El capuchino no ha podido sobrevivir a las secuelas
que ha tenido a causa de la taquicardia ventricular que lo
dejó en coma el pasado 4 de mayo.
Desde ese día, las cofradías andaluzas han rezado por la salud de fray Ricardo
que hoy nos deja para ir a la casa del Padre.
Fray Ricardo destacó además de como gran predicador
–no en vano ha celebrado todos los cultos de nuestra Hermandad de las Cinco
Llagas- y sacerdote, como diseñador dibujante de bordados y como vestidor de
imágenes. Además, en su ciudad natal – Córdoba- fue el artífice de la revolución estética que
experimentó la Semana Santa en
la década de los 70 del pasado siglo.
Sevilla, Jerez, Málaga –ciudades donde ha dejado honda
huella y gran cantidad de amigos entre los que nos contamos- y sobre todo
Córdoba recuerdan hoy la labor de este incansable fraile al que la Semana Santa andaluza
nunca le podrá agradecer todo lo que hizo.