Fray Felipe Ortuno en el primer día de Triduo a María Santísima de la Esperanza: “Esperanza no es un título: es la razón de ser de la condición cristiana. Mirando a la Virgen de la Esperanza tenemos que reconocer dónde están nuestros límites. La religión y la Fe están desapareciendo del tejido social. ¿Tenemos resortes para seguir hablando de Cristo? ¿Cómo le damos contenidos de esperanza a quien nunca creyó en la esperanza? Los jóvenes tienen una gran capacidad de deseo, que es la gran siembra para la esperanza. ¿Qué deseo estamos provocando en la sociedad para que la gente tenga esperanza? Parémonos a explorar los rincones del corazón. Estamos mortecinos, acomodados. Estamos instalados en nuestra manera de ser y vivir. No hay que mirar a la esperanza en una contemplación pasiva. Hay que actuar. Humildemente. En la debilidad y en la humildad el Evangelio prende. En mi poquedad y en mi pequeñez el Evangelio brota”.