Fuente: Infocatólica
El Papa
celebrará la Misa
de clausura del Jubileo por los ocho siglos de la Orden de los Predicadores
El Jubileo con
motivo de los 800 años de la
Orden de Predicadores concluirá el sábado 21 de enero con una
Misa que celebrará el papa Francisco en la basílica de San Juan de Letrán, tras
la finalización del congreso internacional que se está realizando desde el
pasado martes.
Alrededor de 600 personas se
encuentran reunidas en la Universidad Pontificia Santo Tomás de Aquino,
de Roma, reflexionando sobre el lema «Enviados a predicar el Evangelio».
Durante una
conferencia de prensa que se llevó a cabo el martes 17 de enero en la Oficina de Prensa de la Santa Sede , el
coordinador del jubileo, R.P. fray Franklin Buitrago OP, indicó que están
participando «unos cien frailes, la misma cantidad de monjas y el resto laicos».
Y aseguró: «No pudimos invitar a más por un problema de espacio. Aunque las
plenarias se podrán seguir en directo por internet».
La jornada
comenzó con la proyección del documental «Esplendor de la Palabra », que trata sobre
la misión de los dominicos, y con el himno del Jubileo interpretado por los
niños del instituto Santo Domingo, de Roma.
Luego, el
arzobispo coadjutor de Bahía Blanca y ex maestro general de la Orden , Mons. Carlos Azpiroz
Costa OP, dirigió a los asistentes la primera de las ponencias, titulada «Nueve
años… un destino». El prelado repasó cómo la Orden se preparó
durante nueve años para la celebración del Jubileo «que mira al futuro
aprendiendo del pasado como un atleta que retrocede para tomar carrera antes de
ejecutar su salto de longitud».
El arzobispo
dominico recordó que el Jubileo comenzó en 2006 en Fanjeaux, Francia,
celebrando los 800 años de la creación de la primera comunidad de frailes por
santo Domingo de Guzmán. Por último, compartió su visión de la familia
dominicana y afirmó: «Es un movimiento de vida abierto a nuevas formas de
misión».
A continuación,
el cardenal arzobispo de Praga, monseñor Dominik Duka OP, dirigió una oración
de apertura en la que recordó a los santos dominicos y resaltó que «donde
no hay libertad no hay amor».
El maestro
general de la Orden
de Predicadores, fray Bruno Cadoré, inauguró el congreso animando a los frailes
predicadores «a salir por las carreteras, a través de las ciudades y aldeas
para proclamar la Buena
Noticia del Reino de Dios» y explicó que «este congreso
quiere ser el comienzo de un nuevo despegue, un congreso ‘para’ la misión». «El
‘para’ indica un objetivo de todas las ramas de la Orden : Abrir
pistas, descubrir signos para el futuro de la predicación», detalló.
«Tenemos que
preguntarnos cómo actualizar la proclamación del Reino desde la escucha
con otras culturas, religiones, y hacerlo en términos de colaboración con
nuestra familia de Predicadores. Debemos también experimentar la alegría de ser
enviados a predicar juntos, con la diversidad de la Orden », aseveró.
La conferencia
inaugural estuvo a cargo de fray Mauro Jöhri OFM Cap., general de los
capuchinos y presidente de la
Unión de Superiores Generales, quien señaló que los
católicos estamos llamados a testimoniar la gratitud del don maravilloso de la
vida. «Muchas personas declaran que no quieren pertenecer más a la Iglesia , otras se alejan
sin hacer ruido, en otras hay cierta nostalgia que les genera un vacío, gente
que se aleja pero que tiene en su interior interrogantes y necesita hablar de
ello. Muchas personas se acercan a hablar con nosotros, con la necesidad de ser
escuchadas sin ser juzgadas», indicó.
Para el general
de los capuchinos hoy más que nunca «estamos llamados a proponer el Evangelio
juntos, en fraternidad. Necesitamos personas disponibles, que se dejen tocar,
para que digan de nosotros que han encontrado personas felices detrás
de los muros de un convento».
Finalmente, la
jornada concluyó con el concierto «Arte, música y predicación», a cargo del coro
Die Neue Vokalkapelle München, dirigido por fray Robert Mehlhart OP.
Cierre del
Jubileo de la Orden
de los Dominicos
Al finalizar el
congreso internacional, el 21 de enero, el papa Francisco presidirá la misa de
clausura del Jubileo.
El maestro
general, fray Bruno Cadoré subrayó que «es muy significativo que el Papa haya
aceptado presidir esta Eucaristía al final del Jubileo y para nosotros será una
oportunidad de pedirle al Sumo Pontífice su bendición». «Es como volver a
repetir lo que hizo Santo Domingo hace 800 años con el papa Honorio», expresó.