Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

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miércoles, 30 de mayo de 2018

Destacados del sermón del P. Jesús Castro Simancas en el segundo día de Triduo Eucarístico




Hoy hemos leído las lecturas del día del Corpus Christi. Y es el día de la realeza. Real en el sentido real. El Señor Dios está aquí presente en el Altar realmente. Cuando el sacerdote pronuncia las palabras correspondientes ese pan y ese vino se transforman. Por dentro ya no es lo que vemos, realmente es el Cuerpo del Señor. 

Los católicos tenemos la gran suerte de que cuando celebramos la Eucaristía, las formas que "sobran" las podemos guardar. Y ¡qué gram suerte! Lo tenemos presente siempre en esa cajita llamada sagrario.
No es verdad que no veamos milagros. Vemos milagros todos los días cuando vamos a misa: un trozo de pan se convierte en el Cuerpo del Señor y una copa de vino se transforma en su Sangre.

La segunda forma "real" es en el sentido de realeza.
Más allá de las connotaciones políticas, no tenemos que perder nunca de vista que el Señor es nuestro Rey. El cristiano de por sí es monárquico.
San Francisco de Borja, cuando entró en la Compañía de Jesús, y conoció la muerte de la Reina Isabel de Portugal, se prometió a sí mismo que jamás serviría a un Rey que pudiera morir.

Por otra parte, en el bautismo nos dicen las palabras: "ya eres sacerdote, profeta y rey".
El Señor nos hace participar de su realeza. Realmente somos reyes y tenemos hermanos reyes.
Y nos ponemos de rodillas porque aquí está el Rey, que es Dios.
El que se arrodilla ante Dios no se arrodilla ante ningún hombre, y el que se arrodilla ante un hombre se arrodilla ante cualquiera.

El domingo saldremos a la calle dando un testimonio de fe de los que ya no se dan: Dios va a recorrer nuestras calles y nos va a bendecir a cada uno de nosotros.
Adoremos al Santísimo Sacramento del Altar y que sea adorado siempre.