Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

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sábado, 31 de enero de 2015

Destacados del cuarto día de Quinario

Predicó Fray Celestino Pinilla Valdés, O. F. M.:

¿Estamos en una fuerte crisis de identidad del cofrade? Hablar de crisis la nombramos todos los días. Pero que está en duda el fundamento de las Hermandades. Así que vais a permitirme recordaros algunas claves:

Una Hermandad es una asociación de fieles cristianos que, conscientes de su pertenencia a la Iglesia, buscan un mayor compromiso evangélico.

Lo decisivo de un cofrade es su fe cristiana. Jesús dijo "sin mí no podéis hacer nada". Somos conscientes de que pertenecemos a la Iglesia. De que estamos formándonos como cristianos. La Hermandad y Cofradía es como una mediación para formarse y para evengelizarse uno y para envengelizar como grupo.

¿Cuáles son las señas de identidad? Una Hermandad de penitencia, para practicar la caridad y, tercero, que estamos llamados a todos a evangelizar. Esto de penitencia es un título histórico porque los fundadores no tuvieron otra fuente de inspiración que el Evangelio de Jesucristo. Palabra tomada del frontispicio del Evangelio.

Penitencia y conversión significan lo mismo. En esta cultura posmoderna sólo vale el consumismo -tener de todo- y hedonismo -gozar al máximo-. También es verdad que la palabra penitencia la hemos mitificado. La palabra penitencia significa cambio interior. Intentar adecuar mi vida a la vida de Cristo. Esta debe ser una actitud diaria.

Penitencia no se hace. Se es penitente. La palabra penitencia significa ser penitente. Una actitud de vida. Por eso nuestros fundadores fueron geniales. La estación de penitencia es un entrenamiento. Porque es el primer día. La estación de penitencia no es el no va más: es un entrenamiento.

Nuestros fundadores fueron también geniales porque nos pusieron como Titular a Cristo con la Cruz a cuestas. Con nuestros pecados encima.

También la práctica de la caridad. En los cuatro Evangelios sólo encuentro tres imperativos que use el Señor hacia cada uno de nosotros: sígueme; id al mundo y proclamad el Evangelio y, tercero; que os améis. Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Esa será vuestra seña de identidad como discípulos míos.

No es lo más importante la Caridad: sino lo único importante. ¿Qué importante es la Bolsa de Caridad? Porque es la prueba del diez de una verdadera Hermandad.

La tercera parte del trípode: es que todos estamos llamados a Evangelizar. Uno de los signos del siglo XX ha sido la increencia, el ateísmo, el relativismo. Las Hermandades y Cofradías deben buscar un mayor compromiso apostólico. Y no sólo la Junta de Gobierno. Sino todos. O evangelizamos o perdemos nuestra identidad, nuestra esencia. A la vez que nos evangelizamos nosotros también iremos evangelizando a los demás. Los cultos son más importantes que la salida procesional.


Uno de los aciertos de los fundadores también fue unir un paso del Señor con uno de la Virgen, en este caso el de María Santísima de la Esperanza. La Virgen tiene tres calificativos para el Papa Pablo VI, ya beato: la Virgen es oyente, la Virgen es orante y la Virgen es coherente. Una Hermandad y Cofradía tiene que ser coherente.