ERNESTO
ROMERO DEL CASTILLO | HERMANO MAYOR DE LAS CINCO LLAGAS
“El ascetismo que vivimos no quita que nos
relacionemos con otras instituciones y cofradías”
- El nuevo responsable de la hermandad asegura que con su llegada se cumple con el necesario relevo generacional
- Afirma
haber llegado con el fin de ser el “hermano mayor de todos”
Ernesto
Romero será el hermano mayor de las Cinco Llagas en los próximos cinco años. |
MANUEL
SOTELINO
Jerez,
16 Enero, 2022
—El pasado día 18, día de la Esperanza,
tomaba posesión como hermano mayor de las Cinco Llagas ¿Cuáles van a ser las
pautas generales para esta nueva etapa que se abre en la hermandad de San
Francisco?
—Hemos elaborado un concienzudo y
ambicioso programa cuya esencia es poner al Señor en el centro de nuestras
vidas, y de la vida de Hermandad. Sabemos que no corren buenos tiempos para la
Iglesia en general ni para las Hermandades en particular. Porque no todo se
basa en la cantidad. A nosotros siempre nos importará más la calidad. Ya
advirtió el Papa Benedicto, aludiendo a la minoría que seremos en la Iglesia
respecto al mundo, que “el renacimiento será obra de un pequeño resto,
aparentemente insignificante pero sin embargo indomable, pasado por un proceso
de purificación”. Ello se traduce en el novedoso proyecto que hemos
denominado Veritas (Jesucristo es el Camino, la Vida, y por
supuesto, la Verdad; la misma que nos hace libres) y en la potenciación de la
devoción a nuestros Titulares que desembocará también en la cofradía.
—¿Actualmente en qué momento se encuentra
la corporación?
—La corporación se encuentra, como muchas
otras hermandades, en un momento crucial, en medio de una pandemia que aún no
nos ha dejado, pero a la que parece que le vemos, si no el final, al menos, un
debilitamiento. Ello nos hace serenarnos un poco para poder ver el futuro con
Esperanza. En las Cinco Llagas además ahora con muchísima ilusión y con una
clara determinación por cumplir los objetivos que nos hemos marcado. También
vemos lo positivo que nos ha dado la crisis sanitaria: nos ha hecho salir de
nosotros mismos para preocuparnos por la salud y el bienestar del otro,
especialmente por la precariedad económica que a no pocos les ha producido toda
esta situación. En nuestra Hermandad nos ha hecho plantearnos centrar nuestra
atención en el factor humano. Preocuparnos por cómo se encuentran nuestros
hermanos. Y no hermanos. Ayudarlos, ponernos a la disposición del otro en una
actitud de servicio y de orientación. Vamos a estar en contacto permanente con
el hermano y nos abriremos a la cooperación institucional con otras entidades.
—Desde hace décadas, la hermandad se ha
caracterizado por la presencia de dos candidaturas ¿Trabajará usted para buscar
espacios en los que se pueda llegar al acuerdo entre dos formas de ver la
institución?
—Las dos candidaturas que han concurrido
en los últimos cuatro comicios no se traducen en dos formas distintas de ver la
institución. O, al menos, no igualitarias, dada la diferencia que se ha dado en
porcentaje de votos. Si bien es cierto que en cada ocasión han convergido circunstancias
diferentes, esta podría ser la primera vez en que ambos candidatos tuvimos una
idea similar de lo que debe ser la Hermandad, además de tener la misma edad
-por lo que parece que hemos estado de acuerdo en la necesidad de un cambio
generacional-. Lo que creo que nos ha diferenciado es la manera de materializar
esta idea y de cuál era el equipo para llevarlo a cabo. En cualquier caso ya he
mostrado tanto a nuestro hermano Jorge como a todos los miembros de la
Hermandad mi disposición a contar con todos para llevar a buen puerto los fines
de la Hermandad, porque quiero ser el hermano mayor de todos, puesto que veo
claramente la voluntad del Señor en esta encomienda que me ha dado. Lo
importante es respetar la soberanía de la Hermandad en las urnas y caminar
unidos en nuestra misión evangelizadora.
—La juventud es una apuesta en muchas
juntas de gobierno ¿Se va a trabajar especialmente en este sector tan importante
para el desarrollo futuro de las hermandades?
—Veritas es
proyecto que hemos ideado un amplio grupo de hermanos de cara al presente y
futuro de nuestra institución: se trata de un plan regenerador del cuerpo
social de la Hermandad. Un programa lúdico-pedagógico-formativo a favor del
mantenimiento y captación de niños y adolescentes, además de un proyecto de
atención a adultos desorientados o desfavorecidos. Nuestro foco principal
estará en los niños. No sólo es una apuesta, sino que es nuestro futuro. Por
eso queremos llegar más allá de los propios hijos de los hermanos, y por
supuesto, los devotos. Y no cerrarnos a nuestro cuerpo de hermanos sino salir
al exterior para captar el interés de nuevas personas que vayan incorporándose
a nuestra corporación.
—¿Y la formación?
—Efectivamente, y en valores humanos y
cristianos a partir de una acción transversal con centros educativos, colegios
profesionales e instituciones docentes y pastorales. Poder dar razón de nuestra
esperanza debe ser una preocupación de todo cristiano que se precie, como ya
nos recordó el apóstol y primer Papa San Pedro. Quien dogmatiza, y quien
critica al prójimo, suele evidenciar su escasa formación. La formación será un
eje troncal en estos años de mandato.
—Otra de las características de la
cofradía es un número de nazarenos muy reducido ¿Incentivará su junta la
ampliación del cuerpo de hermanos tanto los existentes como los que puedan
tener inquietud de vestir la túnica blanca?
—Aunque siempre hemos mantenido un número,
podríamos decir, “discreto” de nazarenos, la cofradía se trabajará todo el año
desde la diputación mayor de gobierno. Somos conscientes de que nuestro
espíritu penitencial es un tesoro del que se podrían beneficiar muchas
personas. Trataremos de que todos los llamados por el Señor puedan enriquecerse
de esta espiritualidad vistiendo la túnica blanca en la Madrugada Santa. Al fin
y al cabo, traer nazarenos a tu Hermandad es otra forma de apostolado, como un
“ven y verás” que decía el apóstol para animar a otro a seguir al
Señor. Cuanto experimentamos en el interior de San Francisco antes de iniciar
nuestra estación de penitencia es una auténtica maravilla, comenzando por lo
que en nuestra Hermandad conocemos como la “meditación”, que no es otra cosa
que la lectura del capítulo 12 del libro II de La imitación de
Cristo de Tomás de Kempis (hay que decir que éste ha sido el libro más
leído tras los Evangelios de la Historia de la Iglesia y que ha ayudado
muchísimo a la vida espiritual de muchos santos).
—En el 2019 la hermandad fue protagonista
por el intento de eliminar la banda que lleva Jesús Nazareno antes de la cruz
de guía. En estos momentos nos encontramos con nuevo presidente del consejo,
nuevo obispo y nuevo hermano mayor ¿Volverá la hermandad a demandar que se
cumpla la norma de no llevar bandas antecediendo en la carrera oficial?
—Aclarando de antemano que en nuestro ánimo
nunca estuvo la intención de “eliminar” ningún elemento característico de
ninguna otra Hermandad, sí queríamos defender nuestro modo de hacer penitencia,
nuestro silencio. Y a tal fin solicitamos que se cumpliera una normativa que
existía, o que se hiciese cumplir, y no por ninguna Hermandad en concreto, sino
por todas. No obstante, aquello se solucionó por la buena disposición de las
Hermandades de la Madrugada llegándose a aceptar una de las alternativas que
propusimos. Si hubo algo de desencuentro en aquel episodio, nosotros ni lo
recordamos. Profesamos muchísimo cariño, respeto y admiración por todas las
Hermandades, comenzando por nuestros hermanos de Jesús Nazareno. Por cierto, ya
que los mencionas, quiero aprovechar para comentar que el nuevo obispo ha sido
una bendición para la diócesis e igualmente estoy muy contento con el hecho de
que mi hermano José Manuel García Cordero presida la Unión de Hermandades. Es
un cofrade muy auténtico.
—Y hablando de bandas, se dice por
los mentideros cofrades de que esta junta puede ser la que coloque música tras
el palio de la Esperanza ¿Tiene fundamento este comentario?
—Este comentario no tiene fundamento a día
de hoy. Primero porque no he incluido este pormenor en mi proyecto. La otra
candidatura tampoco lo hizo. Sí es verdad que no puedo negarme a aceptar un
cabildo extraordinario -si llegara el caso- en que se planteara este punto de
acuerdo a la Normativa Diocesana en cuanto a la convocatoria de cabildos. Esto
es, que si una mayoría de hermanos de las Llagas piensa que la Esperanza debe
ir con marchas fúnebres, pues habría que iniciar un proceso de cambio
estatutario en este sentido. Yo estaré satisfecho de que se lleve a efecto, lo
mismo que lo estaré si sigue bajo el único sonido del racheo de los costaleros
y el roce de las bambalinas con los varales.
—Otro capítulo sería el mantenimiento del
rico patrimonio de la hermandad. El paso de misterio no llegó a culminarse su
restauración y el manto de María Santísima de la Esperanza necesitaría una
intervención ¿Se va a trabajar en estos aspectos de mantenimiento patrimonial?
—Aunque insisto en que lo prioritario es
nuestro patrimonio humano, el mantenimiento del patrimonio material
-especialmente si es tan valioso como el que hemos heredado de nuestros mayores
en nuestro caso particular- es más que una obligación. Para ello haremos un
estudio a fin de poner nuestro objetivo en lo verdaderamente más urgente. Así
ha sucedido en la anterior legislatura, por ejemplo, con la exitosa
restauración de la Virgen de la Esperanza.
—Quizá en los últimos tiempos la hermandad
ha estado demasiado sumida en su vida interior ¿Su labor como hermano mayor
estará encaminada en un cierto aperturismo de la hermandad?
—La riqueza de la vida interior no debe
ser nunca excusa para descuidar la exterior. Son como los dos famosos métodos
de oración que entre sí se complementan: el contemplativo y
el discursivo-afectivo. O la labor de las amigas del Señor y
hermanas de Lázaro Marta y María: que ésta hubiera escogido la mejor parte no
quita el que la de aquélla no fuese también importante. Concluyendo: somos
conocidos por el ascetismo que vivimos, pero eso no quita que nos relacionemos con
otras instituciones y otras cofradías. Y abundaremos mucho en ello. De hecho,
en el proyecto Veritas han colaborado y van a colaborar
destacados cofrades de nuestra ciudad. Tenga en cuenta, Manuel, que, como bien
sabe, y siguiendo la estela de Martínez Arce, hemos sido muchas veces referente
y, otras tantas, colaboradores de muchas Hermandades. Si ahora proponemos a
muchos que compartan con nosotros lo que en otros tiempos dimos a sus
antecesores, esto va a crear muchos lazos de unión y confraternización que nos
harán más fuertes a todos.