Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

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martes, 31 de julio de 2018

Evangelio y comentario durante el mes de agosto





El equipo de redacción de este blog oficial remite a todos aquéllos que para su meditación del Evangelio del Domingo se dirigen a este medio a un enlace en el que encontrarán también la meditación de  las lecturas de la Misa de cada día, por si en el descanso vacacional tienen a bien unirse cada día al Señor con la meditación de las lecturas de la Santa Misa.

Pinchando en el siguiente enlace:




Como cada año, se suprimen durante el mes de agosto los Rezos semanales





Como cada año, y con motivo del descanso estival, se suprimen los rezos semanales durante el mes de agosto, retomándose los mismos el próximo viernes día 14 de septiembre.

La Junta de Señores Oficiales desea a todos los hermanos y devotos de nuestra cofradía un reparador descanso, la continua unión en la oración y un feliz desplazamiento para todos aquéllos que tengan programado algún viaje.

Recordatorio: El próximo viernes, 3 de agosto, a las 20,30 horas en la Capilla del Voto de San Francisco celebraremos Santa Misa de Hermandad






viernes, 27 de julio de 2018

El pasado viernes compartimos los Rezos Semanales con unos queridos hermanos



NN.HH.DD. José Mª Grandos y Trinidad Santiago junto a nuestro Hermano Mayor, Rafael Cordero y algunos de los hermanos que acudimos a los  Rezos el pasado viernes día 20


La nueva Carrera Oficial comenzará en la Porvera






Fuente: Unión de Hermandades

Tras el pleno extraordinario celebrado ayer 26 de julio a las 21:00 h. y en la sede de la Unión de Hermandades, los Hermanos Mayores han decidido aprobar uno de los proyectos presentado el pasado martes 24 por la Comisión de Hermanos Mayores, siendo la elegida la opción B, empezando la Carrera Oficial en la calle Porvera. 

El resultado ha sido de 22 votos a favor de la opción B,  11 votos para la opción A -la que empezaría en el Monumento de las Cofradías-  y 14 votos para la opción C -la actual Carrera Oficial-.


El Consejo Local  trabajará para poner llevar a cabo la decisión de modificación de la Carrera Oficial para la próxima Semana Santa de 2019.


Interesante Carta del Arzobispo de Toledo, Primado de España




Mons. Rodríguez: «Ya están las masas humanas lo suficientemente drogadas, para solo pedir pan y circo»


Mons. Braulio Rodríguez, arzobispo de Toledo y Primado de España, reflexiona en su carta semanal sobre la eutanasia y otros proyectos de ley. Cree que el poder sabe que «ya están las masas humanas lo suficientemente drogadas, para sólo pedir pan y circo».


Fuente: INFOCATÓLICA


El Primado de España cree que la batalla por la verdad en la arena política está perdida, porque en la misma solo está en juego el poder y el marketing. Aun así, la Iglesia «no puede reunciar a servir a la razón y al amor».


Carta del Arzobispo de Toledo, Mons. Braulio Rodríguez:


"Es probablemente muy ingenuo esperar que en un debate político se pueda introducir una razonable medida de razón». Son palabras de un obispo amigo mío. Creo que son palabras muy ciertas. Sin embargo, en radio y televisión crecen este tipo de debates. ¿Y qué pretenden, aparte de llenar tiempo y espacio? Hay una parte de mi persona, tal vez la más crítica y negativa, que me dice: «Nada hay en esos debates salvo juegos, poder y marketing». De manera que, aunque parezca exagerado, concuerdo con mi amigo que, en realidad, el debate político ya no existe.

Pero, en esa reflexión sobre los «debates», es también verdad que la Iglesia no puede renunciar a servir a la razón y al amor a la realidad en tantas cuestiones que se debaten no a fondo, porque están cargadas de ideología y no se busca lo que verdaderamente interesa al ser humano. ¿Ponemos un ejemplo? La introducción de un proyecto de ley sobre la eutanasia en el Parlamento, de rabiosa actualidad. Según mi amigo obispo, ésta pertenece a ese tiempo de cuestiones «virales», donde, como en las guerras, la primera víctima es la verdad. La verdad, y la razón como vía de acceso a ella.


Se presenta dicha ley como un derecho más del ser humano. Interesante, ¿verdad? Pero, ¿es así realmente? Yo no me lo creo. El proyecto de ley está lanzado justo antes del verano, utilizando en su retórica falsamente negativa motivos tan poderosos como el ahorro en gastos médicos y de seguridad social. Pero no quisiera que en mis palabras se reflejara solo una valoración moral negativa de este proyecto de ley.


Como en otras cuestiones, por ejemplo, la ideología de género, el nacionalismo y otras, lo que se hace es desalentar a las personas que quieran recurrir a la inteligencia para entender las razones de dicho proyecto de ley. Me explico: para justificar la eutanasia, también desde hace mucho tiempo, se pone en marcha todos los recursos del poder: desde el cine y la televisión y todos los demás aparatos de la propaganda. No ha sido colocada en el Parlamento este proyecto de ley por casualidad; se ha escogido el momento. Ya están las masas humanas lo suficientemente drogadas, para solo pedir pan y circo. Tal vez ya no seamos capaces de ver y apreciar una vida sana y bella, razonable, capaz de justificar adecuadamente los sacrificios del amor, cuando la persona amada está enferma. Ya sabemos cómo se han introducido en España otros «nuevos derechos», en el pasado reciente.


Mi amigo obispo dice que, de entrada, da él la batalla política y cultural por perdida, al menos, a corto y a medio plazo, entre otras cosas porque él no está en la batalla política de los partidos. Y le entiendo porque yo también pienso que la vida humana no cotiza en bolsa, por lo menos desde la Primera Guerra Mundial; y que estamos en un mundo que tolera sin rechistar la destrucción de Libia, de Siria e Irak o de grandes partes de África. Pero luego nos sorprendemos de la muerte de refugiados en el Mediterráneo, con mucho emotivismo, pero sin hacer los gobiernos nada por solucionar el problema «in situ», en los lugares donde uno se muere de hambre y hace cualquier cosa para salir de allí. Quienes son capaces de «tan heroicas hazañas», tal vez tienen poder como para ganar todavía muchas batallas, como la de la eutanasia. Yo espero que no ganen la guerra, porque ésta la gana quien ama. Y aprobar una ley de la eutanasia no es amar al ser humano y el misterio de su vida.


Pero hay que decir que esa visión del ser humano, que está detrás del proyecto de ley, es burguesa por los cuatros costados, que ha hecho del «bienestar», del confort el dios definitivo. Tal vez es duro oír que la política de promoción de la eutanasia es un modo de reducir los costos de la Seguridad Social. Pero es verdad.Además, la política que fomenta la eutanasia es una política capitalista, utilitaria, la sostengan grupos políticos de centro, de izquierda o de derecha. Es capitalismo sin más. Y dejo claro que no soy partidario del encarnizamiento terapéutico, pero sí de los cuidados paliativos".


+ Braulio Rodríguez Plaza


Arzobispo de Toledo, Primado de España



jueves, 26 de julio de 2018

Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

XVII Domingo del tiempo ordinario (ciclo B)
Repartió todo lo que quisieron

A partir de este domingo se interrumpe la lectura del Evangelio de Marcos para escuchar casi íntegro el capítulo sexto del de Juan. De este modo, comenzando por el milagro de la multiplicación de los panes, los próximos domingos se abordará el discurso-catequesis de Jesús sobre el Pan de Vida. Estos incluyen el diálogo sobre el maná del desierto, el significado de creer en Jesús y comer al Señor, para concluir con las reacciones tanto de sus oyentes como de los discípulos.
Desde el inicio del pasaje destaca la alusión a la Pascua. Aparte de señalar que «estaba cerca la Pascua», hay más indicios que corroboran el vínculo del texto no solo con la última cena, sino con el misterio de la Muerte y Resurrección del Señor. Se afirma que Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados. Con ello se subraya el carácter ritual paralelo al de la institución de la Eucaristía. Sin embargo, puede pasar desapercibido un pequeño detalle del comienzo, en el que se indica que Jesús se marchó «a la otra parte del mar de Galilea». Este paso de Jesús junto con la gente a la otra orilla ha sido visto como símbolo de la marcha de Israel por el desierto, en el cual el pueblo elegido recibió el maná del cielo, anticipo de la Eucaristía.

La iniciativa de Jesús
Para realizar este signo, el Señor cuenta con la colaboración humana. El pan y los peces son traídos por un muchacho. De aquello que parece muy poco, el Señor va a ser capaz de hacer que produzca gran fruto. Pero para ello es necesario colaborar con lo que él disponga. En el texto sobresale la iniciativa de Jesús, quien dirige los movimientos y se preocupa de la acción de gracias e incluso del reparto, algo que no ocurre en la narración de este episodio por otros evangelistas, donde son los apóstoles los que distribuyen el alimento. Asimismo, Jesús ordena recoger los restos para que nada se pierda. La referencia a los doce canastos que recogieron tras haber comido y la constatación de que quedaron saciados revelan varias cosas. El número doce en la Biblia está vinculado con las doce tribus y, más adelante, con los doce apóstoles. Aquí representa la abundancia de los dones de Dios. En la primera lectura de este domingo, tomada del segundo libro de los Reyes, el profeta Eliseo prepara el milagro. También aparece alguien que aporta pan, personas hambrientas, la dificultad objetiva y la constatación de que «comieron y aún sobró». Así pues, Jesús aparece ahora no como un profeta más, sino como el profeta prometido por Dios, «el profeta que va a venir al mundo».

Jesús como Pan de Vida
Al final del pasaje se relata que «Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña Él solo». Este desenlace sorprende, en cierto sentido, pues parece que el Señor se desentiende de la muchedumbre a la cual ha alimentado. Sin embargo, en realidad pretende huir de una visión meramente humana de sus acciones. Ciertamente, Jesús busca saciar el hambre de la multitud, pero no permite que su hacer sea considerado un gesto meramente material y humano. En sus acciones, el Señor pide el salto de la fe y no solo apoyarse en los proyectos humanos, a menudo preocupados solo en el bienestar material. En el conjunto del Evangelio se observa que Jesús, aparte de ayudar en las cosas materiales, siempre ofrece algo que va más allá. Es el caso de la samaritana, a la que da un agua verdadera que supera la física; o del ciego de nacimiento. En ambos casos los pasajes concluían con una confesión de fe en el Señor. El pan que hoy distribuye Jesús aparece bajo un lenguaje eucarístico, que sirve para preparar el discurso del pan de vida. San Juan, por lo tanto, no tiene la mirada puesta tanto en la materialidad del pan, sino en el significado de este gesto como anticipo del gran don eucarístico.



  Daniel A. Escobar Portillo
 Delegado episcopal de Liturgia adjunto de Madrid




Evangelio

Después Jesús se marchó a la otra parte del mar de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos y, al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: «¿Con qué compraremos panes para que coman estos?». Lo decía para probarlo, pues bien sabía Él lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «200 denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo». Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero, ¿qué es eso para tantos?». Jesús dijo: «Decid a la gente que se siente en el suelo». Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; solo los hombres eran unos 5.000. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda». Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: «Este es verdaderamente el Profeta que va a venir al mundo».
Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña Él solo.



Juan 6, 1-15






miércoles, 25 de julio de 2018

Sobre el manto de salida de María Santísima de la Esperanza




Manto bordado de María Santísima de la Esperanza: datos recabados por la secretaria de la Hermandad y facilitados oficialmente por N. Hermano Mayor a Diario de Jerez a fin de la publicación de un reportaje dedicado a nuestra rica pieza patrimonial.

Durante la mañana de ayer martes día 24 de julio de 2018, nuestra Hermandad ha facilitado oficialmente a Diario de Jerez los siguientes datos del manto bordado de Nuestra Amada Titular María Santísima de la Esperanza con objeto de un próximo reportaje periodístico dedicado a tan destacada pieza de nuestro patrimonio material.

* El manto bordado de María Santísima de la Esperanza constituye una de las obras artísticas más ricas y originales -y a su vez quizá más desconocidas- de la Semana Santa de Jerez.

* Marcó un antes y un después en el dominio estilístico del arte del bordado del celebérrimo artista don José Guillermo Carrasquilla Perea. Él mismo llegó a confesar que se trata de la primera gran obra que realizó suelto de manos sin el dueto ni la intervención tutelar de su padre don Guillermo Carrasquilla Rodríguez (fallecido unos años antes, concretamente en 1956). “La obra fue creciendo y creciendo y perfeccionándose, magnificándose, por sí misma. Como si hubiese cobrado vida de manera autónoma. Enseguida supe que algo muy grande estaba creciendo entre mis manos. Me obsesioné con el diseño en su conjunto. Por las noches, cuando me acostaba para descansar, veía imaginariamente el boceto en el techo de mi dormitorio. No me lo quitaba de la mente”.

* En Cabildo General de 15 de marzo de 1959 ya se da cuenta en la Hermandad de las Cinco Llagas, y en intervención del destacado cofrade don Manuel Martínez Arce, de la necesidad de comenzar a bordarse el manto de la Virgen aunque aún quedase por pagar un tercio de la confección del palio.

* En muestras de agradecimiento a la exclusiva lealtad y contratación de sus talleres por la Hermandad de las Cinco Llagas, don José Guillermo Carrasquilla dona a la institución, en 1960, una saya bordada para la Virgen de la Esperanza.

* En abril de 1960 se aprueba en el seno de la Hermandad el dibujo del manto presentado por el Sr. Carrasquilla y se nombra al efecto una comisión ex profeso denominada “Pro Manto" y formada por don Enrique Fernández de Bobadilla y González- Abreu como presidente, don Manuel González San Andrés como secretario, don Manuel Martínez Arce como tesorero y los vocales don Rafael Romero García-Pelayo, don Francisco Quirós Carrasco y don Manuel Atalaya García.

* El 27 de abril de 1960 se firma el contrato de confección del manto entre la Hermandad de las Cinco Llagas, rubrica su Hermano Mayor don Enrique Fernández de Bobadilla y González-Abreu, y los bordadores Viuda de Carrasquilla y don José Guillermo Carrasquilla Perea. El presupuesto total de la obra asciende a 650.000 pesetas. En noviembre de dicho año de 1960 se tenían ya pagadas 207.000 pesetas.

* El 13 de febrero de 1961 el hermano mayor de la Hermandad de las Cinco Llagas visita los talleres de bordados en Sevilla y comenta en reunión posterior de Junta de Gobierno que “se encuentra el trabajo no sólo muy adelantado sino que además está todo ejecutado a plena satisfacción, con riquezas de materiales, presentando la parte ya ejecutada en anchura de un metro y cuarto de ancho a todo lo largo, en la parte central, un maravilloso aspecto” .

* El 11 de abril de 1961 Carrasquilla cursa una carta a la Hermandad en la que suscribe su compromiso para que la Virgen estrene su manto de cara a la Semana Santa de 1962.

* El manto -"ricamente bordado sobre terciopelo de Lyon verde en oro finísimo y sobre dibujo original dentro de la línea clásica"- se bendijo a las dos de la tarde del Domingo de Ramos 15 de abril de 1962 por Iltmo. y Rvdmo Sr. Obispo Vicario D. José María Cirarda Lachiondo. Mientras el prelado, ante el Sagrario, se revistió de los ornamentos pontificales, en este intervalo, el paso de la Señora, que estaba situado en el interior de la Capilla del Voto, “fue sacado por los costaleros a la nave central y colocado a los pies de la misma, dando cara al altar mayor".

Situado el prelado tras el paso pronunció una breve alocución felicitando a la Hermandad por el logro conseguido en el bellísimo manto y añadió que el oro que se refleja sobre el terciopelo había de ser el símbolo del amor de los corazones hacia la Virgen. Tras la bendición litúrgica pasó a la delantera del paso para entonar la Salve, que fue cantada por todos los asistentes.


lunes, 23 de julio de 2018

Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

XVI Domingo del tiempo ordinario (ciclo B)
Se compadeció de la multitud

Con la imagen de Jesucristo como Buen Pastor que cuida de su rebaño, que anualmente se nos presenta el cuarto domingo de Pascua, este domingo retomamos el tema al hilo de la experiencia de evangelización de los apóstoles. Para comprender adecuadamente este pasaje conviene hacer referencia a la primera lectura de la Misa, del libro de Jeremías. En ella, el profeta establece la contraposición entre los pastores malvados y el Señor Dios, que se encargará de guiar a su pueblo a través de las personas que suscitará. El Señor se lamenta de los dirigentes que llevan al pueblo a la ruina porque se buscan a sí mismos y no defienden al pueblo contra los peligros que le acechan. Jeremías destaca la oposición que existe entre dispersar y reunir. Lo primero conduce a la perdición y lo segundo al crecimiento y a la multiplicación, es decir, a la salvación. Precisamente, la primera acción que describe el fragmento evangélico es que los apóstoles vuelven a reunirse con Jesús. Esta vuelta hacia el Señor, tras haber comenzado ellos la misión, no consiste únicamente en una decisión meramente organizativa, sino en tratar de contrastar la misión que han realizado con el que los envía para la misma, puesto que los apóstoles son conscientes de no hacer ni enseñar nada sin referencia al Maestro.

Estar a solas y descansar
Las únicas palabras que Marcos pone en boca del Señor en este fragmento hacen referencia a la llamada de Jesús a estar a solas con Él en un lugar desierto y a descansar. La soledad y el descanso no parecen, por tanto, accesorios en la tarea evangelizadora, ya que de otro modo no se subrayaría tanto esta frase en el conjunto del pasaje. Este descanso no se entiende únicamente como una llamada a la suspensión de cualquier actividad, olvidándose de la tarea, sino como un tiempo necesario para estar con el Señor y con aquellos que han recibido la misma misión. Humanamente hablando, todos tenemos experiencia de que el escuchar y el confrontar con otros nuestra forma de ver las cosas contribuye no poco a un análisis adecuado de todas las circunstancias, con el fin de afrontar con mayor ímpetu las diversas tareas que nos esperan. Al mismo tiempo se está previniendo a los discípulos de un estéril activismo y de tensiones que pueden poner en peligro no solo la misión que realizan, sino su propia identidad como enviados del Señor.
La vida de la Iglesia ha visto en este pasaje las condiciones necesarias para afrontar con serenidad y equilibrio no únicamente la evangelización, sino la propia relación con el Señor. No es posible mantener un vínculo con Jesucristo si se descuida el mandato de estar a solas con Él; de fomentar una relación con Dios calmada y sosegada. Por eso, desde siempre la Iglesia ha invitado a todos los cristianos a cuidar tiempos y lugares de oración. La celebración de la liturgia de las horas constituye el modo ordinario a través del cual colocamos al Señor en el centro de nuestra vida, para que sea él el centro de nuestro tiempo. De los mismos apóstoles sabemos que subían al templo a orar a determinadas horas. Aparte de la celebración litúrgica, los pastores han recomendado siempre tiempos especiales de oración, sobre todo para quienes se van a dedicar más directamente al anuncio del Evangelio.

La urgencia de la misión
Como si de una contradicción se tratara, da la impresión de que el Señor, por una parte, pide descanso y retiro y, por otra, no encuentra momento para el propio reposo. Esto no significa una incoherencia en su enseñanza, sino el mostrarnos que lo que mueve el corazón del Pastor no son los planes personales, sino el servicio concreto que las personas necesitan. Se expresa muy bien a través de la palabra compasión, tantas veces atribuida a Dios en la Biblia. Así pues, el descanso no lleva a desentenderse de las necesidades de quienes el Jesús tiene delante, sino a poder valorar con mayor clarividencia lo que el hombre necesita y actuar en consecuencia.



  Daniel A. Escobar Portillo
 Delegado episcopal de Liturgia adjunto de Madrid




Evangelio

En aquel tiempo los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: «Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco». Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a solas a un lugar desierto. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y se compadeció de ellos, porque andaban como ovejas que no tienen pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas.




Marcos 6, 30-34





domingo, 15 de julio de 2018

Reciente entrevista al P. Francisco González Ferrera, O.F.M.


Fray Francisco, en el templo del que ha sido guardián en los últimos meses. - A. VÁZQUEZ


Fray Francisco: «Algunos dicen que Cádiz me ha echado pero es ridículo y mediocre»

El máximo responsable del convento se va después de tres intensos años en los que reconoce que ha vivido buenos momentos y otros más complejos

Fuente: LA VOZ DE CÁDIZ / ANA MENDOZA


Francisco González Ferreras se despide este lunes de la que ha sido su casa en los últimos tres años. Ahora tiene nuevo destino. Será en Santa Cruz de Tenerife donde continuará con su labor pastoral como sacerdote en una tierra que ya conoce. De Cádiz este franciscano se lleva muy buenos recuerdos, gratas sensaciones, aunque también admite que ha vivido momentos complicados. Fray Francisco ha impulsado distintos proyectos en el templo y también ha estado muy presente en las hermandades franciscanas. Justo antes de marcharse a las Islas Canarias el padre Francisco reflexiona sobre este trienio que ha transcurrido para él en una ciudad de la que ha quedado prendido.

–¿Qué balance hace de estos años?

–Es un balance positivo en el sentido de haber experimentado lo que ha significado la fusión de siete provincias franciscanas en una sola, la actual de la Inmaculada Concepción. Es una experiencia enriquecedora. Vienes a ocupar el cargo de vicario y luego el de guardián. Es positiva no solo por la necesidad que hoy tenemos los religiosos de tender a la unificación, a sumar y multiplicar sino porque son momentos de crisis vocacionales aunque me gusta hablar de un tiempo de purificación del espíritu.

–Con respecto a la ciudad, ¿cómo se ha sentido en Cádiz?

–Cádiz me ha acogido bien. Cuando llegué me sorprendió porque es una ciudad que no conocía y me sigue enamorando y uno se va con un cariño muy especial por la manera del gaditano y la gaditana, el humor, la forma abierta con que me han acogido... Me llevo esa experiencia de conocer una tierra para mí maravillosa por la belleza de su arquitectura y la riqueza y belleza de sus gentes... esa manera de cercanía, de simpatía y aprecio y valoración hacia mi trabajo y mi persona.

–En cuanto a la labor pastoral, ¿qué análisis hace?

–Sin menoscabar ninguna labor anterior, me voy con la satisfacción de haber puesto el listón muy alto. He procurado trabajar muchísimo por el culto conventual. Cualquier feligrés que va a una iglesia y el confesionario está atendido eso hace que los fieles sepan que a tal hora están los sacerdotes en el confesionario. Me he esforzado por revitalizar el sacramento de la penitencia. También unido a este me ha llevado mucho trabajo el matrimonial. San Francisco es una iglesia de muchas bodas y ahí yo también he trabajado muchísimo de lo que es una pastoral matrimonial de cercanía, de atención pastoral de los contrayentes... es un acompañamiento en las cuestiones de los papeles, y también en la parte celebrativa, litúrgica, qué es, qué significa... un acompañamiento muy personal hacia los cónyuges.

–También ha impulsado algunas mejoras en la iglesia...

–Unida a esa pastoral está mi gratitud por todas las actividades culturales de la iglesia, viendo cómo he podido mejorarlo, enriquecerlo... He trabajado muy a gusto en el cuidado del convento que tiene su bella historia, maravillosa... La labor ha sido mejorar las instalaciones, las dependencias pastorales, el patio, y he iniciado dos fases, la instalación de la luz led para el crucero, el retablo mayor y el lugar del presbiterio y después las primeras fases de restauración del órgano, también una labor muy buena porque estaba en un estado deprimente y por lo menos una serie de fases he podido realizar con la labor de donativos, conciertos de donde se han podido sacar fondos para sufragar el coste esas fases fundamentales y espero que los siguientes hermanos que se hacen cargo del convento si quieren ya tienen un avance muy importante. La feligresía ha colaborado en esa labor y también en arreglar el patio. También preparamos las noches blancas donde la gente vino, hubo una gran participación.

–Se ha involucrado además con las hermandades franciscanas...

–Tanto con las hermandades de la casa, como bien se sabe Vera-Cruz y la del Nazareno del Amor, y también acogemos a nuestro padre Jesús Caído y me he sentido muy identificado con ellos. Han participado muy activamente y las dos franciscanas han estado a la altura en la celebración del 450 aniversario y la fundación de la Vera-Cruz. Ha sido de mucho trabajo, de mucha cercanía, mucha inquietud e ilusión...

–Ha pasado también malos momentos en su relación con las cofradías...

–He tenido momentos difíciles con las hermandades, por ejemplo con la hermandad del Nazareno del Amor que tuvo que intervenir un comisario y eso que produjo disgusto. Sufrí desgaste por las acusaciones, el mal trato de algunos hermanos y personas por las redes sociales, que el papa dice que están para comunicarnos y acercarnos y no para insultar... Sí es verdad que ahí sufrí un poco de disgusto pero hoy me voy muy satisfecho de ver que la hermandad del Nazareno del Amor esta en muy buenas manos.

–¿Y con la hermandad decana?

–Disfruté muchísimo los 450 años y pusimos el listón muy alto de lo que era un año jubilar. Lo trabajamos muy bien y los frutos ahí han quedado y están siempre... aunque en la convivencia surgen momentos difíciles o raros y te ves calumniado en redes sociales porque hay hermanos que no entienden que la hermandad debe ser un grupo de hermanos. Incluso he recibido una agresión pero me voy con la satisfacción de haber trabajado bien. He vivido grandes ilusiones y momentos pero también me ha costado saber que tienes que sufrir y la vida sacerdotal y religiosa no se entiende sin la cruz. El itinerario sacerdotal conlleva momentos en los cuales como nuestro Señor fue negado, vendido, maltratado... mi vida también tiene que tener cruz.

–¿Ha sido quizá muy estricto?

–San Francisco en las últimas décadas estaba un poco dejado, cada uno hacía lo que quería y como quería y comprendo que he tenido que poner un poco firme todo. Me quedo contento por la labor aunque puede ser que algunas personas no la entiendan pero es una minoría. Pido disculpas si alguien se ha sentido ofendido o disgustado porque no ha sido mi intención. Me voy con la satisfacción de haber realizado una labor y sentar las bases de unos valores catequéticos en la feligresía de San Francisco. Como persona y como sacerdote y religioso no soy persona de rencores y me voy sin ninguna espina. Algunos dicen que Cádiz me ha echado pero Cádiz tiene más altura, más nobleza... eso es ridículo y muy mediocre. Me voy muy contento de mi labor y de haber estado junto a los gaditanos. También sé que me van a echar de menos.

–¿Le gustaría volver?

–Sé que mi labor estará en las Islas Canarias, pero sí me gustaría volver porque quedan aquí muchos amigos y gente a la que quieres y te quieren y seguro que en algún momento me llamarán y si el provincial me necesitara de nuevo en Cádiz no pondré reparos.



La Hermandad de las Cinco Llagas felicita a don Manuel Hurtado Macías por su reciente toma de posesión del cargo de Hermano Mayor de la Hermandad de la Yedra



Foto: ELMIRA.ES



Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

XV Domingo del tiempo ordinario (ciclo B)
Enviados de dos en dos

Iniciamos una nueva etapa en la misión de Jesús, en la cual envía a los Doce a su primera tarea. En el nombre de Jesucristo anunciarán el Reino de Dios a través de la predicación, la expulsión de demonios y la curación de enfermos. En este punto se pone de manifiesto una novedad: se trata de una iniciativa sin paralelo en el Antiguo Testamento, puesto que los profetas eran llamados por el Señor, pero, a su vez, ellos no elegían discípulos para enviarlos a predicar. ¿Cuál es, entonces, el sentido de esta novedad? Desde luego, sería erróneo afirmar que Jesús busca colaboradores por necesidad. Más bien, ha querido implicar a personas concretas en esta tarea, para así hacerlas partícipes no solamente de una misión, sino también de su misma existencia. En efecto, no se trata de conocidos de Jesús, a los cuales un determinado día encarga una tarea precisa; la misión nace desde un hondo conocimiento mutuo previo entre Jesús y sus discípulos más allegados. De este modo surge el mandato apostólico. De hecho, apóstol significa enviado.

La identidad de la misión
Marcos incide en que los Doce salieron «a predicar la conversión». Esta concreción del contenido del anuncio apostólico no sirve únicamente para conocer sin más que los discípulos invitaban a los pecadores a un cambio radical de vida. El evangelista trata, sin duda, de subrayar también el estrecho vínculo entre el inicio del ministerio apostólico y el comienzo del anuncio del Reino de Dios por parte de Jesús, que había tenido lugar con las palabras «convertíos y creed en el Evangelio» (Cf. Mc 1, 15). Con ello, se pone de relieve no solo una continuidad en la misión, sino además la idéntica misión. Junto con la predicación, Marcos afirma que «echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban». No basta, por tanto, con anunciar el Evangelio. El cometido apostólico requiere realizar determinadas acciones que pongan de manifiesto que el Reino de Dios ha llegado. Uno de los aspectos que hoy destaca es que Jesús «los fue enviando de dos en dos», conforme a la costumbre habitual entre los judíos. El anuncio en grupos de dos concuerda con una tradición anterior, pero también es un estímulo y ayuda para la evangelización. Pocas cosas materiales son necesarias para comenzar: un bastón, sandalias y ni siquiera túnica de repuesto. El desprendimiento caracteriza la disposición de quien se encamina a la misión. Los apóstoles no deben estar apegados a los bienes materiales ni a las comodidades. Por eso, este pasaje del Evangelio es claro en la presentación de un panorama bastante austero para quien es llamado a esta tarea en la Iglesia. El Señor quiere fomentar en sus discípulos el desapego no solo de los bienes materiales, sino de los propios intereses, ya que quien vive preocupado por sí mismo se incapacita para transmitir el amor de Dios a los demás. La llamada a vivir de esta manera es, en definitiva, una concreción del «bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos» (Cf. Mt 5, 3).

Dispuestos a sufrir contrariedades
El relato que escuchamos refleja ilusión, optimismo y éxito, dado que se insiste en la gran cantidad de exorcismos y curaciones que los apóstoles realizan. No obstante, Jesús no garantiza la aceptación incondicional hacia quienes hablen y actúen en su nombre. La primera lectura de este domingo manifiesta, en el caso del profeta Amós, que los enviados de Dios no reciben a menudo una buena acogida; el mismo Señor fue rechazado en múltiples ocasiones, y la vida de la Iglesia testimonia las incontables muestras de rechazo que a lo largo de los siglos han sufrido quienes han hablado y actuado en nombre de Dios. El Evangelio nos ayuda, naturalmente, a ser conscientes de la posibilidad del rechazo pero, ante todo, trata de ofrecernos ánimo y esperanza en una encomienda que, por su misma naturaleza, transmite la salvación de Dios a los hombres, más allá de las circunstancias específicas de tiempo o de lugar con las que a lo largo de la historia se encuentren quienes son enviados por la Iglesia en el nombre del Señor.


  Daniel A. Escobar Portillo
 Delegado episcopal de Liturgia adjunto de Madrid




Evangelio

En aquel tiempo Jesús llamó a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y decía: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, en testimonio contra ellos».
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.




Marcos 6, 7-13





viernes, 6 de julio de 2018

Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

XIV Domingo del tiempo ordinario (ciclo B)
«No pudo hacer allí ningún milagro»


Concluimos este domingo un conjunto de pasajes que contienen la presentación que Marcos hace de los discursos y acciones de Jesús, así como de las reacciones que estos provocan. Lejos de mostrar la aceptación inicial que observamos en los días anteriores, parece que ahora las obras y palabras de Jesús provocan la incredulidad de sus paisanos. ¿Cuál es la causa de la negativa a asumir lo que Jesús hace o dice?

«No desprecian a un profeta más que en su tierra»
El pensamiento popular ha reflejado lo que aquí sucedió con la expresión «nadie es profeta en su tierra». En efecto, el conocimiento prolongado de una persona en el tiempo, ya sea por motivo de parentesco, de trabajo o de vecindad, supone también acceder a sus orígenes y trayectoria personal. De este modo, también se tienen todo tipo de datos sobre la familia, los estudios y, por lo tanto, las limitaciones de esa persona; algo que no poseen los que se han acercado a él a partir de ser una persona conocida y, en cierto modo, mitificada. Esto es, en parte, lo que describe el pasaje que nos encontramos. No hemos de pasar por alto un detalle: si estamos acostumbrados a que los críticos con Jesús sean los escribas o fariseos u otro tipo de autoridades religiosas, esta vez quien censura la presencia del Señor es «la multitud que lo oía». Por lo tanto, la falta de fe o cerrazón que el Señor reprocha no está aquí asociada, como en otros lugares, a una posición política, económica o religiosa de rango elevado. Afecta a cualquier persona y está vinculada a una distorsión en el modo de percibir la realidad, que se llama prejuicio.

La tentación de delimitar el poder de Dios
Fijémonos en que el primer movimiento de los testigos de Jesús en su pueblo es el asombro. Están escuchando a alguien que se expresa con sabiduría y que realiza milagros con sus manos; por otra parte, ellos mismos se benefician de estos gestos y palabras del Señor. ¿Cuál es el prejuicio que domina la escena? En primer lugar, creen conocer a Jesús y piensan que pueden delimitar de antemano el alcance de sus acciones: «¿No es este el carpintero, el hijo de María…?». Pero, en segundo lugar, también están marcando un límite al modo que Dios ha escogido para revelarse a los hombres. Son incapaces de abrir la mente ante la realidad tal como es. Se cumple así lo que Juan afirma en el prólogo de su Evangelio: «Vino a su casa, y los suyos no le recibieron» (Jn 1, 11).

La perseverancia en la misión y la apertura a la realidad
Si nos situamos ahora desde el punto de vista de lo que se encuentra el Señor al anunciar el Reino de Dios, vemos que lo que le sucede no es una novedad. La profecía de Ezequiel, leída como primera lectura, insistía ya, siglos antes de Jesucristo, en la necesidad del anuncio de la salvación de Dios «te hagan caso o no te hagan caso». Años después, el panorama que se encontraron los apóstoles y sus colaboradores tampoco fue más alentador. Pablo da cuenta de ello en la segunda lectura, refiriéndonos las persecuciones y dificultades sufridas por Cristo. En la misión de la Iglesia existe a menudo la tentación del desánimo, pensando que poco o nada se puede hacer ante la tibieza o negativa con la que se acepta el anuncio de la Buena Noticia. Por ello, es oportuno ver en la conclusión del pasaje evangélico de este domingo la constatación de que Jesús jamás se detuvo ante su misión. Por otra parte, igual que hubiera sido deseable que la multitud de los paisanos de Jesús abriera la mente y el corazón, del mismo modo es imprescindible que la Iglesia nunca tenga el prejuicio de que el Evangelio está limitado. Para ello, debemos ser los cristianos los primeros en acoger sin límites la obra que Dios quiere realizar en nuestra vida.


  Daniel A. Escobar Portillo
 Delegado episcopal de Liturgia adjunto de Madrid




Evangelio

En aquel tiempo Jesús se dirigió a su ciudad y lo seguían sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: «¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada? ¿Y esos milagros que realizan sus manos? ¿No es este el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y Joset y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?». Y se escandalizaban a cuenta de Él. Les decía: «No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa». No pudo hacer allí ningún milagro, solo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se admiraba de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.




Marcos 6, 1-6





Crónica de la emotiva entrega de las Medallas de Oro del Santo Ángel


La gala de la asociación Santo Ángel, entre el orgullo policial y la más profunda emoción
Fuente: DIARIO DE JEREZ / Manuel Moure

Fotos: N.H.D. Manuel Piñero


Emotiva, sin duda, resultó la entrega de distinciones que ayer tarde organizó la asociación policial Santo Ángel. Fue en el patio de armas del Alcázar de Jerez, que se vistió de gala para acoger este tradicional acto. Una de las grandes protagonistas de esta gala fue Irene Villa, periodista, escritora y psicóloga, quien lógicamente recordó a las víctimas del terrorismo etarra.

El acto contó con la presencia de unidades del Escuadrón de Caballería de la Policía Nacional de Sevilla, así como con los músicos de la Banda Sinfónica de la Policía Nacional de Madrid, que interpretaron, entre otras, pasodobles como 'El Niño de Jerez y 'Suspiros de España'.

Fue muy pasadas las ocho de la tarde cuando comenzó la entrega de distinciones, las cuales consistieron en un corbatín (a título colectivo), otra medalla de oro a título colectivo, así como otras once medallas de oro a título individual. Por el estrado, y entre los cerrados aplausos del público, pasaron conocidas personalidades locales y provinciales y nacionales.

Así, el corbatín fue a parar a manos de la Unidad Central de Intervención Policial de Madrid; la medalla de oro a título colectivo se entregó a la Unidad de Caballería de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla, la cual además se llevó un gallardete (banderín) que podrá lucir en todos sus actos, mientras que las medallas de oro individuales, además de a Irene Villa, depararon distinción para la Fundación Jaime González Gordon, Felipe Morenés Giles (experto ecuestre); la presidenta de la Guardería La Blanca Paloma de Jerez, María Domecq López de Carrizosa; el religioso fraile capuchino Fray Antonio Ruiz de Castroviejo Alba; el empresario Antonio Espinosa de los Monteros Ramos, el sanitario José Rubio Marín; el ejecutivo hotelero Juan Sañudo Márquez; el escritor José Genaro Benítez Gil; el teniente de la Guardia Civil de Jerez, Fernando Javier Comesaña Trinidad, así como al policía nacional José Manuel Barba Linares.

Entre los asistentes estuvo una amplia representación de la sociedad jerezana. No en vano el Ayuntamiento estuvo representado por el teniente de alcaldesa Francisco Camas, la Policía Nacional por el comisario jefe de Jerez, Francisco J. García, la Guardia Civil por el teniente Comesaña, así como el Ejército por el coronel Antonio Rodríguez Pascual. La judicatura también contó con representación, como fue el caso de la magistrada del TSJA Ana María Orellana y el fiscal jefe de Jerez, Francisco García Cantero. Igualmente acudió el primer teniente de alcalde de Rota, Daniel Manrique, así como la diputada nacional y el parlamentario andaluz del Partido Popular, María José García-Pelayo y Antonio Saldaña.

N.H.D. Genaro Benítez Gil

Irene Villa: "Muchos no tuvieron mi suerte y la de mi madre"
La periodista, escritora y psicóloga Irene Villa acudió al acto de la asociación Santo Ángel con sus dos hijos. Fue la encargada de ofrecer un discurso en nombre de todos los premiados. No se excedió en el tiempo. Como buena periodista fue clara, concisa, directa y, sobre todo, emotiva. Comenzó dando las gracias, como era lugar, por el premio recibido. "Es un honor estar en un grupo de personas a las que premiáis por el compromiso". Acto seguido hizo alusión a la vinculación que le une a los agentes del Cuerpo nacional de Policía como víctima del terrorismo. Fue directa al señalar que "no tantos tuvieron la suerte que tuvimos mi madre y yo de salir vivas" y compartió con los asistentes el testimonio de una asistente que le recordó la forma en la que una persona muy querida fue asesinada cuando llevaba el coche lleno de regalos de Reyes.

Dña. Irene Villa con D. Antonio Padillo, presidente del Santo Ángel