Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

viernes, 22 de enero de 2016

Destacados de la predicación del P. Antonio Jesús Jaén Rojas en el tercer día de Quinario

San Juan de Ávila, Patrón de los sacerdotes en España y .Doctor de la Iglesia, decía: “He aprendido más contemplando la Pasión y la Cruz de Jesús que en todos los libros que he leído en mi vida” (y fueron muchísimos, ya que era un gran erudito).
La Cruz es nuestra gran Escuela. Es Escuela de vida cristiana. Lo que aprendemos del Maestro en su Pasión, lo tenemos que vivir n nuestra vida. En la Escuela de la Cruz aprendemos las actitudes que tienen que reinar en la vida de un cristiano.
La Vía-Crucis, la advocación nuestra, es nuestra vida. El discípulo va siempre detrás de su maestro, y vamos en la vida siguiendo las enseñanzas del Maestro. Hoy nos vamos a meter en la escuela que se llama Vía-Crucis y vamos a ver qué asignaturas nos enseña:

1ª- Carga con tu cruz. Nuestra existencia es un camino y a veces la vida se empina tanto que se levantan calvarios: cuando hay acontecimientos que caen en tus espaldas como una cruz pesada. A veces nos tocan vivir calvarios empinadísimos: una enfermedad, la muerte de un ser querido, u otra persona –tu jefe, tu suegra, tu marido…-.
Ese subir calvarios en tu vida te hace a veces caerte y gritar “no puedo más”. Y nos cansan, y nos hacen decir que no podemos más… En esos momentos en que nos sentimos aplastados, Jesús se hace tu Cireneo.
Hay en Asís, en la Basílica de San Francisco, una pintura que representa al santo llevando la cruz y al Señor de cireneo. Cuando tú no podías, Otro te pone la fuerza, y puedes.
Quizá alguno esté pasando por esto. Si es tu caso, grítale a Jesús “Jesús mío, que no puedo”. Y Jesús, que siempre va detrás mía, me ayuda con la cruz de cada día.
No se te ocurra tirar tu cruz ni pensar que la tuya es la más pesada del mundo.  Cuenta la leyenda que un hombre fue a ver a San Pedro para tratar de cambiar su cruz por otra. Tras probar veinte, no veía con buenos ojos ninguna de ellas, todas le parecían muy pesadas, hasta que encontró una a la entrada que le pareció ideal. Y San Pedro le dijo: “Hijo mío, es la misma que tú traías y que dejaste en ese lugar para probar las otras, pero ya no te acordabas”. La cruz está hecha a nuestra medida.

2ª- Al odio, responde con amor. Jesús te enseña que a una bofetada pongas la otra mejilla ¿Cómo vamos nosotros con la asignatura del Perdón? Vemos a gente que nos ha hecho daño y ¿qué pensamos? ¿Tenemos pendiente la asignatura del Perdón?

3ª- Humildad. Jesús de la Vía-Crucis nos enseña a ser humildes o a ser soberbios? ¿Cómo vamos con la asignatura de la Humildad?

4ª- Entrega. Otra de las asignaturas que nos enseña el señor de la Vía-Crucis es la Entrega ¿Soy un egoísta? ¿Me cuesta dar de lo mío? ¿Doy según tú me das’ ¿Qué nota nos ponemos en la asignatura de la generosidad?


Y así podríamos seguir y seguir, porque todas las actitudes que tendríamos que tener en la vida cristiana están en la Escuela de Su Cruz. Él te va enseñando todo y tú te vas poniendo nota.
Si hemos suspendido, para eso están las clases particulares.
“Al atardecer de la vida te examinarán del amor” decía San Juan de la Cruz. Y ese examen no lo podemos suspender.

No olvidar nunca que Él es nuestro Maestro;  ¿Él qué te está enseñando, a perdonar o a tener rencor? Mirando a su Imagen, hacer lo que Él nos enseña. Tratemos de ser buenos alumnos de este Divino Maestro.