- Hermanos que la retiraron para la estación de penitencia de la Madrugada Santa de 2023 o aquellos que, no habiendo formado parte de la comitiva nazarena ese año, sí lo hayan hecho con anterioridad antaño–: lunes 4, martes 5, miércoles 6 y jueves 7 de marzo en horario de 19,30 a 22,00 horas, así como el sábado 9 de marzo en horario de 10,00 a 13,30 horas. Casa de Hermandad.
- Hermanos de nueva incorporación para la próxima Madrugada Santa 2024: jueves 7 de marzo de 19,30 a 22,00 horas y sábado 9 de marzo de 10,00 a 13,30 horas. Casa de Hermandad.
Cualquier duda que pudiera surgir podrá ser resuelta por el hermano Diputado Mayor de Gobierno don José Ignacio Mateos Atalaya (teléfono 619893796).
Es importante constatar que las cédulas de sitio serán repartidas y despachadas de modo individual con el propósito además de que los hermanos puedan confiar y transmitir en la mayor privacidad posible aquellas circunstancias personales propias -y nunca ejerciendo de intermediario o de portavocía de terceros- que consideren de necesaria comunicación.
Para ejercitar la teologal virtud de la CARIDAD, todo hermano se impondrá el deber de acercarse a retirar dicha cédula /papeleta junto con algún litro de leche o kilogramo alimento no perecedero para poder paliar en alguna mínima medida los siempre tristes pormenores de los más desfavorecidos.
Respecto a la petición de cruces y promesas, de todos es bien conocido que la Cofradía estacionará con un número máximo de diez cruces de penitencia y que, bajo ningún concepto o motivo se entregará una más. En este sentido, nuestros cofrades dilucidarán que sus promesas se pueden plasmar de muchos modos o formas. Una de ellas, edificantísima, no es sino continuar aquella consuetudinaria costumbre de nuestros primeros cortejos penitenciales, cuya práctica totalidad de nazarenos tenían a bien besar con sus pies descalzos el frío pavimento de la Madrugada. Ténganse no obstante muy en cuenta las palabras del Venerable Papa Pío XII en su carta encíclica Mystici Corporis Christi: “Misterio verdaderamente tremendo y que jamás se meditará bastante: Que la salvación de muchos dependa de las oraciones y voluntarias mortificaciones de los miembros del Cuerpo Místico de Cristo”.