Tenemos en la
liturgia de hoy una palabra esperanzadora.
Una Hermandad
tiene que ser una reserva natural par vivir en Dios.Las Hermandades son una
célula para evangelizar a la sociedad.
De la roca sale
agua, como del costado del Señor traspasado por Longinos.
Para los
antiguos era imposible predicar una cosa y hacer otra.
En una relación
hay que meter la voluntad y la razón aparte de los sentimientos. Tenemos que
esforzarnos por edificar la vida sobre algo sólido.
Acudimos a María
para que nos ayude a ser voluntariosos en la vida cristiana.