Foto: N.H.D. Ernesto Romero |
El sentido de que la
Iglesia nos ponga esta larga lista de la genealogía de
Jesucristo es que Dios se mete en la Historia. Y en una Historia de pecado.
El Mesías vendría, por tanto, de la casa de David, y ello en colaboración
de María. Su papel es fundamental en la Historia de la Encarnación. Ella
acepta ser la Madre
de Dios y la Madre
del Redentor.
Dios viene a través de María cómo Jesús, el Cristo, el Salvador, que viene
a salvarnos del infierno.
María se hace corredentora. En Ella contemplamos la obra perfecta de lo que
el Señor quiere hacer. Lo que en Ella Dios ha hecho, lo quiere hacer en todos
los bautizados.
Lo que necesita el mundo hoy es esto. La Historia sigue, pero lo
que necesita el hombre es ser rescatado del pecado.
Y esto se recibe en su Iglesia por le sacramento de la reconciliación.
Si te sientes sin fuerza, mira a la Virgen. Para Dios no hay nada imposible. Una
excesiva contemplación de las dificultades es una falta de esperanza.
Oh María Santísima de la
Esperanza , aquí estamos tus devotos. Que en esta octava de la Navidad sea capaz de
abrirme cómo Tú a esta acción salvadora de tu Hijo.