Reflexiones de Fray Ricardo de Córdoba durante el
Triduo Eucarístico
Los
fariseos eran verdaderos espías de lo que hacía Jesús.
Este
pueblo me honra con los labios pero su corazón está lejos de mi. Enseñais
normas y os olvidáis el mandamiento del amor dejándolo atrás. Qué bien
profetizó esto Isaías.
El
lavatorio de los pies era un signo de amor fraterno cuando un peregrino llegaba
a casa de un hebreo. El rito de la limpieza había dimanado del templo. Jesús le
lava los pies a los apóstoles, quienes lo ven como una humillación porque lo
llamaban maestro. En el lavatorio de los pies está la caridad de Dios. Si yo os
he lavado los pies, también vosotros os debéis lavar los pies unos a
otros.
Todo
en la vida -lo bueno y lo malo- se tiene que cumplir. Y no por poderes fácticos
sino por poderes de libertad. La libertad para hacer el bien o el mal la
tenemos todos. En el juego de la libertad nos jugamos nuestra salvación o
nuestra condena.
La
misericordia de Dios inunda siempre a los que tienen buena voluntad. A queines
vienen a servir a Dios y al prójimo.
Yo
creo que Pilatos está en el cielo. Judas, no. Porque no tenia humildad y sin
humildad no se puede llegar al cielo.
El
amor verdadero de Dios es humilde. Cuando nos vemos en la necesidad de que una
fuerza suprema nos ayude, sabemos que Dios nos ama a pesar de ser tan Dios y de
ser tan grande.
Donde
está el cuerpo del Señor, allí está Dios. El corazón de Cristo es el corazón de
Dios. Porque Dios nos ha hablado en lo humano en el corazón de un humano pero
divino.
Las
Llagas eran una predilección de Dios a San Francisco. Dios no quiere sacrificio
de animales. Me da asco de la sangre y grasa que me ofrece mi pueblo. Acepta un
sacrificio donde se derrama la preciosísima sangre humana pero divina
también.
No
asistir a misa el domingo, que es el día de la Resurrección , es
pecar. Pero también es infravalorar. Nos consagra a nosotros el sacrificio
eterno.
No se
convirtió el Señor en la cruz. Era símbolo divino y humano.
El
que no va a misa se está cerrando las puertas de la eternidad. Del cielo.