Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

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lunes, 26 de febrero de 2018

Recordatorio: el próximo sábado día 3 de marzo, reparto de cédulas de sitio






Los hermanos que realizaron estación de penitencia en la pasada Madrugada Santa de 2017 o aquellos que, no habiendo formado parte de la comitiva nazarena del pasado año, sí lo hayan hecho con anterioridad antaño podrán venir a retirar su cédula de sitio el sábado 3 de marzo en horario de 17,30 a 22,30 horas a la Casa de Hermandad.

Recordamos que todo hermano o devoto que desee participar en la estación de penitencia como monaguillo debe participarlo a esta secretaría  antes del 1 de marzo (teléfono móvil 699615525).

Es importante constatar que las cédulas de sitio serán repartidas y despachadas de modo individual con el propósito además de que los hermanos puedan confiar y transmitir en la mayor privacidad posible aquellas circunstancias personales propias -y nunca ejerciendo de intermediario o de portavocía de terceros- que consideren de necesaria comunicación. 

Cabe recordar asimismo que la expedición y entrega de cédulas de sitio no comporta precio económico ninguno del hermano que así la retire, habida cuenta su cuantía está incluida desde este año en la así llamada cuota única -cuyo pago bancario se efectúa en los meses de enero y junio.

No obstante, y para ejercitar la teologal virtud de la CARIDAD, todo hermano se impondrá el deber de acercarse a retirar dicha cédula /papeleta junto con algún litro de leche o leche infantil o algún alimento no perecedero para poder paliar en alguna mínima medida los siempre tristes pormenores de los más desfavorecidos.

Respecto a la petición de cruces y promesas, de todos es bien conocido que la Cofradía estacionará con un número máximo de diez cruces de penitencia y que, bajo ningún concepto o motivo aparentemente justificado, se entregará una más. En este sentido, nuestros cofrades dilucidarán que sus promesas se pueden plasmar de muchos modos o formas. Una de ellas, edificantísima, no es sino continuar aquella consuetudinaria costumbre de nuestros primeros cortejos penitenciales, cuya práctica totalidad de nazarenos tenían a bien besar con sus pies descalzos el frío asfalto de la Madrugada. Ténganse no obstante muy en cuenta las palabras del Venerable Papa Pío XII en su carta encíclica Mystici Corporis Christi: “Misterio verdaderamente tremendo y que jamás se meditará bastante: Que la salvación de muchos dependa de las oraciones y voluntarias mortificaciones de los miembros del Cuerpo Místico de Cristo”.


Aviso: el próximo viernes día 2 no habrá Via Crucis cuaresmal por coincidencia horaria con el Quinario de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración






La Hermandad de las Cinco Llagas se hace presente en la Función Principal de la del Santo Crucifijo




Nuestra Hermandad estuvo representada por N. H. D. José Andrade Borrego, mayordomo de la Junta de Señores Oficiales.


La Hermandad de las Cinco Llagas se hace presente en la Función Principal de la de la Yedra




Nuestra Hermandad estuvo representada por N. H. D. José Soto Rodríguez, tesorero 

de la Junta de Señores Oficiales.


viernes, 23 de febrero de 2018

Evangelio y comentario

Fuente: ALFA Y OMEGA

II Domingo de Cuaresma (ciclo B)
La Transfiguración

Como si se tratara de la otra cara de la moneda del Evangelio del domingo pasado (las tentaciones del Señor), escuchamos el pasaje de la Transfiguración del Señor ante sus discípulos. Esta doble temática, asociada respectivamente a los domingos primero y segundo de Cuaresma, es invariable. La única diferencia estriba en que cada año se alternan las versiones de Mateo, Marcos o Lucas. Pero si los Evangelios de las siguientes semanas cambian en función del ciclo litúrgico, ¿a qué se debe la invariabilidad en los dos primeros domingos? Ante todo, no podemos olvidar que la Cuaresma es un camino de preparación hacia la Pascua, hacia el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Se trata de la celebración de un acontecimiento marcado por el contraste: el sufrimiento frente al gozo, el llanto frente a la alegría; y de forma más radical, la muerte frente a la vida. En realidad, no solo los últimos momentos de la vida terrena de Jesucristo se caracterizan por esta contradicción, sino que toda la vida del Señor y de sus discípulos es una preparación de este contraste. Por eso, desde este modo de observar las cosas descubrimos que la Transfiguración del Señor constituye el contrapunto al episodio de las tentaciones: este domingo vemos a Jesús resplandeciente y lleno de gloria, mientras que el domingo pasado se reflejaban la soledad, el abatimiento o la debilidad.

La entrega de su propio Hijo
Pero no solo las lecturas de varios domingos puestas en conjunto sirven para reflejar este contraste. También este domingo percibimos una cierta oposición entre lecturas que, de por sí, tienen una unidad temática. La primera lectura nos refiere el episodio en el que Dios prueba la fe de Abrahán. No es la primera vez que Dios quiere algo del patriarca: ya le ha pedido abandonar su tierra, sus bienes, sus seguridades, y que camine hacia un lugar nuevo para él. Sin embargo, el Señor da un paso más: le pide ofrecer en sacrificio a su hijo Isaac. Parecería que Dios prueba hasta el final la fe de Abrahán, dado que de morir su hijo, la promesa de la descendencia infinita no se cumpliría. Isaac ha sido comparado siempre con Jesucristo, con una diferencia: así como Isaac no murió, Dios no libró de la muerte a su Hijo único. Así lo explica también san Pablo, en la segunda lectura: «No se reservó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros». Por ello, al acercarnos este domingo a la Transfiguración del Señor no podemos olvidar esta perspectiva. De hecho, en el propio Marcos, la Transfiguración sucede al anuncio de la Pasión por parte del Señor; algo difícil de asumir por los apóstoles, especialmente por Pedro.

La gloria de Dios ilumina la Pasión
El texto de Marcos nombra a Pedro, Santiago y Juan. No extraña que fueran ellos los que acompañaran a Jesús a lo alto del monte, puesto que eran los más allegados. Sin embargo, también estarán presentes en otro momento más dramático de la vida de Cristo: en Getsemaní, en las horas previas a su muerte. Quienes este domingo ven a Jesús resplandecer en gloria, se preparan para verlo sufrir y ser abandonado por parte de todos, incluidos ellos mismos. Para los cristianos la Transfiguración nunca puede ser contemplada como si estuviéramos ante un milagro de Jesús, en el que, de un modo cuasimágico, se transforma en un ser luminoso en un escenario en el que incluso se oyen voces. El Señor ha permitido que, como preparación al dolor, al sufrimiento y al escándalo que va a suponer en sus discípulos la Pasión, sean testigos de la gloria que recibirá. Además, Pedro, Santiago y Juan escuchan la confirmación de Jesús como Maestro, a través de una voz: «Este es mi Hijo, el amado; escuchadlo». También nosotros nos acercamos a la Transfiguración sin perder de vista que el triunfo y la gloria solo es posible si también somos partícipes de la confianza y abandono total en Dios, de la tentación, y al mismo tiempo acogemos la palabra de Jesucristo a quien debemos escuchar.


  Daniel A. Escobar Portillo
 Delegado episcopal de Liturgia adjunto de Madrid




Evangelio

En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, subió aparte con ellos solos a un monte alto, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». No sabía qué decir, pues estaban asustados. Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: «Este es mi Hijo amado; escuchadlo». De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
Cuando bajaban del monte, les ordenó que contasen a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Esto se les quedó grabado, y discutían qué quería decir aquello de resucitar de entre los muertos.


                    Marcos 9, 2-10




martes, 20 de febrero de 2018

Recordatorio: el próximo viernes a las 20,30 horas en San Francisco, piadoso ejercicio del Via Crucis



Recomendación libresca: ESPERANZA PARA EL MUNDO




‘Esperanza para el mundo’, el cardenal Burke llega a las librerías españolas
Fuente: INFOVATICANA
Hoy llega a las librerías españolas el primer libro del Cardenal Burke, Esperanza para el Mundo. Un libro clave para comprender la trayectoria y perspectiva del cardenal que, aunque ha tenido más relevancia a raíz de las ‘dubia’, es uno de los más prestigiosos canonistas de la Iglesia Católica.

“Mi esperanza es que la Iglesia sea cada vez más fiel a su identidad como Esposa de Cristo en su enseñanza, en su culto, en su oración y devoción, y en su vida moral. Mi esperanza es que cada rama de la viña, cada miembro del Cuerpo de Cristo, se acerque cada vez más a Él y le conozca, le ame y le sirva, para que la gloria de Cristo ilumine nuestro mundo, mientras esperamos su llegada final, cuando lleve toda la creación al Padre, inaugurando así «nuevos cielos y una nueva tierra».”
Son palabras del cardenal Raymond Leo Burke en una conversación mantenida con Guillaume d’Alançon y recogida en Esperanza para el mundo, el libro entrevista que publica en España la editorial Homo Legens y que llega hoy a las librerías de nuestro país.
La promoción de la ideología de género, la tragedia de los niños asesinados con el aborto, los múltiples y graves ataques contra el matrimonio y la familia, la necesidad de que la Iglesia conozca y comprenda correctamente lo que es el islam y la enseñanza del Corán o la amenaza del relativismo como “el mayor peligro de nuestros días” son algunos de los temas tratados en las páginas de Esperanza para el mundo.
Una entrevista que comienza con el relato de cómo fue la infancia, la llamada de Dios y los primeros años del ministerio sacerdotal de Raymond Leo Burke, así como las dificultades a las que tuvo que enfrentarse como obispo, primero en la diócesis de La Crosse y más tarde en la archidiócesis de Saint Louis. En este último aspecto, destaca especialmente “la invasiva secularización de la cultura que, por desgracia, también había entrado en la vida de la Iglesia”.
El purpurado estadounidense habla también de su nombramiento como prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica y se manifiesta “muy orgulloso de haber estado al servicio de la Curia Romana, incluso en los momentos en que algunos escándalos salieron a la luz debido a los errores y pecados de algunas personas”.
“Es muy bonito trabajar al servicio de la Curia Romana. Me duelen las caricaturas que se hacen de ella: un grupo de hombres ancianos viviendo en un mundo irreal o un grupo de sacerdotes ambiciosos para los que el bienestar espiritual de los fieles no tiene ninguna importancia”, defiende, al tiempo que añade que es imposible hacer un trabajo real en la Curia Romana sin un fuerte sentido de la salvación de las almas.

Misericordia fundada en la verdad
El cardenal que ha adquirido una relevancia particular a partir de la publicación de los “dubia” también defiende en esta entrevista la enseñanza de la Iglesia con respecto al matrimonio y la Eucaristía, así como la indisolubilidad del matrimonio.
“¿Cómo es posible -se pregunta- que una persona unida en un matrimonio fracasado pueda vivir con otra sin cometer adulterio o fornicación? Es imposible. Por lo tanto, debemos conocer las situaciones particulares, ser misericordiosos con las personas individualmente, pero tenemos que invitar a los que están en esta situación a convertirse y rectificar según la ley de Cristo. La finalidad de la misericordia es la conversión y ésta es siempre la conversión a la verdad”. En este sentido, advierte acerca de la dialéctica entre misericordia y verdad, disciplina y doctrina que ha sido introducida en algunos debates y recuerda que para que exista la auténtica misericordia, ésta debe estar fundada en la verdad.
Añade, además, que tampoco se ayuda a los hijos relativizando el valor del matrimonio sacramental de sus padres: “Al honrar la verdad del sacramento del matrimonio no sólo glorificamos a Dios, fuente de todo bien, sino que consolamos a los jóvenes que han sufrido por las discusiones de sus padres”.

La Iglesia ante la cultura contemporánea
En Esperanza para el mundo, el cardenal Burke también responde a quienes intentan a toda costa conciliar el espíritu del mundo con el del Evangelio: “Es bueno que la Iglesia se encuentre con la cultura contemporánea, pero no para llegar a un acuerdo con ella, sino para ser testigo de Cristo, el único que puede transformar una cultura para que sirva al bien común.”
“El celibato sacerdotal, por ejemplo, no tiene sentido en una cultura que ha perdido el significado de la sexualidad humana y, consecuentemente, cualquier sentido de la complementariedad entre el matrimonio y la virginidad, entre el estado del matrimonio y el estado del celibato. De manera similar, la Iglesia no puede adoptar el programa del feminismo radical admitiendo, por ejemplo, a las mujeres al sacerdocio.”
Burke invita a descubrir la justa relación entre la fe y la cultura en la que vivimos y sostiene que la Iglesia debe redescubrir su visión teocéntrica y el verdadero significado de la liturgia, “un don de Dios que nos sostiene y limpia nuestros pecados, a través del cual Dios nos enseña a vivir una vida santa, haciendo que crezcamos en la fe, esperanza y caridad”.


Galería del Besamanos a María Santísima de la Esperanza


Las fotografías son obra de N.H.D. José Soto Rodríguez











N. H. D. Diego Coiras Monje pronunció el pasado domingo el Pregón de la Semana Santa de La Barca de la Florida






Nuestra Hermandad estuvo representada en la Función Principal de la Hermandad de la Buena Muerte por los oficiales don José Soto Rodríguez y don José Andrade Borrego






sábado, 17 de febrero de 2018

Recordatorio: mañana está en Solemne ceremonia de besamanos María Santísima de la Esperanza






Nuestro Teniente Hermano Mayor, don José Barrera, asistió al Cabildo de Toma de Horas celebrado esta misma mañana






El próximo lunes día 19, primer lunes de Cuaresma, tendrá lugar el Via Crucis de las Cofradías de Jerez





El próximo día 19 de febrero, primer lunes de Cuaresma, cuando Cristo Rey salga a las 17,30 horas seguirá el siguiente itinerario: Pasaje Hno. Eleuterio José, plaza Ntro. Padre Jesús de la Sagrada Cena, Padre Rego, Compañía, Francos, plaza San Juan, plaza Orbaneja, Santa María de Gracia, plaza Ponce de León, Sor Ángela de la Cruz, convento de hermanas de la Cruz, Juana de Dios Lacoste, Carmen, Sedería, Chapinería, José Luis Díez, Santa Isabel, Visitación, Reducto Cardenal Bueno Monreal hasta llegar a la Catedral sobre las 19,45 para iniciar el piadoso acto.

Una vez fuera del primer templo, el cortejo irá hacía el oratorio del colegio por el siguiente itinerario: plaza de la Encarnación, Reducto Cardenal Bueno Monreal, Plaza del Arroyo, Barranco, Curtidores, Plaza Peones, Carpintería Baja, Plaza del Carmen, Sedería, Plaza Santo Ángel, San Marcos donde se entrará en la iglesia, plaza Jesús de la Sagrada Cena, Pasaje Hno. Eleuterio José y San José. Se pretende que la llegada sea a las 23,30 horas.


Ayer viernes celebramos el primero de los Via Crucis cuaresmales de este año





Presentado el II cartel de la Semana Santa de nuestra Hermandad





La Diputación de Juventud de la Hermandad de las Sagradas Cinco Llagas clausuró el Solemne Besamanos del Señor de la Vía-Crucis del pasado miércoles día 14 con la presentación del cartel de la Semana Santa patrocinado por MAV Comunicación, Buga Park, Platería Miguel Ángel Camas, Aprender 4 y Rubysan, obra del joven fotógrafo don José Contreras. La instantánea muestra al cuerpo de acólitos de la Hermandad con el paso del Señor iluminado al fondo.







Don David Puerto Román pronunció con gran éxito la II Meditación ante Ntro. P. Jesús de la Vía-Crucis


Compartimos algunas fotografías de N..H. D. Manuel Piñero del entrañable acto que cerró el besamanos del Señor y por gentileza del autor damos a conocer el texto íntegro por su indudable valor histórico y su contrastada calidad literaria puesta de manifiesto durante la meditación.



MEDITACIÓN AL SEÑOR DE LA VÍA-CRUCIS
Miércoles de Ceniza 2018 por David Puerto Román
14 de febrero de 2018

Nazareno silente cruz al hombro,
Dios hecho hombre en la Palabra,
Señor, en tu hechura, franciscano,
Vía Crucis de oraciones por la Plaza.
Es el Dios de los que piden,
Ante sus plantas desgastadas,
En la Capilla del Voto,
Ante Virgen Inmaculada.
Es el Dios de los pobres,
El que enseñó bienaventuranzas,
Es el Dios de los humildes,
De los sirven sin pedir nada.
Es el Dios de los niños,
El Señor de mi infancia,
De los paseos con mis padres,
Terminados ante sus plantas.
Es el Dios de los marginados,
De los que la sociedad aparta,
Es el Cristo que camina al lado,
Un amigo que nunca desplaza.
Es el Dios que nos perdona,
De corazón nuestras faltas,
Es el Dios sin rencores,
Que con cariño nos llama.
El Nazareno de los mayores,
Es el Cristo que cruz abraza,
Es Pan y Vino en la Misa,
Y es lectura, y es Palabra.
Ese Nazareno son valores,
Es sinceridad y confianza,
Es Amor y ternura,
Es perdón y es esperanza,
Es amparo y consuelo,
Es sosiego y es la calma.
Es el Dios de los silencios,
Es el rezo en la pausa,
Es la luz de la noche,
Y en el nervio la templanza.
Es el Dios de hecho hombre,
Es el Dios que él mismo manda,
Es la causa redimida,
Salvación de nuestras almas.
Ese Dios el Nazareno,
Es la fe en añoranzas,
Recordando los que se fueron,
A vivir tu Gloria en alza.
Es el Dios que mira al suelo,
Y en su hombro la cruz carga,
Es el Dios de nuestros ruegos,
El Nazareno de la Vía Crucis,
El Señor de las Cinco Llagas.

Hermano Mayor y Junta de Gobierno de la Hermandad y cofradía de nazarenos de las Sagradas Cinco Llagas de Cristo, Nuestro Padre Jesús de la Vía Crucis y María Santísima de la Esperanza.
Hermanos Mayores…
Presentador…
Familia, amigos y hermanos todos en Cristo Jesús.
Muy buenas noches.
Ya estamos en Cuaresma. Otro año más. 40 días de oración, reflexión y penitencia. Padre nuestro de la Vía Crucis. Padre nuestro de las Cinco Llagas. Meditando ante tu estampa doliente. Ante tu abrazo a la cruz. Ante tu silencio en el centro de esta capilla del Voto. Los silencios. ¿Guardamos los silencios que requieren tu presencia?. ¿Por qué no somos capaces de guardar el más mísero silencio de respeto en la casa de Dios? La Cuaresma ha de hacernos reflexionar una vez más sobre la importancia que le damos a Dios en cada una de nuestras vidas. ¿Es Dios el centro de nuestras vidas? O, en otras palabras, ¿sabemos de la importancia de Dios? Entiendo que la gran mayoría de los que hoy oyen esta reflexión se dirán hacia adentro. Sí. Somos cristianos y por ende, tenemos a Dios en el centro de nuestras vidas. Pero yo me incluyo entre esos pecadores que no vemos a Dios siempre. Que no le respetamos. Que no guardamos el respeto que
requiere su presencia. ¿Por qué no se respeta el silencio en la casa de Dios, en los besamanos? ¿Por qué ese reguero de gente charlando, comentando, distrayendo? Por qué hay gente en este Jerez que tanto queremos que ni siquiera sabe dónde se encuentra el Sagrario de San Francisco? ¿Por qué? La Cuaresma es un buen momento para hacernos todas estas preguntas y ponerles una respuesta y asimismo una solución. ¿Por qué solo guardamos silencio en la iglesia cuando hay un culto? Sea el traslado del pasado 22 de enero (dicho sea de paso solo en el momento del traslado), en un Quinario. Dios está presente en cada uno de los minutos que pasamos en su Casa. Y nos está esperando. Esperando que vayamos a saludarle, si es con una oración mejor. Pero al menos, clavar la rodilla en el suelo ante Él. Al fin y al cabo las Sagradas Imágenes son instrumentos de fe para llevarnos a Dios verdaderamente Él. Y nos tenemos que sentir orgullosos de ser cristianos. Y gritarlo si hace falta a los cuatros vientos. Y no esconderse. Porque es precisamente el ruido que nos pide Su Santidad nuestro Papa Francisco. Hagan ruido. Pero no ruido en los templos. Que se nos escuche. Que seamos sinónimos de Cristo en cada una de nuestras vidas. Que vivamos con fe y esperanza. Que oremos y nos gloriemos de ser parte del Reino de los Cielos.
La Cuaresma al fin y al cabo es un tiempo de conversión. Es un tiempo para arrepentirse de los pecados, de ahí la
penitencia. ¿O no somos penitentes en cada una de nuestras salidas procesionales, Estaciones de Penitencia?. La Cuaresma nos invita a cambiar nuestra vida, para acercarnos un poco más a Dios a través de su Palabra, fundamentalmente cada domingo de Cuaresma. La Cuaresma es el tiempo del Perdón y de la reconciliación fraterna. Señor de la Vía Crucis, ayúdanos a vivir con oración, con ayuno y abstinencia. Qué importante es ponerse en el lugar de los pobres. Bienaventurados los pobres, porque de ellos es el Reino de los Cielos. El ayuno y la abstinencia son un sacrificio que hacemos ante Dios, rechazando lo terrenal ya que, como bien decía el evangelista Mateo “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". La Cuaresma con la ceniza que nos han impuesto hoy simboliza nuestro principio y nuestro fin. “Polvo eres y en polvo te convertirás”, un principio y un fin con Cristo siempre en nuestro horizonte.
Y esto es lo verdaderamente importante, y ante el Señor de la Vía Crucis, ante el Nazareno de las Cinco Llagas, le pido a Dios que nos ayude a vivir plenamente la Cuaresma, complementada con todos los actos y cultos Cuaresmales, pero sin dejar a Dios de lado. Porque una Cuaresma sin Dios, una Semana Santa sin Dios, sin Iglesia, sin Cristo sacramentado, no tiene ningún sentido.

Es ya tiempo de Cuaresma,
De reflexión y de ayuno,
Conversión y penitencia,
Es el comienzo de una época,
Con la ceniza en la cabeza.
Es el tiempo de contarlo,
Y de exaltar la grandeza,
De ser hijos de Dios,
Sin que nos dé vergüenza,
Cumpliendo con el culto,
Haciendo juntos Iglesia.
Es tiempo de besar sus manos,
De tenerlos a Ellos cerca,
Pedir perdón por los pecados,
Y cumplir la penitencia,
De rezar en el Sagrario,
Donde Dios allí espera.
Es el tiempo de Cuaresma,
Cuarenta días de Cristo,
Cuarenta días de espera,
Cuarenta días de desierto,
Tentado de distintas maneras.
Son Cuarenta días de Él,
Y ni aún así te enteras,
de los sinsabores del diablo,
que constantemente nos tienta.
Nos perdemos en los ensayos,
en las citas costaleras,
en la multitud de un besamanos,
o en el azahar de las aceras,
En Carreras Oficiales,
En saber qué es lo que estrena,
Nos perdemos en los egos,
Y donde manda don dinero,
Allí el diablo nos ciega.
Estamos perdidos en la ignorancia,
En una fe que se estropea,
Dios ocupa segundo plano,
Y acudimos a lo mundano,
Mientras el diablo nos envenena.
Es el día a día de los cofrades
que no se sienten Iglesia,
Que prefiere no ir a Misa,
Que los cultos no prioriza,
Y que ni va ni se le espera.
Es la Cuaresma conversión,
El momento de quien acerca,
A un alma perdida hacia Dios,
En un Vía Crucis de Amor
Que camina con cruz a cuestas.
Es la Cuaresma reflexión,
Encontrar luz entre tinieblas,
Es el tiempo del perdón,
Y la reconciliación fraterna.
Es la Cuaresma conversión,
Reflexión, ayuno y penitencia,
Un camino limpio a Dios,
Que en el Sagrario nos espera.
Vía Crucis. El Vía Crucis es quizás la oración más rezada en los cuarenta días de Cuaresma. Es el Vía Crucis la advocación de nuestro Señor, el Señor de la Vía Crucis. Y es el vía Crucis el resumen de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Sí, y de Resurrección de Cristo porque desde 1991, el Viernes Santo de aquel año, San Juan Pablo II rezaba e instauraba un nuevo Vía Crucis que comenzaba en la Oración en el Huerto y finalizaba en la Resurrección de Cristo. Y esto me hace reflexionar ante el Señor. ¿Por qué los cofrades no damos la importancia que tiene el Domingo de Resurrección en nuestra tan querida Semana Santa?. ¿Por qué pasa desapercibida, por qué no es un día de Gloria y Alabanza?. Si es lo que sostiene nuestra fe, es el verdadero sentido de la Semana Santa. ¿Por qué nos quedamos en la Pasión y en la muerte de Nuestro Señor, si al mirarle no contemplamos al Resucitado?. Es una paradoja la de nuestra querida Semana Santa, que sí tiene muchos condicionantes para que nos atraiga tanto…entre otras cosas esa manifestación de fe que nos hace salir a la calle y decir con nuestra penitencia, aquí estamos, somos cristianos, no nos da vergüenza y así lo manifestamos. Pero, pensadlo. ¿Qué sentido tendría todo si acabara en la Muerte del Señor?.
Por eso y ahora más que nunca, ya que volvemos como siglos después de la muerte de Cristo a ser perseguidos como antaño…nos tenemos que enorgullecer de ser
seguidores del Resucitado. Ahora, hoy mismo, mueren cristianos en Oriente por su fe. Aquí en España, se eliminan los crucifijos de los colegios, se quiere eliminar el sentido católico de nuestra vida…y en Jerez sin ir más lejos y sin entrar en tintes políticos, cada vez hay más pegas y más crítica a los cristianos y, sin ir más lejos, hemos perdido para este 2018 el día de nuestro Patrón, el seguidor de Jesucristo, San Dionisio.
Es por ello que cuando vengo a rezarle al Señor de la Vía Crucis le estoy rezando al Cristo que cargó la cruz, al Cristo que murió por nosotros y al Cristo que venció a la muerte. Estoy rezando al nazareno que camina por la plaza Esteve en silencio, al Resucitado que carga con nuestros pecados cada Madrugá, cada día. El Vía Crucis es un puente que nos lleva a Dios a través de su Pasión, su Muerte y su Resurrección. Porque gracias a que Dios resucitó al Tercer día, Cristo vive entre nosotros, y por ende cuando a través de la devoción le rezamos al Señor de la Vía Crucis, el Señor está escuchando, aquí en su casa, entre nosotros.
Se rasga la noche en la saeta,
Nazarenos de blanco caminan
En la noche, Nisán ilumina,
Y humedad empapa las aceras.
Llega mi Dios cargando madera,
En una cruz Él se humilla,
La abraza por Santa María,
Aun sabiendo lo que le espera.
En Vía Crucis cumple la pena,
Aquel que rezó en Sinaí,
El que quito a hombres ceguera,
Quien abrazó a los leprosos,
Y les hizo sitio a su vera.
Aquel que defendió a la mujer,
Y que tiren la primera piedra,
Quien esté libre de pecado,
Y quede libre en su condena.
Aquel que dictó bienaventuranzas,
El hombre Salvador de la tierra,
Quien convirtió agua en vino,
Y pan y peces multiplicó sus piezas.
El que instauró Eucaristía,
Entre amigos en su última Cena,
Aquel que vino a entregarse,
Por Amor en el cielo y en la tierra.
Y tras más de dos mil años,
La fe nos lleva a tu puerta.
Porque tú eres Resucitado,
Vencedor de muerte y tinieblas,
En tu Vía Crucis de amor entregado,
Veo al Dios que me plena de fuerzas,
Veo a Cristo de mi presente y pasado,
Y al futuro que contigo se queda.
Verdadera luz de tu amor
Que me trae día a día a tu vera,
Es la luz de tu Resurrección,
En Vía Crucis que oye mis penas,
Cuando llego a San Francisco,
Y vuelvo a sentir el pellizco,
Por darnos tu gracia eterna.
María, nuestra Santísima Madre es nuestro reflejo para llegar a Cristo. No hay mejor camino para llegar a Dios que por María. Que por la Virgen. Y en ella, en su humildad, en su entrega desde su más pura y limpia Concepción, encontramos la Esperanza. Por eso, en esta capilla donde se juró el Voto de la Inmaculada Concepción de María en Jerez, tenemos a una Madre que no solo nunca nos abandonará, sino que a través de Ella llegaremos a ver la Gloria de Dios, de Cristo y del Espíritu Santo. Por eso ella es la Esperanza. Todo lo que Dios nos dicta lo podemos contemplar en la Virgen en María. Y refugiarse en una Madre, imagino que a todos os pasará, siempre es un poco más sencillo. Es la Virgen la que intercede por nosotros ante Dios y es la Virgen María la que a través de su dolor nunca dejó de creer en la fe de Cristo. Porque hasta cuando se encontró con su Hijo cargando la cruz, camino del Gólgota, no dejó de creer. Ni tampoco cuando lo acunó en sus brazos, desclavado de la cruz. Ni siquiera cuando su Hijo fue amortajado y enterrado en el Sepulcro. María es nuestra Esperanza. Porque Ella creyó en el Resucitado. El puente que siempre nos acerca a Dios es María. La Virgen es la luz que nos guía a Cristo. Su Santo Nombre es el patrocinio de nuestra vida. Ella que fue elegida sin mancha por Dios. En María contemplamos la misericordia de Dios. Y llegar a Él a través de la Esperanza de la Virgen, siempre es un camino más limpio y más puro.
Cuando no hayas el consuelo,
Y la mente se queda vacía,
Cuando pasa lento el tiempo,
Y el alma se te enfría,
Cuando tienes el momento,
De llorar sin compañía,
Allí es cuando la encuentro,
Y en sí nace la poesía,
De escribir alegre el verso,
Junto a ti Virgen María.
En ti nacen los besos,
El fervor y las alegrías,
Tu nombre es el primero,
Y en la vida eres pañuelo,
En las idas y venidas,
en los pesares de tu pueblo,
por tu pía soberanía.
Eres tú amor verdadero,
Y eres faro y eres guía,
Trovadora de los sueños,
Y del cantar la melodía.
Veo en tu vida el reflejo,
En las noches y en los días,
Espera paciente en ejemplo,
En una estrecha letanía,
Que reza tranquila y sin miedo,
En vida contemplativa,
Poniendo a Dios al centro,
Y que Él gobierne en la vida.
Es la Virgen semejanza,
A Dios y faro que guía,
Es bendita cercanía,
Amparo y manos que abrazan,
Es la eterna compañía,
Y Madre de enseñanzas,
En ella el mundo descansa,
Con Ella el pueblo confía,
Es la fidelidad infinita,
Y lealtad que no te falta.
En el cielo primera santa,
Que rendimos pleitesía,
Quien conoce tu valía,
Para amar en su bonanza.
Es la Madre de alegría,
Y hoy le rezo ante sus plantas,
Que no nos falte su nombre,
Que no perdamos la calma,
Que su estela es el camino,
Que nos lleva a la Esperanza.
Y solo nos queda aceptar y seguirle. Porque es la enseñanza que nos deja Dios en este misterio, en esta Imagen del Señor de la Vía Crucis. Del Señor a secas como muchos que pasan día a día por San Francisco lo conocen. ‘coge tu cruz, déjalo todo y sígueme’. Es la frase de la Cuaresma y la frase de nuestra vida. Porque al fin y al cabo, Dios nos está llamando constantemente a su camino. Preparándonos para la vida eterna en su comunión. Él abrazó su muerte. Dios pagó con su propio Hijo el Perdón de nuestros pecados. Y nos enseñó la grandeza de Dios con la Resurrección. Nos mostró el camino de la Vida. Y no hay ningún camino dibujado hacia la Vida eterna sin pasar por la cruz. Meditando ante el Señor de la Vía Crucis, a veces pienso. En muchos momentos de nuestro día a día nos preocupamos por tonterías. Damos importancia a lo que no la tiene y lo peor, por nuestra cobardía hemos soltado nuestra cruz y nos hemos dejado guiar por el diablo. Es ahora un buen momento para pedir perdón, y volver a abrazar la cruz. Como lo hizo Cristo. En esa cruz está nuestra Salvación. Por eso la cruz no puede desaparecer de nuestra vida. Por eso la cruz es tan importante y por eso la cruz nos marca y nos lleva a Cristo. Soportar nuestras cruces diarias, es caminar a nuestra propia Salvación en comunión con Dios. Por eso, le tengo te tengo tanta devoción Señor de la Vía Crucis, porque cuando te miro, me vuelvo a dar
cuenta, que no abrazo lo suficiente mis cruces, y eres un nuevo aliento para volver a agarrarla y seguirte.
En tu cara nazareno,
Se reflejan nuestras vidas,
La Palabra prometida,
Tu camino como anhelo,
Vía Crucis de partida,
Con la cruz que lleva al cielo.
A ti te veo en las caídas,
Y eres luz de los enfermos,
Eres llama que ilumina,
A mayores y pequeños,
Es tu cruz la que nos guía,
Soporta nuestro madero,
Y nos hace que abracemos,
Los pesares que lastiman.
En tu Cruz está la vida,
Forma parte de mi credo,
Y con ella está la mía,
Pa’ que juntos caminemos.
Y Si Dios sufrió en vida,
Hecho hombre el infierno,
La traición y la desidia,
El abandono de su pueblo,
Para morir crucificado,
Entre ladrones como un reo,
Qué esperamos nosotros,
En un camino sin dueño,
Si Dios no tenemos al lado,
Y no abrazamos el leño,
Que al final nos trae la vida,
Como en Cristo al Tercer día,
Tras vencer a los infiernos.
Es en nuestro día a día,
El cargar con el madero,
Perdonar a quien te falla,
Y acompañar a los abuelos,
El Honrar a nuestros padres,
dar de comer al hambriento,
Lealtad entre los hermanos,
Y acercar a Dios al sediento,
Portar una fe sin fisuras,
Sin que quiebre nuestro templo,
Contagiar sonrisas sinceras,
Aunque haya contratiempos,
Y ser portavoz de esperanza,
Donde beban los enfermos.
En tu cruz identifico,
Mi Señor, mi luz y mi credo,
Y en las Llagas de tu vida,
Los temores los reflejo.
Danos luz de tu dicha,
Para dejar de ser ciegos,
Y poner sentido a la vida,
En el Vía Crucis de partida,
Donde el Amor es lo primero.
AMEN