Fray Ricardo de
Córdoba ha enfocado su predicación en la inminente llagada de la Navidad. Fiesta que es grandiosa y
más festiva que la
Semana Santa. No existe el fin, pues se renueva continuamente
con la llegada de la
Salvación. De ahí que San Francisco en la época que le tocó
vivir, bajo el reinado de Federico ll, empezara a hacer los belenes. En ellos
plasma muy bien lo que es la
Navidad con la renovación de una vida concebida.
También como
figura principal no puede faltar nuestra Santísima Madre. Esa Madre que es la Esperanza de todos, la
alegría de la vida. Es la luz que no puede faltar, porque si no se alcanza habremos
malogrado la fe.
Asímismo, destacó
cómo ese Salvador construyó lo que hoy es Iglesia, con la ayuda de los doce
apóstoles: todos aportaron algo sin dejar de cumplir la palabra de Dios.
Foto: N.H.D. Manuel Piñero Dueñas