María de Nazareth es
raíz de nuestra esperanza
El nombre de Dios para esta mujer es la Llena de Gracia. La Gracia es Dios mismo. Dios
colma a María. No podemos cosificar la Gracia. Si está llena de Gracia no queda en ella
sitio para el pecado. Por eso es la toda Santa. La Pura Inmaculada
Concepción.
Ella entiende que es escogida por Dios. La Purísima. Es amada
sin límites. Es el misterio de la redención. Ella era el tesoro de Dios.
¿Por qué, en el fondo y en este mundo cofrade, somos tan
envidiosos, y actuamos por pura venganza? Porque no hemos sabido escuchar la Palabra de Dios.
Cuando metamos la pata debemos acudir de inmediato al
Sagrario. Debemos sanar nuestro corazón. Y conocer el significado de la palabra
misericordia.