Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera

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miércoles, 28 de diciembre de 2011

Misa por la Familia el 30 de Diciembre

Fuente: Gabriel Álvarez, delegado de Medios de Comunicación Social - Obispado de Asidonia-Jerez

El viernes día 30 de diciembre próximo tendrá lugar, en la Santa Iglesia Catedral a las 19 horas, la tradicional Misa por la Familia, una cita que presidirá monseñor José Mazuelos Pérez, el pastor diocesano, y que convocan los responsables de la Delegación Diocesana de Pastoral Familiar y de Defensa de la Vida.

El lema que, con motivo de una nueva llegada de la fiesta de la Sagrada Familia, propone la Conferencia Episcopal Española es ‘La familia cristiana, arraigada en Cristo’. Para su difusión ha sido editado un cartel y difundido el mensaje que los obispos desean hacer presente ante la opinión pública con tal motivo, el cual transcribimos a continuación:

Nota de los obispos de la Subcomisión sobre la Jornada de la Familia 2011
–30 de diciembre de 2011–

Permanece en nuestra mente y corazón la reciente visita de Su Santidad Benedicto XVI con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, Madrid 2011, «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe». En la inolvidable vigilia de oración en Cuatro Vientos nos dejó este claro mensaje a modo de clarificación de la vocación al amor que todo hombre está llamado a vivir: «A muchos el Señor los llama al matrimonio, en el que un hombre y una mujer, formando una sola carne (cf. Gén 2, 24), se realizan en una profunda vida de comunión. Por eso, reconocer la belleza y bondad del matrimonio significa ser conscientes de que solo un ámbito de fidelidad e indisolubilidad, así como de apertura al don divino de la vida, es el adecuado a la grandeza y dignidad del amor matrimonial».

Es preciso que los hombres de nuestro tiempo sean capaces de reconocer esta belleza para que puedan vivir la grandeza de su vocación. Por ello, en el marco de la próxima jornada que celebraremos el viernes 30 de diciembre con el lema «Familia cristiana arraigada en Cristo», los obispos queremos invitar a todas las comunidades cristianas, movimientos y asociaciones a ser testigos y portavoces del mensaje y la misión que el Santo Padre nos ha dejado: la familia, el hogar, fundado en el don que Cristo Esposo hace a la comunión esponsal indisoluble y abierta a la vida, forma parte de la esperanza de los hombres. De esta manera, el futuro de la humanidad y de la Iglesia se fragua en la familia.

La familia, arraigada en Cristo

La familia es la comunidad de personas nacida de la unión conyugal del hombre y la mujer, llamada a existir y a vivir en comunión de amor. Los esposos cristianos han de ser conscientes de que su amor nace de otro amor primero (Ap 2, 4) que lo genera, lo nutre y lo fortalece. Su unión se arraiga en la verdad de Jesucristo crucificado que se entrega por amor a su Iglesia (Ef 5, 25) y «el Espíritu Santo, que infunde el Señor, renueva el corazón y hace al hombre y a la mujer capaces de amarse como Cristo nos amó».

Sobre esta raíz que nos descubre la fe se edifica la familia fuertemente arraigada en Cristo, la roca de la salvación, como aquel hombre que edificó su casa sobre una roca firme de modo que resista a los embates de la lluvia y las crecidas de los ríos (cf. Mt 7, 24-25). La familia es el lugar donde Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre, nació, vivió, creció y murió: «el niño iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él» (Lc 2, 40). La familia es el reflejo en la tierra del misterio de Comunión eterna que Él vive en el seno de la Santísima Trinidad. La familia, a imagen de la Trinidad, es origen de la vida y casa de la comunión donde se descubre, acoge, custodia, revela y se comunica el amor.

La familia tiene también la misión específica del servicio a la vida. Los esposos en su amor conyugal se hacen aptos para recibir el don de la vida. En esta comunión de amor el hombre puede ser recibido y apreciado por sí mismo y se descubre que toda vida humana es un bien y se la protege de tantas amenazas. Por eso mismo, los padres son también los primeros responsables de la educación de sus hijos para introducirlos progresivamente dentro de la familia humana. Igualmente, mediante la regeneración por el bautismo, el hijo es introducido en la familia de Dios, que es la Iglesia, y recibe un corazón nuevo para vivir el amor y el perdón. Así, la familia colabora con Cristo y la Iglesia en la transmisión de la fe y la iniciación cristiana y es signo y recuerdo permanente para la Iglesia de que es esencialmente familia de hijos de Dios, llamada a establecer auténticas relaciones familiares

También la familia recibe la fuerza del Espíritu para poder vivir su vocación de comunión en medio de las dificultades y problemas del momento como una misión recibida de Dios. Tiene por ello la especial capacidad de sanar con su cariño, acogida, amor y perdón los corazones a menudo con tantas heridas afectivas, morales, sociales y psicológicas. Igualmente tiene el cometido de aportar su ayuda en esta crisis económica, ante la falta de trabajo, ante las enfermedades,… protegiendo, sosteniendo y animando a cuantos lo precisen.

La familia, sujeto de la Nueva Evangelización

En el contexto de la nueva evangelización a la que nos convoca Benedicto XVI, conscientes de vivir en una sociedad con claros signos de esperanza como se ha puesto de manifiesto en la Jornada Mundial de la Juventud, pero al mismo tiempo convulsa, con temores y momentos de desesperanza, la familia tiene un papel muy especial. La primera manifestación de la misión de la familia cristiana como Iglesia doméstica es la transmisión de la fe. La familia nos descubre que formamos parte de una historia de amor que nos precede, no solo por parte de los padres y abuelos sino, de un modo más fundamental, por parte de Dios, según se ha manifestado en la historia de la salvación11.

Somos eslabones de una cadena. Hemos recibido la fe y nos corresponde transmitirla con las palabras y hacerla creíble con el testimonio de nuestra vida.
Por ello, además de ser objeto de una urgente Evangelización, como evidencia la situación de crisis planteada, a la familia le corresponde responsabilizarse de la enorme y trascendente misión de participar como sujeto activo en la Nueva Evangelización.

El mundo actual desarraigado de la casa de la fe, deja a muchas personas confundidas por mensajes falsos y manipuladores, heridas por experiencias negativas y engaños. Está por ello tan necesitado de esta Evangelización para construir una vida y requiere entonces de modo especial el testimonio de la familia cristiana y la vida de la Iglesia. Esta vida lleva la impronta de aquello que distingue y diferencia a la familia: origen de la vida, imagen de la Trinidad y casa de comunión. La verdad de un amor misericordioso regenera a la persona y la capacita para vivir el amor verdadero. Al igual que en otros tiempos difíciles la evangelización fue llevada a cabo por las comunidades cristianas y el monacato, hoy corresponde a las familias cristianas, fieles a la Iglesia, ser sujetos activos de la Nueva Evangelización.

En estos momentos las familias, con su capacidad de organización y asociación, deben ser impulsoras de una justa política familiar que responda a sus derechos, necesidades e ilusiones y que responda así a los deseos de la inmensa mayoría de nuestra sociedad en sus problemas de vivienda, educación, conciliación laboral, etc. Se trata de una tarea urgente e inaplazable. Europa necesita de la familia y no es posible la regeneración de Europa si no pasa por la realidad de la familia tal y como Dios la pensó. Como recordó Benedicto XVI en una de sus audiencias de este año: «En la Europa de hoy, las naciones de sólida tradición cristiana tienen una especial responsabilidad en la defensa y promoción del valor de la familia fundada en el matrimonio que, por lo demás, es decisiva tanto en el ámbito educativo como en el social».

En estas Navidades, pedimos a la Sagrada Familia que nos haga profundizar en nuestra conciencia recordando en nuestras oraciones y ayudando en la medida de nuestras posibilidades de manera especial a cuantos sufren las consecuencias de la crisis. Igualmente pedimos por crecer en la responsabilidad de nuestra misión como familia cristiana con la vista puesta en el próximo Encuentro Mundial de Familias con el Santo Padre Benedicto XVI (Milán 2012). Para ello proponemos la inestimable ayuda que supone trabajar en nuestros respectivos ámbitos las catequesis elaboradas a tal fin con el sugestivo y oportuno título de «La Familia: el trabajo y la fiesta» encomendándonos a María Santísima Reina de las Familias.

Mons. J. Antonio Reig Plá, Obispo de Alcalá de Henares, presidente de la Subcomisión
Mons. Carlos Osoro Sierra, Arzobispo de Valencia
Mons. Francisco Gil Hellín, Arzobispo de Burgos
Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, Obispo de Bilbao
Mons. Gerardo Melgar Viciosa, Obispo de Osma–Soria
Mons. José Mazuelos Pérez, Obispo de Jerez de la Frontera
Mons. Carlos Manuel Escribano Subías, Obispo de Teruel y Albarracín

Campaña de Navidad y Reyes de la Fraternidad Franciscana de Jerez

sábado, 24 de diciembre de 2011

Entrega de 180 kg de alimentos por nuestros hermanos de "El Cirial"



Desde el pasado 15 de noviembre, la Diputación de Acción Social de nuestra corporación ha venido desarrollando una intensa actividad en favor de la recogida de alimentos y juguetes con motivo de la Campaña de Navidad de este año. Hasta la fecha, todo lo recogido ha sido entregado a Cáritas Parroquial de San Miguel y al Comedor El Salvador.

Fruto del entusiasmo que se ha puesto y de la buena fe cristiana de los fieles en general y de los hermanos en particular, todavía seguimos recogiendo alimentos y juguetes que irán destinados a los más necesitados.

Prueba de ello, fue la entrega por parte del grupo de hermanos de nuestra Hermandad que conforman “El Cirial” de 180 Kg de alimentos recogidos en una zambomba benéfica organizada por ellos y celebrada días atrás. Iniciativas evangélicas como ésta demuestran, una vez más, que el buen hacer, la fe, la unión y la voluntad se conjugan en el bien común para dar magníficos resultados como éste.

Sin duda, estar cerca de los que menos tienen debe seguir siendo un aspecto fundamental en la actividad de nuestra corporación nazarena, de ahí que sigamos incentivando actividades de este tipo que no son más que puertas abiertas donde el soplo del espíritu evangélico fluye y sigue sembrando entre nosotros.

La Junta de Gobierno agradece a todos los hermanos la colaboración prestada en esta campaña, entre ellos a los hermanos del grupo “El Cirial”. Dios les bendiga.

Vigilia de Navidad

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 1, 67-79



Zacarías, padre de Juan, lleno del Espíritu Santo, profetizó diciendo: "Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas.

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.

Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días. Y a ti, Niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz"

Comentario: Rvdo. P. D. Ignacio Fabregat (Barcelona)

Hoy, el Evangelio recoge el canto de alabanza de Zacarías después del nacimiento de su hijo. En su primera parte, el padre de Juan da gracias a Dios, y en la segunda sus ojos miran hacia el futuro. Todo él rezuma alegría y esperanza al reconocer la acción salvadora de Dios con Israel, que culmina en la venida del mismo Dios encarnado, preparada por el hijo de Zacarías.

Ya sabemos que Zacarías había sido castigado por Dios a causa de su incredulidad. Pero ahora, cuando la acción divina es del todo manifiesta en su propia carne —pues recupera el habla— exclama aquello que hasta entonces no podía decir si no era con el corazón; y bien cierto que lo decía: «Bendito sea el Señor, Dios de Israel...» (Lc 1,68).

¡Cuántas veces vemos oscuras las cosas, negativas, de manera pesimista! Si tuviésemos la visión sobrenatural de los hechos que muestra Zacarías en el Canto del Benedictus, viviríamos con alegría y esperanza de una manera estable. «El Señor ya está cerca; el Señor ya está aquí».

El padre del precursor es consciente de que la venida del Mesías es, sobre todo, luz. Una luz que ilumina a los que viven en la oscuridad, bajo las sombras de la muerte, es decir, ¡a nosotros! ¡Ojalá que nos demos cuenta con plena conciencia de que el Niño Jesús viene a iluminar nuestras vidas, viene a guiarnos, a señalarnos por dónde hemos de andar...! ¡Ojalá que nos dejáramos guiar por sus ilusiones, por aquellas esperanzas que pone en nosotros!

Jesús es el “Señor” (cf. Lc 1,68.76), pero también es el “Salvador” (cf. Lc 1,69). Estas dos confesiones (atribuciones) que Zacarías hace a Dios, tan cercanas a la noche de la Navidad, siempre me han sorprendido, porque son precisamente las mismas que el Ángel del Señor asignará a Jesús en su anuncio a los pastores y que podremos escuchar con emoción esta misma noche en la Misa de Nochebuena. ¡Y es que quien nace es Dios!

Apertura del Nacimiento de la Hermandad de las Cinco Llagas






El pasado 18 de diciembre, tras finalizar el Solemne Triduo a María Santísima de la Esperanza, la Junta de Gobierno inauguró oficialmente el Nacimiento que se ha montado en nuestra Sede Capitular, en C/ Diego Fernández Herrera, 6 y 8.

Para proceder a la apertura del Belén, nuestro Hermano Mayor, don Juan Lupión Villar, dio lectura, previamente, a un pasaje de la Sagrada Escritura, la cual debe estar en todo momento presente en la vida del cristiano y del cofrade.






El Nacimiento, sigue una descriptiva puramente jerezana, pues el portal lo constituye una canasta de vendimiar donde la Sagrada Familia aparece con un indescriptible halo de humildad y ternura.

El Nacimiento es obra de nuestro Diputado de Acción de Social, don Genaro Benítez Gil al que agradecemos sus desvelos por fomentar la devoción a la Sagrada Familia.

Posteriormente a la inauguración del Belén, los hermanos allí congregados disfrutaron de un fraternal encuentro en torno a una copa de Jerez.











Relato de San Buenaventura (LM 10,7)

Tres años antes de su muerte se dispuso Francisco a celebrar en el castro de Greccio, con la mayor solemnidad posible, la memoria del nacimiento del niño Jesús, a fin de excitar la devoción de los fieles.

Mas para que dicha celebración no pudiera ser tachada de extraña novedad, pidió antes licencia al sumo pontífice; y, habiéndola obtenido, hizo preparar un pesebre con el heno correspondiente y mandó traer al lugar un buey y un asno.
Son convocados los hermanos, llega la gente, el bosque resuena de voces, y aquella noche bendita, esmaltada profusamente de claras luces y con sonoros conciertos de voces de alabanza, se convierte en esplendorosa y solemne.



El varón de Dios estaba lleno de piedad ante el pesebre, con los ojos arrasados en lágrimas y el corazón inundado de gozo. Se celebra sobre el mismo pesebre la misa solemne, en la que Francisco, levita de Cristo, canta el santo evangelio. Predica después al pueblo allí presente sobre el nacimiento del Rey pobre, y cuando quiere nombrarlo -transido de ternura y amor-, lo llama «Niño de Bethlehem».



Todo esto lo presenció un caballero virtuoso y amante de la verdad: el señor Juan de Greccio, quien por su amor a Cristo había abandonado la milicia terrena y profesaba al varón de Dios una entrañable amistad. Aseguró este caballero haber visto dormido en el pesebre a un niño extraordinariamente hermoso, al que, estrechando entre sus brazos el bienaventurado padre Francisco, parecía querer despertarlo del sueño.



Dicha visión del devoto caballero es digna de crédito no sólo por la santidad del testigo, sino también porque ha sido comprobada y confirmada su veracidad por los milagros que siguieron. Porque el ejemplo de Francisco, contemplado por las gentes del mundo, es como un despertador de los corazones dormidos en la fe de Cristo, y el heno del pesebre, guardado por el pueblo, se convirtió en milagrosa medicina para los animales enfermos y en revulsivo eficaz para alejar otras clases de pestes. Así, el Señor glorificaba en todo a su siervo y con evidentes y admirables prodigios demostraba la eficacia de su santa oración.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Solemne Triduo a María Santísima de la Esperanza



El Ángel del Señor anunció a María.
Y Ella concibió por obra del Espíritu Santo.

He aquí la esclava del Señor.
Hágase en mí, según su palabra.

El Verbo se hizo carne.
Y habitó entre nosotros.



La que concibió, la que se hizo esclava del Señor, en la que habitó el mismo Jesucristo, aquella Virgen de Nazaret que esperó y lo dio todo por la Iglesia, aquella, fue la Virgen de la Esperanza…

Nuestra amantísima titular, María Santísima de la Esperanza ha sido homenajeada y glorificada en el Solemne Triduo que nuestra Hermandad de las Cinco Llagas ha celebrado días atrás en la Iglesia Conventual de San Francisco. Días de gozo en que María es un ejemplo para todos: la primera creyente, manantial de fe y esperanza…

Nuestra corporación ha tenido el honor de contar con el Rvdo. P. don Manuel Barrera Rodríguez, Vicario Parroquial de los Cuatro Evangelistas el cual ha predicado de forma brillante durante los tres días del solemne Triduo.



En la predicación del Triduo, el Rvdo. P. don Manuel Barrera Rodríguez nos recordó que somos los mensajeros que necesita la Iglesia para anunciar lo que va a venir. En este sentido continuó diciendo “Parece que se ha querido matar a Dios en nuestra sociedad y quitarlo de la esfera privada. Nuestras hermandades muchas veces no llevan a Dios a la gente porque nos dejamos llevar por la procesiones en la calle”.

“Éste es un ejemplo: una Hermandad tan seria como ésta tiene menos tirón por el simple hecho de no llevar una banda. No podemos perder la esperanza porque es el motor de la fe”.

“Yo doy razón de mi esperanza en mi trabajo, en mi casa, en mi familia. Ser cristiano es salir a la calle y llevar un mensaje de esperanza, un mensaje que haga que la gente se pregunte el sentido de la existencia humana y abrace el evangelio”.

Y es precisamente ese sentido de la existencia humana, lo que puede arrojarnos luz que responda a nuestras preguntas, a veces tan claras y a veces tan oscuras donde la esperanza es el camino hacia la luz. El P. don Manuel Barrera Rodríguez continuó disertando "en medio de la soledad, del sufrimiento y del dolor, el Señor siempre está contigo, siempre está con nosotros. Si sentimos la cercanía del Evangelio, entonces es posible que sintamos miedo, porque no seamos capaces de abrazarlo y anunciarlo, pero hay que tener valentía y llegar a la conclusión de que también nosotros somos fruto de la gracia de Dios y debemos decir como dijo María llena de esperanza: aquí estamos Señor, hágase en nosotros tu voluntad”.

Asimismo, el P. Manuel Barrera nos exhortó a que no nos dejáramos llevar por el ambiente de laicismo que nos rodea. No podemos dejarnos llevar por la pereza. Necesitamos testigos como Juan el Bautista, testigos de Cristo, testigos de fe, testigos de la Virgen, testigos llenos de Esperanza:

“Estamos en un momento de la Iglesia donde el tiempo nos apremia y, por tanto, el que quiera acoger a Jesús en su corazón debe estar dispuesto a complicarse la vida. No podemos ser cómplices de que Jesús no esté presente en nuestra sociedad, no podemos ser cómplices de lo que nos quieran imponer unos cuantos cuando la historia está escrita y no queremos aceptarla. ¿Tenemos el coraje suficiente de ser cristianos en la sociedad de hoy?”

Como viene siendo tradicional en nuestra Hermandad, el tercer día de triduo, en la festividad de la Esperanza, los nuevos hermanos se dispusieron a jurar las Reglas y a tomar la medalla de nuestra corporación, sin duda, un momento sublime, importante y de una gran responsabilidad por lo que ello conlleva.







La Junta de Gobierno aprovecha la ocasión para agradecer a todos los hermanos su asistencia y participación en estos solemnes cultos. Asimismo, agradece de forma especial al Rvdo. P. don Manuel Barrera Rodríguez su brillante predicación en este solemne Triduo así como le insta a que tenga a este instituto cofradiero entre sus oraciones.























Rogativa a María Santísima de la Esperanza



María Purísima, Esperanza nuestra, sálvanos.
Escogida del Eterno Padre, para su Hija, Esperanza nuestra, sálvanos.
Amada del Hijo, para Madre suya, Esperanza nuestra, sálvanos.
Adorada del Espíritu Divino por su Esposa, Esperanza nuestra, sálvanos.
Retrato que engrandece el ser Divino, Esperanza nuestra, sálvanos.
Abismo de purezas, Esperanza nuestra, sálvanos.
Madre divina del amor hermoso, Esperanza nuestra, sálvanos.
Árbol fecundo cuyo fruto es Cristo, Esperanza nuestra, sálvanos.
Arca de los tesoros celestiales, Esperanza nuestra, sálvanos.
Arcaduz que nos lleva a Jesucristo, Esperanza nuestra, sálvanos.
Aurora que nos diste al Sol Divino, Esperanza nuestra, sálvanos.
Alegría de los Predestinados, Esperanza nuestra, sálvanos.
Por tu Concepción pura y divina, Esperanza nuestra, sálvanos.
Por tu Natividad tan deseada, Esperanza nuestra, sálvanos.
Por la embajada feliz que te dio el Ángel, Esperanza nuestra, sálvanos.
Por los deseos de ver a tu hijo, Esperanza nuestra, sálvanos.
Por la alegría de verle ya adorado, Esperanza nuestra, sálvanos.
Por el dolor de verle ya escarnecido, Esperanza nuestra, sálvanos.
Por la pena de verlo muerto, Esperanza nuestra, sálvanos.
Por el regocijo de verlo ya resucitado, Esperanza nuestra, sálvanos.
Por la gran caridad con que nos amas, Esperanza nuestra, sálvanos.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Triduo a María Santísima de la Esperanza



El domingo 18 de diciembre, Festividad de la Virgen de la Esperanza, tras el Triduo, se procederá en nuestra Sede Capitular, sita en C/ Diego Fernández Herrera, 6 y 8, a la bendición de nuestro Nacimiento. Acto seguido, se mantendrá una fraternal convivencia.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Lectura del Santo Evangelio según San Juan 1, 6-8. 19-28

Tercer Domingo de Adviento

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz, y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran:

«¿Tú quién eres?». Él confesó sin reservas: «Yo no soy el Mesías». Le preguntaron: «Entonces ¿qué? ¿Eres tú Elías?». Él dijo: «No lo soy». «¿Eres tú el Profeta?». Respondió: «No». Y le dijeron: «¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?».

Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanad el camino del Señor” (como dijo el Profeta Isaías)». Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías ni el Profeta?». Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí que existía antes que yo y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia». Esto pasaba en Betania, en la orilla del Jordán donde estaba Juan bautizando.

Comentario: Rvdo. P. Joaquin Meseguer García (Sant Quirze del Vallés)

El Evangelio nos ha presentado la figura de Juan Bautista, el precursor. Juan gozaba de gran popularidad entre el pueblo sencillo; pero, cuando le preguntan, él responde con humildad: «Yo no soy el Mesías...» (cf. Jn 1,21); «Yo bautizo con agua, pero en medio de vosotros está uno a quien no conocéis, que viene detrás de mí» (Jn 1,26-27).

Jesucristo es Aquél a quien esperan; Él es la Luz que ilumina el mundo. El Evangelio no es un mensaje extraño, ni una doctrina entre tantas otras, sino la Buena Nueva que llena de sentido toda vida humana, porque nos ha sido comunicada por Dios mismo que se ha hecho hombre. Todo cristiano está llamado a confesar a Jesucristo y a ser testimonio de su fe. Como discípulos de Cristo, estamos llamados a aportar el don de la luz. Más allá de esas palabras, el mejor testimonio, es y será el ejemplo de una vida fiel.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 1, 26-38



Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María

El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.

El ángel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo". Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin".

Y María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?". El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible".

María contestó: "Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra". Y la dejó el ángel.

martes, 6 de diciembre de 2011

"La vida debe predominar sobre la muerte"

Encuentro con la Hermandad de la Sagrada Resurrección


Una gran asistencia de público se congregó el pasado viernes 2 de diciembre al Encuentro que la Hermandad de las Cinco Llagas celebró con la Hermandad de la Sagrada Resurrección. El mismo contó con la presencia de Antonio Ruiz Herrero, quien pronunció una conferencia titulada “Nuestras vivencias con nuestra Hermandad madrina” que encandiló y emocionó al público asistente.

El encuentro celebrado el pasado viernes 2 de diciembre entre las Hermandades de la Sagrada Resurrección y Las Cinco Llagas se saldó con una nutrida asistencia de hermanos por parte de ambas corporaciones, las cuales disfrutaron de la ponencia ofrecida por Antonio Ruiz Herrero, Hermano Mayor de la Hermandad de la Sagrada Resurrección, titulada “Nuestras vivencias con nuestra Hermandad madrina”.

Con la sencillez y humildad que lo caracteriza, Antonio Ruiz Herrero supo captar la atención de todos los presentes narrando cómo se formó la Hermandad del Domingo de Resurrección y cómo la Hermandad franciscana amadrinó su formación, empuje y consolidación.

Fue allá por año 1986 cuando Antonio Ruiz Herrero tuvo la piadosa idea de crear una hermandad para el Domingo de Resurrección, hasta entonces inexistente en nuestra ciudad. A través de José Pérez Raposo, en aquella época Hermano Mayor de la Hermandad de las Cinco Llagas, Antonio Ruiz Herrero adquirió el ánimo, fuerza y empuje necesarios para ponerse manos a la obra.

Muchos fueron los que apoyaron su idea de crear una hermandad de la Resurrección, entre ellos 8 amigos que junto a él formaron la primera Junta de Gobierno de la Resurrección, la llamada “Junta de los Nueve”. Los componentes de esta primera Junta de Gobierno fueron: Gonzalo Guillermo, Manuel Castell, Francisco Roldán, Juan Pérez “El Gadita”, Carlos Ruiz de Sevilla, José Mata, Manuel Soto, Francisco Ferrer y Antonio Ruiz Herrero.

Comoquiera que la hermandad tendría que tener una imagen a la que se venerara y diera consolidación al proyecto, uno de “los nueve” Juan Pérez “El Gadita” introdujo al futuro escultor de la actual talla, Luis González Rey, que por aquella época contaba tan sólo con 21 años.

Animado con la fuerza del Espíritu Santo y rodeado del empuje humano del grupo de los nueve y de la Hermandad de las Cinco Llagas, Antonio Ruiz creyó en el proyecto y encargó al González Rey la talla de la Sagrada Resurrección de Cristo para recibir culto en la S. I. Catedral. La Hermandad de las Cinco llagas aportó sus instalaciones donde “los nueve” se solían reunir para darle forma al proyecto no sólo material sino también humano, con sus características e impronta propias.


La imagen costó unas 500.000 de las antiguas pesetas y fue bendecida el 26 de noviembre de 1989, Solemnidad de Cristo Rey, por el entonces deán de la Catedral, José Luis Repetto Betes.

Por otro lado, Antonio Ruiz Herrero también disertó en su ponencia sobre el sentido que tiene la vida y la muerte: “La vida debe predominar sobre la muerte; el mismo Jesucristo nos lo demostró, no sólo con su muerte y resurrección sino también en los momentos complicados de la vida”. Visiblemente emocionado, Antonio Ruiz Herrero agradeció públicamente a la Hermandad de las Cinco Llagas su colaboración y el momento que le brindaba en este encuentro. El Hermano Mayor de Las Cinco Llagas, Juan Lupión Villar, correspondió al agradecimiento recíprocamente.












El encuentro finalizó con la entrega por parte de la Hermandad de la Resurrección de un cuadro con la imagen de Nuestra Señora de la Luz, titular mariana de esta corporación. La Hermandad de las Cinco Llagas, por su parte, entregó otro cuadro con la imagen del Divino Nazareno Franciscano. Posteriormente, ambas corporaciones compartieron un fraternal encuentro en torno a una copa de jerez.



A LA HERMANDAD DE LAS CINCO LLAGAS

Viernes Santo, con las tres,
Plaza Esteve, San Francisco,
la noche huele a clavel,
una emoción que seduce,
cuando ya salió a la calle,
Jesús de la Vía Crucis.

Yo estoy sufriendo tu pena,
y tu martirio me asombra,
¿Quién ordenó tu condena?
¿Quién impuso tu calvario?
Nazareno, si a diario,
el pueblo espera de ti,
tus rezos y tus relicarios.

Nazareno, donde vayas,
serás Cristo de los Cristos,
Señor de las Cinco Llagas.

Una fe que nos alcanza,
cuando vemos en tu madre,
la más hermosa Esperanza;
Esperanza de mi vida,
de mis delirios, Esperanza,
que bonita está mi Virgen,
pasando por calle Larga.

Bendice a los jerezanos,
que esperan la madrugada,
para decirte Señora,
tú eres mi amor y Esperanza.


Recitada por Antonio Ruiz Herrero

sábado, 3 de diciembre de 2011

Evangelio según San Marcos 1, 1-8

2º Domingo de Adviento

Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el Profeta Isaías: «envío mi mensajero delante de ti para que prepare el camino». Una voz grita en el desierto: «Preparadle el camino al Señor, allanad sus senderos».

Juan bautizaba en el desierto: predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.

Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo».