Con una notable asistencia de algo más de cincuenta hermanos que llenaron la Capilla del Voto, se celebró este pasado viernes la primera de las Misas de Hermandad que, cada segundo viernes de mes, esta corporación de las Cinco Llagas ha decidido celebrar tras la nueva reorganización cultual interna establecida después de la despedida de la comunicad franciscana del histórico convento jerezano. Se trataba por tanto de la primera Eucaristía a la que los hermanos de las Cinco Llagas asistirían precisamente delante de sus Amantísimos Titulares a una hora –las ocho y media de la tarde noche- de más cómoda concurrencia para la práctica totalidad de hermanos y devotos que así deseen acudir a tan recomendable encuentro eucarístico mensual. Presidió el padre franciscano fray José Luis Salido quien manifestó sentirse “contento” por poder celebrar dicha Eucaristía ante un número de hermanos que él mismo consideró como “muy bueno” animando al mismo tiempo a contagiar al resto de cofrades para que “poco a poco vayan asistiendo incluso un índice mayor de miembros de esta querida Hermandad”.
Salido insistió en la importancia, en la esencia, en la actitud indispensable de “fomentar nuestro amor para con los demás”. Porque “si no nos damos en el amor, nada tendría sentido dentro de una Hermandad. Estamos obligados, muy obligados, a querer a todos nuestros hermanos y a fomentar y frecuentar los cultos. El cofrade de a pie tiene la obligación de darse a los demás, a los restantes hermanos, porque de lo contrario sobraría nuestra presencia e incluso hasta sobraría la naturaleza de la Hermandad. Si el cofrade ha elegido la Hermandad para vivir su cristianismo, ha de adaptarse a sus fines y a sus obligaciones para realizarse como seguidor de Cristo. Y repartir amor a todos es lo primero. El cofrade debe ser astuto para vivir cristianamente su Hermandad”. La Hermandad de las Cinco Llagas celebra igualmente todos los viernes, a las 20.30 horas, sus oraciones a Nuestro Padre Jesús de la Vía-Crucis y María Santísima de la Esperanza.