanos cofrades en la meditada y firme decisión de presentarme a Hermano Mayor de nuestra corporación de cara a las próximas elecciones. La costumbre, llegado este momento, contempla unos datos personales de presentación. Tengo 47 años y estoy felizmente casado desde hace 15 con NªHªDª Macarena Rozadillas. El Señor nos bendijo con tres hijos maravillosos: Ángela, Federico y Ernesto, todos hermanos también de nuestra querida Hermandad de las Cinco Llagas y junto a quienes me sigo emocionando desde el anonimato de mi túnica viéndolos como monaguillos cada Madrugada Santa. Pertenezco al conocido movimiento católico de los Equipos de Nuestra Señora, además de a otras dos cofradías. Desarrollo mi actividad profesional como neuropsicólogo en una conocida clínica de la ciudad. Comienzo mi quinto curso como profesor del Instituto Superior de Ciencias Religiosas Asidonense (ISCRA) y con anterioridad ejercí durante más de diez años como perito psicólogo del Tribunal Eclesiástico de nuestra Diócesis a las órdenes del siempre recordado Vicario Judicial y párroco de la de San Miguel Rvdo. P. D. Ángel Romero Castellano.

 

Nuestro actual Hermano Mayor, don Rafael Cordero, me animó hace dos años a presentar mi candidatura a Hermano Mayor para el próximo mandato, recibiendo un apoyo unánime de los hermanos veteranos de nuestra querida Corporación. La misma en la que ingresé siendo aún un niño, de la que tanto he aprendido y en la que con tantas buenas personas he coincidido. Rafael me propuso para este cargo en virtud de mi amor a la Hermandad y mis años de contrastada entrega a la misma: veinticinco acabo de cumplir de modo ininterrumpido en la Junta de Señores Oficiales, dado que todos los Hermanos Mayores desde 1996 a la actualidad tuvieron a bien contar conmigo para sus respectivos equipos dirigentes: secretario entre 1996-1997 con don Celso J. Casaleiro; secretario durante el mandato 1997-2000 con N.H.D Marco A. Velo; diputado de cultos 2000-2004 con N.H.D. Marco A. Velo; diputado de cultos entre 2004- 2006 con N.H.D Javier Lebrero; diputado de formación y juventud durante los años 2006-2011 con N.H.D. Francisco Barra; diputado fiscal y secretario entre 2011-2016 con N.H.D. Juan Lupión; y secretario con N.H.D. Rafael Cordero desde 2016 a nuestros días.

 

Además, en 1996-2000, 2011-2016 y 2016-2021: miembro de la Diputación Mayor de Gobierno o Dirección de Cofradía; 2014-2015: miembro de la comisión organizadora del programa de actos del LXXV aniversario de la reorganización; miembro de la comisión redactora de las tres últimas Reglas o Estatutos de nuestra Hermandad; 2019- 2021: miembro de la comisión redactora del anteproyecto de RRI; redactor y editor del blog oficial de la Hermandad desde su creación al día de hoy. Desde mi ingreso en la Hermandad vestir la túnica nazarena es un privilegio que el Señor me concede. En nuestra Corporación he impartido cursos de formación para jóvenes y adultos, entre ellos al actual grupo de acólitos que interviene en nuestros cultos. He intervenido directamente en la organización de todos los ciclos de formación Memorial Manuel Martínez Arce. He sido cofundador del proyecto VERITAS. He dictado ponencias y pronunciado el Pregón Juvenil organizado por nuestra propia entidad cofradiera. He representado a nuestra Hermandad por designación directa en plenos de Hermanos Mayores, reuniones convocadas por el Consejo de la U.HH., Funciones Principales de Instituto de otras Hermandades, reuniones institucionales y otros numerosos actos públicos. Todo ello me ha dotado de experiencia dirigente y asimismo de una visión muy completa de lo que es – y debe ser- una Hermandad tan singular y única como la nuestra, pero adaptada a los tiempos actuales sin perder un ápice de su carisma ni de su comunión eclesial.

 

Cuento con un equipo rejuvenecido, renovado, muy amplio y experimentado cofradiera y profesionalmente, de padres y madres de familia -cuyos hijos se van a integrar en los grupos infantiles que formaremos en la Hermandad-, de hermanos muy antiguos –pero jóvenes a la vez, hijos de históricos de la Hermandad- que nunca han pertenecido a la Junta, como N.H.D. Juan Manuel Rodríguez Martín, N.H.D. Carlos Gustavo González Aguilar o N.H.D. Antonio Jesús Gómez Salazar y de otros más nuevos a los que no les falta experiencia por su vinculación también a otros movimientos y hermandades de nuestra Iglesia, como N.H.D. Peter de Trolio, NªHªDª Carmen Mª Ruiz-Henestrosa Mateos, NªHªDª Rosario Chica Bermúdez, N.H.D. Adrián Zarzuela Aparicio, N.H.D. Carmelo Monge Ramírez, NªHªDª Mª Inmaculada Pérez García o N.H.D. Francisco Cordero Cabral. También me acompañan, entre otros, de  nuestra actual Junta de Gobierno, dos grandes veteranos como son nuestros queridos Hermano Mayor don Rafael Cordero Jaén y el Teniente don José Barrera Jiménez, además de N.H.D. Raúl Pérez Carretero y N.H.D. Alfonso Ramírez Franco. Aparte de los oficiales, colaborarán en este amplio Equipo de Gobierno más de veinte auxiliares entre los que se encuentran N.H.D. Francisco Molina Santiago, N.H.D. Juan Diego Valderas Otero, N.H.D. Adrián Rosa Vázquez, N.H.D. Juan Manuel López Narbona, NªHªDª María Pérez Chiguer, NªHªDª Inmaculada Camas Jiménez, N.H.D. Ramón Melero Pina, N.H.D. Pablo Vélez Santiago, NªHªDª Manuela Carrasco García, N.H.D. Juan A. Castaño Trigo, N.H.D. Ramón Emilio Mejías Mateos, N.H.D. Antonio Ballesteros Marra-López, N.H.D. Ignacio Puente García, N.H.D. Javier Pinto Franco, N.H.D. Kenneth Román Gil, N.H.D. Ángel J. Cordero Peña, N.H.D. José Mata Cumbreras, N.H.D. Juan Montero Mateos, N.H.D. Antonio García Bedoya y NªHªDª Isabel Mª Mejías Mateos.

 

También cuento con un numeroso grupo de hermanos veteranos que formarán parte de mi cuerpo consultivo y entre los que están N.H.D. Manuel Martínez Cano -número 1 de nuestra Hermandad-, N.H.D. José Luis Zarzana Palma, N.H.D. Juan Salido Freyre, N.H.D. José M. Pacheco Millán, N.H.D. Miguel Borrego Moscoso, N.H.D. Miguel A. Borrego Molina, N.H.D. Miguel A. Camas Soto, N.H.D. Eduardo Valderas Otero, N.H.D. José Mª Mateos Atalaya, NªHªDª Mª Cecilia Mateos Atalaya, N.H.D. Diego Álvarez Morato, N.H.D. José Mª Granados Cordero, N.H.D. Antonio Millán Cachero, N.H.D. Juan Jesús del Río Ignacio, N.H.D. Francisco Roldán Báez, N.H.D. Javier Espinosa de los Monteros Prieto, N.H.D. Alberto M. Jiménez Rendón, N.H.D. Adrián Beato Benítez, N.H.D. Juan Pablo Benítez Moreno, N.H.D. Álvaro Flores Sánchez y N.H.D. Agustín Sánchez del Ojo. Además, ejercerán como asesores directos de este candidato a Hermano Mayor nuestros hermanos don Rafael Cordero Jaén, don José Barrera Jiménez, don José Soto Rodríguez, don Marco A. Velo García y don Antonio Fernández Vera. Respecto al programa que llevaremos a cabo en los próximos años, las líneas generales son:

 

-PROYECTO VERITAS: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” nos dijo el Señor. Se trata de un innovador plan de regeneración del cuerpo social de la Hermandad. Un programa lúdico-pedagógico-formativo a favor del mantenimiento y captación de niños y adolescentes. De educación en valores a partir de una línea de acción transversal con centros educativos, colegios profesionales e instituciones docentes y pastorales. Así como también un proyecto de atención a adultos desorientados o desfavorecidos – en cualquier necesidad tras este nuevo escenario creado tras la pandemia del coronavirus-. Además de la Escuela de Monaguillos. Y bolsa de trabajo para apoyar a hermanos desempleados. Este proyecto, en el que han participado varios hermanos y en el que ya tenemos comprometida la colaboración de destacados cofrades de la ciudad, procurará la captación de niños y jóvenes, tan necesarios, para el futuro más inmediato de nuestra Hermandad. Los niños en la Hermandad son una de nuestras principales prioridades.

 

-EL SEÑOR EN EL CENTRO DE NUESTRAS VIDAS: y no sólo en su altar de Quinario, sino en el centro de nuestra espiritualidad. Debemos poner a Dios en el centro de la Hermandad. Gran parte de la formación que se impartirá irá encaminada a ello. Una formación cristocéntrica pero también mariana, pues María Santísima de la Esperanza es el camino más recto para llegar al Señor de la Vía-Crucis.

 

-POTENCIACIÓN DE LA DEVOCIÓN A NUESTROS TITULARES: visitaremos a los comerciantes de nuestra Plaza de Abastos, estableceremos relaciones con los mismos y con el resto de personas que visitan a diario a Nuestras Sagradas Imágenes Titulares e incluso abriremos un censo de devotos para que a todos lleguen los cultos de nuestra Hermandad y otras convocatorias siempre relacionadas con el Señor y la Virgen de la Esperanza. Todo ello encaminado también a la captación de nuevos hermanos, pues somos conscientes que del acompañamiento, del acercamiento personal, el Señor elige para vestir el santo hábito blanco a los que Él quiere.

 

-LA COFRADÍA: Se trabajará durante todo el año desde la Diputación Mayor de Gobierno. Encargaremos cada curso un buen número de túnicas para que, mediante facilidades de pago, nuestro número de nazarenos vaya aumentando paulatinamente a fin de que todos los llamados por el Señor puedan enriquecerse del tesoro que supone nuestro espíritu penitencial.

 

-Creación del Premio Ramón Anguita in memoriam a la entidad o particulares que destaquen por una acción solidaria.

 

-CONCLUSIÓN DEL REGLAMENTO DE RÉGIMEN INTERNO: durante los tres últimos años del actual mandato se ha trabajado muy intensamente a este respecto. Su resultado final, una vez concluido, se elevará al cuerpo de hermanos para su aprobación definitiva.

 

Como así ha sido siempre, de nuevo, hermanos, me pongo a vuestro entero servicio. La Hermandad es cuestión de tantos, que llega a serlo de todos. Y hacia todos dirijo mi trabajo y mi entrega personal. ¡Os quiero mucho!

 

Ernesto Romero del Castillo, candidato a Hermano Mayor de la Hermandad de las Cinco Llagas