“Muchas hermandades consideran el Diputado de Cultos como un cargo de relleno cuando, a decir verdad, se responsabiliza del fin principal de las mismas”
Fuente: Diario de Jerez. La liturgia y el acolitado en los cultos de las Hermandades fueron ampliamente analizados el pasado viernes en una nueva sesión del ciclo cultural ‘Debate abierto’ organizado conjuntamente por la Fundación Paz y Aflicción, MAV-Comunicación y bodegas González Byass. Un tema de muy candente actualidad que sin embargo en escasas ocasiones ha sido abordado con el rigor y la perspectiva que el enfoque merece. La mesa redonda presentaba un plantel de contertulios de primerísimo nivel: Ramón de la Campa Carmona (Licenciado en Filología Clásica y Diplomado en el Instituto de Liturgia San Isidoro de Sevilla), Javier Jiménez López de Eguileta (Licenciado en Historia y estudiante de Ciencias Religiosas por el Instituto Superior de Ciencias Religiosas Asidonense), Ernesto Romero del Castillo (Psicólogo y Diplomado en el Instituto de Liturgia San Isidoro de Sevilla) y Manuel Ramón Rosa Santiago (Licenciado en Filología Inglesa, ex Diputado de Cultos y cofrade lasaliano). Previamente al inicio de la mesa redonda, la Fundación Paz y Aflicción invitó expresamente a las juntas de gobierno de la Hermandad de las Cinco Llagas y del Grupo Profesional de Acólitos ‘El Cirial’ para compartir juntos unos rezos en el oratorio de la propia Fundación. El Hermano Mayor de las Cinco Llagas, Juan Lupión Villar, aprovechó entonces este encuentro oficial para entregar a Antonio Martín-Bejarano, presidente de Paz y Aflicción, un cuadro de la Virgen de la Esperanza Franciscana para que, en atención a tan prodigiosa advocación, figurara ya para lo sucesivo en el mencionado oratorio de la Fundación.
La mesa redonda abordó aspectos tan interesantes como la aplicación o no de las normas litúrgicas en la celebración de los cultos, si son los cofrades más obedientes con estas normas que otras comunidades eclesiales, si falta vivencia eucarística en las cofradías, y en la Iglesia en general, si saben las Hermandades “defender lo propio de nuestro carisma como el culto a las imágenes, definido por el II Concilio de Nicea, frente a otros carismas más ‘modernos’ o de otras asociaciones eclesiales que nos consideraban cristianos de segunda”, si igualmente “somos, en parte, únicos mantenedores del latín como lengua sagrada y oficial de la Iglesia , a la vista de que aún utilizamos cantos como la Salve Regina o el Tantum Ergo, y hay cofradías que aún mantienen funciones en esa lengua”, la necesidad de suprimir textos en las convocatorias de los cultos, qué errores garrafales se observan con mayor frecuencia en las solemnidades cultuales, de quién es la responsabilidad de la formación litúrgica de los Diputados de Cultos y los ministros del altar, en base a qué criterios es elegido el orador sagrado o predicador de los cultos o si han decaído el exorno de los altares de culto, si los comparamos con gloriosas fotografías de principios y mediados del siglo pasado.