Hay animales
que el al año de nacer pegan el salto y se independizan, y no pasa nada, y otros
al mes, y otros al día…e incluso a la hora. Sin embargo, a nosotros, los seres
más perfectos de la creación, si a la hora de nacer nos quitan a la madre, o al
mes… no salimos adelante.
Da la
impresión de que estamos en inferioridad de condiciones…pero la madre es la mejor
de los agentes para nuestro desarrollo y nuestro equilibrio.
La mejor
suerte es una madre por muchos años. Una madre siempre une, siempre vincula,
siempre relaciona… ¿qué sería de nosotros sin una madre?
Una madre no
se cansa nunca de esperar.
A nivel
espiritual, mucho más: no podemos prescindir de la Virgen. Las cofradías y
asociaciones que tienen a la Virgen por madre se nota. Quien quiera ser
cristiano tiene que ser mariano.
El Señor hizo
muchas cosas, pero la mejor la dejó para el final: regalarnos a su Madre.
Y una
madre lo que quiere es ver a sus hijos unidos. El mejor homenaje que puedes darle a
la madre es ver a sus hijos unidos, que se quieran. Las lágrimas de la Esperanza
se multiplican cuando ve que sus hijos están divididos entre sí.
La Madre nos
tiene que servir para unirnos. Para vivir con un solo corazón o una sola alma.
Tenemos que intentar que la Virgen nos convoque.
Que la Virgen
de la Esperanza sirva para valorar la mediación de la Santísima Virgen.
Y que seamos
verdaderos hijos porque somos verdaderos hermanos.