Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

martes, 28 de junio de 2011

Procesión del Corpus Christi


Como un rebosante vaso de amor, derramado y traspasado de sus finitos contornos.

Como un ente colmado de infinitos parabienes otorgados sin mesura.

Como un corazón alegre y dulcificado generosamente por Aquel...

Así se sintió Jerez el pasado domingo 26 de junio, cuando el Amor de los amores recorrió sin parangón, y como viene haciéndolo desde hace muchísimos años, sus principales calles desde el Primer Templo de nuestra Diócesis.



Desde aproximadamente las ocho de la tarde hasta bien entrada las diez de la noche, Jesús Sacramentado bendijo cada rincón, cada esquina de nuestro Jerez, el cual le rezó y muchísimo a lo largo del recorrido procesional.

Los hermanos de las Cinco Llagas no faltamos a la cita y con nuestra participacion fuimos consolados como Él sólo sabe hacerlo.


La Junta de Gobierno agradece a todos los hermanos que participaron en la procesión su generoso gesto, seguro que Él se lo sabrá recompensar sino lo ha hecho todavía.




"Más dichosos que los santos del Antiguo testamento, no solamente poseemos a Dios por la grandeza de su inmensidad, en virtud de la cual se halla en todas partes, sino que le tenemos con nosotros como estuvo en el seno de María durante nueve meses, como estuvo en la cruz. Más afortunados aún que los primeros cristianos, quienes hacían cincuenta o sesenta leguas de camino para tener la dicha de verle. Nosotros lo poseemos en cada parroquia, cada parroquia puede gozar a su gusto de tan dulce compañía. ¡Oh, pueblo feliz!" (Santo Cura de Ars).





"Recibir la Eucaristía significa transformarse en Cristo, permanecer en Él, vivir para Él. El cristiano, en el fondo, debe tener una sola preocupación y una sola ambición: vivir para Cristo tratando de imitarlo en la obediencia suprema al Padre, en la aceptación de la vida y de la historia, en la total dedicación de la caridad, en la bondad comprensiva y, sin embargo, austera. Por esto, la Eucaristía se convierte en programa de vida" (Beato Juan Pablo II).




"Si lo recibís bien, seréis vosotros lo mismo que recibís" (San Agustín).



"LLAVECITA del sagrario: ¡Si tú supieras la envidia que te tengo, porque puedes cerrar y abrir cada día la portezuela dorada de la prisión eucarística...! Mas, llavecita preciosa, ¿por qué envidiarte tal dicha, si hacer tal milagro puedo con actos de fe rendida, y abrir puedo el tabernáculo y esconderme, a maravilla junto al rey...? ¿por qué envidiarte llavecita, llavecita...? (Santa Teresita de Lisieux).