![]() |
Presentación de la
Memoria de Cáritas 2020: el director Juan González, el administrador apostólico
Federico Mantaras, la coordinadora Mila Díaz y el secretario general Manuel
Pareja |
Fuente: COPE Jerez
Que las cosas se han
ido poniendo peor por lo que a la atención de personas desfavorecidas se
refiere no era nuevo. Pero este miércoles en el que Cáritas Diocesana de
Asidonia-Jerez ha presentado su memoria anual corresponiente a 2020 hay cifras
que permiten ya evaluar en qué porcentajes ha sido preciso incrementar los
recursos puestos a disposición de la causa: ha sido preciso subir a los 3
millones de euros la cantidad al servicio de sus labores asistenciales y
programas específicos porque las cifras de personas atendidas ha
llegado a las 24.447.
La emergencia
social y sanitaria producida por la Covid-19 marca el balance presentado en
un ejercicio de transparencia que ha contado con las intervenciones de Federico
Mantaras, administrador diocesano, y Juan Pérez, director de Cáritas
Diocesana, así como Manuel Pareja y Mila Díaz, secretario general y
coordinadora general de esta organización eclesial respectivamente. Y el "año
especial y doloroso en el que Cáritas ha multiplicado en la Diócesis sus
esfuerzos para poder seguir cerca de las personas más vulnerables y soportar el
incremento de peticiones de ayuda" ha presidido el contenido de la
rueda de prensa.
3 DE CADA 10 HOGARES SIN INGRESO ALGUNO
Las familias que
nunca habían acudido a la entidad son el santo y seña de las novedades que
las cifras desvelan. "De hecho, tal y como indica el Observatorio de la
Realidad Social realizado por Cáritas a nivel nacional, y centrado en la crisis
de la Covid-19, el impacto de la pandemia en los ingresos de los hogares
ha sido de tal envergadura, que ha provocado que tres de cada diez hogares, no
dispongan ahora mismo de ningún ingreso. Además, la paralización de una parte
importante de la economía por la pandemia ha Provocado una rápida subida del
desempleo, así como un incremento de la precariedad e inestabilidad laboral.
De este modo, el
incremento del desempleo para las familias más vulnerables (acompañadas por
Cáritas) ha sido ocho veces superior al incremento medio. A ello se une que
existen nuevos elementos de precariedad que la pandemia ha incorporado entre
los que destacan la exposición al contagio y la fragilidad ante eventuales
cuarentenas, que dificultaría considerablemente el trabajo y los ingresos para
el 71% de las personas vulnerables que están trabajando.
INCREMENTADA LA POBREZA ENERGÉTICA
En 2020 también se
pone de relieve la delicada situación de la vivienda, ya que se ha incrementado
el número de personas que viven en hogares que no pueden hacer frente a los
gastos de suministros de su vivienda, es decir, no pueden calentarse
adecuadamente o no pueden encender la luz siempre que lo necesitan. Para
casi el 45% de los hogares atendidos por Cáritas afrontar los gastos derivados
de la vivienda supone una grave dificultad, tal y como indica el informe
mencionado anteriormente. Otro de los fenómenos destacados de esta pandemia es
el aumento de la brecha digital, ya que el confinamiento y la
adaptación a las restricciones actuales ha acelerado la imparable
digitalización de la sociedad y ha incrementado la desigualdad.
De hecho, muchas
personas acompañadas por Cáritas han encontrado barreras para realizar
gestiones telemáticas como la petición del Ingreso Mínimo Vital, ya que,
en numerosas ocasiones, no tienen ni los conocimientos ni los medios como para
realizar estas gestiones y se ven desbordadas. Otra de las consecuencias del
estado de alarma y de las distintas intensidades de confinamiento han sido
las dificultades y las necesidades relacionadas con la conciliación, que
han vivido las familias con menores de edad, monoparentales o con personas
mayores con una situación de dependencia o discapacidad. Unido al
incremento de las situaciones de soledad por el aislamiento, que ha afectado
especialmente a las personas mayores.
LA RESPUESTA DIOCESANA ANTE LA PANDEMIA
Durante el pasado
año, Cáritas Diocesana incrementó sus esfuerzos para atender a 24.447
personas, un 23% más respecto al año anterior. Del total de personas
beneficiarias, 10.757 pertenecen al término municipal de Jerez. En cuanto
al perfil mayoritario de las personas acompañadas, se observa que son mujeres
(72%), de nacionalidad española (85%), de entre 45 a 64 años (46%) y
que forman parte de un hogar formado por una pareja con hijos (41%). En
relación a las principales demandas recibidas, y por tanto las respuestas
ofrecidas por la entidad, cabe destacar que el primer lugar lo ocupan las necesidades
básicas (84,4%), seguidas por los gastos asociados a la vivienda y el pago
de suministros (33,6%) y el empleo y la formación (27,5%).
Ante la situación de
emergencia sanitaria, Cáritas Diocesana multiplicó durante el pasado año las
acciones de acompañamiento y se reinventó para poder seguir cerca de las
personas más vulnerables. De este modo, durante los meses de confinamiento
domiciliario, la entidad recibió más de 7.350 llamadas de emergencia a
través de los números de teléfono habilitados y puso en marcha un servicio de
acompañamiento telefónico para paliar la soledad de personas que no
contaban con redes de apoyo. También se activó una iniciativa de apoyo
socioeducativo para menores de familias vulnerables que ponía el foco en la
desigualdad educativa que viven los niños, niñas y adolescentes en situación de
exclusión social.