Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

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miércoles, 29 de enero de 2014

Fechas igualás cuadrillas costaleras Nuestro Padre Jesús de la Vía-Crucis y María Santísima de la Esperanza

Estimados Sres.:

A través del presente comunicado participamos las fechas y horas de las igualás de las cuadrillas costaleras de Nuestro Padre Jesús de la Vía-Crucis y María Santísima de la Esperanza. Son las siguientes:

Igualá paso Nuestro Padre Jesús de la Vía Crucis: Lunes 3 de febrero, a las 21.30 horas, en la Casa de Hermandad Cinco Llagas (calle Diego Fernández Herrera 6 y 8). Capataz: Manuel Campos Sánchez.

Igualá paso de palio María Santísima de la Esperanza: Sábado 8 de marzo, a las 19.30 horas, en la Casa de Hermandad Cinco Llagas (calle Diego Fernández Herrera 6 y 8). Capataces: Juan y Manuel Vega Cabral.

Sin otro particular por el momento, reciba un fortísimo abrazo en Jesucristo Nuestro Señor.

LA JUNTA DE GOBIERNO


Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera, mes de enero del año de Gracia del Señor de dos mil catorce.


domingo, 26 de enero de 2014

Semana Santa del año de Gracia del Señor de 1959. Recogida del paso de palio de María Santísima de la Esperanza. Fotografía de Eduardo Pereiras

Nuestro Padre Jesús de la Vía-Crucis, Divino Nazareno Franciscano

Foto de Antonio Montesinos


Evangelio y comentario

III Domingo del Tiempo ordinario
Una luz les brilló



El Evangelio de este domingo recoge el final del capítulo cuarto de San Mateo. Después del Bautismo de Jesús en el Jordán, el evangelista narra las tentaciones de Cristo en el desierto al comenzar este capítulo, para concluir con estos versículos, justo antes de comenzar a desglosar el Sermón de la Montaña.

De nuevo, san Mateo lee los gestos de Jesús mirando atrás: el Señor se retira, como habían anunciado los profetas, al territorio de Zabulón y Neftalí. Pero esa retrospectiva le impulsa a descubrir el trasfondo del presente que Jesús protagoniza y a intuir la grandeza del futuro que se trasformará en misión.

Una luz ha brillado: su resplandor ha disipado las tinieblas. El pueblo, como los Magos de Oriente hicieron en su momento, la ha podido contemplar encarnada en un hombre: el Mesías. A partir de ese momento, Cristo intentará proponer a todos el camino para que esa luz prenda en el corazón de los hombres como signo de la presencia del reino de Dios.

La primera consecuencia de la fuerza de esta luz que ilumina y que sugiere la presencia novedosa de Cristo es que, desde el principio, algunos hombres se dejan contagiar de la misma. Da la sensación de que aquella llama prende en el alma de aquellos pescadores de una manera totalmente insospechada, como si se tratase de rastrojo seco en una calurosa tarde de verano, y les arranca una respuesta inmediata. Aquellos hombres, pescadores en el mar de Galilea, tierra dura, tierra de gentiles, se desarman ante la presencia de Aquel que les llama a seguirle y a servir a los hombres. La prontitud de aquella respuesta se irá consolidando con el pasar del tiempo. Cada vez conocerán mejor a quien les ha llamado y para qué. En reflexión de san Ignacio de Loyola, les llama para suscitar en ellos el querer vivir contigo y como tú.

Hoy en día, la luz debe seguir brillando. Sigue habiendo muchas zonas de oscuridad, de tinieblas y de muerte. «Se trata -escribe el Papa Francisco- de una responsabilidad grave, ya que algunas realidades del presente, si no son bien resueltas, pueden desencadenar procesos de deshumanización difíciles de revertir más adelante. Es preciso esclarecer aquello que pueda ser un fruto del Reino y también aquello que atenta contra el proyecto de Dios» (Evangelii gaudium, 51). Basta que levantemos la cabeza y en nuestro entorno más cercano podemos encontrar muchas situaciones en las que se quiebra, de un modo u otro, la dignidad del hombre y se conculcan los valores del Evangelio. En ocasiones, incluso podemos ser nosotros mismos los que la eclipsemos. La espontaneidad de aquellos pescadores transformándose, desde su libertad entregada, en luz para los demás, puede ser para nosotros un espléndido acicate a la hora de contemplar este relato evangélico. Como ellos, debemos situarnos ante esa llama refulgente que es la invitación de Cristo a seguirle, a ser luz para los demás. Para conseguirlo, no hay que olvidar que deberemos consumirnos nosotros mismos en el empeño de entregar la vida, a ejemplo de Jesús y de los pescadores de Tiberíades.

+ Carlos Escribano Subías
obispo de Teruel y Albarracín


Evangelio

Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan, se retiró a Galilea. Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaúm, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías:

«Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló».

Desde entonces, comenzó Jesús a predicar diciendo: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos».

Pasando junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores. Les dijo:

«Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres».

Inmediatamente, dejaron las redes y lo siguieron. Y pasando adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también. Inmediatamente, dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.

Recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del Reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo.

Mateo 4, 12-23

El Papa Francisco: "No podemos considerar las divisiones en la Iglesia como un fenómeno natural"

25.01.14 | 21:01h. EUROPA PRESS | ROMA

"No podemos considerar las divisiones en la Iglesia como un fenómeno natural", ha denunciado el Papa Francisco esta sábado durante la misa de celebración de las Vísperas ecuménicas, en la Basílica romana de San Pablo Extramuros.

De este modo, el Pontífice ha llamado a la unión de todos los cristianos y ha recordado que "la perfecta unión entre los hermanos sólo es posible cuando se remiten al pensar y al sentir de Cristo Jesús". "Nuestras divisiones hieren su cuerpo, dañan el testimonio que estamos llamados a dar en el mundo", ha clamado el Papa.

En la Fiesta de la Conversión de San Pablo apóstol, Francisco se ha referido al Decreto sobre el ecumenismo del Concilio Vaticano II que afirma que la división contradice clara y abiertamente la voluntad de Cristo, porque "es un escándalo para el mundo y perjudica a la causa santísima de predicar el Evangelio a toda criatura", según ha lamentado el Papa.

El día en que concluye la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, el Papa ha explicado que "Cristo no puede estar dividido". Por eso, ha invitado a "continuar con humildad y confianza en el camino hacia el restablecimiento de la plena unidad visible de todos los creyentes en Cristo".

Durante la celebración en la que han participado un grupo de estudiantes del Instituto ecuménico de Bossey, en Suiza, el Papa ha recordado la labor ecuménica de Juan XXIII y Juan Pablo II que "fueron madurando durante su vida la conciencia de la urgencia de la causa de la unidad. El Papa también ha mencionado a Pablo VI, a quien ha definido como "otro gran protagonista del diálogo".

"Hoy no se entendería plenamente el servicio petrino sin incluir en él esta apertura al diálogo con todos los creyentes en Cristo", ha concluido el pontífice.

viernes, 17 de enero de 2014

Evangelio y comentario






Evangelio

En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó:

«Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es aquel de quien yo dije: Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo. Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel».

Y Juan dio testimonio diciendo:

«He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma y se posó sobre Él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre Él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo.

Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios».



Comentario: Bautismo: fuego en el mundo

Bautismo de Cristo, de El Greco. Fundación Tavera, ToledoLa vuelta al Tiempo ordinario viene marcada, en este ciclo litúrgico, por el relato del mismo episodio evangélico del domingo anterior: el Bautismo de Jesús en el Jordán, pero narrado ahora por San Juan. Después de la solemnidad del prólogo de su evangelio, en el que nos presenta al Precursor como testigo de la luz, nos muestra en estos versículos su rostro más cercano, sus reacciones y el modo con que se relaciona con Cristo, la Luz verdadera.

San Juan Bautista se sitúa como testigo de la Luz conforme a la propuesta recibida de Dios mismo: «Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre Él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo». El primo del Señor hace de bisagra entre el Antiguo y el Nuevo Testamento; el Mesías anunciado por los profetas ya está aquí. Y Juan lo señala en el Jordán, mirando al pasado y al futuro a la vez: «Éste es el Cordero de Dios... -trayendo a la memoria de todos la Pascua del Señor- ...que quita el pecado del mundo», abriendo nuestro entendimiento para comprender el sacrificio redentor de la Cruz realizado por el Hijo de Dios. Es consciente de que el bautismo que propone es un bautismo de agua para mover el corazón a la conversión, haciéndose partícipe del papel de los profetas que preparan al pueblo elegido para poder acoger al Salvador. Pero, a la vez, nos anuncia que el bautismo que de verdad importa es el Bautismo con Espíritu Santo, uniendo así el inicio de la vida pública de Jesús con su final definitivo, que viene marcado por el envío del Espíritu a la Iglesia.

Éste es el Bautismo que los cristianos hemos recibido y que debe dinamizar nuestra experiencia de ser discípulos, de igual modo que vigoriza la vida de la Iglesia. En este arranque del Tiempo ordinario, que nos conduce hasta la celebración de la Cuaresma y la Pascua, es interesante tener en nuestro horizonte esta meta, que puede interpelar nuestro corazón y nuestra vida: ¿somos conscientes de la presencia y de la acción del Espíritu en la vida de la Iglesia?

El Bautismo nos hace acoger con alegría el Evangelio que «llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento» (Evangelii gaudium 1). Por desgracia, en muchas ocasiones, nuestros pesimismos, nuestra carga de falso realismo, nos hacen ahogar el vigor de una presencia que, en palabras de Jesús, debiera ser fuego para el mundo. Con qué fuerza nos advierte de ello el Papa Francisco cuando nos habla de las tentaciones de los agentes de pastoral en la Evangelii gaudium (76-109) y nos exhorta a no dejarnos robar la fuerza misionera que nos fue entregada por el Espíritu.

Contemplamos en este pasaje evangélico un momento muy importante de la vida de Jesús. Pero, como siempre ocurre con Él, su persona, su silencio elocuente en toda la escena, la fuerza de los testigos presentes y la grandeza de Dios que se manifiesta como comunidad trinitaria de personas, se convierten para nosotros en una propuesta de vida abundante.

Os animo a hacer nuestra, la actitud del Bautista ante Jesús. Ser testigos de su presencia, señalarle para que el mundo le conozca; en definitiva, estar dispuestos a dar la vida por la Verdad, como signo real de la presencia del Bautismo en el Espíritu que hemos recibido.

+ Carlos Escribano Subías
obispo de Teruel y Albarracín

Presentado el cartel oficial de la Semana Santa de Jerez 2014



FUENTE: COFRADEMANIA

REDACTA: ANDRÉS CAÑADAS SALGUERO


A veces las sombras, son capaces de ser portadoras de luz. De una luz especial, mágica, indivisible.. y eterna. El genial Caravaggio lo entendió desde su paleta inmortal, modeladora de imposibles, allá por el Barroco.. y ahora, siglos y siglos después, un joven fotoperiodista cargado de ilusiones, ha vuelto a querer transmitirnos las mismas cosas de entonces, pero esta vez, haciendo de su obra, un canto a nuestra Semana Santa.. el canto que sin duda se merece la fiesta de los sentidos que cada año regresa cuando llega la luna de Nissán..

Mas o menos eso es lo que narra y cuenta, el Cartel oficial de la Semana Mayor jerezana de 2014, un cartel que muestra la dulzura, el sosiego, y la sencilla serenidad, con la que pasa la Virgen de Las Angustias por la Alameda Vieja, en su camino de vuelta a su capilla, tras salir de Catedral, en la noche del Domingo de Ramos.

Una escena suave, tranquila, que respira silencios y notas del 'Stabat Mater', y que de manera oficial, fue presentada este jueves por la noche, en la sede canónica de la cofradía, contando para ello con todos los elementos habituales, a saber, las autoridades, los periodistas, los cofrades de la hermandad anfitriona, el resto de cofrades de la ciudad.. y cómo no.. la Banda Municipal de Música de Jerez, responsable de nuevo de lo mejor del acto.

No faltaron los discursos, al más puro estilo 'de toda la vida', ni tampoco la habitual entrega de cuadros, antes del brindis de convivencia, el que posteriormente marcó el inicio de un camino que ya no se detendrá hasta el próximo Viernes de Dolores, justo cuando la primera luna llena de la nueva primavera, marque la llegada de los momentos más esperados, esos que otra vez nos llevarán, por ejemplo, a la Alameda Vieja, para ver pasar a Las Angustias..

domingo, 12 de enero de 2014

Una comisión oficial de la Hermandad de las Cinco Llagas asiste a la conferencia inaugural de una nueva edición del tradicional Tríptico Mariológico organizado por la Hermandad de la Coronación

Con una muy contrastada calidad organizativa y expositiva dio comienzo este pasado sábado el tradicionalísimo Tríptico Mariológico que desde hace décadas vienen organizando ininterrumpidamente cada mes de enero la jerezana Hermandad de la Coronación de Espinas. Un grupo de hermanos de nuestra Hermandad de las Cinco Llagas –encabezada oficialmente en la persona de nuestro Hermano Mayor Juan Lupión Villar- asistió a las primeras de las conferencias de este emblemático ciclo mariológico que ayer sábado tuvo lugar en la Capilla de los Desamparados. Ocupaba la tribuna de oradores un conferenciante de excepción que revalidó de nuevo su condición de magistral: Ramón de la Campa Carmona. Fue brillantemente presentado por nuestro querido hermano –y miembro de la Junta de Gobierno- Ernesto Romero del Castillo. Ramón de la Campa -cofrade de las hermandades sevillanas de Montesión, Cachorro, Servitas, Valle, San Bernardo, Pura y Limpia del Postigo y Pastora de Santa Marina- dictó la enriquecedora ponencia titulada ‘La imagen plástica mariana como arquetipo y prenda de la gloria futura’. En la imagen, de izquierda a derecha, Juan Lupión Villar –Hermano Mayor de las Cinco Llagas-, Francisco Rodríguez Luque –Hermano Mayor de la Coronación-, Ramón de la Campa Carmona y su presentador Ernesto Romero del Castillo.

Fallece Manuela, madre de N.H.D. José Manuel García Orellana

Una representación de nuestra Hermandad de las Cinco Llagas –integrada por nuestros hermanos Rafael Argumedo Ojeda y Genaro Benítez Gil- estuvo presente en el sepelio de Manuela, madre de N.H.D. José Manuel García Orellana. Esta Hermandad de las Cinco Llagas se une al dolor de tan querido hermano y cofrade –nazareno de túnica blanca- en la certeza de que su querida madre goza ya de la presencia de Nuestro Señor Jesucristo.

"Hay que pensar en una Iglesia en la que el Evangelio recupere su fuerza de atracción"

Nuestro Director Espiritual, José Luis Salido, nos enriqueció este pasado viernes, en la mensual Misa de Hermandad celebrada de nuevo en la Capilla del Voto, con las siguientes reflexiones: “Dios nos ha hablado. Pero no por medio de conceptos y doctrinas sublimes sino que su Palabra se ha encarnado en Jesús. Para que todos pudieran entenderlo. Solo en Jesús se nos ha revelado la fuerza de Dios. Hay que pensar en una Iglesia en la que el Evangelio recupere su fuerza de atracción. No hay que encerrar a Jesús en nuestros esquemas aburridos. Tenemos que conocer a Jesús y Jesús se nos muestra en los Evangelios. Por eso hay que leer el Evangelio en privado y en comunidad”.

Evangelio y comentario

En aquel tiempo fue Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara.

Pero Juan intentaba disuadirlo, diciéndole:

«Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?» Jesús le contestó: «Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere». Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre Él. Y vino una voz del cielo que decía:

«Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco».

Mateo 3, 13-17

Comentario

Con la fiesta del Bautismo del Señor, culminamos el tiempo litúrgico de la Navidad. El Señor se ha ido manifestando a lo largo de estas semanas: en Belén, a María, a José y a los pastores en la humildad del pesebre; en la Epifanía, cuando, a través de los magos de Oriente, se presentó a todos los pueblos. Hoy, Jesús se revela, en las orillas del Jordán, a san Juan Bautista y al pueblo de Israel.

La manifestación de Dios, a lo largo de estos días, se convierte en una propuesta pedagógica que nos ayuda a acercarnos a estos signos divinos y a reconocerlos de nuevo en los acontecimientos de nuestra vida cotidiana, a fin de que nuestro corazón se abra al amor de Dios. Si la Navidad y la Epifanía han servido, sobre todo, para hacernos capaces de ver, para abrirnos los ojos y el corazón al misterio de un Dios que viene a estar con nosotros, el Bautismo del Señor nos introduce en una relación personal con Él, que se hace cotidiana. Cuando el Bautista sumerge a Jesús en el río Jordán, Él se une a nosotros de una forma nueva. Con el Bautismo se establece un puente que permite una comunicación estable y confiada entre Dios y el hombre. Es el camino en el que Jesús se nos hace accesible. Es la promesa del gran Sí de Dios, la puerta de la esperanza y, al mismo tiempo, la señal que nos indica el camino por recorrer de modo activo y gozoso para poder encontrarlo y sentirnos amados por Él.

El primo de Jesús entiende que algo nuevo está sucediendo: ha señalado al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo y, paradójicamente, Jesús acude a él a recibir un bautismo de conversión. San Juan acoge la voluntad de Dios, quien vuelve a manifestarse tras el bautismo haciéndose presente y pronunciando su Palabra: «Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco» (Mt 3, 17).

En nuestro Bautismo, el Padre repite aquellas mismas palabras referidas a cada uno de nosotros: Tú eres mi hijo amado. Somos adoptados e incorporados a la familia de Dios, en comunión con la Santísima Trinidad, en comunión con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo que, de una manera tan hermosa, son representados en el pasaje evangélico de este domingo. Presencia de la Santísima Trinidad que nos conecta con el momento del envío final por parte de Jesús a sus discípulos: «Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Mt 28, 19).

A partir del lunes próximo, comienza de nuevo el Tiempo ordinario, a la espera de la celebración de la Pascua definitiva de Nuestro Señor. Tiempo ordinario que, como proponíamos más arriba, nos ofrece la fuerza de nuestro Bautismo, conforme al mandato de Jesús a sus apóstoles, como una misión incoada que debemos desarrollar en el trascurrir de nuestra vida y así, domingo tras domingo, día tras día, ir profundizando en la persona y el mensaje de Jesús que se nos presenta accesible y nos invita a identificarnos cada día más con Él.

+ Carlos Escribano Subías
obispo de Teruel y Albarracín


sábado, 4 de enero de 2014

Padre Jorge Loring. In memoriam


Redacta: Ernesto Romero del Castillo, miembro Junta de Gobierno Hermandad de las Cinco Llagas


El pasado día 25 de diciembre, día de la Natividad del Señor, partía a la casa del Padre a la edad de 92 años el P. don Jorge Loring Miró, S.I.

A los cofrades de las Llagas, con los que ha guardado una gratísima relación, nos dejó el imborrable recuerdo de ver nuestra Casa de Hermandad abarrotada aquel pasado 19 de marzo de 2010 (hay que recordar que desde la Mesa Redonda sobre la figura de nuestro hermano Manuel Guerrero Ramos -dos años antes- no presentaba nuestra Sala Capitular tal aspecto), cuando nos ofreció su magnífica conferencia Razones para ser católico, encuadrada dentro del Ciclo Memorial Manuel Martínez Arce de aquel año (día al que pertenecen las instantáneas que se muestran).

Y sentimos su pérdida tras saludarle personalmente por última vez en la misa aniversario del P. Pedro Guerrero González, S.I., en la que concelebró, el pasado día 3 de septiembre, y en la que se conmemoraba el XL aniversario del fallecimiento de nuestro primer Hermano Mayor.

Este famosísimo sacerdote fue autor del libro más vendido en el siglo XX en España -nada menos que 1.200.000 ejemplares fue capaz de vender de su Para salvarte- aunque ha sido también muy conocido por su libro sobre la Sábana Santa, tema que llevaba estudiando más de cuarenta años y sobre el que ha pronunciado más de dos mil conferencias.

Su capacidad oratoria, su gran simpatía, su natural amenidad y la solidez argumental de sus propuestas hacían que fuera todo un placer disfrutar de su palabra.


El padre Loring era un hombre del mundo. Se movió entre su Barcelona natal del año 1921, el Madrid se su infancia, el Málaga de su juventud y el Cádiz donde pasó casi todo su sacerdocio. Después llevó su labor evangelizadora y sus particulares puntos de vista, así como su sapiencia, por todo el mundo.


Jorge Loring, sacerdote, hombre bueno y hermano nuestro, descansa ya en paz. Pero además de pedirle que interceda por nosotros, podremos seguir disfrutando y aprendiendo de su segura doctrina a través de sus libros y de sus múltiples conferencias, muchas de las cuales se siguen pudiendo ver a través de la página de Internet youtube.



Una amplia representación de la Junta de Gobierno de nuestra Hermandad de las Cinco Llagas asiste a la Santa Misa que la Hermandad de la Sagrada Resurrección dedica a N.H.D. Juan Carlos Soto Palomino



Una amplia representación de la Junta de Gobierno de nuestra Hermanad de las Cinco Llagas –integrada por Juan Lupión Villar, José Barrera Jiménez, Rafael Cordero Jaén, Rafael Argumedo Ojeda, Mariano Sánchez Setó, José Valderas Domínguez, Ernesto Romero del Castillo y Marco A. Velo García- estuvo presente en la sentida y muy entrañable Eucaristía que la Hermandad de la Sagrada Resurrección dedicara en la Santa Iglesia Catedral el pasado domingo a N.H.D. Juan Carlos Soto Palomino, recientemente fallecido. Una Eucaristía que, presidida por el querido sacerdote Antonio López Fernández, contó en el altar con la representación oficial del estandarte de nuestra corporación cofradiera. Como no podía ser de otra manera, acolitaron los miembros del Cuerpo Profesional de Acólitos ‘El Cirial’, a cuyo seno perteneciera desde su fundación el ya siempre recordado Juan Carlos Soto. Todos los bancos de la Santa Iglesia Catedral se poblaron de familiares, cofrades, hermanos en la Fe y amigos y allegados del finado. Don Antonio López indicó que “a Juan Carlos siempre debemos recordarlo cada vez que veamos a este cuerpo de acólitos en la calle durante los días de Semana Santa”. Como exquisito detalle muy significativo podemos constatar el crespón negro en la pértiga que, con una acentuada tristeza contenida, portó uno de los queridísimos miembros de ‘El Cirial’ en esta Santa Misa que finalizó en la Capilla de la Sagrada Resurrección. Al término de la ceremonia, el Hermano Mayor del Resucitado, Antonio Ruiz Herrero, comentó a los cofrades de las Cinco Llagas allí congregados que “era cuanto menos podíamos hacer por este hermano tan apreciado que incomprensiblemente se nos ha ido”.

Evangelio (5-1-2014)

“En el principio ya existía la Palabra, y las Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: Este es de quien dije: “El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo”. Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la Ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie le ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.”

Jn 1, 1-18