Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

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sábado, 29 de junio de 2013

El funeral por Francisco Bazán, mañana domingo a las 16.00 horas en San Lucas. La Hermandad de las Cinco Llagas se une al dolor de sus hermanos Isidoro García Carrasco y Mónica García Bazán

Comunicamos que a partir de las 18.30 horas del día de hoy será velado el cuerpo de Francisco Bazán Franco en la Iglesia de San Lucas y que asimismo el funeral tendrá lugar mañana domingo, a partir de las 16.00 horas, en la misma Iglesia de San Lucas. Igualmente nos unimos en el dolor que en estos momentos afligen a nuestros hermanos Isidoro García Carrasco y Mónica García Bazán en la pérdida de este familiar tan cercano y entrañable.

Fallece Francisco Bazán Franco, Hermano Mayor de las Tres Caídas



La Hermandad de las Cinco Llagas muestra su más sincero y profundo pesar por el fallecimiento, esta tarde, del joven y ejemplar cofrade y hombre de Fe Francisco Bazán Franco, Hermano Mayor de la Hermandad de las Tres Caídas. Muy cercano a nuestra Hermandad de las Cinco Llagas –restaurador del paso del Señor-, Francisco Bazán profesaba una gran devoción por Nuestro Padre Jesús de la Vía-Crucis. No en balde aún palpita en los hondones de nuestra remembranza más reciente el imprevisto pero prodigioso encuentro que varios cofrades de las Cinco Llagas experimentaron con el bueno de Paco Bazán este pasado Miércoles de Ceniza ante el besamanos del Divino Nazareno Franciscano. Una conversación, una confesión, una declaración de intenciones, un luminoso testimonio ya para siempre impreso en los memoriales de la Capilla del Voto. Descanse en paz este cofrade humilde y sencillo y maestro en tantas causas. Agradecemos igualmente la cantidad de whatsapps y llamadas telefónicas que hemos recibido de hermanos de nuestra corporación nazarena intercambiando palabras de dolor, de respaldo y de admiración por este cristiano que supo hacer de su existencia un auténtico Evangelio andante.

Entrañable acto de reconocimiento a las instituciones cofradieras colaboradoras de la Fundación Paz y Aflicción



La Fundación Paz y Aflicción verificó este pasado jueves un entrañable acto de reconocimiento dedicado a las instituciones cofradieras que, ininterrumpidamente y en la medida de sus posibilidades, colaboran con el sostenimiento de sus fines: Consejo Local de la Unión de Hermandades, así como las Hermandades de Jesús Nazareno, Cinco Llagas, Santo Crucifijo de la Salud y Cristo de la Expiración. La sede de la propia Fundación Paz y Afliccion –sita en la prolongación de la calle Pizarro- acogió este sencillo y muy cercano encuentro en el que además se brindó con un jerez de honor y se departió sobre la pujante labor social realizada por las cofradías de la ciudad a favor de los más desfavorecidos. La Fundación Paz y Aflicción, en unión de otras instituciones sociales y empresariales, está cerrando estos días una densa programación de actividades culturales que se desarrollarán durante toda la temporada 2013-2014.

La Hermandad de las Cinco Llagas participa en la procesión del Sagrado Corazón de Jesús en El Puerto de Santa María







Fruto de las excelentes relaciones que la Hermandad de las Cinco Llagas ha establecido con distintas asociaciones y estamentos religiosos a partir de la organización y colaboración conjunta de la pasada procesión de la Virgen del Buen Suceso en el Vía-Lucis Mariano, una representación de nuestra corporación nazarena acudió –invitada ex profeso- a la muy tradicional procesión del Sagrado Corazón de Jesús en el Puerto de Santa María. Como señala la nota oficial, “en esta localidad de la zona pastoral del Litoral fue la parroquia de San Francisco, al cargo de la comunidad del mencionado carisma, la que abrió sus puertas para hacer partícipes a los fieles de la anual procesión del Sagrado Corazón. Tuvo lugar tras la Eucaristía oficiada por el párroco, Antonio Olmo S.J.  En este Año de la Fe salió ante el Sagrado Corazón de Jesús la imagen del Inmaculado Corazón de María, que hacía 40 años que no procesionaba en El Puerto. La procesión en la calle se inició con la marcha de Cristus Vincit, Cristus Regnat Cristus Imperat, ante gran cantidad de fieles prestos a venerar al Sagrado Corazón”.

La Hermandad de las Cinco Llagas presente, un año más, en la procesión de Minerva



Fuente: Diario de Jerez. Francisco Abuín. El Corpus de San Miguel siguió marcando diferencias y distancias en las procesiones eucarísticas que se celebran en la ciudad. El Santo Crucifijo renovó su ancestral vocación sacramental con la solvencia que acostumbra, poniendo ganas y entusiasmo para que el resultado final estuviera a la altura de la brillante y ancestral historia que rodea a La Minerva, como es conocida popularmente esta procesión. Ese fervor sacramental es en gran medida el culpable del éxito de esta convocatoria. En una mañana fresca pero brillante, en torno a las diez horas empezaba la procesión tras la magnífica y solemne función que la precedió, a lo que ayudó el concurso del coro y orquesta catedralicias. La novedad este año fue la visita que se hizo a Nuestra Señora de la Esperanza por su inminente coronación canónica. Hasta la capilla de La Yedra llegó la procesión siendo recibida por la hermandad y con La Esperanza situada en un altar en la puerta principal del pequeño templo. Ambiente de los grandes en la Plazuela, tanto fue así que hasta La Paquera, inmortalizada en su monumento, se vistió de fiesta con un mantón para recibir, primero, a la Virgen de los Reyes, advocación que se venera en San Miguel que forma parte del cortejo, y después al Santísimo, en la custodia creada por Laureano de Pina, sobre el paso del Rosario de los Montañeses. No faltaron representaciones de hermandades, este año más numerosa, tanto las ubicadas en la parroquia, sacramentales y otras que mantienen una relación de amistad con el Santo Crucifijo, como Desconsuelo, Candelaria, Amargura, Clemencia, Cena, Cinco Llagas, Angustias, Cristo de la Expiración, Amor y Sacrificio, Humildad y Paciencia, Defensión, la agrupación de Bondad y Misericordia. Mención especial merecen los acompañamientos musicales. Tanto la del Nazareno de Rota, tras los Reyes, como la sinfónica de San Fernando, en la custodia, desplegaron un amplio y muy seleccionados repertorios que interpretaron con maestría y con muy buenas maneras cofrades. Dos bandas de gran categoría cuya entrega absoluta elevaron en muchos enteros el éxito de La Minerva de este año y que a la vez confirman la calidad de ambas formaciones que siguen creciendo en su presencia en las citas cofrades de la ciudad. Altares en casapuertas, alfombras y colgaduras fueron algunos de los 'adornos' que se vieron por las calles del añejo barrio que acogió con cariño y devoción al Corpus con mayúsculas que con mucho saber sacan cada año los cofrades del Crucifijo como su mejor testimonio de adoración a Cristo vivo.

La Junta de Gobierno de la Hermandad de las Cinco Llagas visita las instalaciones de la Fundación Paz y Aflicción y asiste a la mesa redonda sobre la liturgia en las Hermandades

“Muchas hermandades consideran el Diputado de Cultos como un cargo de relleno cuando, a decir verdad, se responsabiliza del fin principal de las mismas”




Fuente: Diario de Jerez. La liturgia y el acolitado en los cultos de las Hermandades fueron ampliamente analizados el pasado viernes en una nueva sesión del ciclo cultural ‘Debate abierto’ organizado conjuntamente por la Fundación Paz y Aflicción, MAV-Comunicación y bodegas González Byass. Un tema de muy candente actualidad que sin embargo en escasas ocasiones ha sido abordado con el rigor y la perspectiva que el enfoque merece. La mesa redonda presentaba un plantel de contertulios de primerísimo nivel: Ramón de la Campa Carmona (Licenciado en Filología Clásica y Diplomado en el Instituto de Liturgia San Isidoro de Sevilla), Javier Jiménez López de Eguileta (Licenciado en Historia y estudiante de Ciencias Religiosas por el Instituto Superior de Ciencias Religiosas Asidonense), Ernesto Romero del Castillo (Psicólogo y Diplomado en el Instituto de Liturgia San Isidoro de Sevilla) y Manuel Ramón Rosa Santiago (Licenciado en Filología Inglesa, ex Diputado de Cultos y cofrade lasaliano). Previamente al inicio de la mesa redonda, la Fundación Paz y Aflicción invitó expresamente a las juntas de gobierno de la Hermandad de las Cinco Llagas y del Grupo Profesional de Acólitos ‘El Cirial’ para compartir juntos unos rezos en el oratorio de la propia Fundación. El Hermano Mayor de las Cinco Llagas, Juan  Lupión Villar, aprovechó entonces este encuentro oficial para entregar a Antonio Martín-Bejarano, presidente de Paz y Aflicción, un cuadro de la Virgen de la Esperanza Franciscana para que, en atención a tan prodigiosa advocación, figurara ya para lo sucesivo en el mencionado oratorio de la Fundación.
La mesa redonda abordó aspectos tan interesantes como la aplicación o no de las normas litúrgicas en la celebración de los cultos, si son los cofrades más obedientes con estas normas que otras comunidades eclesiales, si falta vivencia eucarística en las cofradías, y en la Iglesia en general, si saben las Hermandadesdefender lo propio de nuestro carisma como el culto a las imágenes, definido por el II Concilio de Nicea, frente a otros carismas más ‘modernos’  o de otras asociaciones eclesiales que nos consideraban cristianos de segunda”, si igualmente “somos, en parte, únicos mantenedores del latín como lengua sagrada y oficial de la Iglesia, a la vista de que aún utilizamos cantos como la Salve Regina o el Tantum Ergo, y hay cofradías que aún mantienen funciones en esa lengua”, la necesidad de suprimir textos en las convocatorias de los cultos, qué errores garrafales se observan con mayor frecuencia en las solemnidades cultuales, de quién es la responsabilidad de la formación litúrgica de los Diputados de Cultos y los ministros del altar, en base a qué criterios es elegido el orador sagrado o predicador de los cultos o si han decaído el exorno de los altares de culto, si los comparamos con gloriosas fotografías de principios y mediados del siglo pasado.

martes, 4 de junio de 2013

Procesión del Corpus

Fotografías de José Soto Rodríguez, Fernando Morales Franco, José Manuel Romero Delgado y Marco A. Velo


Texto: Fuente DIARIO DE JEREZ. La solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo fue celebrada ayer en Jerez por la Iglesia con el acto fundamental de la procesión que recorrió el centro de la ciudad. Como es costumbre, el cortejo contó con una elevada participación, conformado por asociaciones eclesiales, organismos diocesanos, órdenes religiosas con sede en la ciudad y especialmente por las hermandades de gloria, penitencia y sacramentales, que fueron las que mayor número de fieles aportó; la curia, sacerdotes diocesanos, representación civil y la corporación municipal, presidida por la alcaldesa. El obispo diocesano acompañado por el Cabildo Catedral cerraron la comitiva. En las calles se vio más ambiente que en años precedentes. El cambio de hora aplicado hace tres años, convocando la misa previa a las 19 horas, propicia que haya más gente en las aceras al salir más tarde la procesión.
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Como señala la liturgia de la solemnidad, antes de la procesión tuvo lugar la misa que ofició el obispo diocesano, monseñor José Mazuelos, tras la que el Santísimo fue colocado en la preciosa custodia de plata dorada del siglo XVIII, que se usa para la procesión, y que fue situada en el primer cuerpo del paso o custodia grande, del orfebre Gabella Baeza, en el que procesionó. Cercana las ocho de la tarde, el cortejo empezó a formarse y a salir para cumplir con el recorrido fijado, que tomó las principales calles del centro de la ciudad subiendo, primero, por Alameda Vieja para seguir por Arenal y tomar Lancería y Larga, donde las hermandades instalaron una treintena de alfombras creadas con diferente contenido, con alusiones a las cofradías que las montaron o con otras alegorías sobre todo eucarísticas, usando flores, serrín o sal coloreada. También se vieron altares, menos que años precedentes, instalados por La Mortaja, con la Virgen de la Salud, que se venera en Capuchinos; otro con La Divina Pastora en San Dionisio. San José presidió el que instaló El Perdón y un cuarto situado en la calle Larga a la altura de la Alameda del Banco con un Niño Jesús. Recordar que este año el Consejo y el obispado  se desentendieron de coordinar los altares. Así, es de suponer que los que estuvieron lo hicieron por su riesgo y cuenta. Otra aportación cofrade fue que costaleros de La Clemencia se ocuparon de empujar la custodia, mandados por Eduardo Biedma, e incluso, otros hermanos de la misma cofradía, de organizar la procesión.

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De regreso, la procesión lo hizo por Alameda del Banco, Tornería y Plateros, calles que por su configuración abrigaron más la procesión, tal vez fueron los momentos de mayor estética de la misma, gracias a la estrechez y ‘calidez’ que proporcionaron. Desde que el Cabildo Catedral decidió que sólo la custodia se integrara en el cortejo como único paso, la costumbre de que otras imágenes se vieran en la procesión pasó a la historia. Esta circunstancia, de una parte, como argumenta el Cabildo catedralicio, propicia que el Santísimo sea el único protagonista, aunque reste vistosidad al cortejo. Corren comentarios sobre que se podría volver a permitir siempre y cuando el paso en el que fueran las imágenes no superara en belleza y proporciones a la custodia.

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En definitiva, sería otra vuelta de tuerca a los experimentos que de vez en cuando se somete a esta procesión con el objetivo de que gane calor popular, algo que apenas se consigue excepto por la aportación de las hermandades, hoy por hoy enfocada exclusivamente en decorar con alfombras y altares determinadas calles porque el resto es competencia del Cabildo Catedral. La procesión sí cuenta con ese calor que le da la amplia participación que demuestra, no en la medida que debiera ser en función de la trascendencia que tiene la solemnidad para el orbe cristiano. Cuestión aparte es la calle, donde se sigue poniendo en evidencia un escaso apego a la festividad, pese a que en los últimos años ha mejorado. Otra cosa son las vísperas de la celebración, cuya programación de actos se cuela a una cita, la Exaltación Eucarística de la sacramental de Santiago El Corpus en Jerez es el que es y poco más se le puede pedir, ya sea por la mañana o por la tarde. De hecho, la historia tampoco es generosa en este sentido.


sábado, 1 de junio de 2013

Recordatorio procesión del Corpus. A propósito de una fotografía que presenta la curiosa coincidencia de una significativa casualidad



Las históricas Reglas de nuestra Hermandad subrayan como articulado de obligado cumplimiento, la asistencia a la Procesión del Corpus Christi que de la Santa Iglesia de la Catedral partirá el domingo día 2 de junio. La celebración del Solemne Pontifical comenzará a las 19:00 horas y, seguidamente, se procederá a organizar la salida de la procesión del Corpus Christi. Los hermanos deberán engrosar el espacio reservado para la cofradía de las Cinco Llagas cuyo tramo cerrará el estandarte de la Hermandad flanqueado por cuatro insignias repujadas. Como curiosidad publicamos una fotografía del Corpus en la que los tres presbíteros que aparecen en las esquinas del paso de la Custodia son los predicadores de este año de nuestra  Hermandad de las Cinco Llagas: don Lorenzo Morant Pons, don Diego Moreno Barba y don José Hachero Álvarez.

“No son los estandartes ni las medallas los que identifican mejor a las hermandades en el cortejo del Corpus. Son las caras de esos hermanos estandarte, tan de su hermandad que la representan allí donde estén”

Los hermanos estandarte. Un artículo de Carlos Colón publicado el pasado viernes 31 de mayo en Diario de Sevilla.



ALGUNA vez lo he escrito: no son los estandartes ni las medallas los que identifican mejor a las hermandades en el cortejo del Corpus. Son las caras de esos hermanos estandarte, tan de su hermandad que la representan allí donde estén. Para ser hermano estandarte no es necesario ser hermano mayor, miembro de Junta de Gobierno, rapsoda o cofrade de mucho lucimiento. Sólo se precisa fidelidad. Muchos años de servicio, mucha presencia en la capilla, mucha participación en la vida de hermandad y los cultos, mucha lotería vendida cada Adviento, muchas armás y desarmás, mucho arrimar el hombro en los tiempos difíciles y poco lucirse en los tiempos de eventos. Son "esos hombres humildes que se pasaron la vida trabajando silenciosamente y se murieron sin más ambición que la de añadir unos hilillos de oro o unas libras de cera o plata al tesoro de su hermandad", sin obtener más gloria que las flores que tras la procesión sus hermanos ponen sobre sus tumbas, como escribió Chaves Nogales en su Elogio del cofrade.

Veo pasar a capillitas que conozco trabajando por su hermandad desde que ellos y yo teníamos 14 o 15 años. A los pies de sus imágenes se han casado, han bautizado a sus hijos y han despedido a sus padres. Con el nombre de sus titulares en los labios y su luz en el alma entregarán sus vidas. Y al verlos veo sus hermandades. Su única hermandad; porque aunque pertenezcan a varias sólo son de esa a la que han dedicado su vida.

No escribo de mí. Si me permiten decir mi vida nazarena machadianamente, mi infancia son recuerdos de raso morado y capa blanca, mi juventud y madurez 43 años de ruán con zapato o alpargata, mi entrada en el umbral de la vejez tres años de gloria bajo terciopelo verde y capa; y mi futuro, lo que el cuerpo aguante y Ella quiera. Ellos, en cambio, sólo han vivido una hermandad y vestido una túnica. Acabando por interiorizar el ser de su hermandad y exteriorizar el estar de su cofradía. Éste anda como si aún llevara la coraza, el casco y la enagüeta que vistió hace tantas madrugadas. Aquél saluda como lo hacía su padre cuando presidía el palio bajo el que Virgen viene llorando por el valle de su pena. Aquél otro tiene cara de atrio. Éste manda el paso de la Inmaculada como si fuera un galeón con mástil de carey y plata. Ésta coge su vara como si fuera la manigueta del barco del Desprecio. Aquéllos llevan las varas y los cirios como si tras ellos sonara un racheo. Es el premio a su fidelidad.

Celebrado, con la solemnidad ya tradicional, el Triduo de Exaltación a la Eucaristía



Un año más, y con la solemnidad ya tradicional, se ha celebrado en la Capilla del Voto durante los pasados días 28, 29 y 30 de mayo los cultos eucarísticos de esta Hermandad de las Cinco Llagas. Un solemne Triduo de Exaltación a la Eucaristía - con Exposición Mayor de S.D.M., Estación a Jesús Sacramentado, Meditación, Preces, Oración de la Hermandad, Bendición Sacramental y Reserva- que este año ha sido predicado por el Rvdo. P. D. José Hachero Álvarez, Párroco de la de San José de nuestra ciudad y Cursor de la Notaría de la Vicaría Judicial de la Diócesis de Asidonia-Jerez.  El martes, don José habló de la institución del sacerdocio y de la Eucaristía como lo propio del Jueves Santo, y lo que implica el amor entre hermanos, al ser el día del amor fraterno... El miércoles abordó el día del Corpus, adentrándose en su historia desde la extensión a toda la catolicidad, “y que es, así mismo, el día de la Caridad, que no es exacto lo mismo que el amor fraterno, entre hermanos”. Comentó que el Papa “ha pedido que cuando se dé limosna lo hagamos sin presunción... siendo mejor mirar a la cara y tocar con cariño al que se le da”. El último día de estos cultos ha hecho un recorrido por lo que es el significado de la Sangre en el pueblo de Israel y la conexión que tiene esto con lo que significa la Sangre Preciosísima de Cristo para nuestra Redención.

Agradecimiento de la Hermandad del Amor a la Hermandad de las Cinco Llagas


La Hermandad del Santísimo Cristo del Amor ha aprovechado una muy sentida convivencia celebrada días atrás en una conocida finca de Las Tablas para invitar ex profeso al Hermano Mayor y Junta de Gobierno de la Hermandad de las Cinco Llagas y reconocer así su más profundo agradecimiento y consideración por el préstamo de la parihuela del paso de palio –así como algunos otros elementos artísticos del mismo- para la salida de la Virgen de los Remedios en la procesión del Vía Lucis Mariano. El Hermano Mayor de la Hermandad del Amor Juan Verdugo Bermejo, en nombre de toda la corporación que representa, entregó al Hermano Mayor de las Cinco Llagas Juan Lupión Villar una preciosa fotografía enmarcada de Nuestra Señora de los Remedios sobre las mencionadas andas.  Juan Verdugo expresó su deseo de que ambas Hermandades comiencen de esta forma una relación de hermanamiento y actividades conjuntas que unan aún más si cabe los estrechos lazos de fraternidad ya existentes entre ambas instituciones cofradieras.  

Del hecho histórico del Vía Lucis Mariano





Reproducimos a continuación -pues en su contenido está todo dicho- el texto que
NHD Ernesto Romero del Castillo, miembro de la Junta de Gobierno, escribiera días después de la celebración en Jerez del Vía-Lucis Mariano organizado por el
Consejo Local de la Unión de Hermandades. Dice así:


“Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su Nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre” (Lc. 1,46-55).


"Hemos de unirnos a la Santísima Virgen María en la proclamación de su Magníficat, para recopilar lo más exhaustivamente posible todo el sentir, todo el gozo y la satisfacción de los que han aportado su granito de arena para que lo que le fue encomendado a nuestra querida Hermandad de las Cinco Llagas de parte del Consejo de la Unión de Hermandades de Jerez, fuese realizado con éxito. Y eso que nos fue encomendado no fue otra cosa que poder materializar ese noveno encuentro de la vida de la Santísima Virgen titulado En familia, en Nazaret, colocando en medio de la devoción mariana de Jerez a una de las joyas artísticas que se pusieron el pasado 20 de abril en la calle, y que para más sorpresa de jerezanos y foráneos ha sido una imagen que no por falta de historia (no en vano es del siglo XVI) había pasado para muchos desapercibida por encontrarse presidiendo el retablo mayor en la semioscuridad de la iglesia de la Santísima Trinidad, y no constarle a nadie que anteriormente hubiera salido procesionalmente: Santa María del Buen Suceso.
***
Para ello, la Junta de Señores Oficiales de nuestra Hermandad no escatimó esfuerzos ni ilusión desde que se tomó la decisión de llevar a cabo el proyecto. Lo primero, buscar un paso digno, y de menos dimensiones que los nuestros, que facilitara la salida de la imagen desde la misma sede que la alberga, teniendo en cuenta la escasa altura de la puerta. Y se pensó en ese paso de Guzmán Bejarano, de hechura sevillana, que ya disfrutaran en los Dolores de Rota y la Humildad de El Puerto de Santa María, y que desde hace años sirve de altar andante a la venerada imagen del Sagrado Corazón que sale desde la Parroquia portuense de San Francisco el día siguiente a su fiesta. La Asociación del Apostolado de la Oración de la ciudad de El Puerto de Santa María, no ha hecho más que poner facilidades, colaborando en el préstamo, el transporte y el montaje del mismo, además de acompañarnos en el Vía Lucis con una nutrida presidencia.
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Hay que decir, además, que al paso, al tener sus candelabros propios en proceso de restauración, le fueron acoplados unos de la Hermandad del Descendimiento, y una jarras de la del Cristo del Amor, y junto a una peana realizada al efecto por nuestra mayordomía, sin cuyo concurso difícilmente podría haberse llevado a cabo esta proeza, y una pequeña imagen venera de la Parroquia de San José que representa al mártir eucarístico San Tarsicio, patrón del grupo de acólitos El Cirial, que también nos han acompañado en esta ocasión. Se completó el exorno floral del paso con un friso de tres filas de claveles, alfombra de helechos y  cuatro exquisitas piñas cónicas, gracias a la desinteresada labor y el buen hacer de dos maestros de la estética cofradiera como son don Antonio Sánchez y don Manuel Ángel Mauricio, a los que esta Hermandad estará eternamente agradecidos. La comitiva de la procesión se completó con el Simpecado y dos faroles, portados por hermanos de la cofradía, quince parejas de cirios (para no alargar más de lo permitido el cortejo), la anteriormente citada presidencia del Apostolado de la Oración de El Puerto, la presidencia, también nutrida de Hermandad de la Humildad y Paciencia (que tuvo a bien cedernos las sotanas y sobrepellices de los acólitos), la presidencia de la Comunidad de las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, junto a algunas profesoras del Colegio, tras la cual se situó nuestro estandarte corporativo y la presidencia del paso. El mismo fue portado por una cuadrilla creada para la ocasión a partir de la del Señor de la Vía-Crucis, dirigida por don Manuel Campos y sus auxiliares, que han puesto una ilusión y un trabajo que ha sido recompensado por la multitud de halagos recibidos en virtud de su buen hacer.
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Asimismo, la Junta de Gobierno decidió contratar una banda de música. Y no cualquier banda. Para tan solemne acontecimiento se contó con la banda de música Pedro Álvarez Hidalgo de Puerto Real, que tiene, a nuestro juicio, no sólo una calidad excelente, sino el mejor repertorio de la provincia de Cádiz, del que hemos incluido marchas clásicas y lentas que no sólo no han desentonado en nada con nuestro estilo propio, sino que se han adaptado perfectamente a la idiosincrasia de la imagen y del contexto de una procesión de gloria en el marco del Via Lucis Mariano. Hay que agradecer también a don Gabriel Vadillo, el director de la banda, no sólo el trabajo desarrollado, sino todas las facilidades prestadas.
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Para los que hemos tenido la suerte de participar quedarán hechos inolvidables, indeleblemente marcados en nuestra memoria colectiva, como la enorme satisfacción de las monjas por ver en la calle a su Virgen, anhelo indisimulado de todas ellas; la vivencia y unión y acciones comunes, que en torno a la venerable figura de nuestro primer Hermano Mayor, Pedro Guerrero González S.J., vamos a iniciar con la Asociación del Apostolado de la Oración de El Puerto; la fraternal unión y el excelente ambiente relacional entre todas las asociaciones participantes, y anteriormente nombradas; la emoción a pie de calle de las personas que a diario acuden a misa a la Santísima Trinidad y -sobre todo- de antiguas alumnas de las Esclavas o de señoras mayores cuyas madres fueron encendidas devotas de la Virgen; la indescriptible emoción de la visita a San Francisco; el instante mágico de nuestra presencia en la Alameda Vieja y el sublime canto de la Salve de Gómez a cargo de don Ángel Hortas; la felicitación que nos transmitió el Consejo Local de Hermandades; el ímprobo trabajo de los costaleros; la sublime sintonía que aportaba la banda de música; el esfuerzo de todas las asociaciones implicadas, el trabajo de colaboración de los hermanos Campos; los comentarios de reconocimiento de las autoridades, que no se ahorraron elogios -miembros de la Delegación Diocesana, consejeros de la Unión de Hermandades, alcaldesa, concejales, ex presidentes del Consejo, Hermanos Mayores...- a la llegada de la procesión a la altura del Cirio Pascual; las felicitaciones de muchísimos cofrades sevillanos, entre ellos el propio pregonero de este año de la Semana Santa de Sevilla, don Francisco Javier Segura durante todo el recorrido...
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Es por lo que, en cumplimiento escrupuloso del principal fin de nuestra Hermandad -es el culto a Dios y a su Madre Santísima- y tras la enorme satisfacción de poder ver completada nuestra Estación de Penitencia de este año, vivir pocas semanas después un acontecimiento mariano de este calibre en el que hemos participado aportando –y de qué manera- la presencia en el mismo de una de las imágenes que más peso han tenido en el mismo, la Virgen del Buen Suceso, -por factura artística (Roque Balduque), por antigüedad (siglo XVI), por copatronazgo- unido al hecho del factor sorpresivo que ha supuesto el presentar la imagen ante el desconocimiento de foráneos y de muchos de los de aquí, en un momento en que más que nunca es necesario aportar luz -la Luz de la Santísima Virgen María- a unos tiempos tan inundados de oscuridades y penurias sociales, y hacerlo además desde el testimonio público de la importancia de la Madre de Dios en todo lo concerniente en este Año de la Fe, hace que no quepamos de gozo y que no podamos dejar de darnos la más efusiva de las enhorabuenas".

“Queridas Hermandades: la piedad popular, de la que sois una manifestación importante, es un tesoro que tiene la Iglesia”

LA PIEDAD POPULAR: UNA MANERA LEGÍTIMA DE VIVIR LA FE




Queridos HERMANOS:

Por su importancia para todos los que nos sentimos cofrades. Porque nos marca claramente los objetivos que hemos de cumplir. Porque valora de manera especial nuestro trabajo dentro de la Iglesia. Porque nos hace sentirnos orgullosos de ser lo que somos….

Os adjunto la homilía de S. S. el Papa Francisco dirigida a las hermandades y cofradías este pasado domingo en el transcurso del encuentro mundial de hermandades celebrado en Roma.

Un fuerte abrazo a todos, Eduardo


''En las parroquias, en las diócesis, sed un verdadero pulmón de fe y de vida cristiana''
Homilía del papa Francisco a las cofradías y hermandades del mundo, peregrinas en Roma por el Año de la Fe
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Ciudad del Vaticano, mayo de 2013 (Zenit.org) Redacción
A las 10 horas del VI Domingo de Pascua, ante la basílica vaticana, en la plaza de San Pedro, el papa Francisco ha celebrado la eucaristía para los miembros de las cofradías y hermandades llegados a Roma de todo el mundo, para asistir a la celebración de la Jornada de las Cofradías y de la Piedad Popular, con motivo del Año de la Fe. Ofrecemos el texto de la homilía.
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Queridos hermanos y hermanas:
En el camino del Año de la Fe, me alegra celebrar esta Eucaristía dedicada de manera especial a las Hermandades, una realidad tradicional en la Iglesia que ha vivido en los últimos tiempos una renovación y un redescubrimiento. Os saludo a todos con afecto, en especial a las Hermandades que han venido de diversas partes del mundo. Gracias por vuestra presencia y vuestro testimonio.
Hemos escuchado en el Evangelio un pasaje de los sermones de despedida de Jesús, que el evangelista Juan nos ha dejado en el contexto de la Última Cena. Jesús confía a los Apóstoles sus últimas recomendaciones antes de dejarles, como un testamento espiritual. El texto de hoy insiste en que la fe cristiana está toda ella centrada en la relación con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Quien ama al Señor Jesús, acoge en sí a Él y al Padre, y gracias al Espíritu Santo acoge en su corazón y en su propia vida el Evangelio. Aquí se indica el centro del que todo debe iniciar, y al que todo debe conducir: amar a Dios, ser discípulos de Cristo viviendo el Evangelio. Dirigiéndose a vosotros, Benedicto XVI ha usado esta palabra: «evangelicidad».

Queridas Hermandades, la piedad popular, de la que sois una manifestación importante, es un tesoro que tiene la Iglesia, y que los obispos latinoamericanos han definido de manera significativa como una espiritualidad, una mística, que es un «espacio de encuentro con Jesucristo». Acudid siempre a Cristo, fuente inagotable, reforzad vuestra fe, cuidando la formación espiritual, la oración personal y comunitaria, la liturgia. A lo largo de los siglos, las Hermandades han sido fragua de santidad de muchos que han vivido con sencillez una relación intensa con el Señor. Caminad con decisión hacia la santidad; no os conforméis con una vida cristiana mediocre, sino que vuestra pertenencia sea un estímulo, ante todo para vosotros, para amar más a Jesucristo.
También el pasaje de los Hechos de los Apóstoles que hemos escuchado nos habla de lo que es esencial. En la Iglesia naciente fue necesario inmediatamente discernir lo que es esencial para ser cristianos, para seguir a Cristo, y lo que no lo es. Los Apóstoles y los ancianos tuvieron una reunión importante en Jerusalén, un primer «concilio» sobre este tema, a causa de los problemas que habían surgido después de que el Evangelio hubiera sido predicado a los gentiles, a los no judíos. Fue una ocasión providencial para comprender mejor qué es lo esencial, es decir, creer en Jesucristo, muerto y resucitado por nuestros pecados, y amarse unos a otros como Él nos ha amado. Pero notad cómo las dificultades no se superaron fuera, sino dentro de la Iglesia. Y aquí entra un segundo elemento que quisiera recordaros, como hizo Benedicto XVI: la «eclesialidad». La piedad popular es una senda que lleva a lo esencial si se vive en la Iglesia, en comunión profunda con vuestros Pastores.

Queridos hermanos y hermanas, la Iglesia os quiere. Sed una presencia activa en la comunidad, como células vivas, piedras vivas. Los obispos latinoamericanos han dicho que la piedad popular, de la que sois una expresión es « una manera legítima de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia» (Documento de Aparecida, 264). Amad a la Iglesia. Dejaos guiar por ella. En las parroquias, en las diócesis, sed un verdadero pulmón de fe y de vida cristiana. Veo en esta plaza una gran variedad de colores y de signos. Así es la Iglesia: una gran riqueza y variedad de expresiones en las que todo se reconduce a la unidad, al encuentro con Cristo.
Quisiera añadir una tercera palabra que os debe caracterizar: «misionariedad». Tenéis una misión específica e importante, que es mantener viva la relación entre la fe y las culturas de los pueblos a los que pertenecéis, y lo hacéis a través de la piedad popular. Cuando, por ejemplo, lleváis en procesión el crucifijo con tanta veneración y tanto amor al Señor, no hacéis únicamente un gesto externo; indicáis la centralidad del Misterio Pascual del Señor, de su Pasión, Muerte y Resurrección, que nos ha redimido; e indicáis, primero a vosotros mismos y también a la comunidad, que es necesario seguir a Cristo en el camino concreto de la vida para que nos transforme. Del mismo modo, cuando manifestáis la profunda devoción a la Virgen María, señaláis al más alto logro de la existencia cristiana, a Aquella que por su fe y su obediencia a la voluntad de Dios, así como por la meditación de las palabras y las obras de Jesús, es la perfecta discípula del Señor (cf. Lumen gentium, 53).

Esta fe, que nace de la escucha de la Palabra de Dios, vosotros la manifestáis en formas que incluyen los sentidos, los afectos, los símbolos de las diferentes culturas... Y, haciéndolo así, ayudáis a transmitirla a la gente, especialmente a los sencillos, a los que Jesús llama en el Evangelio «los pequeños». En efecto, «el caminar juntos hacia los santuarios y el participar en otras manifestaciones de la piedad popular, también llevando a los hijos o invitando a otros, es en sí mismo un gesto evangelizador» (Documento de Aparecida, 264). Sed también vosotros auténticos evangelizadores. Que vuestras iniciativas sean «puentes», senderos para llevar a Cristo, para caminar con Él. Y, con este espíritu, estad siempre atentos a la caridad. Cada cristiano y cada comunidad es misionera en la medida en que lleva y vive el Evangelio, y da testimonio del amor de Dios por todos, especialmente por quien se encuentra en dificultad. Sed misioneros del amor y de la ternura de Dios.
Autenticidad evangélica, eclesialidad, ardor misionero. Pidamos al Señor que oriente siempre nuestra mente y nuestro corazón hacia Él, como piedras vivas de la Iglesia, para que todas nuestras actividades, toda nuestra vida cristiana, sea un testimonio luminoso de su misericordia y de su amor. Así caminaremos hacia la meta de nuestra peregrinación terrena, hacia la Jerusalén del cielo. Allí ya no hay ningún templo: Dios mismo y el Cordero son su templo; y la luz del sol y la luna ceden su puesto a la gloria del Altísimo. Que así sea.

Una Estación de Penitencia ejemplar e inolvidable

Para definir con exactitud la magnitud de la vivencia de la pasada Madrugada Santa, para aproximarnos –siquiera grosso modo- a la amplísima repercusión interna y externa de tan ejemplar Estación de Penitencia, no sería necesario apelar al estilo churrigueresco dentro de la etapa del Barroco español. Baste la frase perpetuada en negro sobre blanco por el hermano de mayor antigüedad del censo de hermanos que actualmente continúa vistiendo el santo hábito nazareno -José Soto Rodríguez quien, en su amplio balance documentado de la Estación de Penitencia, afirmara que “la de este año ha sido para mí una de las mejores, si no la mejor, salida procesional de todas las que he vivido”. Explícita aseveración que no requiere ningún otro aparejo aclarativo.


La Estación de Penitencia de la pasada Madrugada Santa, para quienes vivimos tan imborrable “catequesis plástica”, ha supuesto una especie de visible ‘inventario de maravillas’ asimismo engranado a ese otro maravilloso inventario de personales experiencias interiores. La ingente y copiosa catarata de felicitaciones que hemos venido ininterrumpidamente recibiendo -quizá igualmente por una intachable compostura del cuerpo de la cofradía ante las peculiares amenazas climatológicas por todos archisabidas- nos obligan, de forma recíproca, a trasladar nuestra más ferviente gratitud general. En este sentido, la Junta de Gobierno ha cursado un gran número de agradecimientos a personas, entidades, cofradías, etc., que así nos han colaborado a realizar tamaña labor espiritual. Ni que decir tiene que, además de las misivas de gratitud arriba mencionadas, el gozoso intercambio de felicitaciones que durante los días subsiguientes a la Madrugada Santa compartimos con la práctica totalidad de los hermanos participantes e integrados en la estación penitencial fue una auténtica constante.

Nos congratula muy especialmente el modo en que los hermanos nos confían y confiesan cómo han vivido íntimamente –desde la envergadura de su privacidad y anonimato de la Estación de Penitencia. Se trata -a qué negarlo- del mayor tesoro de nuestra cofradía. Un patrimonio –el humano, el corporativo como suma de circunstancias muy diferentes a veces y siempre muy particulares- que a todos nos conmueve y alecciona. Es entonces cuando sale a flote el auténtico sentido del ser cofrade. Tantas peticiones, tantas promesas… El fundamento en clave constructiva que asienta “todas las cosas de Dios y de nuestras cofradías”. La nobleza de esas tres hermanas jovencísimas de nueva incorporación que, por rescatar la tradición de sus abuelos ya difuntos –todos ellos de inmemorial recuerdo y gozosa huella para la intrahistoria de esta Hermandad- han vestido emocionadas la túnica nazarena. El intachable comportamiento y compostura de la comitiva nazarena en todo instante –incluso cuando el asomo de la lluvia podía suscitar algún atisbo de cierto nerviosismo (nunca perceptible en nuestro cortejo)-, el íntegro quehacer de los monaguillos (excelente testimonio el demostrado por todos ellos e imprescindible la labor que realizan), la maestría referencial del cuerpo de acólitos, la edificante predisposición del cuerpo de capataces y costaleros…

Cabe constatar, a su vez, la puntualidad de los hermanos nazarenos a su llegada y acceso a San Francisco en la noche del Jueves Santo -no ausentándose ninguno por imponderables de enfermedad o imprevistos de última hora-, el escrupuloso rigor en el rezo del Camino de la Cruz, Vía-Crucis, intenciones, formación del cortejo, etcétera), el modo -las formas, la cadencia y el ritmo fluido- de la formación del cortejo pausado, la incorporación de la cruz conventual y ciriales a la comitiva del palio, la incorporación -creación más bien- del tramo litúrgico para el Libro de Difuntos, el aumento del número de nazarenos, la perseverancia de hermanos sexagenarios y septuagenarios en su irrevocable fidelidad a la túnica nazarena… En esta primera misiva general enviada a todos los hermanos después de la pasada Madrugada Santa no podíamos por menos que sellar -con la sinceridad y el contento que sentimos en nuestros adentros- estas sencillas palabras de satisfacción. Palabras que, como cantara el poeta, “son vínculos de una herencia que hemos sabido refrendar sin abdicaciones a mayor gloria de Dios”.