Manto bordado de María Santísima de la Esperanza : datos
recabados por la secretaria de la
Hermandad y facilitados oficialmente por N. Hermano Mayor a
Diario de Jerez a fin de la publicación de un reportaje dedicado a nuestra rica
pieza patrimonial.
Durante la mañana de ayer
martes día 24 de julio de 2018, nuestra Hermandad ha facilitado oficialmente a
Diario de Jerez los siguientes datos del manto bordado de Nuestra Amada Titular
María Santísima de la
Esperanza con objeto de un próximo reportaje periodístico
dedicado a tan destacada pieza de nuestro patrimonio material.
* El manto bordado de
María Santísima de la
Esperanza constituye una de las obras artísticas más ricas y
originales -y a su vez quizá más desconocidas- de la Semana Santa de
Jerez.
* Marcó un antes y un
después en el dominio estilístico del arte del bordado del celebérrimo artista
don José Guillermo Carrasquilla Perea. Él mismo llegó a confesar que se trata
de la primera gran obra que realizó suelto de manos sin el dueto ni la
intervención tutelar de su padre don Guillermo Carrasquilla Rodríguez
(fallecido unos años antes, concretamente en 1956). “La obra fue creciendo y
creciendo y perfeccionándose, magnificándose, por sí misma. Como si hubiese
cobrado vida de manera autónoma. Enseguida supe que algo muy grande estaba
creciendo entre mis manos. Me obsesioné con el diseño en su conjunto. Por las noches,
cuando me acostaba para descansar, veía imaginariamente el boceto en el techo
de mi dormitorio. No me lo quitaba de la mente”.
* En Cabildo General de 15
de marzo de 1959 ya se da cuenta en la Hermandad de las Cinco Llagas, y en intervención
del destacado cofrade don Manuel Martínez Arce, de la necesidad de comenzar a
bordarse el manto de la Virgen
aunque aún quedase por pagar un tercio de la confección del palio.
* En muestras de
agradecimiento a la exclusiva lealtad y contratación de sus talleres por la Hermandad de las Cinco
Llagas, don José Guillermo Carrasquilla dona a la institución, en 1960, una
saya bordada para la Virgen
de la Esperanza.
* En abril de 1960 se
aprueba en el seno de la
Hermandad el dibujo del manto presentado por el Sr.
Carrasquilla y se nombra al efecto una comisión ex profeso denominada “Pro
Manto" y formada por don Enrique Fernández de Bobadilla y González- Abreu
como presidente, don Manuel González San Andrés como secretario, don Manuel
Martínez Arce como tesorero y los vocales don Rafael Romero García-Pelayo, don
Francisco Quirós Carrasco y don Manuel Atalaya García.
* El 27 de abril de 1960
se firma el contrato de confección del manto entre la Hermandad de las Cinco
Llagas, rubrica su Hermano Mayor don Enrique Fernández de Bobadilla y
González-Abreu, y los bordadores Viuda de Carrasquilla y don José Guillermo
Carrasquilla Perea. El presupuesto total de la
obra asciende a 650.000 pesetas. En noviembre de dicho año de 1960 se tenían ya
pagadas 207.000 pesetas.
* El 13 de febrero de 1961
el hermano mayor de la
Hermandad de las Cinco Llagas visita los talleres de bordados
en Sevilla y comenta en reunión posterior de Junta de Gobierno que “se
encuentra el trabajo no sólo muy adelantado sino que además está todo ejecutado
a plena satisfacción, con riquezas de materiales, presentando la parte ya
ejecutada en anchura de un metro y cuarto de ancho a todo lo largo, en la parte
central, un maravilloso aspecto” .
* El 11 de abril de 1961
Carrasquilla cursa una carta a la
Hermandad en la que suscribe su compromiso para que la Virgen estrene su manto de
cara a la Semana Santa
de 1962.
* El manto
-"ricamente bordado sobre terciopelo de Lyon verde en oro finísimo y sobre
dibujo original dentro de la línea clásica"- se bendijo a las dos de la
tarde del Domingo de Ramos 15 de abril de 1962 por Iltmo. y Rvdmo Sr. Obispo
Vicario D. José María Cirarda Lachiondo. Mientras el prelado, ante
el Sagrario, se revistió de los ornamentos pontificales, en este intervalo, el
paso de la Señora ,
que estaba situado en el interior de la Capilla del Voto, “fue sacado por los costaleros
a la nave central y colocado a los pies de la misma, dando cara al altar mayor".
Situado el prelado tras el
paso pronunció una breve alocución felicitando a la Hermandad por el logro
conseguido en el bellísimo manto y añadió que el oro que se refleja sobre el
terciopelo había de ser el símbolo del amor de los corazones hacia la Virgen. Tras la
bendición litúrgica pasó a la delantera del paso para entonar la Salve , que fue cantada por
todos los asistentes.