25.01.14 | 21:01h. EUROPA PRESS | ROMA
"No podemos considerar las divisiones en la Iglesia como un fenómeno natural", ha denunciado el Papa Francisco esta sábado durante la misa de celebración de las Vísperas ecuménicas, en la Basílica romana de San Pablo Extramuros.
De este modo, el Pontífice ha llamado a la unión de todos los cristianos y ha recordado que "la perfecta unión entre los hermanos sólo es posible cuando se remiten al pensar y al sentir de Cristo Jesús". "Nuestras divisiones hieren su cuerpo, dañan el testimonio que estamos llamados a dar en el mundo", ha clamado el Papa.
En la Fiesta de la Conversión de San Pablo apóstol, Francisco se ha referido al Decreto sobre el ecumenismo del Concilio Vaticano II que afirma que la división contradice clara y abiertamente la voluntad de Cristo, porque "es un escándalo para el mundo y perjudica a la causa santísima de predicar el Evangelio a toda criatura", según ha lamentado el Papa.
El día en que concluye la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, el Papa ha explicado que "Cristo no puede estar dividido". Por eso, ha invitado a "continuar con humildad y confianza en el camino hacia el restablecimiento de la plena unidad visible de todos los creyentes en Cristo".
Durante la celebración en la que han participado un grupo de estudiantes del Instituto ecuménico de Bossey, en Suiza, el Papa ha recordado la labor ecuménica de Juan XXIII y Juan Pablo II que "fueron madurando durante su vida la conciencia de la urgencia de la causa de la unidad. El Papa también ha mencionado a Pablo VI, a quien ha definido como "otro gran protagonista del diálogo".
"Hoy no se entendería plenamente el servicio petrino sin incluir en él esta apertura al diálogo con todos los creyentes en Cristo", ha concluido el pontífice.