DESDE LA CIUDAD OLVIDADA
La
Pasión olvidada (y V)
JOSÉ MANUEL / MORENO / ARANA | 24.03.2015
EN 1561 se funda en el Convento de San
Francisco la primitiva hermandad de las Cinco Llagas. Nació con una profunda
inspiración franciscana pues eligió un título que remitía a una de las grandes
devociones de la orden seráfica: esas heridas de Cristo en la Cruz que eran precisamente su
emblema por haber sido recibidas como estigmas por el santo de Asís. Pero esa
vinculación de la hermandad con los franciscanos se rompe en 1778 por
desavenencias entre las dos partes, ya que los cofrades no tuvieron cabida en
la nueva iglesia construida por los frailes. Es entonces cuando se trasladan a
San Juan de los Caballeros, llevándose consigo sus imágenes. La procesión, que llevaba
un paso con la representación de la
Lanzada , continuó saliendo hasta 1822. A partir de ahí se le
pierde el rastro, aunque se cree que el crucificado al que dieron culto acabó
en el convento de las monjas mínimas, justo al lado de San Marcos. Allí la talla
ha permanecido muchos años oculta, en la clausura, lejos de miradas 'incómodas'
e hipotéticas reclamaciones. Una única fotografía tenemos de ella. Fue dada a
conocer por Antonio de la Rosa
en su monografía sobre la imaginería procesional jerezana, donde la relaciona
con Jerónimo de Valencia, escultor del siglo XVI conocido, como Cristóbal de
Voisin, por la famosa sillería de la Cartuja. Tras unos feos repintes se adivina una
interesante escultura, de cuerpo esbelto, sobrio sudario y expresiva cabeza.
Cuando la actual cofradía de Las Cinco Llagas se crea con el objetivo de reorganizar la antigua lo hace sin poder rescatar aquella imagen y cambiando de manera radical la iconografía de su misterio. Esta nueva hermandad pretende rescatar este año de su 75 aniversario, aunque fugazmente, el culto público a este crucificado renacentista. Será una ocasión única para contemplarla.
Cuando la actual cofradía de Las Cinco Llagas se crea con el objetivo de reorganizar la antigua lo hace sin poder rescatar aquella imagen y cambiando de manera radical la iconografía de su misterio. Esta nueva hermandad pretende rescatar este año de su 75 aniversario, aunque fugazmente, el culto público a este crucificado renacentista. Será una ocasión única para contemplarla.