BLOG OFICIAL DE LA HERMANDAD Y COFRADÍA DE NAZARENOS DE LAS SAGRADAS CINCO LLAGAS DE CRISTO, NUESTRO PADRE JESÚS DE LA VÍA-CRUCIS Y MARÍA SANTÍSIMA DE LA ESPERANZA
Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera
miércoles, 30 de mayo de 2018
Destacados del sermón del P. Jesús Castro Simancas en el segundo día de Triduo Eucarístico
Hoy hemos leído las lecturas del día del Corpus Christi. Y
es el día de la realeza. Real en el sentido real. El Señor Dios está aquí
presente en el Altar realmente. Cuando el sacerdote pronuncia las palabras
correspondientes ese pan y ese vino se transforman. Por dentro ya no es lo que
vemos, realmente es el Cuerpo del Señor.
Los católicos tenemos la gran suerte de que cuando
celebramos la Eucaristía ,
las formas que "sobran" las podemos guardar. Y ¡qué gram suerte! Lo
tenemos presente siempre en esa cajita llamada sagrario.
No es verdad que no veamos milagros. Vemos milagros todos
los días cuando vamos a misa: un trozo de pan se convierte en el Cuerpo del
Señor y una copa de vino se transforma en su Sangre.
La segunda forma "real" es en el sentido de
realeza.
Más allá de las connotaciones políticas, no tenemos que
perder nunca de vista que el Señor es nuestro Rey. El cristiano de por sí es
monárquico.
San Francisco de Borja, cuando entró en la Compañía de Jesús, y
conoció la muerte de la
Reina Isabel de Portugal, se prometió a sí mismo que jamás
serviría a un Rey que pudiera morir.
Por otra parte, en el bautismo nos dicen las palabras:
"ya eres sacerdote, profeta y rey".
El Señor nos hace participar de su realeza. Realmente somos
reyes y tenemos hermanos reyes.
Y nos ponemos de rodillas porque aquí está el Rey, que es
Dios.
El que se arrodilla ante Dios no se arrodilla ante ningún
hombre, y el que se arrodilla ante un hombre se arrodilla ante cualquiera.
El domingo saldremos a la calle dando un testimonio de fe de
los que ya no se dan: Dios va a recorrer nuestras calles y nos va a bendecir a
cada uno de nosotros.
Adoremos al Santísimo Sacramento del Altar y que sea adorado
siempre.
Destacados del sermón del P. Jesús Castro Simancas en el primer día de Triduo Eucarístico
jueves, 24 de mayo de 2018
Presentado EL CORPUS CHRISTI 2018
Fuente: UNIÓN DE HERMANDADES DE JEREZ
Este
miércoles día 23 de mayo, el Consejo Directivo de la Unión de Hermandades ha
presentado el Corpus Christi de 2018, en el altar del Cristo de la Viga de la Santa Iglesia
Catedral de San Salvador, conduciendo el acto D. Jaime Betanzos, cofrade
de la Sacramental
de la Exaltación ,
y en cuyo acto ha participado D. Ángel Hortas Rodríguez-Pascual, como organista
titular de dicha Seo.
En el
transcurso de la misma ha sido presentado el cartel anunciador del Corpus, obra
del jerezano José Luis Romeral, en el que destaca la custodia procesional
jerezana bajo una lluvia de pétalos, y precedida por el lábaro sacramental
catedralicio.
Así
mismo, el presidente de la Unión
de Hermandades, D. Dionisio Díaz ha hecho entrega de la patente como Exaltador
Eucarístico a D. Jacinto Gutiérrez, conjuntamente con el Hermano Mayor de la Hermandad Sacramental
de Santiago. La
Exaltación Eucaristía se realizará el jueves 31 de mayo a las
21:00 horas en la parroquia de Santiago el Real y de Refugio siendo presentado
por D. Antonio Gallardo Monje.
El viernes
1 de junio, organizado por Cabildo Catedral, se realizará el tercer ciclo de
conciertos de órgano en torno a la Solemnidad del Corpus Christi a cargo de la Orquesta Capilla-musical
Catedralicia Diocesana de Jerez dirigida por D. Ángel Hortas Rodríguez-Pascual
que actuará como órgano solista. Dicho concierto se realizará en la Santa Iglesia
Catedral comenzando a las 20:30 horas, teniendo entrada libre hasta completar
aforo. En el mismo se interpretarán obras de Bach y Händel.
Una vez
finalizado el plazo de inscripción al concurso de altares de Corpus, se ha
cerrado con un total de 14, cifra record en la historia, de los cuales cinco
serán llevados en traslado hasta dichos altares. El plazo para el concurso de
escaparates finalizará el miércoles 30 de mayo.
El sábado
previo al Corpus se realizará un pasacalles desde el Gallo Azul, hasta la plaza
de la Yerba a
cargo de la banda de cornetas y tambores Amor y Sacrificio de Lebrija, gracias
a la colaboración de la
Hermandad del Consuelo del Pelirón. Una vez más volverán a
realizarse las alfombras en plaza del Arenal y calle Lancería a cargo de las
Hermandades. Así mismo, gracias a la colaboración de la Hermandad de Pasión, se
llenará de romero la calle Algarve.
Desde la Unión Hermandades ,
hemos elaborado conjuntamente con el Cabildo Catedralicio, en torno a la
festividad del Corpus, un folleto en el que se quiere concienciar al cofrade a
asistir a la misa de Pontifical, a la procesión y a la posterior bendición
solemne con Su Divina Majestad, además de arrodillarse al paso de la Custodia y de adornar los
balcones.
A
continuación damos constancia del horario e itinerario de la Solemnidad del Corpus
Christi 2018:
La misa
de Pontifical del Corpus Christi comenzará a las 18:30 horas en la Santa Iglesia
Catedral. La hora estimada de salida del cortejo será sobre las 19:30 horas y
tendrá el siguiente recorrido: Reducto Alto, plaza de la Encarnación , calle de la Rosa , calle Manuel María
González, plaza Monti, plaza del Arenal, calle Lancería, calle Algarve, plaza
de la Yerba ,
plaza de la Asunción ,
calle José Luis Díez, plaza del Arroyo, calle Cruces, Reducto Bueno Monreal,
plaza de la Encarnación
y Reducto Alto.
La hora
estimada para la recogida será las 21:00 horas, y posteriormente se realizará
la bendición Solemne con Su Divina Majestad. Una vez concluida la celebración
saldrán los traslados de vuelta a sus templos desde los diferentes altares.
Desde
aquí queremos invitar a todos los cofrades a participar en todos los actos que
se avecinan en torno a la
Solemnidad del Corpus Christi, y agradecer a todos los que
están colaborando de forma desinteresada en los mismos, especialmente al
Cabildo Catedral, al Ayuntamiento de Jerez y a todas las cofradías Jerezanas.
Crónica de nuestra Ofrenda Floral en El Mira
Fuente: elmira.es
Dejad que los niños
se acerquen a la Virgen
La ofrenda floral a la Virgen de la Esperanza congregó a
numerosos niños en San Francisco.
Mayo es
-por excelencia- el mes de María Santísima, el mes -por antonomasia- de la Virgen María. Mes de
homenaje y honor a la Madre
de Dios. Mes de Reina y Madre. Mes de “llena eres de Gracia y el Señor es
contigo”. Mes de tradiciones a pie de altares y mes de “bendita tú eres entre
todas las mujeres”. Mes de azul inmaculado y de verde esperanza. De rostros
cuya encarnadura parecen esbozar una maternal sonrisa.
Las
Hermandades y Cofradías bien saben y sienten la devoción que profesan a sus
Amantísimas Titulares. Por esta noble razón de siempre mayo posee para los
cofrades la fragancia de las más bellas flores. Porque no existe mejor obsequio
para una Madre que el significante de una flor. Porque la flor es estética de
los sentidos. Porque la flor es ética de los sentimientos. Porque la flor es
también rezo multicolor.
Existe en
las Hermandades un hábito hecho costumbre, una costumbre hecha tradición, a lo
largo y ancho del mes de mayo: las ofrendas florales. Y las ofrendas florales a
la Virgen. De
todos los hermanos pero muy singular y especialmente de los niños de la
corporación. Los niños también han de acercarse a María. Los niños, en su
generosa inocencia, también saben -¡quiénes mejor que ellos!- del amor
incondicional y protector del ser que los trajo al mundo.
Durante
todo el mes de mayo las Hermandades convocan sus ofrendas florales. Así la Hermandad de las
Sagradas Cinco Llagas días atrás, concretamente el pasado sábado. En la Capilla del Voto de la
céntrica iglesia de San Francisco. Capilla donde a diario reciben las visitas
de centenares de devotos Nuestro Padre Jesús de la Vía-Crucis y María
Santísima de la
Esperanza. Y es precisamente a la Esperanza Soberana
a la que sus cofrades, sus hermanos, rindieron homenaje con motivo del mes de
mayo. Más de setenta personas se congregaron ante los pies de la Virgen , en un acto
organizado y coordinado por la
Diputación de Cultos de la señera cofradía de la Madrugada Santa.
Muchísimos niños respondieron a la llamada. Y se vivió un encuentro muy ameno y
edificante. La participación fue activa. Y la satisfacción de los dirigentes de
la Hermandad
unánime. Posteriormente se celebró en la Casa de Hermandad una animada caracolá en
entrañable acto de confraternización.
Evangelio y comentario
Fuente: ALFA Y OMEGA
Domingo de la Santísima Trinidad
(ciclo B)
«En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo»
Al llegar el domingo de la Santísima Trinidad
podemos pensar que estamos ante un gran misterio indescifrable y oculto; un
ámbito en el que solo tras muchos esfuerzos pocos han podido acceder, y solo
parcialmente, tras realizar elevados razonamientos doctrinales y filosóficos.
Se corre el riesgo de imaginar a Dios uno y trino como una verdad difícil de
conocer y que, por otra parte, es prácticamente indiferente para la relación
del hombre con Dios e insignificante para la vida corriente. La clave para
comprender el significado de esta fiesta está en no detenernos exclusivamente
en el plano doctrinal, sino en acudir al mismo tiempo a dos facetas de la vida
de la Iglesia :
la celebrativa y la vivencial.
Y es precisamente en la dimensión celebrativa donde encaja
el pasaje del Evangelio de hoy. El núcleo de este texto lo conforma el mandato
del Señor en el que se incluye el deseo de que todos los hombres sean bautizados
«en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo». El contexto de esta
exhortación es el final del Evangelio de Mateo, donde se anuncia la misión que
el Señor encomienda a la
Iglesia con motivo de su despedida. Estamos ante la única
ocasión en el Nuevo Testamento en la que se nos presenta juntos al Padre, al
Hijo y al Espíritu Santo.
La celebración, obra de la Trinidad
El pasaje de Mateo alude explícitamente a la celebración
en virtud de la cual una persona es incorporada a la vida de la Iglesia. A partir de
esta fórmula no es arduo reconocer las menciones a las tres personas en el
resto de las acciones litúrgicas de la Iglesia. En efecto, iniciamos ordinariamente las
celebraciones santiguándonos y las concluimos recibiendo una bendición trinitaria.
Asimismo, los domingos confesamos explícitamente la fe trinitaria en el credo y
cantamos la alabanza trinitaria con dos himnos que nacen durante los primeros
siglos de la Iglesia :
el gloria en la Misa
y el Te Deum en la liturgia de las horas.
Así pues, el modo de celebrar la fe ha estado impregnado
de la dimensión trinitaria desde los comienzos de la Iglesia hasta nuestros
días. Si a través de la celebración descubrimos que la Trinidad no es algo
accidental, sino esencial a la misma, en las lecturas de este domingo se
manifiesta especialmente el obrar trinitario de Dios.
Dios nos ha creado y salvado
A lo largo de la historia, el pueblo de Dios toma
conciencia de quién es Dios a partir del modo concreto a través del cual ha
sido beneficiario de su acción salvadora y de su poder, unos acontecimientos
determinados, grabados en la memoria de la comunidad.
Así lo expresa con claridad la primera lectura de hoy,
tomada del libro del Deuteronomio. Moisés no parte de la esencia de Dios para
pedir a los judíos confianza y fe en el Señor, sino que los invita a que
observen con qué fuerza han sido liberados de la esclavitud, para que,
consecuentemente, reconozcan al artífice de esa proeza. Ese será el camino por
el que Israel reconocerá en ese salvador al creador del mundo. Y, en esta
progresiva revelación de Dios, puesto que Dios ha querido hacerse, si cabe, más
cercano con el hombre, envía a su Hijo, quien en su propia carne llevará a
cumplimiento la salvación del hombre del pecado y de la muerte.
Entrar en la intimidad de Dios
El objetivo último de la manifestación de Dios es que
podamos acceder a su intimidad y participar de su propia vida. Y esta labor se
realiza gracias a la acción del Espíritu Santo. La presencia del Espíritu Santo
en la Iglesia
y en nuestra vida posibilita que podamos llamar a Dios «Abba, Padre»,
porque somos «hijos en el Hijo», no esclavos, sino coherederos. El Espíritu
Santo es, por último, la concreción personal del «yo estoy con vosotros todos
los días, hasta el final de los tiempos». Es él quien garantiza que nuestra fe
sea verdadera, que nuestras celebraciones sean eficaces y que nuestra vida sea
un camino hacia el Padre.
Daniel A. Escobar Portillo
Delegado episcopal de Liturgia adjunto de Madrid
Delegado episcopal de Liturgia adjunto de Madrid
Evangelio
En aquel tiempo los once discípulos se fueron
a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron,
pero algunos dudaron. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: «Se me ha dado todo
poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los
pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo;
enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y sabed que yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos».
Mateo
28, 16-21
domingo, 20 de mayo de 2018
Misiva para todos los hermanos
Hermandad
y Cofradía de Nazarenos de las Sagradas Cinco Llagas de Cristo, Nuestro Padre
Jesús de la Vía-Crucis
y
María Santísima de la
Esperanza
Establecida canónicamente en el
Real Convento de San Francisco
Muy Noble y Muy Leal Ciudad de
Jerez de la Frontera
Sala Capitular: C/ Diego
Fernández Herrera 6 y 8, 11401 - Jerez de la Fra.
Blog oficial: http://cincollagasjerez.blogspot.com
Correo electrónico: cincollagasjerez@gmail.com
“El culto que se da a
(S. Juan Pablo II)
Estimado hermano en el Señor de la Vía-Crucis : Dios le
bendiga.
Mediante la presente misiva, y por acuerdo unánime de la Junta de
Señores Oficiales, le participamos las siguientes consideraciones y
convocatorias:
1.- SOLEMNE TRIDUO DE EXALTACIÓN A LA EUCARISTÍA
Durante los días 29 martes, 30 miércoles y 31 jueves de mayo
a las 20,30 horas en la Capilla del Voto tendremos
de nuevo la oportunidad de postrarnos ante S.D.M. para vivir uno de los más
inolvidables momentos del año. El Señor estará ahí para atendernos, para que Le
escuchemos y para recibir nuestra adoración.
2.- SOLEMNE TRASLADO DE LA BENDITA IMAGEN DE SAN
ANTONIO DE PADUA DESDE NUESTRA SEDE CANÓNICA HASTA EL ALTAR QUE SE UBICARÁ EN EL GALLO AZUL
Con motivo de la fiesta del Santísimo Corpus Christi, ante
la acertada proliferación de altares que rinden homenaje a Jesús Sacramentado a
su paso por las calles de Jerez, esta Junta de Señores Oficiales ha tenido a
bien llevar a término el deseo de muchos de que esta Bendita Imagen que preside
un altar en la nave de la epístola de nuestra sede canónica se haga presente
como centro de un altar.
Todo aquel hermano que desee acompañar al breve pero devotísimo
traslado que desde las 10,00 horas del día 3 de junio y hasta las 10,45 –hora
prevista de llegada al lugar que indique el Consejo de HH y CC - deberá ponerse en contacto con N. H.
D. Raúl Pérez Carretero (tfno. 605026518), y estar en San Francisco media hora
antes de la salida con traje oscuro y la medalla de la cofradía.
Por la tarde, pasada media hora de la recogida de la Procesión del Corpus, se procederá al traslado
de vuelta con idéntica compostura.
3.- SOLEMNE PROCESIÓN DEL CORPUS CHRISTI ORGANIZADA
POR EL CABILDO DE LA S. I. CATEDRAL
Como viene siendo tradicional y obligado por nuestras Reglas
desde nuestra reorganización allá por 1939, acompañaremos al Dios Vivo y
Verdadero por las calles de nuestra ciudad desde la S.I . Catedral provistos de traje oscuro y la medalla
de nuestra Corporación en la procesión más importante del año.
4.- CABILDO GENERAL ORDINARIO DE CUENTAS Y CIERRE
DE CURSO: JUEVES 14 DE JUNIO
En virtud de lo tipificado en la Normativa Diocesana de
Hermandades y Cofradías, esta Santa Hermandad celebrará Cabildo General Ordinario de Cuentas y Cierre
de Curso el jueves día 14 de junio a las 21,00 horas en primera
convocatoria y media hora después en segunda con arreglo al siguiente:
O R D E N D E L D Í A
1.- Invocación al Espíritu Santo.
2.- Lectura del borrador del acta del Cabildo General
Ordinario anteriormente celebrado y su aprobación si procediese.
3.- Aprobación de las Cuentas del Curso 2017-2018.
4.- Ruegos y preguntas.
Lo que comunicamos a efectos de citación y máxima
puntualidad posible.
5.- CABILDO GENERAL EXTRAORDINARIO: JUEVES 14 DE
JUNIO
Una vez finalizado el Cabildo General Ordinario se procederá
a celebrar uno extraordinario con el siguiente punto en el orden del día:
“Restauración de la Bendita Imagen de María
Santísima de la Esperanza ”.
6.-PEREGRINACIÓN
A TRIANA (CAPILLA DE LOS MARINEROS): VISITA A LOS MUSEOS DE LAS HERMANDADES DE LA ESPERANZA , LA ESTRELLA , LA O Y EL CACHORRO
Desde el pasado 2 de diciembre de 2017 y hasta el 18 de
diciembre del presente año 2018 está teniendo lugar el Año Jubilar de la Esperanza , concedido por
la
Penitenciaría Apostólica de la Santa Sede , por el
sexto centenario fundacional de la tan querida Hermandad de la Esperanza de Triana. A partir
de que el Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo de Sevilla procediera a abrir la Puerta Santa de la Capilla de los Marineros,
todos aquellos que acudan en peregrinación ante la Santísima Virgen
podrán ganar la indulgencia plenaria.
Según indica la Penitencia Apostólica
en el documento ‘Indicaciones Generales sobre las Indulgencias’, dado en San
Pedro del Vaticano el 29 de enero de 2000, “la indulgencia es la remisión ante
Dios de la pena temporal de los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa,
que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por
mediación de la Iglesia ,
la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad
el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos”.
Por este motivo, y continuando con la exitosa iniciativa de
visitas cofradieras y culturales que ya se realizaran al respecto de la
programación del LXXV aniversario de la reorganización, esta nuestra Hermandad
de las Cinco Llagas realizará peregrinación a la Capilla de los Marineros
el domingo día 23 de septiembre. Aprovecharemos para completar así una
excursión jornada completa a Triana que inicialmente -y si todos los horarios
cuadrasen- incluirá además la visita a las Casas de Hermandad y a los museos de
las Hermandades de la O ,
el Cachorro, la Estrella
y, naturalmente, la mencionada Esperanza con sede en la calle Pureza.
Precisamente en su sede canónica asistiremos a la misa preparada al efecto por
la diputación de Cultos de esta cofradía señera de la Madrugada sevillana.
En las próximas semanas, y a través del blog oficial de
noticias de la Hermandad
-y mediante reenvío de los correspondientes enlaces a través del correo
electrónico también oficial de la
Hermandad y el difundido asimismo que permite la herramienta
del whatsapp- nuestra corporación de las Cinco Llagas irá informando a
propósito del precio total de la peregrinación/excursión a Triana -que incluirá
viaje en autobús, almuerzo, diploma de la indulgencia plenaria y el suplemento
de la entrada en algún museo concreto (de darse este caso)-. La salida será a
las 9.00 de la mañana desde la misma puerta de nuestra Casa de Hermandad
-repetimos- el domingo 23 de septiembre (fecha que además cuenta con la ventaja
del día siguiente festivo en nuestra ciudad). Animamos a todos los hermanos a
participar en tan ilusionante excursión de claros beneficios espirituales,
formativos y vivenciales.
Sin otro particular,
reciba un fortísimo abrazo en el Señor.
VºBº Rafael Cordero Jaén
Fdo.: Ernesto Romero del Castillo
Hermano Mayor Secretario
Evangelio y comentario
Fuente: ALFA Y OMEGA
Domingo de Pentecostés (ciclo B)
“Recibid el Espíritu Santo”
Puede llamar la atención que el pasaje del Evangelio que
tenemos ante nosotros lo hemos escuchado hace pocas semanas, en concreto, el
domingo de la octava de Pascua. Ese día el texto era más extenso, ya que
hablaba de otra aparición al octavo día. Este domingo, en cambio, el relato
concluye con «el anochecer de aquel día, el primero de la semana». De hecho,
san Juan considera el Espíritu Santo como un fruto de la Resurrección , como el
gran don del Resucitado, ya que Jesús, al presentarse por primera vez tras su
vuelta a la vida «sopló sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo». Sin
embargo, Lucas, cuya primera lectura escuchamos también, alude a la venida del
Espíritu Santo 50 días después de resucitar, «al cumplirse el día de
Pentecostés». Hemos de tener en cuenta que Pentecostés significa precisamente
50 días. El motivo de la insistencia en esa cifra está en que el número 50
indica plenitud para los judíos. Es como una semana de semanas más un día. Para
ellos, tras la Pascua
se celebraba la fiesta de la recolección agrícola y se conmemoraba la Alianza del Sinaí. De
hecho, el episodio de Pentecostés es descrito por la primera lectura retomando
elementos de la manifestación de Dios en el Sinaí, donde aparece viento, ruido
y fuego. Por eso nosotros celebramos este día no como una fiesta independiente
de la Pascua
del Señor, sino como su culminación. Por lo tanto Pascua y Pentecostés
conforman una unidad inseparable. Dicho de otra manera: la glorificación del
Señor está unida al envío del Espíritu Santo.
Sopló sobre ellos
Estamos habituados a celebrar Pentecostés como el origen
de la Iglesia. Sin
embargo, esta fiesta nos remite al mismo tiempo a otra realidad previa en el
tiempo. El célebre himno Veni, Creator Spiritus (Ven, Espíritu
Creador) se refiere a los primeros versículos de la Biblia , que, mediante
imágenes, presentan la creación del mundo. En concreto se afirma que por encima
del caos y del abismo «aleteaba del Espíritu de Dios». Además, la propia
liturgia nos recuerda en la
Vigilia Pascual esta realidad, cuando, tras la lectura del
libro del Génesis que nos narra la
Creación , respondemos cantando «envía, Señor, tu Espíritu».
Por eso, Pentecostés es también una fiesta de la creación. La presencia del
Espíritu en el inicio de la historia significa que el mundo no existe por sí
mismo, sino que proviene del Espíritu Creador de Dios. Y ese mismo Espíritu que
asistía al nacimiento del mundo acude ahora al nacimiento de la Iglesia.
Jesús envía el Espíritu Santo
El significado profundo del envío del Espíritu Santo es la
consecuencia última de que Jesús, y a través de Él el Padre, viene hacia
nosotros y nos atrae hacia sí. El mismo evangelista, Juan, considera como fruto
de esta venida la vida y la libertad. En primer lugar, afirma en otro pasaje
«yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia» (Jn 10, 10). Así
pues, no debemos olvidar quién es el que nos da la verdadera vida. Cuando solo
se quiere ser dueño de la vida, esta se queda cada vez más vacía y más pobre.
Jesús, en cambio, nos permite ver que solo se halla la vida dándola, y no se la
encuentra apoderándose de ella. El Espíritu Santo no es sino el puro don, el
donarse por completo de Dios. De este modo, cuanto más entrega uno su vida por
los demás, tanto más hay vida en esa persona. En cuanto a la libertad, la Sagrada Escritura
une este concepto a la filiación. Los hijos son libres, frente a los esclavos
que no pueden decidir. Nosotros hemos recibido un espíritu de hijos adoptivos
que nos hace exclamar: «¡Abbá, Padre!» (Cf. Rm 8, 15). Ahora bien, ser hijo
significa también ser heredero y, por consiguiente, debían preocuparse de la
buena administración de sus propiedades. Es decir, ser libre significa también
ser responsable, y ser hijos de Dios nos compromete en la administración de los
dones de Dios hacia el mundo. No es poco afirmar que el Espíritu nos da la vida
y nos hace hijos. Pero también entraña una enorme responsabilidad para la que,
por otra parte, no estamos desasistidos.
Daniel A. Escobar Portillo
Delegado episcopal de Liturgia adjunto de Madrid
Delegado episcopal de Liturgia adjunto de Madrid
Evangelio
Al anochecer de aquel día, el primero de la
semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo
a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a
vosotros». Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los
discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a
vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Y, dicho esto,
sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les
perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les
quedan retenidos».
Juan
20, 19-23
viernes, 11 de mayo de 2018
Evangelio y comentario
Fuente: ALFA Y OMEGA
VII Domingo de Pascua (ciclo B). Solemnidad de la Ascensión del Señor
“Jesús fue llevado al cielo”
No es posible comprender el significado de la Ascensión del Señor sin
referirnos a su Resurrección, pues ambos acontecimientos están estrechamente
unidos. La Ascensión
es como si fuera el desarrollo de la
Pascua , que se completará con el envío del Espíritu Santo el
día de Pentecostés. Por lo tanto, Pascua, Ascensión y Pentecostés no son hechos
aislados y sucesivos, que conmemoramos con la oportuna fiesta anual. Son más
bien un único movimiento de salvación que ha sucedido en Cristo y que se nos
comunica paulatinamente a lo largo de las celebraciones pascuales de cada año.
En concreto, el relato evangélico de hoy se nos presenta a modo de punto final
de un período, en el cual el Señor se aparecía a los once, tras haber
resucitado. Pero, al mismo tiempo, es el punto de arranque de la misión de la Iglesia , como lo evidencia
el comienzo de la narración: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a
toda la creación».
Asciende como rey de la gloria
Al igual que sucede con otros relatos evangélicos, la
fiesta que hoy celebramos no se reduce al recuerdo de que un día Jesús se alzó
ante los discípulos y al que, tras ocultarlo una nube, ya no vieron más. No se
trata de una aparición más. El Catecismo afirma que Jesús participa en su
humanidad del poder y de la autoridad del mismo Dios, y que se ha convertido en
Señor del mundo, de la historia y de la Iglesia. Subir o
ascender supone una concepción no histórico-geográfica del cielo, sino un signo
de que el Señor resucitado ha recibido la glorificación plena, tal y como, por
otra parte confesamos en el credo: «Subió a los cielos y está sentado a la
derecha del Padre». También la plegaria eucarística señala hoy en su prefacio:
«Porque Jesús el Señor, el rey de la gloria, vencedor del pecado y de la
muerte, ha ascendido hoy ante el asombro de los ángeles a lo más alto del
cielo». El escuchar la expresión «rey de la gloria» nos remite inevitablemente
a la Pasión
del Señor. De hecho, Jesús fue aclamado como rey a su entrada en Jerusalén y
así quedó reconocido en la cruz, ante la burla de los que presenciaron la
escena. Hoy comprobamos que realmente era rey. Si antes había sido reconocido
como tal por una turba fácilmente manipulable o por unos verdugos que
parodiaban una coronación, ahora es aclamado y reconocido «ante el asombro de
los ángeles» en lo más alto del cielo, confirmando que verdaderamente es rey.
El Señor nos precede y nos anima a la misión
Para quien contempla este acontecimiento, la Ascensión no constituye
únicamente una revelación sobre la realidad de Cristo como rey, juez y Señor,
sino una motivación para nuestra vida de seguimiento de Jesucristo, ya que
también nosotros estamos llamados a participar de ese triunfo, puesto que «nos
precede el primero como cabeza nuestra». Al hacer coincidir la Ascensión con el inicio
de la misión de la Iglesia ,
el Señor nos muestra que «no se ha ido para desentenderse de nuestra pobreza»,
como afirma el prefacio de la plegaria eucarística, sino para implicarse por
completo en la vida de la primitiva comunidad. Y esto se realizará de dos
maneras: en primer lugar, «confirmando la palabra con las señales que los
acompañaban», cumpliendo con ello la promesa de que estaría con ellos todos los
días hasta el fin del mundo. Entre otros signos se mencionan la expulsión de
demonios, el hablar lenguas nuevas o la sanación de enfermos. En segundo lugar,
la Ascensión
no es el anuncio de una ausencia, sino de la presencia de Cristo en su Iglesia.
De nuevo podemos observar el paralelismo entre el anuncio del
«Dios-con-nosotros», el Emmanuel, con el que comenzaba el Evangelio, y la
promesa del Señor de estar junto a quienes crean en Él. Esta doble garantía nos
interpela con fuerza, ya que nos impulsa a predicar por todas partes. No cabe,
pues, en el cristiano la actitud de estar «plantados mirando al cielo», que
censura el libro de los Hechos de los Apóstoles.
Daniel A. Escobar Portillo
Delegado episcopal de Liturgia adjunto de Madrid
Delegado episcopal de Liturgia adjunto de Madrid
Evangelio
En aquel tiempo se apareció Jesús a los doce y
les dijo: «Id al mundo entero y predicad el Evangelio a toda la creación. El
que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado. A los que
crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán
lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal,
no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos».
Después de hablarles, el Señor Jesús fue
llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a predicar
por todas partes y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales
que los acompañaban.
Marcos
16, 15-20
lunes, 7 de mayo de 2018
Ofrenda floral a María Santísima de la Esperanza con motivo del mes de la Virgen el próximo sábado 19 de mayo y posterior caracolá
Acto seguido, podremos compartir un agradable rato de convivencia en la Casa de Hermandad disfrutando
de unos exquisitos caracoles.
domingo, 6 de mayo de 2018
Evangelio y comentario
Fuente: ALFA Y OMEGA
VI Domingo de Pascua (ciclo B)
“Como el Padre me ha amado”
Si durante las primeras semanas del tiempo pascual el
Evangelio se centraba en las apariciones del Señor a los discípulos, desde hace
dos domingos (el domingo del Buen Pastor), el ritmo ha cambiado. En concreto,
el pasaje que escuchamos esta semana continúa el discurso del Señor a los
discípulos que comenzamos el domingo pasado, en el que el Jesús nos invitaba a
permanecer unidos a Él, como los sarmientos a la vid. Aunque se mantiene la
misma línea temática (el vínculo entre el Padre, el Hijo y los cristianos),
Jesús no se sirve de imágenes (las ovejas, el pastor, los sarmientos, la vid),
sino que explica con la máxima claridad su relación con el Padre y con los
hombres. Por otro lado, a medida que nos hemos adentrado en la Pascua vamos ahondando en
la comprensión última del misterio de la entrega de Jesucristo por los hombres.
En efecto, en las primeras semanas nos situábamos ante unos pasajes más
descriptivos, en los que, a través de las llagas de las manos y de los pies, o
del comer con los discípulos, se enfatizaba la identidad del Resucitado con
quien había muerto. Al mismo tiempo, se subrayaba la realidad de un
acontecimiento frente a la tentación de creer que estaban ante un fantasma. En
las últimas semanas, en cambio, se trata de comprender el significado último de
lo que ha ocurrido.
El Padre como origen del amor
El Evangelio, y también el resto de lecturas de este día,
aparecen dominados por un tema central: el amor de Dios a los hombres. En
primer lugar, se establece que Dios Padre es la fuente del amor: «como el Padre
me ha amado, así os he amado yo». Ni siquiera Jesucristo es el origen del amor,
sino que será el modelo de la realización y de la transmisión de ese amor.
Conviene subrayar esta idea, que está unida con la definición más inmediata de
Dios: «Dios es amor», que san Juan nos presenta en la segunda lectura.
Ciertamente, determinados pasajes bíblicos sugieren rasgos aparentemente
contradictorios con esta idea de Dios. Y a lo largo de la historia no han sido
pocos los que han defendido el Dios del amor del Nuevo Testamento, frente a un
Dios tiránico, frío y condenador del Antiguo Testamento. Esta simplificación es
del todo falsa y no hay contraposición entre ambos Testamentos, pues en los dos
se anuncia que Dios por amor nos ha creado y por amor nos ha salvado.
Por Jesucristo participamos del amor del Padre
Uno de los conceptos sobre los que más se ha hablado en
los últimos cien años de la vida de la Iglesia es el de «participación». Por citar
algunos ejemplos, se estudia cómo fomentar la participación de los laicos o la
participación activa en la liturgia. Estamos ante un término positivo, cuyo
significado es «tomar parte en algo». Pues bien, el Evangelio de este domingo
nos introduce en lo más profundo de esa participación: el amor de Dios. Gracias
a Jesucristo podemos tomar parte en el amor de Dios. Al mismo tiempo que, solo
desde la acción de Cristo se comprende la participación en la vida de la Iglesia , puesto que si no
es a través de él, lo que designamos como «participación» se puede confundir
con una mera intervención externa o con un desmedido afán por sobresalir ante
otros. La ubicación de este discurso en el contexto de la última cena implica
además que es a través de la
Eucaristía como se nos introduce íntimamente en el amor de
Dios. Además, al poner en relación el Evangelio con el resto de las lecturas
descubrimos que el amor de Dios no tiene límites. Dado que, como nos dice la
lectura de los Hechos de los Apóstoles, «Dios no hace acepción de personas», la Iglesia no puede
concebirse nunca como un grupo cerrado, sino dispuesto siempre a acoger en su
seno a todos los hombres, llamados a recibir el amor de Dios.
Daniel A. Escobar Portillo
Delegado episcopal de Liturgia adjunto de Madrid
Delegado episcopal de Liturgia adjunto de Madrid
Evangelio
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si
guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he
guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de
esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.
Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie
tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis
amigos si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo
no sabe lo que hace su señor; a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he
oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis
elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis
fruto, y vuestro fruto permanezca. De modo que lo que pidáis al Padre en mi
nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros».
Juan
15, 9-17
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