Reproducimos hoy una detallada misiva cursada al cuerpo de hermanos de
las Cinco Llagas a mediados de la década de los sesenta por el entonces Hermano
Mayor Manuel Martínez Arce. Se trata de una carta motivadora, reflexiva y
directa a propósito de la trascendencia y asimismo del compromiso de vestir la
túnica nazarena. Con un estilo literario impecable y a su vez destilando una
formación cristiana y cofradiera sin duda patentes, Martínez Arce dejó escrito
este auténtico monumento a las formas. Sirvan sus párrafos de motivo y
motivación para todos cuantos en estas fechas optan por abandonar –o por no
mantener- el sublime privilegio de vestir el santo hábito nazareno. Dice
así:
“Cofrade de las Cinco Llagas:
Por favor, lee… y luego, medita unos instante cuanto creo obligación de conciencia decirte.
La Semana Santa está al llegar. Eso ya lo sabes, y no es noticia. Como tampoco lo es que
En esa estación de penitencia deseo vivamente ver a todos los cofrades, unidos en cuerpo de comunidad y envueltos en el anonimato de la túnica, alrededor de nuestros queridos Titulares.
Todo ello después de haber asistido también corporativamente, por la tarde, a los Divinos Oficios y de haber recibido al Señor Sacramentado, según disponen nuestras Reglas.
No se trata de mera presunción de número; me mueve el deseo de que todos aprovechemos esta singular gracia espiritual que se nos depara cada año, por benevolencia del Señor, gracia con mayor virtud si nos llega en espíritu de unidad comunitaria, en verdadero cuerpo místico eclesial.
Pero la estación es también obra de misericordia, en aras de un mundo mejor, por cuanto se ordena a dar buen ejemplo al pueblo cristiano, a poner de manifiesto los misterios de
Ha de servir igualmente para que durante el tiempo de nuestra reunión en torno a Jesús de
No opongas que vas tras el “paso” del Señor, de particular e individualmente, ajeno a la comunidad cofradiera, y que es lo mismo. Sabes bien que no lo es. Es una callejuela, un medio fácil de querer persuadirse de que se ha cumplido, contribuyendo a la creación y mantenimiento de una corruptela y práctica viciosa.
Tu puesto está en las filas de
El Señor y nuestra Madre te esperan. También tus hermanos cofrades. No los desilusiones. Si no acudes nadie te dirá nada, pero piénsalo bien…
Apréstate, pues, a cumplir tu deber de buen cofrade en una noche santa. Estamos ahora en estos tiempos más obligados que nunca. Y si encuentras a algún hermano que ande remiso o vacilante ejercita tu caridad cerca de él, animándolo a participar en la estación penitencial, que te lo agradecerá ciertamente. Aunque no te lo diga.
Por tanto no desoigas la voz del Señor, que te llama, y colabora con tu presencia y ejemplo en la renovación espiritual de
Ten bien presente que tu puesto sólo tú puedes llenarlo.
Perdona tan prolija misiva. Estimaba deber de conciencia decirte todo esto. Recibe con mi sincero afecto el abrazo de tu Hermano Mayor.
Manuel Martínez Arce”. .