Mira Jerez se hace eco del fallecimiento de N.H.D. José Valderas Domínguez a través de N.H.D. Marco Antonio Velo
Fallece el ejemplar cofrade y destacado rociero José
Valderas Domínguez
Fuente: Mira Jerez
El
conocido jerezano José Valderas Domínguez -ejemplar cofrade y destacadísimo
rociero jerezano- ha fallecido a los 66 años de edad. La noticia ha consternado
a todos cuantos conocían a “tan maravillosa persona”, como así bien lo definen
sus innumerables amigos, conocidos y allegados. Pepe fue un hombre de veras
cariñoso, bromista empedernido -cultivaba un humor negro muy inteligente y muy
ingenioso-, trabajador a destajo y siempre entregado a la causa de los demás.
Creyente hasta la médula. Su fe movía montañas.
Empleado de siempre de una
conocida bodega de la ciudad, a partir de su jubilación no cesó de entregarse
de lleno a sus grandes pasiones -como así desde su juventud-: las cofradías y
la devoción a la Virgen
del Rocío. No en balde su familia ha de considerarse, con todos los honores,
como la pionera del rocierismo jerezano. Durante los últimos años perteneció a
la peña rociera ‘El viejo simpecado’.
Pepe Valderas ha sido uno de
los hermanos más ejemplares de la
Hermandad de las Sagradas Cinco Llagas, con sede canónica en
la céntrica iglesia conventual de San Francisco. Sus hermanos de cofradía
destacan su humildad, su capacidad de servicio, su alto concepto de la
institución nazarena. Fue, además, un nazareno de túnica blanca hasta el final
de sus días. Perteneció a varias Juntas de Gobierno o de Oficiales, entre las
que destacan las tres últimas consecutivas. Pepe sentía verdadero delirio por la Hermandad de sus amores.
También
era hermano de la Hermandad
de Pasión, disfrutando de lleno del crecimiento de esta nueva cofradía a cada
paso logrado, en cada objetivo cumplido. Igualmente en Pasión vestía la túnica
nazarena, pese a los achaques postreros de la salud. Espejo de fidelidad al
santo hábito nazareno. Pepe Valderas supo transmitir su sentimiento cofradiero
a sus dos hijos, Juan Diego y Eduardo, ambos activos dirigentes tanto en las
Hermandades de Pasión como en la de las Cinco Llagas.
Ha dejado una profunda
huella el bueno de Pepe. Un cristiano que supo amar a corazón lleno. Generoso
hasta límites insospechados. Negándose a sí mismo a cada momento. Regaló
alegría en cantidades industriales. Un modo optimista de enfocar la vida. El
sepelio por el eterno descanso de su alma tendrá lugar este viernes día 2, a las 17.00 horas, en la Capilla de Santa Ángela de
la Cruz , sede de
la Hermandad
de Pasión.