Marco Antonio Velo
entrevista al Dr. Alejo Gallego Montiel, Médico de Familia, actualmente en un
Equipo Móvil de Urgencias de Atención Primaria
Fuente: DIARIO DE JEREZ
Alejo Gallego es un médico vocacional. Su sentido de la ética y
de la responsabilidad alcanzan cotas anónimamente paradigmáticas. Quienes de
cerca le conocen saben de una profesionalidad sin regates. Ha dado el mil por
cien a lo largo de estas semanas tan difíciles para la población. Ha reído y
llorado en sus adentros enarbolando la heroica templanza individual de todo
doctor que se precie.
No se considera ni héroe ni
mártir. Un eslabón más de esta luminosa cadena de sanitarios que a no dudarlo
han salvado y siguen salvando tantísimas vidas.¿Ángeles sin alas? De hablar reposado y apasionada
predisposición, Alejo es sinónimo de deontología y de empatía. Por temperamento
y por personalidad suele ponerse -vez tras vez- en el lugar del otro. Del
prójimo. Un exponente de la ejemplaridad que define y avala a la práctica
totalidad de sus compañeros de oficio.
¿Cómo está llevando o sobrellevando en lo personal este
confinamiento tan inédito para todos los ciudadanos? ¿Qué aspectos positivos le
viene reportando?
Muy bien, mi confinamiento es
parcial ya que he seguido trabajando. Y lo llevo bien porque pienso que es una
situación muy necesaria para poder conseguir evitar la propagación de la
infección y el consiguiente aumento de enfermos. Y nos ha permitido estar toda la
familia junta muchas horas al día. Hacemos deberes juntos, juegos de mesa, tiks
toks, videollamadas con nuestra familia y amigos, pelis, dibujos animados.
También he aprendido, mediante tutoriales por internet, cómo realizar ejercicio
en casa. Lo que peor llevo es no dormir en mi cama con mi mujer, al ser
personal de riesgo, mantengo medidas de prevención en casa. Duermo en el
dormitorio de mis niños y ellos con mi mujer, tengo un cuarto de baño para mí,
lavo mi ropa independiente. Todas las precauciones son pocas.
¿En estos complicados momentos se siente más orgulloso aún
si cabe de su profesión y de sus compañeros?
Por supuesto.
Todos saben las dificultades que tenemos, no sólo los sanitarios, sino otros
profesionales esenciales, en cuanto a los equipos de protección individual y no
sé de ningún compañero que se haya negado a asistir a un paciente que lo
necesitara por miedo a contagiarse. No somos héroes pero tampoco mártires.
Hemos adaptado nuestros protocolos para disminuir al máximo el riesgo de contagios
entre nosotros y de transmisión a otros pacientes. Y estoy enormemente
agradecido a todas la personas que nos han donado desde guantes, batas,
mascarillas, soluciones hidroalcohólicas.
¿Ha
habido una relajación excesiva de los españoles en esta Fase 0 de la
desescalada?
Las imágenes que
he visto no me dan confianza por el poco uso de mascarillas o guantes por parte
de la población y el incumplimiento de las distancias de seguridad, esto puede
generar una marcha atrás.
¿Hasta qué punto -o en qué medida- habrá un antes y un
después para la sociedad -en el modus vivendi del ser humano- tras esta
pandemia del coronavirus?
Espero que en gran
medida haya permitido humanizar más a la sociedad, que cuidemos nuestro medio
ambiente, que sepamos valorar estar con nuestros seres queridos, y agradecer la
labor de todos los profesionales que nos hacen la vida mejor y especialmente a
hacer un uso razonable de los recursos sanitarios.
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