La diócesis de Asidonia-Jerez celebrará
regularmente una Misa según el rito extraordinario
Con el objetivo de que no
sea una moda, sino que la iniciativa tenga continuidad, Asidonia-Jerez se
incorpora al elenco de las diócesis que celebran misa según la forma
extraordinaria del rito romano, como técnicamente se denomina la conocida como
misa tradicional o misa en latín.
(Diario de Jerez)
Durante estos meses de verano
tendrá una periodicidad mensual, pero a partir de septiembre se celebrará cada
domingo por la
tarde en la iglesia de San Juan de los Caballeros, en pleno casco histórico de
la ciudad. La primera será el día
19 de junio, a las 18,30 horas, precedida de una breve charla
explicativa.
Una iniciativa que surge de miembros de la parroquia de los Cuatro
Evangelistas, San Juan, San Marcos, San Mateo y San Lucas, que tiene en el
historiador del Arte Pablo Pomar, uno de sus precursores, muy
comprometido en la organización y promoción de la liturgia tradicional en
Jerez. Pomar apunta que el latín, «nunca se fue, o al menos no sobre el papel,
pues la misa a la que hoy asistimos habitualmente, la del nuevo misal de 1970
del Vaticano II, se puede celebrar en latín y, de hecho, se puede encontrar así
celebrada en muchas partes, aunque España sea un páramo al respecto. Es como
eso otro de 'la misa de espaldas'. También la misa de Pablo VI se puede
celebrar 'de espaldas'. Basta ver las celebraciones del Santo Padre Francisco o
de sus predecesores en la capilla Sixtina para darse cuenta».
Insiste en que la misa tradicional «no
se había dejado nunca de celebrar. Ya en 1970, Pablo VI concedió un indulto,
ciertamente restrictivo, en atención a la petición formulada
por fieles de Inglaterra y Gales, el conocido como 'indulto de Agatha Christi'
por haber sido la escritora británica una de sus promotores. Además, hay dos
documentos de Juan Pablo II de 1984 y 1988 ampliando generosamente la concesión
pero, hasta que Benedicto XVI
no promulgó el motu proprio 'Summorum Pontificum',
que establece que la misa tradicional y la de Pablo VI son sólo dos formas,
extraordinaria y ordinaria, de un mismo rito, no podemos hablar de
una liberalización de la misa antigua».
Una misa 'de espaldas',
algo que puede extrañar a los fieles que nunca han asistido a una eucaristía en
latín. Un gesto al que Pomar resta importancia porque, «en realidad se trata de que toda la asamblea litúrgica, con el
sacerdote al frente, oriente su oración conjuntamente hacia Dios. Este es el simbolismo que subyace y no
debería suscitar mayor incomprensión pues, como dijo el cardenal Koch, nadie se ha lamentado nunca de que el conductor de
un autobús dé la espalda a sus viajeros».
El historiador anima a los jerezanos a acudir a este tipo de
eucaristía, «porque no se puede amar lo que se desconoce y son muchas las generaciones
que han crecido sin saber de la existencia de este tesoro litúrgico, así que
habrá que ir poco a poco. No obstante, por la experiencia que conocemos de
otras diócesis, la realidad es que la
oferta genera la demanda».
Pomar no teme por la aceptación o no de la propuesta, y se
apoya en san Carlos Borromeo que decía que »un alma es suficiente diócesis para
un obispo«. «Nuestra motivación no se mueve en orden a variables exclusivamente
cuantitativas», asegura, y cree que la liturgia tradicional
«resulta ser un verdadero revulsivo vital que lleve a la conversión de no
católicos o católicos sólo de bautismo. Hay cada vez más casos en este sentido.
También sorprende a muchos que la media de edad de los asistentes sea inferior
a la habitual». Algo que justifica con, entre otras cosas, la atmósfera «de
sacralidad que se alcanza cuando
la lengua litúrgica se diferencia de la de uso habitual, que resulta de un
enorme atractivo para estas generaciones más jóvenes, inmersas en un mundo
donde la vulgaridad lo copa todo».
Apoyo del obispo
Y, ¿por qué Jerez? «Aquí, tanto nuestro obispo, José Mazuelos, como la curia
diocesana, ha atendido nuestra solicitud con absoluta normalidad y hasta nos
han animado. En
este sentido creo que ha sido fundamental que la petición haya venido avalada
por nuestro párroco, Antonio López, que además está muy ilusionado con todo
este asunto, como también lo está la hermandad de la Vera Cruz , que colabora
de muy buena gana con la causa, no sólo poniendo el templo a disposición, sino
ayudando en muchos asuntos propios de la organización como los libritos
bilingües, los ornamentos, darle difusión…».
Y cierto es, Antonio López muestra su apoyo a esta
iniciativa. «Me parece bien. En todas las diócesis de España y Andalucía se
está incorporando la misa tradicional. No se trata de
sustituir ni de ir en contra del Vaticano II, ya que Benedicto
XVI dio la posibilidad de celebrarla». López, también deán de la Catedral , es doctor en
Filología Clásica, y un gran defensor de la lengua oficial de la Iglesia , el latín. «Es una
manera de no perderla. Estas misas se han
celebrado durante cuatro siglos, algo que es un tesoro de la Iglesia. Es pura
espiritualidad y otra forma de celebrar la liturgia». También
recuerda el párroco que la misa en latín «nunca se fue, incluso en Jerez hay
algún sacerdote que pertenece a una congregación que dice la misa tradicional,
pero sólo para ellos».
«Tiene sentido del misterio y al ser la lengua madre, es más
concisa y perfecta que el castellano», piropea López al latín. «No buscamos en esta
recuperación de la misa tradicional que se convierta en una moda, sino que
tenga continuidad», añade. Y no hace falta saber
latín para acudir y entender esta eucaristía, ya que se le entregará al público
un librito bilingüe, «ya que en estas misas es muy importante
responder al sacerdote, participar, aunque también hay espacios en silencio».
El padre dominico Xavier Català será quien celebre inicialmente estas misas,
que luego asumirá Antonio López.
Llevar almas a Dios
Pero el reto no se queda sólo aquí, ya que «luego el tiempo
dirá, pero pasar de celebrar misa
rezada a misa cantada sería uno de lo objetivos más inmediatos,
asunto en el que Catalá está muy empeñado también», dice Pomar, que quiere
además dejar clara una cosa: «aquí se trata de llevar almas a Dios para que se
salven, no en satisfacer planteamientos humanos. La liturgia tradicional es un
medio, no un fin en sí misma».