Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

domingo, 19 de junio de 2011

Procesión del Corpus de Minerva


Un año más, la procesión sacramental del Corpus de Minerva ha sido todo un éxito no sólo ya por su organización, vaya nuestra felicitación expresa desde aquí a nuestro párroco, D. Ángel Romero Castellanos y a la Hermandad del Santo Crucifijo, sino por la participación por parte de las distintas agrupaciones, asociaciones y cofradías en particular y fieles en general.

Una luminosa y soleada mañana ha acompañado en todo momento a la Virgen de los Reyes y a Jesús Sacramentado en su discurrir por las engalanadas calles del barrio de San Miguel. Y no sólo el astro rey ha querido estar presente, sino toda una multitud de henchidos corazones han acompañado rezando a Jesús Sacramentado rogándole esperanza y tesón para superar las distintas vicisitudes que pasamos a diario y que sólo son calmadas y solucionadas por Él, por el Todopoderoso, que lo fue por ser el último de todos.



La Junta de Gobierno se une al agradecimiento transmitido por D. Ángel Romero Castellanos tras la procesión por el esfuerzo realizado y lo traslada a todos los hermanos de nuestra Santa Hermandad que hoy han participado en tan solemne procesión.

Asimismo, la Junta de Gobierno recuerda a todos los hermanos que celebraremos Solemne Triduo Eucarístico los días 21, 22 y 23 del presente a partir de las 20:00 h en la Iglesia Conventual de San Francisco.



"TRAERÁ UN RÍO DE PAZ"
Quiero estar ante ti sin prisas, callado, con las puertas cerradas. Entra tú en mí, Señor, como entraste donde estaban tus discípulos con las puertas cerradas. Enséñame a esperar en la más completa gratuidad y dame la paz.

Danos la paz. Derrama tu paz sobre los pueblos en guerra, sobre los que sufren violencia, sobre los que tienen heridas en el corazón. Danos la paz. "Qué bien sé yo la fuente que mana y corre aunque es de noche". (San Juan de la Cruz)



"CONFESAR A CRISTO POR LA OBRA"
Éste es mi propósito al marchar. Confesarte en la vida. Llevar tu rostro, tu paz, tu bondad, tu amor. Porque a ti te gustan las obras. Te agrada más la vida que el susurro de los labios o el latir del corazón.

Obra tú en mí los caminos nuevos, para que se cumpla la voluntad del Padre y yo sea otro Cristo en el mundo. Que mi vida sea, como la tuya, una eucaristía, una entrega, un decir a todos: "tomad y comed". (San Juan de la Cruz).