En la tarde de este martes 10 de diciembre, se informó detalladamente a los Hermanos Mayores, de la modificación puntual que ha sufrido la Carrera Oficial debido a la reubicación de unos 200 palcos que, por razones de seguridad, se han tenido que suprimir, respecto de la Carrera Oficial que se aprobó para la Semana Santa del año 2013.
Se respeta escrupulosamente el trazado que aprobaron en su día los Hermanos Mayores, por lo que tan sólo se amplía el mismo, de forma mínima, para poder recolocar dichos palcos suprimidos.
El inicio por tanto se establece en la plaza Aladro (margen Virgen del Rocío), girando a la derecha a la altura del Palacio Domecq y se revira nuevamente hacia la izquierda para continuar por Cristina, justamente por donde dio comienzo el pasado año la Carrera Oficial.
Se ha suprimido el Paso de Peatones que existía en Plaza Asunción entre el Bar Rody y la Calle Letrados, por lo que el desarrollo de la Carrera Oficial por el tramo de dicha Plaza se hará conforme al trazado que tenía en los últimos años, es decir, por delante de la Puerta Principal del Cabildo.
Las otras opciones planteadas y estudiadas eran: atravesar la Alameda Cristina por su parte Central (peatonal); comenzar en el mismo punto que el año pasado eliminando los palcos, sin recuperarlos; empezar en el Mamelón a la altura de la Calle Eguiluz; opciones todas, que han sido descartadas por el Consejo, y debidamente razonadas a los Hermanos Mayores, tras un pormenorizado estudio de los pros y contras que ofrecían las mismas.
Sobre la base del nuevo comienzo de la Carrera Oficial, las Cofradías disponen hasta el 31 de Diciembre, según se establece en la Normativa Diocesana, para proponer los horarios e itinerarios para la Semana Santa 2014, que serán estudiados y trabajados por cada uno de los días de dicha Semana Mayor.
Una vez que se han resuelto los problemas de seguridad y de reubicación de Palcos, el diseño expresado de la Carrera Oficial adquiere el carácter de definitivo, sin que se proceda a realizar nuevos cambios en el futuro, conjugándose de esta forma, el deseo unánime del Pleno y la necesaria observancia de la seguridad, imprescindible en el desarrollo de nuestra Semana Santa.
