Foto: N.H.D. Manuel Piñero Dueñas |
Estimados
hermanos en el Señor:
La estación de penitencia de la pasada Madrugada Santa
2017 quedará registrada para los anales de la Historia de nuestra
querida Hermandad como una de las jornadas más gozosas de los últimos años. La
identificación con nuestro paradigma cofradiero es cada vez más palpable, no
sólo por la unánime satisfacción mostrada por los hermanos que han participado
como nazarenos, costaleros, monaguillos, acólitos o personal de apoyo a la Diputación Mayor
de Gobierno, sino por la multitud de cofrades jerezanos y también venidos de
fuera que no han escatimado en parabienes y felicitaciones para con nosotros.
Desde los
sacerdotes con los que hemos contado para administrar el sacramento de la
penitencia en el interior de la iglesia, gratamente impresionados con la
riqueza de la espiritualidad reinante, hasta muchos de los fieles presentes en
las calles Santa María, Honda, Bizcocheros y, sobre todo, Caracuel. Lugares que
se han convertido en emblemáticos para nosotros y en los que nuestra cofradía
brilla con luz propia ante los ojos de cuantos devotos miran llenos de emoción
a Nuestras Sagradas Imágenes Titulares. Hemos dado a Jerez la respuesta que de
nosotros espera desde hace ya tantos años: el contundente testimonio del
Silencio Blanco que proviene de la Plaza Esteve : filas de nazarenos hieráticos
embelesados en la contemplación de los Misterios de la Redención. Sabedores
que la salvación de muchos depende de nuestras oraciones y voluntarios
sacrificios, como bien dejó escrito el Santo Papa Pío XII, que ocupaba la Cátedra de Pedro en los
años de nuestra feliz reorganización.
Cada vez son más
los devotos que tras seguir al Señor de la Vía-Crucis , desean
relacionarse con la realidad de nuestra corporación; cada vez son más los
monaguillos niños que se suman a nuestras filas movidos por la evidencia de la
fe de sus padres; cada vez son más los que nos buscan en la profundidad de
nuestro silencio, que habla mucho más que el ruido que pueda hallarse en el
exterior; cada vez son más los costaleros que desean pertenecer a nuestras
cuadrillas para poder acariciar siquiera lo que siente nuestro cuerpo de
nazarenos; cada vez son más los que se contagian de la evidencia de nuestro
testimonio.
Desde la Junta de Señores Oficiales y
la Diputación Mayor
de Gobierno agradecemos de corazón vuestra fidelidad a nuestra esencia y
vuestro comportamiento que sigue impresionando a propios y extraños porque
demuestra a todas luces la autenticidad de lo que vivimos: un amor
inconmensurable al Señor de la
Vía-Crucis y a nuestra Madre de la Esperanza.
Un fortísimo
abrazo en Cristo Resucitado.
Vº Bº
Rafael Cordero Jaén
Fdo: Ernesto Romero del Castillo
Hermano Mayor Secretario