El Padre Pío de Pietrelcina nació en 1887 y murió en 1968 en
el convento capuchino de San Giovanni Rotondo. Allí dedicó medio siglo, casi
exclusivamente, a confesar a decenas de miles de personas que acudían a verle,
atraídas por su fama de santidad y por los numerosos milagros y hechos
extraordinarios que rodearon su vida. Sobre todo, los estigmas, que recibió
siendo muy joven y le hicieron vivir en su propia carne la Pasión de Cristo.
Juan Pablo II lo elevó a los altares en 2002, ante la mayor asistencia jamás registrada en una canonización. Y desde entonces su nombre, que ya era venerado masivamente en Italia, se ha extendido por toda la tierra.
José María Zavala, con ocasión del 50º aniversario de su muerte, escribe su libro más personal sobre un personaje que dará aún mucho que hablar.
Juan Pablo II lo elevó a los altares en 2002, ante la mayor asistencia jamás registrada en una canonización. Y desde entonces su nombre, que ya era venerado masivamente en Italia, se ha extendido por toda la tierra.
José María Zavala, con ocasión del 50º aniversario de su muerte, escribe su libro más personal sobre un personaje que dará aún mucho que hablar.
José María Zavala (Madrid,
1962) es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra
y autor de referencia de la divulgación histórica en España. José
María ha sido jefe de información del suplemento económico de El Mundo,
redactor de Expansión y subdirector de la revista Capital.
Resultado de sus investigaciones en los archivos y la
documentación de la Casa de Borbón, ha publicado libros
tan importantes como Dos infantes...