María
Santísima de la Esperanza nos ayuda a vivir el Adviento con Ella.
El momento de
dar a luz es el momento más importante de su vida.
La fiesta de
la expectación del parto tiene una gran tradición hispano-mozárabe, razón por
la cual tiene tanta fuerza en España.
Prepararnos
para la llegada del Salvador no sólo de una manera externa, sino también desde lo
profundo de nuestro corazón.
San Juan
Bautista fue el último profeta y tuvo la misión de anunciar que el Mesías había
llegado. Por eso es una figura importante del tiempo de Adviento. Nos hace
saber que lo importante es Jesucristo.
Gracias a
cómo celebramos la Navidad en nuestra tierra, la gente está muy receptiva, y
eso hay que aprovecharlo para anunciar al Señor.
“Yo doy
testimonio con mis obras”: la prueba del algodón de nuestra vida es que lo que
yo proclamo lo creo en mi corazón y se demuestra con una vida entregada desde
el amor, en las cosas sencillas, con una sonrisa, una palabra de cariño, un
abrazo… dando amor… con las obras de misericordia, en especial vivir con
paciencia los defectos del prójimo.
Si vivimos
evangelizando con nuestra palabra y nuestro testimonio tenemos que estar muy
unidos a nuestro Padre Dios.
Aprovechemos
esta última semana de Adviento porque todavía estamos a tiempo de cambiar el
corazón.