Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

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martes, 9 de agosto de 2011

Nuestro Padre Jesús de la Vía Crucis ya está en su capilla



Evangelio según San Juan 19, 17-18

"Jesús quedó en manos de los judíos y, cargando con la cruz, salió hacia el lugar llamado “la calavera”, en hebreo “Gólgota”, donde lo crucificaron. Con él crucificaron a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio".

Y así, de nuevo, cargando con la cruz al hombro, como este pasaje del Evangelio de San Juan, el Divino Nazareno Franciscano ya se encuentra en su Capilla del Voto junto a María Santísima de la Esperanza.

Aunque el período de ausencia de la Imagen ha sido breve, muchos han sido los jerezanos que han sentido vacía la parcela que dedicaban en su corazón al Señor de la Vía-Crucis, al Señor de la Plaza, al Señor de San Francisco...

Un vacío que la Esperanza vertida por nuestra Madre ha sabido llenar estos días en los que hemos sufrido la ausencia del Titular de nuestra Hermandad. Y es que, el Divino Nazareno Franciscano, ha derramado su Amor a tantos jerezanos, que su ausencia no ha pasado inadvertida.

Incluso para los devotos de San Judas Tadeo, los que asisten a la Eucaristía diaria o los fieles acompañantes del Santísimo en el Sagrario, han notado ese vacío, esa visita rutinaria, pero balsámica a Nuestro Padre Jesús de la Vía-Crucis, ese devoto beso a sus pies, esa petición, esa súplica, esas gracias...

Desde hoy, su dulce y majestuosa figura ha vuelto a perfeccionar los contornos de la Capilla del Voto, ha iluminado de nuevo la cara de los que nos acercamos a Él, ha cargado y abrazado de nuevo a la cruz del mundo...



Que debemos negarnos e imitar a Cristo por su cruz

Hijo, cuanto puedes salir de ti, tanto puedes pasarte a mí. Así como perdiendo la codicia de lo exterior se gana la paz interior, así la negación y desprecio interior causan la unión y amistad de Dios.

Yo quiero que aprendas la perfecta negación de ti mismo en mi voluntad sin queja ni contradicción.

Sígueme. Yo soy camino, verdad y vida. Sin camino no hay por donde andar, sin verdad no hay conocimiento, sin vida no hay quien pueda vivir. Yo soy el camino que debes seguir, la verdad a quien debes creer, la vida que debes esperar.

Yo soy camino que no puede ser cegado, verdad que no puede ser engañada, vida que no puede ser acabada; yo soy camino muy derecho; verdad suma, vida verdadera, vida bienaventurada, vida increada.

Si permanecieres en mi camino, conocerás la verdad, y la verdad te librará y alcanzarás la bienaventuranza.

Si quieres entrar a la vida, guarda los mandamientos; si quieres conocer la verdad, créeme; si quieres ser perfecto, vende cuanto tienes; si quieres ser mi discípulo, niégate a ti mismo; si quieres poseer la vida eterna, desprecia este presente; si quieres ser ensalzado en el cielo, humíllate en el mundo.

Y si quieres reinar conmigo, lleva la cruz conmigo; que sólo los siervos de la cruz hallan el camino de la bienaventuranza y de la verdadera luz.