El pasado 28 de mayo, nuestra Santa Hermandad tuvo el gozo de acompañar a Nuestra Señora de la Merced junto a las demás hermandades de nuestra ciudad en la Solemne Procesión Conmemorativa del Cincuentenario de su Coronación Canónica desde la S.I. Catedral hasta su Basílica.
Ese mismo día, y en los albores del amanecer, varias cofradías entre las que se encontraban Angustias, Rosario de los Montañeses, Humildad y Paciencia, Amor y Sacrificio, Defensión, Amargura, Santo Crucifijo, Yedra, Expiración, Cinco Llagas y Asociación Parroquial de la Sed, nos unimos fraternalmente para trasladar nuestros estandartes marianos que dogmatizan la no mancha de la Pura Concepción de María, en rosario de la aurora desde la Parroquia de San Miguel hasta el primer templo de nuestra Diócesis.
El cantar de los pajarillos y los primeros rayos de sol, enjugaron una procesión matutina llena de devoción, sencillez y alegría interior que se vio jalonada en tres momentos de especial emoción.
Emoción que afloró por todos los allí congregados cuando nos reunimos entorno al primer monumento asuncionista del mundo y cantamos la salve.
Emoción cuando alrededor de la primera imagen del beato Juan Pablo II en el mundo, nos volvimos a congregar junto a los frailes mercedarios para rezar el Ángelus.
Y emoción cuando llegamos a S.I. Catedral y ofrecimos nuestras súplicas a Ella por todos los hermanos de nuestra Santa Hermandad.
Posteriormente, acompañamos a la Santísima Virgen de la Merced hasta su Basílica. Aproximadamente, fueron tres horas de devoción mariana derramada por las calles, que supo a poco y en las que rememoramos aquel bendito año de 1961 en el que el pueblo de Jerez, sabio como siempre, coronó a nuestra Patrona.