Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

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martes, 20 de febrero de 2018

Recomendación libresca: ESPERANZA PARA EL MUNDO




‘Esperanza para el mundo’, el cardenal Burke llega a las librerías españolas
Fuente: INFOVATICANA
Hoy llega a las librerías españolas el primer libro del Cardenal Burke, Esperanza para el Mundo. Un libro clave para comprender la trayectoria y perspectiva del cardenal que, aunque ha tenido más relevancia a raíz de las ‘dubia’, es uno de los más prestigiosos canonistas de la Iglesia Católica.

“Mi esperanza es que la Iglesia sea cada vez más fiel a su identidad como Esposa de Cristo en su enseñanza, en su culto, en su oración y devoción, y en su vida moral. Mi esperanza es que cada rama de la viña, cada miembro del Cuerpo de Cristo, se acerque cada vez más a Él y le conozca, le ame y le sirva, para que la gloria de Cristo ilumine nuestro mundo, mientras esperamos su llegada final, cuando lleve toda la creación al Padre, inaugurando así «nuevos cielos y una nueva tierra».”
Son palabras del cardenal Raymond Leo Burke en una conversación mantenida con Guillaume d’Alançon y recogida en Esperanza para el mundo, el libro entrevista que publica en España la editorial Homo Legens y que llega hoy a las librerías de nuestro país.
La promoción de la ideología de género, la tragedia de los niños asesinados con el aborto, los múltiples y graves ataques contra el matrimonio y la familia, la necesidad de que la Iglesia conozca y comprenda correctamente lo que es el islam y la enseñanza del Corán o la amenaza del relativismo como “el mayor peligro de nuestros días” son algunos de los temas tratados en las páginas de Esperanza para el mundo.
Una entrevista que comienza con el relato de cómo fue la infancia, la llamada de Dios y los primeros años del ministerio sacerdotal de Raymond Leo Burke, así como las dificultades a las que tuvo que enfrentarse como obispo, primero en la diócesis de La Crosse y más tarde en la archidiócesis de Saint Louis. En este último aspecto, destaca especialmente “la invasiva secularización de la cultura que, por desgracia, también había entrado en la vida de la Iglesia”.
El purpurado estadounidense habla también de su nombramiento como prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica y se manifiesta “muy orgulloso de haber estado al servicio de la Curia Romana, incluso en los momentos en que algunos escándalos salieron a la luz debido a los errores y pecados de algunas personas”.
“Es muy bonito trabajar al servicio de la Curia Romana. Me duelen las caricaturas que se hacen de ella: un grupo de hombres ancianos viviendo en un mundo irreal o un grupo de sacerdotes ambiciosos para los que el bienestar espiritual de los fieles no tiene ninguna importancia”, defiende, al tiempo que añade que es imposible hacer un trabajo real en la Curia Romana sin un fuerte sentido de la salvación de las almas.

Misericordia fundada en la verdad
El cardenal que ha adquirido una relevancia particular a partir de la publicación de los “dubia” también defiende en esta entrevista la enseñanza de la Iglesia con respecto al matrimonio y la Eucaristía, así como la indisolubilidad del matrimonio.
“¿Cómo es posible -se pregunta- que una persona unida en un matrimonio fracasado pueda vivir con otra sin cometer adulterio o fornicación? Es imposible. Por lo tanto, debemos conocer las situaciones particulares, ser misericordiosos con las personas individualmente, pero tenemos que invitar a los que están en esta situación a convertirse y rectificar según la ley de Cristo. La finalidad de la misericordia es la conversión y ésta es siempre la conversión a la verdad”. En este sentido, advierte acerca de la dialéctica entre misericordia y verdad, disciplina y doctrina que ha sido introducida en algunos debates y recuerda que para que exista la auténtica misericordia, ésta debe estar fundada en la verdad.
Añade, además, que tampoco se ayuda a los hijos relativizando el valor del matrimonio sacramental de sus padres: “Al honrar la verdad del sacramento del matrimonio no sólo glorificamos a Dios, fuente de todo bien, sino que consolamos a los jóvenes que han sufrido por las discusiones de sus padres”.

La Iglesia ante la cultura contemporánea
En Esperanza para el mundo, el cardenal Burke también responde a quienes intentan a toda costa conciliar el espíritu del mundo con el del Evangelio: “Es bueno que la Iglesia se encuentre con la cultura contemporánea, pero no para llegar a un acuerdo con ella, sino para ser testigo de Cristo, el único que puede transformar una cultura para que sirva al bien común.”
“El celibato sacerdotal, por ejemplo, no tiene sentido en una cultura que ha perdido el significado de la sexualidad humana y, consecuentemente, cualquier sentido de la complementariedad entre el matrimonio y la virginidad, entre el estado del matrimonio y el estado del celibato. De manera similar, la Iglesia no puede adoptar el programa del feminismo radical admitiendo, por ejemplo, a las mujeres al sacerdocio.”
Burke invita a descubrir la justa relación entre la fe y la cultura en la que vivimos y sostiene que la Iglesia debe redescubrir su visión teocéntrica y el verdadero significado de la liturgia, “un don de Dios que nos sostiene y limpia nuestros pecados, a través del cual Dios nos enseña a vivir una vida santa, haciendo que crezcamos en la fe, esperanza y caridad”.